Hola a todos mis lectores de nuevo, espero que ustedes estén disfrutando "Las aventuras de una adolescente" y antes de seguir con el tercer capi. queria volver a escribir un One-Shot.
Ahora comenze oficialmente las clases acortandome mis tiempos, volver a clases con la secundaria no es nada facil -_-* y creo que si ya me estan dando bastantes cosas que hacer, no me imagino como sera en unos meses.
Espero que lo disfruten y como siempre, disfruten la lectura.
Mi forma de verte
-Vamos Finn, es hora que decidas- Ordenaba la princesa flama a Finn en vista de muchas de las princesas de la tierra de Ooo.
-Eh… eh… ¿A qué te refieres?- Pregunto nerviosamente, esta vez no tenía escapatoria, había suficientes chicas para encerrarlo en un pequeño círculo "amoroso" por decirlo así.
-Decide ahora- Dijo muy seriamente la dulce princesa, fruncía el ceño mientras colocaba ambas manos a los costados de su cadera.
-¿Y tú qué haces aquí?- Volvió a preguntar Finn sobresaltado, no se había dado cuenta que la dulce princesa estaba entre todas esas chicas.
-La pregunta es para nosotras… ¿A quién elijaras?- Dijo molesta la princesa desayuno tratando de darse a ver entre toda la multitud.
-¡Déjenme en paz!- Grito fuertemente Finn mientras colocaba sus manos en su cabeza.
-Hay no seas llorón y elije- Dijo Marceline sobrevolando a las chicas y llegando al centro -Recuerda que yo soy tu mejor opción- Tratando de seducirlo.
-¡¿Y tú qué haces?!- Exclamo aun manteniendo su expresión de sorpresa. Marceline al escucharlo se acercaba más y más a él hasta quedar cara a cara.
-Que, no puedo desear tenerte- Respondió linda pero a la vez espeluznante.
Finn se había vuelto cada vez más y más deseado entre las princesas de todos los reinos durante los años, muchas veces lograba pasarlo por alto o ignorarlo, solo que ya al tener dieciocho años cumplidos, ya se le hacía difícil tener que evadir a las chicas.
Llegaron al punto en la que empezaron a invadir su privacidad, hubo una vez en el que Finn se estaba bañando y al apagar la duchar, mientras sacudía su cabello buscaba su toalla con la mano. Cuando la sintió, noto que la encontró en el aire, la tomo y abrió la cortina de la ducha lo suficiente para dejar ver su rostro y parte de su cuello, allí estaba la princesa Slim saludándolo con la cara sonrojada, se colocó la toalla y escapo por la ventana.
Hubo otra en la que estaba durmiendo solo en la casa del árbol, estaba plácidamente acostado en su suave y cálida cama hasta que sintió unos posos en ella, abrió los ojos y vio a la princesa músculos, la cual comenzó a acariciar los abdominales de Finn. Se levantó rápidamente y sin poder sacarse su bolsa de dormir salió pegando saltitos hasta que callo por las escaleras, la princesa alarmada, fue a revisar, allí vio como Finn escapaba lentamente como un gusano.
En verdad, la vida en las aventuras se les estaba complicando mucho estos últimos días, un momento estaba pacíficamente paseando por las praderas, buscando aventuras y de la nada, estaba rodeado de cada princesa que conocía.
-Aaaaaahhh…- Soltó Finn vibrando su voz mirando hacia todos lados a ver si encontraba alguna salida.
-¡Ya Finn! Estamos desesperados- Exclamo la princesa anillo que se encontraba al frente de todo -Incluso traje al que nos casara- Arrastro a un hombrecito no muy alto, flacucho, con anteojos negros, calvo y con un libro en sus manos.
-¿Quién es el novio?- Dijo el hombrecito con una voz impresionantemente gruesa que no quedaba con su aspecto.
-¡El!- Gritaron todas las chicas al mismo tiempo señalando a Finn. El hombrecito comenzó a mirar a todos, luego cerró su libro y lo aventó al suelo.
-Suertudo- Con una expresión muy serie, se retiró del lugar, todos hicieron silencio hasta que al hombrecito ya no se lo lograba ver más.
-De todas formas, él se quedara conmigo- Afirmo casi triunfal la princesa flama.
