-Chocolate Helado-
Noviembre. Frió y nevado Diciembre bajo los pies de los alumnos de Hogwarts.
Ese año, a diferencia de los anteriores, no había un sol discreto y consolador en el cielo, sino nubes color plata cegadora que hacían a Remus Lupin sentir tranquilo en mitad de la tarde, y a Sirius Black desesperado en medio de cualquier lugar.
Esa tarde eran los dormitorios. Remus leía semi-tumbado en la cama.
Tenia por costumbre leer los domingos, una ventaja que tenia ser Remus era que los deberes siempre estaban hechos a tiempo.
-Todas las personas tienen costumbres- se recordó a si mismo para intentar matar los deseos de acabar con ciertas costumbres de mala manera.
-claro que algunas son mas molestas que otras – repuso de inmediato.
Pasó la hoja y confirmó que sí , Sirius seguía tamborileando los dedos desesperadamente en el velador que se compartía entre su cama y la de él.
Sirius , bendito sea el cielo , tenia por costumbre nada mas y nada menos que dejar salir su aburrimiento en expresiones que desnucarían a un mártir.
-James , estoy aburrido- soltó de repente, así como quien anuncia que hay un problema por solucionar.
-No me digas- James , quien se acababa de quedar dormido hace menos de tres minutos , se acomodó las gafas y se dispuso a seguir durmiendo.
-Jimmyyyy - no pareció enterarse de la indiferencia de James; siguió berreando su lamento – Maburro
-Ya nos enteramos , Sirius , al igual que todo el resto de la torre de Gryffindor…Ahora callate antes de que la gente de El Profeta lo escuche en sus cedes de Liverpool- Sirius sonrió. Lupin siempre sabía qué decir.
-Crees que ellos me podrían entretener si se enteraran?- cual tortilla en la sartén , Sirius se dio vuelta en la cama , codos en la colcha , barbilla sobre los puños.
-No lo se , pero podrías intentar poner algo en los anuncios económicos….-
Por alguna razón poco evidente, Sirius le miró con ese gesto que usaba solo cuando se le ocurría una idea…para sus trastadas, naturalmente.
Remus se hundió un poco tras las paginas de su libro, y un poco mas tras las docenas de vueltas de su bufanda a rayas. Cuando Sirius miraba así, Remus se sentía en la tentación de sonreír. Hace tres años ya que se había propuesto no caer en la tentación de hacerlo.
Diez segundos después (la increíble cantidad de tiempo máxima que era capaz de estar en silencio el joven Black) , se volvió a escuchar la arremetida del aburrimiento;
-Jimmy, Peteeer !!! Despertad, paquetes, que hay que hacer algo- lanzó almohadones y colchas, e incluso se tomó la libertad de quitarle el libro que estaba leyendo a remus y tirarselo a Peter , con tan buena puntería , que a Peter le dio de lleno en la cara cuando se estaba sentando en la cama.
-Sirius, cielo santo, le has deformado la cara a Peter!- dramatizó James , escandalizado en apariencia- ah , no , olvídalo ,es de nacimiento.
Peter , pequeño , regordete Peter Pettigrew , no hizo más que un mohín de disgusto y se dispuso a levantar.
La típica comedia de cuando se juntaban James y Sirius. No es que sencillamente se acompañaran, no es que sencillamente se llevaran, es que se potenciaban insólitamente.
Si Sirius decía negro, James decía blanco y hacían gris.
Estaban en tercer año, y a Sirius le pareció inconcebible que ese "trío de ancianas", decidiera pasarlo tejiendo ("leyendo ", corrigió Remus), en vez de haciendo algo de provecho allá afuera.
-Es un colegio, lleno de vitalidad y juventud, Lupin! no un club de lectores! - vehemente como siempre, se tomo la molestia de darle un manotón en la espalda, como siempre hacia para dar importancia a sus palabras.
James se había calzado los zapatos y Peter se había puesto el abrigo, y en menos de lo que Sirius demoraba en decir "metámosle nieve a Snape en los calzoncillos", los tenia a los tres formados en fila india , desfilando por el hall principal.
