Hola a todos!, acabo de terminar un fanfic y ya vengo con otro :B, espero que les guste y lo disfruten mucho, les digo que las parejas actuales no necesariamente son las que seguiran a medida de que se desarrolle la historia, y otra cosa, es un fic yaoi


Era bastante temprano para ser un día sábado, pero había sido citado a la cancha de la escuela Raimon, no tenía idea de porque debía ir, le habían enviado una carta el día anterior y él la había visto luego de llegar del entrenamiento de fútbol. Por suerte, esa misma noche había hablado con su novio y este le había confirmado que él también había recibido una carta con el mismo contenido que la suya, dejándolos extrañados a ambos, pero felices de saber que al menos estarían juntos en eso. Y como su maravilloso novio también tenía que ir a la escuela con él por la misma razón, en esos momentos estaba de camino a buscarlo a su casa para irse juntos como habían quedado de acuerdo cuando hablaron anteriormente. Ya estaba frente a la casa que ya conocía por completo como si fuera la suya propia, él y su novio eran tan cercanos, lo quería tanto y necesitaba tanto, era alguien especial para él, amaba su sonrisa, su largo cabello, sus hermosos y expresivos ojos y también cada pequeño gesto que el hacía, cada mínimo detalle. Amaba también las sensaciones que le hacía sentir, ese nudo en el estómago que no era molesto para nada y como su pulso se aceleraba al tenerlo cerca, adoraba verlo sonrojarse y nervioso, lo hacía ver tan tierno. Bien, ya bastaba de pensar tanto en él, después de todo, solo en cuestión de minutos lo tendría entre sus brazos.

Tocó la puerta y le abrió un chico bastante más alto que el, tenía el pelo larguísimo de un hermoso color verde agua y unos expresivos ojos iguales a los de su novio. El peli verde lo saludó con una sonrisa, para él era bastante común ver a ese chico por su casa, ya era casi de la familia

-¿cómo estas, Kiyoshi? –lo saludó con una sonrisa

-bastante bien gracias, pasa –lo invitó y una vez entró el menor cerró la puerta –ponte cómodo, mi hermano no tarda en bajar

-gracias, por cierto, ¿Qué haces despierto tan temprano? –preguntó curioso, Kiyoshi no era de los madrugadores

-tengo clases –respondió aburrido –por eso es mejor ser irresponsable –dijo haciendo reír levemente al menor

-hola –llegó con una hermosa sonrisa, a quien ambos esperaban

-wau, será mejor que me vaya a clases si no quiero llegar tarde y ver a ustedes par de tortolos, tu cierras hermano, adiós –se despidió Kiyoshi satisfecho solo con ver a su hermano asentir

-¿te costó mucho trabajo levantarte? –le preguntó aun sentado

-más de lo que creí –rió levemente el peli azul haciendo sonreír tiernamente a su novio

-entonces, vamos a la escuela –dijo poniéndose de pie

-qué raro es decir eso un día sábado –sonrió Kazemaru, su novio asintió y se puso frente a él

-pero antes de irnos, quisiera pedir primero, un saludo decente –sonrió de lado, el peli azul se sonrojo pero aun así le dio lo que pedía, un dulce beso en sus labios que fue correspondido al instante. Finalizaron el beso pronto y entonces Kazemaru rompió el silencio

-te amo, Kido –dijo seguro, no importaba que llevaran ya 4 meses de novios, seguía sintiéndose muy tímido y nervioso al estar cerca del castaño

-y yo te amo a ti, Kaze-chan –sonrió feliz Kido, entonces tomó su mano con la suya y entrelazó sus dedos. Ambos se sonrieron bobamente como enamorados y salieron juntos en dirección a la escuela Raimon

Pero ellos no eran los únicos que habían recibido dicha carta, de eso se dieron cuenta cuando llegaron a la escuela y se encontraron con varios de sus amigos, saludaron a todos felices y curiosos al mismo tiempo, querían saber cuál era la razón para que fueran llamados allí. Estaban sentados todos juntos en la sombra de un árbol mientras esperaban a quien los había citado allí.

