Los personajes incluidos en este relato no me pertenecen (quisiera yo que sí) le pertenecen a la grandiosa y un poco cruel Rumiko Takahashi…

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Decisiones del Corazón

Capitulo I: Un día como cualquiera

Era la mañana de un viernes no muy alegre ya que el cielo estaba nublado amenazando con llover.

En el dojo Tendo todo seguía igual, había pasado 1 mes desde la boda fallida entre los más jóvenes de la casa. Desde aquel terrible día donde Akane por fin había aceptado casarse con Ranma y este junto a los demás "invitados" habían destrozado la casa por centésima vez las cosas eran prácticamente igual a excepción de que la peli-azul hacía todo lo imposible para evadir cualquier tema que tuviera que ver con la palabra boda o alguna cosa que se relacionara con ese concepto. Cuando salía el tema a discusión ella sólo se limitaba a desaparecer del lugar.

En la calle se veía a un par de jóvenes corriendo a toda prisa.

Una hermosa chica de cabellos cortos y azulados usando el uniforme escolar con un claro gesto de enfado y dirigiéndole de vez en cuando miradas asesinas a su acompañante que iba a su lado corriendo a la misma distancia. Un joven un poco más alto que ella, cabello negro recogido con una trenza, ojos azul-grisáceo y vestido con una camisa china mangas largas color rojo, pantalón azul marino y zapatillas chinas.

Llegaron a su destino, al instituto Furikan, pero no les sirvió de nada la carrera ya que a los minutos ambos estaban de pie en el pasillo con tres baldes de agua cada uno.

- esto es tu culpa- susurró la peli-azul evadiendo la mirada del joven que ahora le veía con el ceño levemente fruncido. Le miró de reojo viendo como el muchacho suspirara pesadamente. Ella repitió el gesto.

Esa mañana había sido un verdadero calvario. Primero ella se había quedado dormida y apenas despertó se dirigió al baño. En menos de 20 minutos estaba lista para desayunar y correr a la escuela, pero antes de que llegara al comedor su hermana le había pedido amablemente que despertara a Ranma por que aún no se había levantado y no tuvo más opción que aceptar.

Tras quince minutos llamando, gritando y agitando al muchacho que a pesar de tanto ruido seguía dormido como un bebé no le quedó otra opción que buscar un balde de agua fría y arrojárselo haciendo que despertara convertido en chica, sobresaltado y completamente furioso.

Comieron lo más rápido posible mientras que se lanzaban insultos el uno al otro y partieron a clases sólo para recibir un castigo por llegar tarde.

Después de 1 hora en el pasillo el profesor los llamó para que entraran al salón. Faltaba aún una hora para que culminara la clase.

Akane apenas entró se dedicó a prestar toda la atención posible a lo que el maestro explicaba mientras que en la fila de al lado, dos puesto más atrás el chico de la coleta con la punta del lápiz en la boca, el rostro apoyado en su mano derecha y el codo descansando sobre el pupitre observaba a su prometida con un notable gesto de aburrimiento. Recordó el terrible despertar que tuvo esa mañana y frunció el ceño.

-tonta marimacho...no tenía que haberme despertado de esa forma…yo no tengo la culpa de tener el sueño tan pesado­- suspiró y dirigió su vista a la pizarra que ahora estaba repleta de ejercicios matemáticos. Volvió a fijar la vista en la joven que se notaba que estaba concentrada en escribir y rió divertido.

- es tan dedicada…tan estudiosa…y también tan hermosa- se sonrojó furiosamente al percatarse de las palabras en su mente y agitó su cabeza rápidamente- ¿Qué rayos me esta pasando? Ella es la chica más fea que he conocido en mi vida ¿Cómo se me ocurre pensar que ella es linda? Es torpe…agresiva…muy mala cocinera…me grita por todo y además…y además- apoyó la barbilla en sus brazos que estaban reposados en la mesa sin quitarle la mirada de encima.