Durante el camino , James y Peter hablaron de una cosa desconocida llamada "ratio" , con las que se podia escuchar música muy "way" en cualquier parte del mundo
-Es Radio , James- aclaró Remus – y no se puede escuchar la misma música en todas las partes del mundo.
-Se puede escuchar a los beatles en esa "ratio" , Lupin?- cuestionó Sirius.
-Si hay alguna emisora que los transmita , desde luego- contestó Remus , tragando un poco de nieve que Sirius le acababa de tirar descaradamente al rostro.
En el primer año de colegio , Sirius había descubierto , por pura casualidad , a los Beatles bajo la cama de Remus. Era un vinilo de entre los otros que a Sirius le parecían platos con agujeros , y cuando preguntó qué eran los Beatles , Remus le puso el plato con agujero en una cosa aún más rara aun que daba vueltas y chirriaba y a Sirius se le llenaron los ojos de estrellas cuando escuchó a John y a Paul , a George y a Ringo hacerse coros de espiritu bullicioso durante los tres minutos veinte que duraba la cancion.
Sirius pareció conforme con esa tal "ratio", y sentenció que habría que hacer algo respecto a esa cosita muggle.
Esa tarde , transformaron a Peter en un hombre de nieve ( aunque no con un hechizo , como había sugerido James , pues Remus alguna vez lo había visto congelarle a Sirius la médula de los huesos intentando ese mismo hechizo) , sino a mano , envolviéndolo en nieve por pilas y dejándole al descubierto solo la cara.
-Se me congelan los ojos – se quejó Peter, sin mucho convencimiento pero con los labios bastante morados.
-No te preocupes Pete- bromeó James- Vale la pena; esas curvas tan sensuales de muñeco de nieve te quedan de maravilla-
Meses mas tarde del hallazgo de los Beatles, vino Mick Jager y sus escandalosas canciones que a Sirius le chiflaron, si cabe , aun mas que algunas de los Beatles. A Remus le causó gracia y le permitió usar su gramófono de vez en cuando, solo por el espectáculo que se montaba cuando James y Sirius se paseaban desafinando brutalmente "Satisfactión", mientras trastabillaban e iluminaban todo a su paso.
-Eh, Lupin , no pongas esa cara de trucha y ayúdanos a hacerle una compañera a Pete. Pobre, que seguro le hace bien echarse novia-
Remus suspiró resignado y no pudo evitar reírse cuando vio a James hacerle un busto exuberante a la compañera de Peter.
-James, no te esmeres tanto , con peter ya tenemos suficientes curvas – rió Sirius , aunque él también contribuyó a moldearle la delantera a la figura de nieve.
El año en que Sirius descubrió la música Muggle , también fue el año en que Peter , en un día fatídico , pasó a llevar el Gramófono de Remus y éste fue a dar al piso , totalmente inservible. Se disculpó por un mes entero, pero Sirius le seguía llamando lerdo y tenía ganas de hacerse un Harakiri por una insuficiencia de Música gamberra del tamaño de Gran Bretaña. Remus en cambio , se limitó a decir que si , "te perdono , Peter" y " los accidentes pasan" , pero no pudo evitar suspirar amargamente y quedó un poco afectado , porque ese gramófono…era de su Madre , fallecida hace años.
-Rem- llamó James- No tendrás chocolate por ahí- aun tenia las manos en la nieve cuando se lo preguntó , y una expectación que a Remus le impidió decirle sencillamente que no tenía nada en ese minuto. Usualmente le pasaba eso con James, no se le podía decir que no y quedarse así tan prisco, porque james lo pedía todo con poca ceremonia , tal como hacía todas las cosas, pero con una sinceridad criminal que era demasiado querible para ser sana.
-Si quieres voy a buscar un poco-
-Buena idea , vamos- no costó mucho convencerle , pero Sirius se interpuso objetando que si dejaban a Peter solo ahí tendrían que esconder el cadaver luego.
-Yo iré contigo , Lupin- y no se dijo otra palabra , salvo tal vez el " vuelvan pronto y no me pongas cuernos , Sirius" , chillado con toda complicidad por james que se escuchó desde el otro lado de los jardines.