Llegó entonces un agitado Endo, se notaba que había estado corriendo, después de todo, casi llega tarde, levantarse temprano un fin de semana para él no era muy sencillo. Se sorprendió al ver a todos sus amigos allí, estaban todos con quienes había jugado en el equipo Inazuma Japan o al menos la mayoría. Entusiasmado saludó a todos, estaba emocionado pensando en que tal vez los llamaban para jugar en otro campeonato, lo que hacía que comenzara saltar de alegría, quería conocer más jugadores estupendos como los de FFI. Había saludado a todos, excepto a sus supuestos 2 amigos más cercanos y a su supuesto novio. Quería acercarse a saludar a sus dos mejores amigos, pero al verlos tan cariñosos no puedo evitar una punzada de celos y un fuerte dolor en su pecho "olvidalo Endo, ellos están juntos y no puedes hacer nada para evitarlo, y aunque pudieras, no puedes arruinar la felicidad de la persona que más amas, olvidalo, tienes novio…tienes novio" se habló a sí mismo en sus pensamientos. Desde el día en que Kido y Kazemaru dieron a conocer su relación su sonrisa no había vuelto a ser la misma, ese día su mundo entero se cayó en pedazos, la persona que más amaba jamás sería suya a menos de que perdiera su felicidad y eso era lo que menos quería, debía ser fuerte y seguir adelante, sólo con ver su sonrisa él sería feliz por mucho que le doliera; aun así ese día lloró todo lo que nunca había llorado en toda su vida. Ignoró el dolor constante en su pecho y se fue donde su novio a saludarlo, se encontraba a una distancia considerable de la otra pareja apoyado en el tronco de un árbol de pie, tenía los ojos cerrados y parecía tranquilo, se veía lindo pero…simplemente no podía querelo más allá de un amigo, sólo habían salido un mes y medio y seguía siendo como un hermano para él. Suspiró y se acercó a él, una vez en frente lo saludó con un casto beso en la mejilla al que su pareja solo respondió abriendo los ojos.

-supuse que también te mandarían una carta –dijo tomando una mano de Endo para luego tirarlo contra sí y ponerlo en su regazo

-ya los viste –dijo Endo –por eso estas tan lejos de ellos, no quieres verlos de frente –sabía que se refería a Kido y Kazemaru, por lo que respondió de inmediato

-no es que no quiera, me duele, igual que a ti

-lo sé, pero ese no es mi punto

-entonces, ¿Cuál es?

-¿estará bien que estemos juntos?, es decir, si aun así no podemos tratarlos como nuestros amigos cercanos que son, entonces…

-tiempo al tiempo, Endo –dijo callándolo, el castaño tan solo asintió

El mismo quisiera poder creer lo que le dijo a Endo el día en que se volvieron novios, que los olvidarían juntos y podrían salir adelante, que ya no sentirían dolor de verlos juntos luego de un tiempo, pero todo seguía exactamente igual, ninguno había cambiado sus sentimientos en lo más mínimo, Endo era sólo un amigo para él, un hermano y le costaba mucho trabajo verlo de otra manera, estaba comenzando a perder las esperanzas de olvidar. Goenji Shuuya gustaba de alguien que tenía novio, cuyo novio era uno de sus amigos y eso no estaba nada bien. Luego de que pasaran aproximadamente 3 meses desde que Kido y Kazemaru anunciaron que salían, él habló con Endo. Estaba desesperado, necesitaba olvidarse de Kido, y entonces se le ocurrió.

~Flash Back~

Detrás de un gran árbol, en el patio de la escuela, se encontraban Endo y Goenji en silencio, faltaban un par de semanas para que comenzaran a jugar las finales de FFI y el estado de ánimo de ambos no era el mejor, por razones sentimentales. No tenían entrenamiento hasta dentro de una media hora y el delantero quiso utilizar ese momento libre para hablar con el portero a solas. Sabía muy bien que su amigo no estaba bien, sabía de los sentimientos de él hacía Kazemaru, y sabía que eran fuertes, pero Endo también sabía que a el le gustaba de Kido. Había arrastrado allí al castaño con sus intenciones más que claras y seguía siendo así, pero ahora ya no estaba tan seguro, ¿y si su capitán encontraba la idea ridícula?, bueno, no tenía que preocuparse tanto, era su amigo así que si no le gustaba entonces qué más da. Endo esperaba paciente a que Goenji le dijera por qué estaban allí, pero ya se estaba cansando de la lentitud de su amigo y justo antes de que comenzara a hablar el mismo, el delantero entabló conversación

-ha pasado mucho tiempo desde que Kido y Kazemaru comenzaron una relación, ¿no?, es decir, estos tres meses se han hecho eternos para mi

-sé a lo que te refieres –murmuró cabizbajo Endo, no importaba cuanto tiempo había pasado, cada vez que nombraban a Kazemaru su corazón se oprimía fuertemente y sentía unas enormes ganas de llorar, no pudo evitar que sus ojos se aguaran levemente. Goenji al ver a su amigo en ese estado le dio un reconfortante abrazo, sabía que el castaño no se sentía bien, le sorprendía de verdad lo fuerte que eran sus sentimientos por el defensa