- ¿A quién quiero engañar? Tu eres el torpe…le gritaste en yusenkyo que la amabas y luego lo negaste... ella tiene razón…sólo soy un cobarde…demo ¿Qué sentirá ella por mí? ¿Sentirá algo especial?-

Sus pensamientos fueron brutalmente interrumpidos por un borrador que dio justamente en su rostro haciendo que se levantara de sopetón con el rostro lleno de tiza blanca- ¿QUÉ DEMONIOS LE PASA?- gritó enojado ante la vista de sus compañeros los cuales ya estaban acostumbrados a ese tipo de situaciones.

-SAOTOME PRESTÉ ATENCIÓN- ordenó el hombre de gafas. Ranma se sentó bruscamente y maldiciendo por lo bajo se limpió la cara mientras que observaba al educador con el ceño fruncido y con ganas de devolverle el "favor".

Hora del almuerzo. Akane se encontraba con sus amigas comiendo y hablando animadamente sobre cosas típicas que se habla entre chicas.

Por otra lado Ranma estaba con Daisuke y Hiroshi hablando cosas de hombres, específicamente el chico de la trenza tomaba su almuerzo mientras trataba de ignorar la conversación que se daba entre ambos jóvenes.

-oye Saotome cuéntanos ¿Akane y tú ya han hecho alguna cosa interesante?- le preguntó Daisuke con tono de picardía haciendo que él escupiera el bocado de comida que tenía en la boca.

- vamos Saotome…dinos…no seas malo…Akane es una chica muy hermosa…más de uno le gustaría ser su prometido- agregó su otro amigo observando con curiosidad al muchacho que tosía exageradamente y estaba rojo como tomate.

- ¡je! No se de que demonios están hablando…parecen idiotas…yo jamás haría algo con esa marimacho violenta- dijo después de recuperar la compostura tratando de parecer convincente.

- ¿En serio aún piensas eso de Akane? Sinceramente Saotome…serás un excelente artista marcial pero en mi parecer eres un idiota…no hay peor ciego que él que no quiera ver- mencionó Hiroshi fingiendo seriedad

- Hiro tiene mucha razón…eres el único en la escuela que pienso eso de ella- igualmente tratando de parecer serio ante el tema afirmando con su cabeza.

-no sean ridículos...sí la conocieran mejor se darían cuenta que yo tengo razón- sentenció indiferente mientras que tomaba nuevamente lo que quedaba de su almuerzo. Los otros dos chicos abrieron los ojos como platos y se sonrojaron furiosamente.

-¿ÁCASO YA HAN…- gritaron al unísono mientras que su gesto pasaba de sorpresa a una sonrisa pervertida imaginándose cientos de imágenes nada santas.

Ranma tardó al menos un minuto en darse cuenta de lo que sus compañeros estaban imaginándose. Se sonrojó a más no poder al percatarse de lo que sus amigos habían entendido con sus palabras.

-¡PAR DE PERVERTIDOS! !YO NO QUISE DECIR ESO!- gritó enfurecido, pero al notar que ambos chicos no le prestaban atención se levantó y se dio la vuelta para irse insultando a los dos jóvenes por lo bajo.

En medio de su trayecto logró divisar a su prometida que estaba sentada junto a sus amigas. Se le quedó viendo fijamente y al ver como ella sonreía no pudo evitar sonrojarse levemente.

Recordó lo que sus amigos quisieron decir con "¿han hecho algo interesante?" y su mente empezó a actuar por sí sola. Empezó a imaginarse situaciones nada inocentes junto a ella.

Estaba como estatua del mismo color que su camisa china y echando humo por las orejas. Reaccionó y sacudió frenéticamente su cabeza tratando de alejar esos pensamientos obscenos.

- kuso…ahora soy yo el pervertido...kuso…kuso…kuso- se cacheteaba mentalmente mientras que continuaba su recorrido al salón de clases.

Clase de historia japonesa, Ranma odiaba esta clase y siempre terminaba quedándose dormido, ese día no fue la excepción. Akane volteó disimuladamente encontrándose con que su prometido dormía plácidamente sobre su pupitre.

- ese baka…después anda detrás de mí rogándome que le ayude a estudiar…no voy a ayudarlo aunque se arrodille- suspiró con resignación y volvió a dirigir la mirada al frente del salón.

