Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD
Claim: Rosalie. Menciones Royce/Rosalie.
Advertencias: Pero si no pasa naaaada.
Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.
Oh Dear, I Came To Tell You I'm Dead
(37# Ego)
Rosalie.
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Es... es algo que no podría describir nunca. Algo que ni Edward podría comprender al leer su mente, por más que lo hiciera una y otra vez, de una y otra manera, algo que nadie entendería aunque ella lo explicase en detalle (no es que ella lo fuera a hacer, de todas formas). Es algo suyo, algo que no querría compartir nunca, porque es su propio deleite, algo con lo que se alegra cada vez que lo piensa.
La noche en que tomó venganza contra Royce, aquel bastardo que le había conducido a la muerte, que le había obligado, de algún modo u otro, a vivir aquella vida en la que todas sus esperanzas y sueños se había roto, aquel que le había condenado a lo peor. La recordaba siempre.
Recuerda haber elegido el vestido de novia perfecto, y recuerda haber matado a cada uno de los idiotas que conformaban el grupito de Royce, resistiéndose a probar la sangre de aquellos miserables, porque no infectaría su cuerpo con aquella sustancia si pertenecía a ellos. Recuerda haberse librado de los guardaespaldas de Royce, y recuerda con lujo de detalles (aquellos que sólo un vampiro notaría) el rostro de él al verla. Recuerda sus ojos bien abiertos, llenos de miedo, su piel sudar frío al encontrarse en un evidente peligro, la vena de su cuello resaltando, lista para ser cortada a la mitad, para que la vida se fuera por ella. Recuerda haberlo visto enpalidecer, retroceder y encontrarse con aquel muro de ladrillos, y hasta estaba segura de haberlo visto pasar saliva y pensar un "Estoy jodido" que se podía leer en sus ojos. También recuerda lo mucho que le temblaba la voz cuando él le preguntó qué hacía allí, si estaba muerta. Recuerda haberle sonreído maliciosamente, con sus ojos color naranja brillando ante su evidente victoria.
Y recuerda, casi con placer, cuando ella le dijo, en un tono muy suave y angelical aquel "Sí estoy muerta, pero cobraré venganza, cielo" antes de utilizar sus manos para acabar con su vida, para cobrarle por todo lo que él le había hecho, por haberla vuelto una princesa hecha de sueños rotos y esperanza muerta. Por haberla ensuciado con sus manos, con sus besos y con sus caricias malditas. Por haberse aprovechado de ella y haber despreciado su belleza.
Todas las noches, cuando está sola, recuerda el día en el que obtuvo su venganza, el día en el que Royce King II dejó de existir, el día que su sangre fue derramada, el día en el que se sintió cmpleta luego de mucho tiempo.
Todas las noches lo recuerda, y puede sentir su ego crecer un poco más, porque ese bastardo se las había buscado por haberla menospreciado, por no haberla amado como ella hubiese querido, por haber deseado solamente su belleza física. Puede sentir su ego incrementarse, agrandarse, porque el simple hecho de recordar aquel rostro aterrado no hace mas que dejarle una gran sonrisa que demuestra lo bien que se siente consigo misma por haber hecho aquello (y todas las veces que lo recuerda, siente como si hubiera sido ayer el día en el que volvió a sentirse el ser más bello sobre la tierra luego de deshacerse de quien tanto la había destrozado).
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