Pasaron unos meses sin el gramófono, y si uno no era tan cercano como Sirius Black lo era de Remus Lupin , el abatimiento disfrazado de fatiga de Remus se podría haber confundido perfectamente con su calmada actitud cotidiana. Así fue como un día cualquiera en la tarde, a Remus le pareció escuchar los berridos de Sirius en la habitación y un chirrido familiar haciéndole sombra. Cuando entró , Sirius no dijo nada , ni paró de cantar , pero el gramófono estaba intacto y la habitación vacía salvo por la voz profunda de Sirius cantando, y el latido del corazón de Remus queriendo traicionarle para que le salieran las lagrimas.
Sirius camina con largos pasos de militar , pero con la soltura de quien se sabe el rey del mundo. Le gusta hacer resonar los zapatos en altas paredes de piedra , y que todo dios se entere de que él viene en camino. Tambien sabe que Remus Lupin es amigo del silencio y por esa misma razón suprime el ruido y se conforma con las zancadas.
-Dios , quiero chocolate – murmura Sirius.
-Que raro , generalmente quieres una cerveza- le sonríe con ese desmayo tan propio de su carácter, y Sirius no se lo contaría ni a su almohada , pero se siente un poco débil cuando Lupin demuestra conocerle como conoce a la luna llena. Sirius no se avergüenza de que
Lupin le despierte, además, el instinto protector, pero sí lo niega con porfía y lo disfraza como si fuera una estupidez indigna de admiración el querer a los amigos.
-Espero que haya de licor de guinda – Remus es fanático del chocolate, y ese es su predilecto. Si pudiera, lo comería mientras duerme.
Cuando Remus le dio las gracias a Sirius por lo del gramófono, Sirius se encogió de hombros y le preguntó, con esa sonrisa canalla, que cómo sabia que había sido él. Remus miró largo rato en esos ojos claros tan familiares; eran grises y le miraban con una complicidad distinta a la de James; un poco mas despacio, un poco mas respetuoso, igualmente cercano. Era sutil y bandido, amigo y amenaza. Era todo lo que Sirius demostraba ser de día y de noche.
A Remus le hubiera gustado saber decir algo que valiese la pena , pero siempre que Sirius le miraba con esos ojos se le hacía un nudo en el estomago , o en la garganta o quizás un poco mas a la izquierda , donde los sentimientos hacen cruza con la anatomía, las palabras dimitían , reservaban pasajes a Hawai y se iban de vacaciones , dejándole solo ahí, sin mas que un miserable " Gracias , Sirius".
-No me gustaba ese desánimo , Lupin- le recriminó Sirius palmeandole la espalda con ganas-me daba flojera-
Los elfos les dieron toneladas de chocolate: en rama, de vainilla, naranja y menta, en barritas e incluso un poco de chocolate caliente que Sirius se tomó de un solo trago y como es lógico, se quemó los labios, la boca y todo lo que le seguía hasta el estomago.
- Mierda! – elocuente queja del heredero Black.- está caliente!
-Si , Sirius , es la idea , sabes? por eso se llama Chocolate caliente.- se lo deletreó como enseñándole una nueva palabra a un infante , y se arrepintió inmediatamente cuando vio la mala intención escrita en el rostro frente al suyo.
-Caliente. Desde donde viene ese basto conocimiento del término, so empollon?
- Aprendí de mi compañero de cuarto, lo conoces?- remus no se quedó atrás- un tal Sirius Black.-
-Si , le conozco , un tío genial , por lo que he oído- movio la cabeza para hacer a un lado el cabello , con toda su exuberante arrogancia escurriéndose sin una pizca de vergüenza. Como se le podía decir que no?.
-Si , si , un tio maravilloso , aspiro a ser como él- y no era exactamente ironía lo que Lupin utilizaba , si no su sencillo estilo para bromear. Era rápido y eficaz. Sirius pensaba que era divertido.
Agradecieron a los elfos y caminaron de vuelta a los jardines.
-Ahora entiendo por qué te gusta tanto el chocolate , Lupin- tras la irreverente cortina de pelo negro , Sirius se lamía los dedos en un gesto para nada delicado.