-atención chicos- ordenó el docente captando la atención de todos los estudiantes- para la semana próxima quiero que traigan una investigación de algún echo histórico del país y den una exposición en clases…es un trabajo largo así que lo harán en parejas, los grupo yo los escogí al azar y ya están listos así que presten atención a la lista- tomó una hoja de su escritorio y comenzó a mencionar las parejas de cada quién.

La peli-azul apenas escuchó lo que el profesor dijo ya que su mente estaba ocupada en otra cosa.

- hace un mes…sino fuera sido por mi papá y sus locuras no fuera pasado el peor día de mi vida…apenas recibió el nannichuan se le ocurrió la grandiosa idea de sobornarme con eso de la boda…no se que fue peor ¿qué llegaran todos los locos de siempre gracias a Nabiki ó que yo no tardara mucho en aceptar casarme con él por que había escuchado como me decía que me amaba cuando me creyó muerta en Yusenkyo y luego lo negara?-

Observó el cielo a través de la ventana con tristeza- ¿Será que yo lo imaginé? Por supuesto que no…escuché claramente como me dijo que me amaba…demo…cuando se le pregunté actuó como si no recordara lo que había dicho…ese baka…si tan sólo…- salió bruscamente de sus pensamientos al escuchar que el profesor la llamaba- ha…hai- logró contestar torpemente.

- Tendo tu pareja de trabajo será…Saotome-

- ¿Nani? – Preguntó algo confundida- ¿Con…con Ran…ma?- ¡shimatta! ¿Por qué tenía que ser él? Todo un salón de clases y me toca con ese baka- se sonrojó levemente sin poder evitarlo y dirigió su vista al muchacho que seguía dormido y sin saber que ocurría a su alrededor. Frunció el ceño levemente al verlo tan relajado- Ranma no baka-

Ya era hora de la salida. Con desgano arreglaba sus cosas dentro de su maletín mientras que una a una, sus amigas se despedían de ella.

Suspiró pesadamente para luego dirigirse donde su prometido estaba aun durmiendo. Se dedicó a admirarlo por un momento y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.

- se ven tan indefenso…parece un niño…es tan lindo…si él se enterara que siempre voy a despertarlo sólo para observarlo dormir me moriría de vergüenza- sus mejillas se tornaron de un leve carmín. Sacudió la cabeza tratando de tranquilizarse- baka…deja de pensar tonterías…tienes que despertarlo…ese idiota no debe dormir en clases-

Nerviosa posó su mano sobre el hombro del chico meciéndolo suavemente sin conseguir su objetivo. Se agachó y acercó su rostro al oído del oji-azul.

- Ranma…despierta…tenemos que ir a casa- consiguiendo que él murmurara palabras que ella no logró entender. Se irguió para observar que aún seguía dormido- no entiendo como puede dormir tanto...parece que está soñando-

Instintivamente se acercó un poco más al rostro del muchacho para tratar de saber que decía en sus sueños.

-Akane- susurró acompañado con una media sonrisa. La chica abrió los ojos como platos y se sonrojó más de lo que ya estaba al escuchar su nombre.

-¿nani? ¿Está…soñando…con…migo?- de un momento a otro los nervios la tenían contra la pared. El imaginarse que ella era la protagonista en el sueño de su prometido hacía que pequeños escalofríos recorrieran su espalda y su corazón comenzara a latir salvajemente.

Respiró profundo tratando de recobrar la compostura- Ranma…despierta…ya tenemos que irnos- mencionó en voz alta agitando con más fuerza al muchacho.

Ranma abrió los ojos lentamente para encontrarse en frente de él a la chica que lo miraba tiernamente con esa sonrisa que lo derretía por dentro, se irguió observando el salón que estaba vacío.

- ¿Ya acabaron las clases?- ella asintió sin abandonar esa bella sonrisa haciendo que sus mejillas se tornaran de un leve carmín. Para que ella no lo notara rápidamente se levantó y comenzó a guardar sus cosas tratando de ocultar los nervios que le invadieron de pronto.

