Remember me
Sinopsis: Evania Harrison tiene la habilidad de modificar los recuerdos de las personas, ella no sabe porqué y tampoco le importa…hasta que conoce a Marcus Vulturi, hasta que empieza a tener sueños de una vida que no fue suya, hasta que se enamora de él y se ve obligada a huir de su llamada familia borrándole la memoria en el proceso. Por azares del destino, Evania termina en Forks y se hace amiga de Isabella Swan mientras ella está deprimida por la huida de su novio.
Advertencias: OOC Vulturis (Realmente no sé cómo se comportan ya que en el libro no se ve mucho de ellos, por eso la mayoría van a estar fuera de su personalidad, sobretodo Marcus). OC protagonista (Para los que no le gusten, he intentado mantener sus habilidades al mínimo, también odio las Mary Sue's), y por último Avance lento (¿Qué significa? Que las cosas no van a suceder muy rápido, pero tranquilos que llegarán. La idea está en mi cabeza ¡No me deja dormir!)
Disclaimer: Los hechos, lugares y personajes de esta historia que reconozcas no me pertenecen, son de Stephenie Meyer (y otras personas), los he tomado prestados para escribir esta locura, gracias Stephenie Meyer (y otras personas). Lo que no reconozcas sí es mío.
N/A: ¡Hola! Esta es mi primera historia en esta cuenta (no en la página), estoy realmente ilusionada porque le he dedicado bastante tiempo a esta idea en particular.
Primero que nada, los capítulos no van a ser muy largos, menos de mil palabras cada uno (quizá más, depende de cómo me sienta), pero más de quinientas. Lo siento por eso, generalmente escribo capítulos más largos, pero esta historia me exige que sean cortos.
Les voy a confesar que esta historia no tendría que ser como la van a leer, pero cuando la escribía ella tomaba giros sin mi permiso, creo que está utilizando mis dedos en mi contra, pero se los presto, quedo mucho mejor gracias a ellos.
Al principio puede ser difícil de entender, pero no se preocupen; todo se aclarara, incluyendo el título.
Espero que disfruten de mi bebé, también espero sinceramente que disculpen mis posibles faltas gramaticales y ortográficas, como dice mi Mamá; Nadie es perfecto, el saber no ocupa lugar, de los errores se aprende…y quinientas cosas más.
¡Saludos!
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Remember me
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Evania Harrison, una joven adolescente de apenas diecisiete años, caminaba por las calles de la ciudad de Volterra, mirando de un lado a otro con asombro, sus ojos esmeralda brillaban de pura felicidad; la ciudad era simplemente hermosa, un pedazo de historia viva.
Las calles estrechas y empinadas, y los altos edificios y sus viejas paredes de ladrillos realmente habían valido la pena. Evania había tenido la suerte de ganar un viaje gratis a la ciudad Italiana de su elección – cortesía de la escuela de idiomas dónde aprendía italiano – ella se había debatido entre Venecia y Volterra, insegura había terminado eligiendo Volterra.
Cuando el avión había aterrizado en el aeropuerto ella no sabía que esperar, pero en cuanto un pequeño y viejo autobús – que se había llenado rápidamente de turistas emocionados – la llevó hacía su hotel, la emoción creció dentro de su vientre. Toda duda desapareció en el momento en el que Evania había visto la ciudad a lo lejos, justo en ese momento ella sabía que había elegido bien; Volterra era la ciudad más hermosa que había visto nunca.
Pero hoy, un 25 de Abril, la ciudad se había vuelto aún más atractiva, parecía brillar con luz propia.
Evania había despertado tarde aquel día, de todas formas se había aseado tranquilamente – después de todo estaba de vacaciones… – y había bajado a desayunar después de ponerse un vestido rojo de verano que le había regalado su mejor amiga su pasado cumpleaños, era un vestido simple de tiras que le llegaba justo por encima de la rodilla.
En cuanto el ascensor había llegado al primer piso, Evania se había dado cuenta de que algo pasaba aquel día, las calles no estaban desiertas – como lo habían estado el día anterior – sino que estaban repletas de personas vestidas de manera muy extraña. La gran mayoría – Evania suponía que eran los lugareños del lugar – llevaba una larga túnica del color de su vestido con una capucha sobre sus cabezas.
Curiosa, Evania había cuestionado al recepcionista de su hotel, quien muy amablemente le había contestado que hoy era el día de San Marcos. Evania le había dado las gracias antes de dirigirse al comedor, ella había desayunado con prisa y rápidamente había salido del hotel para recorrer las calles de Volterra una vez más.