-El chocolate es afrodisíaco , sab---
-Espera- le cortó Sirius- Acabo de recordar algo- Dio media vuelta - espera-Repitió, devolviéndose tras sus pasos hacia las cocinas.
A Remus le hubiera dado la impresión de que a sirius se le había quedado un riñón en las cocinas por la urgencia con la que se devolvió.
Esa misma Tarde , Sirius y Remus escucharon "Let it be" y " Yesterday" cuatro veces seguidas en la habitación común. Sirius tumbado con todo el estilo de una estrella de mar en la cama de Remus, y Remus a los pies de la misma , intentando no tocarse con Sirius en lo absoluto, para evitar un ataque cardiaco.
Se veía el perfil de ojos cerrados de Sirius, rascándose un costado con desgana , la languidez de un perro al sol impresa en sus músculos, se veían las pestañas brillar a contraluz y el pelo largo cubriéndole la espalda y la frente en ángulos imposibles. Se veía a un chiquillo macarra y a un noble animal haciendo compañía por propio gusto.
Mientras sonaban las notas, Remus se preguntó una y otra vez por qué. Muchos "por qués"
Dios , porqué tienes que ser tan guapo , sirius?..porqué tienes que ser tan asquerosamente inconsciente de lo que eres, por qué tienes esa sombra tan larga entre el cuello y los hombros , joder , por qué.
A Lupin no le parecía un problema mayor que le gustasen los chicos. Lo había descubierto cuando tenía 10 años y un chico mayor le besó de sopetón. En realidad lo supo cuando cayó en la cuenta de que ese beso no le había disgustado en lo absoluto, pero eso no fue un problema hasta que, a finales de primer año, Sirius se despidió de él con un "quiero verte aquí el próximo año Lupin, así que ni se te ocurra dejar de escribirme", le desordenó el flequillo con una manaza y a Remus se le dio vuelta todo lo que no estuviera atornillado al piso por primera vez en su vida. Supo con toda claridad , entonces , que Sirius iba a ser su mas tortuosa fortuna por los seis años que le quedaban en Hogwarts.
Esa tarde, ambos se quedaron dormidos así.Cuando Remus despertó, tenía una de las botas de Sirius sobre su pierna y estuvo seguro de que le daría un colapso nervioso hasta que Sirius despertó y le dio las buenas noches como si nada.
Se escucharon los pasos constantes de Sirius apresurar el camino de regreso y Remus empezó a caminar de nuevo , despacio , para que pudiera darle alcance.
-qué fue? Les pediste cerveza finalmente?-
Se extendió uno de los fuertes brazos de Sirius con algo en una mano, por poco Remus no atina a estirar la mano y recibir.
-Más chocolate?- dos bombones , para ser exactos.
-Con relleno de licor de guinda- aclaró Sirius.
De nuevo ese nudo en alguna parte del cuerpo , y la espantosa sensación de que cualquier palabra queda demasiado pequeña para dejarle saber lo increíble que era tenerle como amigo.
-Gracias Sirius- la misma expresión taciturna de su rostro , impresa en las unicas palabras que sabia decir en esos instantes.
-De nada , empollón- Sirius le desordenó el flequillo , como en aquel primer año.
Remus Lupin, estudiante de tercer año , Licántropo e incondicional amigo, tuvo que hacer un esfuerzo supremo para no tropezar cuando se dio cuenta de que sirius retiraba la mano de su cabello deslizándola con una inconciente lasciva , que a remus le resultó casi obscena.
También como aquel memorable primer año , a Remus el piso le giró y Sirius siguió sonriendo como si nada.
-Lupin-
-hmm?-
Un ligero silencio.
-Crees que nos podamos colar a Hogsmade y robarnos un poco de cerveza?- por vigésima vez en su vida , remus se pregunto : como se le dice que no a este chucho?.
Si has leído hasta aqui , muchisimas gracias.. realmente lo aprecio. No pediré que dejen reviews ( no es que no me gusten , me encanta saber lo que piensan ), porque eso finalmente siempre dependerá de ustedes y no de mi, queridos miosh w ..
Espero hacer de esto una historia larga...nn supongo que iré haciendo más capitulos cuando me vengan mas ideas...
Mientras quede chocolate , seguiré escribiendo.
Artemis.