Ambos caminaban en silencio, estaban concentrados cada uno en sus pensamientos. La peli-azul le miraba de reojo de vez en cuando- ¿Qué estaría soñando? Dijo mi nombre...en verdad ¿estaría soñando conmigo?- no pudo evitar sonrojarse y sonrió levemente, cosa que no notó el joven de la trenza ya que estaba metido en sus propios pensamientos.

-no me di cuenta cuando acabaron las clases…pero que importan las clases…como quisiera vivir lo que viví en ese sueño…ese sueño…- rió embobado recordando cada momento que vivió en ese sueño.

- ¿Ranma?- lo llamó la peli-azul y debido que estaba tan concentrado casi pierde el equilibrio sin llegar a caerse de la cerca de metal.

- di…di…me- kuso...casi me caigo por estar pensando en boberías...ahora ni siquiera puedo hablar bien por estos malditos nervios-

- veras…es que ¿Cuándo haremos la investigación de historia?- preguntó suavemente mientras que lo veía de reojo. La pregunta dejó a un lado los nervios para abrir paso a la confusión.

-¿Qué investigación?- preguntó confundido mientras que saltaba al suelo para quedar al lado de ella.

-el trabajo que nos mandó el profesor ¿Acaso no escuchaste cuando nos pusieron en pareja para esa investigación? Que pregunta la mía…estabas durmiendo…naturalmente no sabías- espetó viéndolo con el ceño fruncido.

- entonces...tú y yo vamos a trabajar juntos- se rascó la nuca tratando de parecer indiferente. Observó de reojo como ella lo miraba- que más da ¿Té parece que lo hagamos en tu habitación? ¿Es un trabajo muy largo?- preguntó metiendo las manos en los bolsillos del pantalón viéndola fijamente.

- pues…creo que si- se detuvo a pensar, colocó su dedo índice en la comisura de sus labios levantando la mirada- yo creo que si comenzamos hoy para el lunes o martes ya lo tendremos listo- afirmó sonriente reanudando su caminata- ¿Te parece como a las 6 en mi cuarto?-

Él asintió embobado cautivado por esa bella sonrisa para luego seguirla lentamente.

De pronto la campanilla de una bicicleta retumbó en los oídos de ambos jóvenes, posteriormente voltearon para divisar a una alegre amazona que inmediatamente abrazó por detrás al oji-azul.

- ¡NIHAO AIREN! ¿Extrañar mucho a Shampoo?- preguntó mimosamente mientras que restregaba sus encantos en la espalda del artista marcial.

- Sham...Sham...poo...suel…ta…me- musitó Ranma casi con el rostro azul por el fuerte agarre de la jovencita mientras que intentaba quitársela de encima, cosa que se le hacía muy difícil.

-yo mejor me largo de aquí…no quiero interrumpir su momento- replicó una enfadada Akane que inmediatamente giró sobre sus talones para comenzar a caminar presurosa mientras que los celos la carcomían por dentro.

- ¡MATTE AKANE! ¡MATTE!- gritó él mientras que forcejeaba con más fuerza para librarse de la chica- ¿Quieres soltarme de una buena vez?- ordenó con impaciencia.

- ¿Ranma querer más a chica violeta que a Shampoo?- preguntó con los ojos llorosos. Se despegó de él dándole la espalda y cubrió su rostro con ambas manos fingiendo llanto- Ranma ser muy cruel conmigo…yo solo querer hacer feliz a futuro esposo-

-bueno…yo- la culpa crecía en su interior. La amazona conocía muy bien como hacer que él se sintiera culpable.

Sintió que algo se acercaba y evadió fácilmente unos cuchillos que se clavaron en el suelo.

-Saotome…pagarás caro por haber lastimado a mi querida Shampoo- reclamó Mousse que venía corriendo presuroso- te venceré para luego yo convertirme en el único dueño del corazón de mi preciosa Shampoo…venceré por ti mi amor- enfatizó mientras que abrazaba cariñosamente a un poste de luz.

