Un Trato

Caminaba por los pasillos sin rumbo. En mi cabeza tan solo resonaba las últimas palabras dichas por el doctor: "prepárense para lo peor". Estaba desesperado, su mejor amiga se debatía entre la vida y la muerte; y él no podía hacer nada. Cuando se detuvo lo hizo frente ante la puerta de la capilla del hospital. Quedo mirándola dudoso, pero algo en su interior lo hizo entrar.

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La puerta se abrió dándole paso al lugar donde hallaría paz y consuelo. Sin embargo al verse solo, sus ojos dejaron libres algunas lágrimas. Fijo su mirada en el crucifijo que se hallaba en medio del altar.

- ¿Por qué?

- Yo también pregunte lo mismo una vez y no me respondió.

Aquella voz interrumpió su llanto, se seco apresuradamente sus mejillas antes de voltearse.

- ¿Quién eres?

- ¡Pero vaya! Una celebridad…

Sonrió aquella muchacha de cabellera negra y ojos chocolate. Iba a preguntarle por segunda vez quien demonios era, pero ella se adelanto.

- Luna… es raro oírlo en Japón, es cierto, pero… ese es mi nombre… Ryoma-kun.

- Si viniste a rezar, te dejo sola.

Estaba decidido a marcharse de ahí, quería estar solo, mejor dicho necesitaba estar solo, solo con su dolor.

- Estas aquí por ella ¿no?

- ¿eh?

- Por Sakuno…

Nunca en su vida la había visto, esa seguridad en sus palabras lo había sorprendido y detenido su propósito de salir.

- No me mires, así…

La muchacha se sentó y le sonrió. En verdad era muy rara, tal vez tan rara como su nombre.

- Lo sé por una simple razón.

- ¿Cuál?

- Yo soy una paciente de este hospital y mi cuarto esta a lado.

Su respuesta estaba fundamentada por lo blanco de su vestimenta y aquellas pantuflas que llevaba puesta.

- Veo que ahora me crees. ¿Y tú que eres de ella?

- Soy su mejor amigo.

- ¿En verdad esperas que me crea eso?

La chica se levanto riendo y movió la cabeza de un lado a otro.

- mmm…

- Bueno, bueno… si tú lo dices… así será. Entonces viniste a orar por tu mejor amiga ¿verdad?

- Sí, ¿y tú?

Estaba haciendo compañía a mi mejor amigo mientras rezaba, después se fue y yo decide quedarme un poco más.

- ¿Para qué?

- Hagamos un trato.

- ¿Cuál?

- Tú respondes a unas cuantas preguntas y yo te digo porque me quede ¿trato?

- Mmm…

Que clase de trato era ese. Sakuno no tenía nada que ver y al parecer ella estaba muy interesada en saber.

- ¿Por qué?

- Trato ¿sí o no? Responde.

Era su imaginación o la chica lo ignoro. Se resigno. Pero en un instante su conciencia le hablo: "Sakuno esta a punto de morir y tu estas entablando conversación con una completa desconocida…"

- Ten fe…