-Emmm… ¿Por qué estás tan segura?- Pregunto Marceline acercándose a ella.
-Ja, no es obvio, él es mi novio- Respondió triunfal la princesa.
-Eeehh… princesa, pero si terminamos hace tiempo- Acoto Finn que por el momento, se hacía quedado en silencio en su lugar.
-Pero Finn, no te olvidarías de mí- Dijo sensualmente la princesa.
-¡Eso no vale!- Exclamo la princesa mora. De un momento a otro, se había armado un alboroto, todas la princesa se estaban gritando unas a otras, hasta que superaron el límite. Comenzaron a tirarse del cabello y a rasgarse la ropa.
Por el momento, Finn aún estaba quieto, sin poder hacer nada, pero se quedó observando a Marceline, quien estaba en el aire sin hacer nada, por un momento Finn se había perdido mirándola, hasta que una de las chicas la atrapo. El largo cabello de Marceline fue en su contra al estar cerca de una de las princesas, la habían tomado desprevenida de un solo pero fuerte tirón dejándola en el suelo furiosa.
-¡BASTAAA!- Grito Finn haciéndose paso entre las princesas hasta llegar a Marceline -¿Estas bien?- Inclinándose cerca de ella.
-Estoy bien- Respondió frotándose la cabeza y levantándose -No tienes de que preocuparte-
-Haber ¡Estoy harto de esto!- Grito Finn parando y sobresaltando a todas las princesas, incluida Marceline -¡Ya no lo aguanto más! ¿Cómo me ven ustedes? Como un chico fuerte y apuesto al que solo buscan para cumplir sus necesidades- Al decir esto, todas se quedaron en silencio, la mayoría de ellas se habían quedado con la mirada baja -Entonces díganme ¿Al menos me entienden? ¿Saben cómo me siento con esto?-
Estas preguntas parecían incomodas para ellas, menos para Marceline, ella veía de forma diferente a Finn que a las otras chicas, ella sabía casi perfectamente como estaría él, solo que vio ese momento para tener una oportunidad para acercarse a él de una forma más íntima. Pero para las otras, la respuesta era obvia, en parte para la princesa flama, aunque Finn la amaba en otro tiempo, ella aun no podía controlar su impulso natural, esto los separo difícilmente hace un largo tiempo.
-Como pensaba- Dijo Finn seriamente saliendo del lugar. Mientras todas se quedaban quietas en su lugar, él cada vez se alejaba más y más.
-Esto es tu culpa Marceline- Acoto una de las princesas rompiendo el silencio.
-¿Qué? ¿De qué hablan?- Pregunto algo furiosa Marceline.
-Si no hubieras venido, quizás Finn ya hubiera elegido una- Dijo la dulce princesa. Con esto, todas las princesas comenzaron a insultar a Marceline irritándola casa vez más.
-¡Que culpa mía es que no haya elegido a una!- Exclamo con los el mal humor al extremo.
-Tu ni siquiera lo amas- Dijo la princesa desayuno. Esto sobresalto a Marceline haciendo que vaya a ella y la agarrara del cuello.
-Tú no sabes que siento- Dijo entre dientes soltando a la princesa.
-Vayámonos chicas, dejemos a esta sola- Dijo la princesa hot dogs yéndose, las otras princesas hicieron lo mismo, menos la princesa flama quien se acercó a ella.
-No te atrevas a volver a acercártele- Balbuceo la princesa seriamente muy cerca de Marcy.
-Y que si no lo hago- Dijo burlonamente.
-Te hare ánimos- Dijo amenazándola con una llama en ambas manos -Además, somos todas nosotras contra ti ¿Qué harás entonces?-
-No les tengo miedo a unas cuantas niñas- Cambiando a un tono amenazante.
-No podrás, sabemos que el sol te mata- Apago las llamas de sus manos y comenzó a alejarse -Te lo estoy advirtiendo- Salió rápidamente del lugar en un camino de llamas que se iba apagando gradualmente desde el principio.
-Yo se mas de él que ustedes- Dijo Marceline retirándose del lugar con los ojos un poco humedecidos.