La sonrisa en su rostro era inmensa, ella no podía dejar de observar hacía todos lados, su cabeza dolía de tanto girarla, pero Evania no se detendría, ella sentía la necesidad de empaparse de la cultura de la ciudad porque esta era su primera salida de Estados Unidos, y podía ser la última porque ella no sabía cuando se le presentaría una oportunidad así otra vez.
Después de caminar por las calles la mayor parte del día, Evania se sentó en un café suspirando con cansancio.
-¿En qué puedo servirle?-le preguntó la camarera nada más verla, en perfecto italiano.
-Una botella de agua y la carta por favor-contestó Evania rápidamente. La camarera le sonrío antes de marcharse a por su orden.
Evania se acomodo en su asiento, y en cuanto la camarera le trajo su botella, ella se la bebió rápidamente, sedienta por el largo camino que había recorrido. Poco después, la misma camarera le trajo la carta, Evania la examino con atención antes de decidirse por el número cinco, el cuál constaba de una hamburguesa con patatas, ella estaba hambrienta.
Mientras esperaba su comida, Evania se dedico a observar a los turistas y lugareños que paseaban por la calle delante de ella, todos estaban sonriendo con emoción, algunos con túnicas rojas, otros solamente con alguna prenda del color.
Ella sonrío al ver a un niño saltando detrás de una mujer que parecía su madre, se veía tan feliz. Observarlo por más tiempo provoco que Evania perdiera su sonrisa, ella realmente extrañaba a sus padres, si ellos estuviesen vivos ella estaba segura de que estarían con ella ahora mismo. Su padre se sentaría a su lado y pediría una cerveza, su madre lo regañaría por beber tanto alcohol antes de decirle que dejara de parecer tan triste y melancólica, que está era una ocasión feliz.
-Los extraño…-susurro. Ellos habían muerto hace dos años, en un estúpido accidente de coche. Evania también había estado en el coche ese día, pero ella había tenido la suerte o la mala suerte – depende de cómo se viera – de sobrevivir. Desde ese día las cosas habían cambiado drásticamente…
En cuanto Evania había abandonado el hospital, cosas extrañas habían comenzado a sucederle, de repente ella podía hacer y ver cosas que antes no podía. Evania era capaz de-
-Su hamburguesa señorita
-Gracias-contestó Evania centrando su mirada en la camarera, quién dejó el plato que llevaba en la bandeja plateada en su mano izquierda sobre la mesa antes de irse, no sin antes desearle "Bon Appetit".
Evania se aseguro de tener servilletas cerca antes de agarrar la hamburguesa con las dos manos y darle un gran mordisco, estaba muy rica.
Después de acabar con su hamburguesa y pagarla, Evania pidió un helado de cucurucho para llevar.
El sol había bajado para darle paso a la luna, las luces de la ciudad se habían encendido, pero la gente que recorría las calles no había disminuido. Evania se paseo tranquilamente por la zona comercial, observando con gran atención los pequeños puestos de los vendedores mientras lamía su helado de chocolate de su cucurucho, era su favorito y también había sido el favorito de su madre.
Mientras más se adentraba en el centro de la ciudad, Evania se dio cuenta de que menos gente había, lo que la preocupó. Ella intentó volver sobre sus pasos, pero terminó perdiéndose y adentrándose aún más.
Evania quiso preguntarle a alguien como podía volver a su hotel, pero no había nadie en las calles, o eso parecía hasta que lo vio.
Él estaba sentado en un banco de madera bajo una farola, llevaba una túnica negra, pero la capucha estaba abajo. Lo primero que Evania notó desde lejos fue que él tenía el cabello largo hasta los hombros, era difícil de ignorar teniendo en cuenta el color negro del mismo que se destacaba sobre la anormal palidez de su piel, tenía la piel muy pálida, casi blanca.
Ella no sabía si acercarse, algo en su interior le gritaba que se fuera, que corriera muy lejos y que no volviera, pero ella no sabía a dónde correr, no sabía en dónde estaba así que tomo una larga respiración y decidió acercarse.
-Emm…-murmuro con nerviosismo, acercándose lentamente. –Disculpe, pero… ¿Podría indicarme el camino más cercano a la zona turística?-preguntó con toda la educación que fue capaz de reunir.
El hombre no se movió, el seguía mirando hacia abajo. A Evania se le estaban poniendo los pelos de la nuca de punta, él era espeluznante. Quizá debería irse, sí…eso debería hacer.