-sé que lo que voy a decir te parecerá algo extraño, pero necesito decirte esto, puede que nos solucione este dolor –Endo miró extrañado a su amigo, Goenji para nada el tipo de chico que se andaba con rodeos, al contrario, era muy directo. El peli blanco suspiró, estaba tardado demasiado, mejor ir al grano –quisiera saber si tu… ¿quieres ser mi novio? –el portero no pudo evitar separarse para mirar sorprendido a los ojos de su amigo, nunca habría pensado que le diría eso –quiero decir, sé que quieres mucho a Kazemaru, y a mí me gusta Kido, pero…creo que podemos intentarlo, ya sabes, podríamos intentar sacarles celos…y si no funciona, simplemente intentar olvidarlos, seguir adelante juntos –explicó nervioso –tal vez funcione y luego ya no tendremos de qué preocuparnos, ya que estaremos juntos y…

-¿crees que nuestros sentimientos cambiarán? –preguntó esperanzado a la vez que lo interrumpía

-podemos intentarlo, no tenemos nada que perder –respondió Goenji, sabía ahora que su amigo aceptaría

-está bien –asintió seguro, estaba desesperado, quería olvidarse del dolor –quiero intentarlo –Goenji sonrió y para confirmar que eran novios besó levemente a Endo, se sintió extraño, pero ya se acostumbrarían

~Fin del Flash Back~

Sentados en el pasto también, estaban Hiroto, Midorikawa, Fubuki, Tsunami y Someoka. Conversaban de las experiencias que tuvieron antes de ser llamados a ese lugar de nuevo, no había pasado mucho tiempo desde que habían ganado el torneo pero aun así estaban muy entusiasmados de volver a verse –los que vivían más alejados– y curiosos de saber por qué estaban allí. Fue entonces cuando el estomago de Midorikawa sonó indicando el hambre que tenía, haciéndolo sonrojar y reír a todos, había salido tan temprano de su casa preocupado por llegar temprano que había olvidado por completo desayunar, lo que lo estaba volviendo loco de hambre y divirtiendo de paso a su novio que sabía de su situación.

-ven, vamos a comprar algo de comer, hay un quiosco cerca de la escuela –le sonrió Hiroto mientras se ofrecía, se puso de pie y ayudo luego a Midorikawa, quien no pudo evitar sonrojarse, no importaba cuanto tiempo llevaran de novios, el peli rojo siempre lograba hacerlo ruborizarse

Se alejaron del resto tomados de la mano con los dedos entrelazados, ya todos sabían de su relación, y como no, si en sólo un par de semanas cumplirían ya 6 meses de estar juntos como pareja. Habían comenzado a salir juntos durante las clasificaciones a FFI, cuando Midorikawa aún era parte del equipo y durante el tiempo en que Hiroto se había ido junto al resto del equipo se habían comunicado mediante llamadas telefónicas y chat online, pero de todas formas se habían extrañado de sobre manera, por lo que cuando el equipo volvió a Japón, Midorikawa fue personalmente a recibirlos al aeropuerto, felicitándolos. Pero había extrañado de tal manera a su novio, que apenas vio al peli rojo bajar no pudo evitar saltar a sus brazos en un tierno abrazo y robarle un dulce beso, dejando a todos boquiabiertos, no fue la mejor manera de decirles a todos, pero a nadie le molesto y se dedicaron a felicitarlos. Aprovecharon todo el tiempo que tuvieron antes de recibir esa carta, pasaron todas las tardes juntos, eran realmente muy unidos, por eso cuando supieron que los habían citado juntos no pudieron evitar sentirse felices, no soportarían pasar tanto tiempo separados nuevamente.

-no tenías que comprarme nada, Hiroto –dijo Midorikawa algo sonrojado, su novio siempre era muy atento y tierno con él, no podía evitar sonrojarse por sus acciones, le había comprado algo para comer en el quiosco y ahora iban de vuelta a la escuela

-sabes que no me molesta –le sonrió, el menor siempre le parecía tan endemoniadamente tierno, le encantaba, porque era así solamente cuando se encontraban a solas, ante los demás podía parecer tan distinto, siempre prestando bromas a todos y tan autosuficiente, pero cuando estaba con él lo veía tan vulnerable, que sentía esa necesidad de protegerlo

