Disclaimer: Harry Potter y su mundo pertenecen a J.K.
Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de la Casa 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Jill y Joe habían sido los mejores amigos desde que el sombrero los había enviado a la casa los leones. Eran los mejores amigos pero Jill sabía que algún día Joe se daría cuenta de que no podía vivir sin ella.
Los años pasaban y cada vez Joe era más cercano con ella, le daba un beso antes de ir a dormir, la cogía como si fuera un saco y echaba a correr con ella hasta un lugar escondido junto al lago. Mientras el mundo exterior se apagaba con la llegada de Quien-tu-sabes, el mundo de Jill se iluminaba.
Un día, junto al lago, Joe se sinceró con su amiga.
-Jillian, tú eres mi mejor amiga y hay una cosa que te quería decir… hay una chica que me gusta mucho y quiero pedirle que salga conmigo.- A Jill se le iluminó la cara y su corazón empezó a bailar a ritmo de samba- Se trata de Eve, la chica de Ravenclaw que me ganó en el torneo de gobstones. Hemos coincidido mucho con ella, tú eres una chica, ¿crees que le gusto?
Nadie puede saber lo que duele un corazón roto en mil pedazos hasta que lo vive en carne propia, sentir que una parte de ti muere en ese momento.
Algunos dirían que Jill era obsesiva pero la realidad es que solo era perfeccionista. Cuando Joe e Eve comenzaron a salir, ella se acercó a Eve. Así supo que tenía un hermano de doce años, muggle al igual que sus padres, al que adoraba; así que decidió arrebatárselo. El-Que-no-debe-ser-nombrado estaba en el poder así que a nadie le extrañaría otra muerte de muggles.
En la siguiente salida a Hogsmeade renunció a acompañar a los tortolitos y fingió estar enferma. En realidad se escapó a Londres, donde vivía la familia de Eve.
En la casa solo se encontraba el pequeño, así que ella se limitó a imperturbar la casa antes de empezar a lanzarle hechizos. Con cada hechizo que echaba, algo iba colándose en su interior una sensación de satisfacción como nunca había tenido. Ya no se acordaba de Joe o Eve, sólo pensaba en la cantidad de hechizos supuestamente inofensivos que se pueden utilizar para matar a una persona. Cuando estaba terminando de ahogar al niño con un aguamenti, se abrió la puerta de la casa. No había planeado matarlos a todos pero ¿Quién podría resistirse?