-Disculpe la molestia-dijo antes de girarse para marcharse.
-Si retomas el camino por el cual arribaste y giras a la derecha y después a la izquierda encontrarás lo que buscas-contestó el hombre deteniéndola. Evania volvió a girarse, él seguía exactamente en la misma pose, no se había movido un centímetro.
-Muchas gracias-contestó. –Disculpe las molestias
Y sin decir más, Evania se marcho acelerando su paso, ella quería llegar a su hotel lo antes posible.
Siguiendo las indicaciones del extraño, Evania llego a la zona comercial, ella le agradeció silenciosamente una vez más antes de caminar a grandes zancadas hacía su hotel, el cual aún seguía abierto.
-Bienvenida Srta. Harrison, empezaba a preocuparme-dijo el recepcionista nada más verla.
-¿Mm?-murmuro Evania. -¿Por qué habría de preocuparse?-preguntó mirando al viejo hombre, él era un lugareño del lugar. Él se removió algo incómodo detrás de la recepción. Miro a los lados antes de hablar.
-Quizá no debería contarle esto, pero en esta ciudad los turistas tienden a desaparecer-le comunico en voz baja.
-¿P-porqué?-cuestiono Evania, los cabellos de su nuca volvían a levantarse, ella no se había dado cuenta de lo espeluznante que podía ser esta vieja ciudad, quizá debería irse unas semanas antes…
-No se sabe, simplemente desaparecen, nadie los vuelve a ver. ¿Necesitará de algo esta noche?-. Evania frunció el ceño ante el abrupto cambio de tema, pero entonces vio que otro hombre, con el uniforme del hotel, se acercaba a la recepción.
-No, gracias. Buenas noches
-Buenas noches Srta. Harrison
Evania le sonrío con nerviosismo antes de marcharse al ascensor, okey…ella estaba oficialmente asustada, aunque tenía sentido que el hombre se callara, si los turistas supieran que la gente desaparecía todo el tiempo entonces no visitarían la ciudad y los lugareños morirían de hambre, pero eso no cambiaba los hechos ¿Es que no había policías en Volterra? ¿Por qué nadie investigaba las desapariciones? Era extraño…
Evania abrió la puerta de su habitación con su llave y la cerró, trancándola en cuanto entró.
-Tranquilízate Evania, no te pasará nada-se dijo a sí misma. Sí, era raro lo que ocurría y sí, el hombre sentado en el banco bajo la farola la había aterrorizado completamente, pero eso no significaba que iba a desaparecer de repente, ella no tenía porqué ponerse nerviosa, todo iba a estar bien, además si algo ocurría ella podía usar sus capacidades y huir, todo iba a estar perfectamente bien.
Evania se aseguro de que las ventanas de su habitación estuvieran bien cerradas – igual que las cortinas – y se fue a duchar para tranquilizarse. En cuanto se sentó en la bañera de agua caliente todas sus preocupaciones se extinguieron, iba a estar bien.
Ella salió del baño con una toalla envuelta alrededor de su cuerpo y se puso su pijama en la habitación – el cual constaba de una simple camiseta varias tallas más grande que ella –, entonces ella se acostó en su cama y se durmió.
Estaba en una gran habitación, una habitación muy lujosa con el suelo de mármol. Las cortinas negras estaban cerradas.
-Didyme-. Se giró ante el nombre, quién había hablado tenía el cabello negro hasta los hombros y los ojos rojos, pero no totalmente, había una capa lechosa sobre ellos.
-Estaremos bien Marcus, ninguno de los dos disfruta de esta vida. Además, Aro ya nos dio su bendición-. Las palabras salieron de su boca, pero no había sido ella la que las había pronunciado.
-Lo sé-respondió el hombre, su voz era elegante, pero suave a la vez. Él alzo su mano anormalmente pálida y la coloco sobre su mejilla. –Juntos estaremos bien
Su sonrisa se ensancho involuntariamente.
-Te amo
Evania se despertó de golpe, había sido un sueño extraño, ella nunca antes había tenido uno tan vivido como ese, aún podía sentir la mano del extraño sobre su mejilla, pero él no hablaba con ella ¿Quién era Didyme?
Evania se encogió de hombros, solo había sido un sueño…
-::Continuará::-
N/A: Sé que es corto y un poco aburrido, pero era el primero, la introducción. Seguramente más de uno sabe lo que ocurre en la cabeza de Evania, pero no es tan sencillo.
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