-¿sabes?, aun no puedo creer que Endo y Goenji sigan juntos –dijo Midorikawa, él se había enterado que esos dos salían por Hiroto, quien siempre lo mantenía informado de todo lo que pasaba cuando aún estaban en FFI, le decía por teléfono, también fue él quien le conto que Kido y Kazemaru salían también, pero en realidad le preocupaba más la relación del portero y el delantero, Hiroto le había contado la verdadera razón por la que Endo y Goenji estaban juntos, Endo le había dicho todo

-yo tampoco, sé muy bien que no pueden dejarse de ver como amigos, y no creo que eso pase…sé que quedaron en eso para evitar seguir sufriendo, pero sigo creyendo que no fue buena idea –suspiró Hiroto, cuando Endo le contó que estaba saliendo con Goenji no pudo evitar molestarse con él, sabía muy bien de los sentimientos que tenía por el peli azul y que le dolía cada vez que este estaba con Kido, pero no creía que volverse novio de Goenji solucionara nada, si alguien no te gusta no hay razón para estar con él, ni ser más que amigos, era como querer engañarse a sí mismo, Midorikawa pensaba igual que el

-al igual que yo, pero no te preocupes, ya se darán cuenta –le sonrió para tranquilizarlo, sabía que su novio era buen amigo de Endo y que quería ayudarlo, pero no podía tomar decisiones por el

-solo espero que sea así antes de que ocurra algo malo

-no pasará nada, además, ¿Qué podría ser?

-no lo sé, solo digo –se encogió de hombros Hiroto

Mientras esto pasaba, ya había llegado quien los había citado en la cancha, todos se sorprendieron al ver allí al entrenador Kudou, junto a Fuyuka. El entrenador los había llamado a todos adentro de una de las salas para que su vos se escuchara mejor y no tuvieran que estar sentados en el suelo. Una vez todos adentro, Kudou se dedicó a dar la verdadera razón por la que estaban todos reunidos allí.

-sé que todos quieren saber por qué están aquí, así que al grano –dijo –como premio por ganar el campeonato, el gobernador ha decidido darles a todos ustedes unas vacaciones –al terminar de decir esto, todos quedaron perplejos, ¿a qué se refería el entrenador con vacaciones?

-eeh, entrenador, creo que hablo por todos al preguntar, ¿en qué sentido, vacaciones? –habló Kido por sobre todos, se encontraba sentado al frente junto a Kazemaru

-bueno, se les regalará un viaje a una isla cercana en la que ustedes podrán hacer lo que quieran, pueden ir mientras tengan la autorización de sus padres y mandaremos a alguien para que los supervise, podrán de disfrutar de esto durante un tiempo indefinido, por ahora

-¿quiere decir que podemos ir y hacer lo que queramos? –preguntó Tsunami

-mientras sea legal, sí

-yuhuuu! –exclamó feliz Tsunami y todos comenzaron a emocionarse y hablar de lo que harían allí, no podían creer que irían simplemente a disfrutar, y lo mejor de todo, ¡completamente gratis!

Cuando Hiroto y Midorikawa entraron a la escuela, quedaron sorprendidos al verla completamente vacía, preocupados le preguntaron al guardia y este les indico donde estaban todos. Al entrar en la sala y verlos a todos celebrando quien sabe qué cosa, no pudieron hacer más que ir junto al más tranquilo –que en esos momentos era Tachimukai– a preguntar ¿qué diablos estaba pasando?, pero antes de que pudieran hacer nada, el entrenador Kudou –a quien no habían visto antes–interrumpió el desorden

-pueden irse a casa a preguntar, porque mañana sale su barco, quienes no lleguen aquí a las 9 en punto no irán, ya que de aquí sale un bus que los llevará al puerto, eso es todo –dijo como despedida y salió de allí con Fuyuka siguiéndole

-¿puede alguien decirme de que estaba hablando? –preguntó Hiroto

-¡por fin llegan!, ¡nos vamos de vacaciones! –exclamó Tsunami alegre

-lo que Tsunami quiere decir, es que si vienen mañana aquí a las nueve, irán a una isla de vacaciones con todos –sonrió Kazemaru explicándoles

-¿en serio?, eso es genial –dijo Midorikawa emocionado mientras abrazaba a su amigo, el Kazemaru y Fubuki eran en realidad muy cercanos. Hiroto no pudo evitar sonreír al ver como su novio se emocionaba y hablaba alegremente junto a Kazemaru y Fubuki, se sentía tan feliz al poder estar junto a alguien como él, lo quería tal y como era, no le cambiaría nada

-cierra la boca baboso –se burló Tsunami divertido, Hiroto no pudo evitar sonrojarse levemente

