¿Qué HUBIERA SUCEDIDO SI?

Candy esta afrontado una segunda boda, acompáñala en su día especial, y los recuerdos que tiene de su anterior matrimonio, ¿Con quien se casara nuestra pecosa?

Es la primera vez que escribo algo, no se cual va a ser el final puesto que solo tengo 4 capitulo que iré subiendo poco a poco, espero que sea de vuestro agrado.

No es un Terryfic ni Albertfic, sino un Candyfic y sus recuerdos.

1923

No podría creerlo, prometí no volver a hacerlo jamás, aun pensaba que era una completa locura…..pero ahí estaba frente a un espejo que reflejaba mi vestido blanco, y llevaba conmigo todas las cosas que se supone que dan "buena suerte en un matrimonio":

El brazalete azul que tanto me hacía recordar el color de sus ojos, el crucifijo de la hermana María, la nueva peineta regalo de Annie y el anillo que había pertenecido a su familia durante generaciones

Seguía pensando que era un sueño, o una pesadilla?

- Candy relájate- me dije a mi misma en un último intento por no parecer una maniaca- alguien te puede ver va a pensar que no te quieres casar- pero mentalmente pensé ¿estaba realmente dispuesta a pasar por un matrimonio otra vez?

FLASH BACK

Mayo de 1914

Después de haber buscado tanto a Terry, mi amor ojiazul, por fin tuvimos nuestro final feliz, o eso pensaba que había obtenido puesto nos casamos ni bien llegué a Nueva York para verle en su estreno de la obra de teatro que estaba protagonizando "El Rey Lear".

Éramos dos jóvenes impulsivos, y así fue nuestro matrimonio, no podía permitir que me separasen de él, y él tampoco quería dejarme escapar, era un amor como de novela, pero ahora que lo pienso, lo que más nos gustaba del otro era lo que poco a poco iba abriendo una brecha insalvable.

- No creo que debas irte mi amor, ya eres una respetable mujer casada, tu lugar es a mi lado, obedeciéndome en todo- dijo el con el sarcasmo que le caracterizaba, pero yo podía leer entre líneas, tenía miedo a que me arrepintiese o que conociera a alguien "mejor".

- Amor, hemos hablado esto un millón de veces antes de casarnos, prometiste que esperarías un año más a que terminase mis estudios como enfermera y después vendría a vivir contigo

- Lo sé, pero….…es que…...no quiero que estés lejos de mi, entiende que te amo con toda mi alma- me increpo mientras me miraba fijamente a los ojos, pude ver que su mirada se iba poniendo más triste y que ese brillo que había visto toda esta semana se iba apagando.

No podría verle así, tan triste y sabiendo que yo era la fuente de ese sentimiento, por lo que cometí el primer gran error de nuestro matrimonio, dejar la escuela de enfermeras. Convenimos que buscaría un traslado a Nueva York, que no importaba si empezaba de cero, pero estaba dispuesta a pagar ese precio con tal de estar al lado del hombre que amaba.

Así que escribí tres cartas, una para el Hogar de Pony, otra para Albert y la última para la Escuela, anunciando mi matrimonio y mis deseos de quedarme a vivir en Nueva York al lado de mi recién estrenado marido, el único que dijo algo que sobrepasaba la línea de la cordialidad fue mi padre adoptivo

Querida Candy

Espero que cuando recibas esta carta te encuentres disfrutando de tu amor con Terry, me alegro por los dos, aunque no entiendo los motivos para este apresurado matrimonio y peor aún de tu renuncia a ser enfermera—seguí leyendo la carta y sentí que había defraudado a todos los que me querían, solo que no se atrevían a decírmelo por temor a herir mis sentimientos.

- No te preocupes pequeña pecosa, Albert te ve como a una hija, es normal que hubiese preferido una pedida de mano, llevarte al altar, pero si podrá verte graduada como enfermera- me dijo para reconfortarme, mientras me abrazaba, pero en ese momento empecé a sentir una pequeña voz que me decía que podría haberme equivocado con esta decisión.