En la noche, Finn estaba sentado en un pedazo de tronco frente a su casa, se había quedado allí pensando mucho tiempo, sabía que solo elegir una de ellas terminaría todo, pero no pensó que a la que quería, estaría igual que las otras. Dio un pequeño suspiro y se recostó en el tronco para mirar las estrellas, era una noche muy tranquila, hacía tiempo que no pasaba una igual.
-¿Qué hare ahora?- Se preguntó a si mismo sonando algo preocupado -¿eh?- En la oscuridad, noto una silueta en el cielo que al parecer descendía, era Marceline.
-¿Qué hay?- Pregunto acomodándose a un lado del tronco.
-Adivinare- Dijo Finn volviéndose a sentar -Harás lo mismo que las otras princesas-
-¿Qué? Ja, yo nunca sería tan infantil- Confirmo con una pequeña sonrisa.
-¿Y por qué estas con las otras?- Pregunto Finn con la mirada baja. La verdad, él nunca se imaginaria verla de esa forma, a pesar de que actuara a su manera, no podía creérselo.
-Ah, eso… a decir verdad, quería estar contigo- Respondió Marceline sonrojándose un poco, pero aun teniendo la piel pálida, se logró notar un poco.
-¿Qué quieres decir?- Volvió a preguntar Finn mirándola algo extraña.
-Veras… yo…- Balbuceo un poco, pero algo los encantillo, los cegó por un momento, cuando su vista volvió a la normalidad, vieron a la princesa flama envuelta en llamas demostrando lo enfadada que estaba.
-¡Te lo advertí vampiresa!- Grito lanzando llamas por los aires.
-¡¿Pero qué está pasando?!- Exclamo Finn sobresaltado. La princesa con toda esa descarga, empezaba a acercarse a Finn y Marceline.
-Para que tanto alboroto- Dijo tranquilamente y burlonamente Marceline.
-¡Aléjate de él!- Dijo en todo aún más alto. Antes de que llegara a Marceline, Finn se interpuso en su camino, la princesa entendió su expresión y volvió a su tamaño normal -¿Para que la defiendes? Tú me amas Finn, me amas ¿no?- Sonando como una lunática.
-No princesa- Negó seriamente -Antes si, pero eso fue cuando te veía como alguien que podía cambiar, pero ahora es diferente-
-¿A qué te refieres?- Pregunto aun sonando de la mismo forma.
-A esto- Dijo Finn dándose vuelta. Levanto su mano y la puso sobre el mentón de Marceline, forzándola a levantar la mirada para darle un beso.
Finn desde que comenzó a acercar su rostro cerro los ojos, pero Marceline había quedado en shock por unos momentos, pero le correspondió el beso cerrando los ojos y amarrándose a Finn desde la nuca. La princesa había quedado paralizada, su amor estaba besando a su rival, no podía hacer nada, simplemente su cuerpo no dejaba moverse, hasta que el beso termino.
-Finn…- Susurro Marceline viendo como Finn se volvía a dar vuelta y retomar su mirada en la princesa flama.
-Amo a Marceline, ella es diferente a las otras- Explico Finn seriamente -Entiende, solo la veo a ella, mi forma de verla, es más fuerte que la que pude haber tenido contigo-
-Pe-pe-pero- Tartamudeo la princesa con un nudo en la garganta.
-Te lo pido por favor, hay mejores personas que yo para ti- Sin ninguna palabra más, la princesa se retiró primero lentamente, hasta alcanzar cierta distancia y antes de irse definitivamente. Volteo la cabeza con una lagrima de lava saliendo y se retiró con una línea de fuego en el camino.
-Fi-finn…- Aun había quedado impactada Marceline. Finn se dio vuelta y volvió a estar frente a ella.
-Tú eres a la única a la que mirare- Dijo Finn abrazando a Marceline con sus musculosos brazos. Con una gran felicidad interior, Marceline respondió fuertemente el abrazo.
-Gracias por darte cuenta- Susurro Marceline dejando escapar una pequeña lagrima que término secándose en la playera de Finn.
Asi termina otro One-Shot de mi parte, espero que les haya gustado y ya con esto terminado, comenzare a escribir el tercer capi.
Les deseo feliz semana santa (sean o no religiosos) igualmente, todos vamos a disfrutar el finde largo :p
Espero reviews para criticas u opiniones como siempre y por el momento, no veremos luego.