-entonces todos –llamó la atención Kido –será mejor que vayamos a casa si queremos venir mañana, los veré aquí –se despidió y todos decidieron que era mejor preparar las cosas para el viaje, siguiendo el consejo de Kido prefirieron salir y dirigirse a sus casas

-adiós chicos –se despidió Kazemaru con una enorme sonrisa y salió de allí con Kido, tomados de la mano

-me alegro de que esos dos sigan tan bien como cuando comenzaron –sonrió Hiroto, entonces se despidió y se fue con Midorikawa, pronto todos los imitaron, siendo así los últimos en salir Endo y Goenji

-¿Quién sabe?, tal vez este viaje cambie algo –dijo Goenji esperanzado una vez afuera, tomado de la mano con Endo

-eso espero –murmuró mientras suspiraba el castaño

Caminando por la calle iba un entristecido Sakuma, había estado en la reunión todo el tiempo y Kido apenas y si lo había saludado, desde que era novio de Kazemaru sentía que lo había dejado de lado, no es que quisiera que se separara de él, ¡para nada!, se veía muy feliz a su lado, sonriendo como nunca lo hizo con él. No pudo evitar suspirar al pensar en eso, llevaba tanto tiempo intentando ocultar sus sentimientos por Kido que solo pensar en el estratega su pecho dolía de sobremanera, cuando anunció que era novio de Kazemaru de sintió desfallecer, el peli azul ocupaba el puesto que él siempre quiso tener, ¡ni siquiera se había esforzado! Es decir, el luchaba casi todos los días para tener al menos un poco de atención de Kido y el defensa simplemente había llegado y se lo había llevado de su lado sin tener que decir ni pío. Suspiró nuevamente al saber que estaba completamente celoso y frustrado, pero ya nada podía hacer, Kido había elegido –a pesar de que no sabía que tenía más opciones– y el solo quería la felicidad del castaño, pero si se le llegaba a presentar una oportunidad, no duraría en tomarla, daría todo porque Kido estuviera con él y nadie más. Se le estaba haciendo bastante común suspirar últimamente pero no podía evitarlo, lo hiso de nuevo y entró a su casa al darse cuenta de que había llegado. Deseaba con todo su ser que este viaje cambiara algo, su amor por Kido o la relación de este con Kazemaru, no le importaba, solo quería dejar de sufrir, esperando por supuesto, ningún mal para los demás.

Aún era bastante temprano a decir verdad, por lo que Tsunami decidió invitar a su gran amigo Tachimukai a un helado, quien aceptó gustoso. Luego de comprarlos ambos sentaron en una banca del parque disfrutando de la compañía del otro, con las típicas bromas de Tsunami y las risueñas risas de Tachimukai. Siempre la pasaban muy bien juntos, era impresionante como el tiempo se les iba volando cuando estaban así, eran muy buenos amigos, casi como hermanos, pero allí estaba la palabra calve casi. Así es, el menor de ellos no podía evitar sentirse extraño junto al peli rosa, ¿extraño cómo?, en el sentido de, los sonrojos sin razón, los nervios, la piel de gallina cuando apenas y rosaba la piel del moreno y los inexplicables nudos que se le formaban en el estómago, no tenía idea de que significaban, solo quería que todo esto parara ya, estaba bien como era al principio, solo casi como hermano, nada más. Quería preguntarle a alguien que se suponía que significaba todo eso, y aprovechando que se iban de viaje de seguro encontraría a la persona adecuada para que le respondiera sus dudas, sonrió al pensar en eso, definitivamente estas vacaciones le serían de ayuda.

-será un viaje interesante –comentó un pensativo Hiroto, su acompañante lo miró extrañado

-¿en qué sentido?

-no lo sé, tengo el presentimiento de que pasarán cosas interesantes…no todas muy buenas

-bueno, mientras estemos juntos, estoy seguro de que no será tan malo –sonrió Midorikawa feliz mientras apretaba un poco el agarre de sus manos

-también yo –sonrió el peli rojo mirando a su novio y no pudo evitar robarle un beso, tomando desprevenido al más bajo, quien luego de separase estaba algo sonrojado pero aún sonriente –te amo

-yo también, demasiado –le sonrió y ambos siguieron su camino a casa para empacar, emocionados y ansiosos por saber lo que ocurriría en la famosa isla.


Espero que les haya gustado y que lo sigan leyendo, gracias por tomarse el tiempo :), no pude evitar poner a Kiyoshi auque haya sido una escena minima xDDD, bueno, sin más que decir, adiós!