Disclaimer: Todos los personajes y lugares le pertenecen a J. K. Rowling. Solo me pertenece la trama.
Este fic participa del reto "Aniversario" del foro "La Sala de los Menesteres".
Dio la vuelta y camino hasta que la puerta se materializo frente a él, no tenía mucho tiempo.
La sala de los Menesteres estaba repleta de muebles antiguos, libros y objetos extraños que no supo identificar. Caminó buscando el sitio perfecto, unas vueltas a la derecha y otras a la izquierda hasta encontrar un enorme baúl de madera con uniones de metal. Lo abrió y este estaba repleto de ropa con holanes y apolillada, retiro todo hasta ver una caja de medio metro, la tomó y se sentó descuidadamente en el piso.
De su túnica sacó una pequeña bolsa de cuero, la abrió y vació. Unos cortos mechones de cabello rubio cayeron en la palma de su mano, los rozó y olió cuidadosamente, después los volvió a meter en el saco y lo anudo bien.
Abrió la caja descubriendo una bufanda, varías cartas y algunas fotografías. Tomo la bufanda y la estrechó contra su mejilla. Tomo la foto más reciente, y con una pequeña risa recordó como Pansy registró la sala común por la foto que él con mucho cuidado robó. Era Draco recostado bajo la sombra de un gran cedro, su rostro tenía una expresión de tranquilidad, volteaba la cabeza y con una cautivante sonrisa guiñaba un ojo.
Suspiró, lentamente guardo todo en la pequeña caja y acomodó todo en su baúl secreto. No tenía nada más que hacer ahí.
Murmuró la contraseña y entro a la sala común, para su alivio no estaba Draco ni Vince.
"Te lo juro Theo, si vuelvo a escuchar otro discursito sobre un nuevo decreto de enseñanza, le pondré moco de gusarajo a su té y destrozaré su oficina de tal modo que Peeves quedará como un Hufflepuff de primero"
"No serías el único, dudo que Snape se preocupe si algo le sucede a la cara de sapo"
Ignoró a sus compañeros y se dirigió a su dormitorio. Era ventajoso ser callado todo el tiempo, nadie reparaba en él.
Abrió la puerta y contemplo a Draco qué estaba recostado leyendo un libro. Draco alzó la mirada y enarco una ceja, él tragó nervioso.
"Greg ¿dónde estabas?" dijo mientras cerraba su libro "¿Hiciste la tarea de adivinación?"
"Eh… No"
"¿Has hecho los deberes?"
"No"
Exhalo audiblemente y se incorporó para tomar su mochila "¿Donde está Vincent? ¿En las cocinas?" Se puso la mochila al hombro para caminar a la puerta.
Goyle inmovil bajo la puerta, solo asintió.
"Búscalo y apresúrate, nos vemos en la biblioteca" Y con eso se marcho.
Porque nunca podía decirle sus sentimientos, era su mejor amigo y ya. Solo podía observar como las chicas coqueteaban con él mientras su estomago se encogía. No podía decir nada, no solo sería suicidio social, el señor oscuro no aprobaba las uniones del mismo sexo, era bien conocido los castigos hacia los "desviados sexuales".
Era su lacayo, cargaba sus libros y estaba casi siempre con él. Solo podía seguirlo y estar incondicionalmente con él, viendo como pretendía a las chicas, aunque cuando se decaía por esto, siempre iba al mismo lugar, el único donde podía estar sin miedo con sus tesoros.
La sala de los menesteres.
Esto me ha rondado la cabeza desde que leí Stray cat, pierced de LynstHolin, visiten el foro de La Sala de los Menesteres.