-Pato tonto…colócate los lentes- ordenó la amazona. El chico pato obedeció rápidamente para luego girarse en la dirección correcta.

-llegó la hora Saotome…esta vez serás tú el que perderá- lanzó unas cadenas que sacó de sus mangas haciendo que Ranma las esquivara dando un salto hacía atrás.

- ¡je! Deja de decir boberías…un idiota como tú jamás podrá vencerme- se preparó para atacar pero tuvo que retroceder nuevamente para esquivar un golpe de parte de otro contrincante.

-¡Bakayaro! ¿Cómo te atreves a pelear por otra que no sea la dulce de Akane?- preguntó un molesto Ryoga que casualmente pasaba por allí encontrándose en medio de la pelea. Se sorprendió al percatarse que estaba en Nerima y no en Yokohama como él creía y decidió intervenir colocándose en posición de pelea preparándose a luchar- si es así…yo pelearé por mi querida Akane-

-P-chan no te metas en lo que no te importa…no tiene nada que ver con lo que estas diciendo- reclamó el oji-azul alterado por la situación que se estaba formando. El no tenía la culpa de que las chicas saltaran sobre él todo el tiempo, ahora tenía que aguantar los reclamos de un ciego y un desorientado.

-¿A quién le dices P-chan nenita?- enfurecido se abalanzó sobre su oponente lanzando ágiles golpes y patadas que Ranma esquivaba saltando hacía atrás, Mousse se agregó a la lucha atacando de igual forma.

Ukyo regresaba de comprar algunas cosas para el Uchan y se percató de la situación. Corrió para encontrarse a los tres jóvenes que peleaban furiosamente.

Se posicionó al lado de la joven china que veía la pelea con los brazos cruzados con una sonrisa triunfal.

- ¿Qué está pasando aquí?- preguntó preocupada observando a Ranma esquivar los golpes y patadas de Ryoga y Mousse.

- No pasar nada que a Ukyo interesarle…sólo que ellos pelearse por Shampoo- afirmó egocéntricamente haciendo que la otra chica frunciera el ceño por el comentario.

-¿Nani? Estas loca…Ran-chan jamás pelearía por ti…él es mi prometido- exclamó casi cantando las últimas palabras. La amazona la fulminó con la mirada.

-no permitiré que esta loca se quede con Ranma...decidí renunciar a él pero eso no significa que esta desquiciada tenga el campo libre-

-decir tonterías…airen jamás fijarse en una chica que se ve como chico- observó con una sonrisa triunfante al notar como la otra chica cambiaba su gesto de triunfo a uno de enfado.

-¿Eso crees tú? Mi Ranma nunca se interesaría en una bruja mentirosa como tú- gritó encarándola mientras que se debatía una batalla de miradas entre ellas. Saltaron a una distancia prudente sacando cada una sus armas- te demostraré quien es la única merecedora de ser la esposa de Ranma-

-hacerme reír…chica espátula jamás ganarle a Shampoo- agregó mientras lanzaba sus bomborines hacía su oponente. Ukyo los esquivó lanzando unas mini espátulas pero la amazona los evadió sin dificultad.

A pocos metros, Mousse sacó de sus mangas unas bombas de humo y procedió a lanzarlas a sus oponentes. Un denso manto blanco cubrió la zona dificultando la visibilidad de todos y aprovechó el momento para lanzar unas cuchillas que sacó de sus largas mangas pero al momento de efectuar el ataque se tropezó con una piedra lanzando las pequeñas dagas en distintas direcciones.

-¿Qué demonios? Itte- se quejó el chico de trenza al sentir un agudo dolor en su costado izquierdo e instintivamente se colocó su mano en el lugar afectado.

Apenas podía ver a donde iba pero sabía que los demás estaban igual que él. Como pudo salió del lugar de la pelea y corrió para alejarse de allí pero una punzada le impidió llegar lejos. Dirigió su vista a su costado para notar que estaba sangrando.

-kuso…debió ser una de las cuchillas de ese idiota de Mousse- presionando la herida para evitar sangrar más emprendió su regreso a la casa Tendo.

Akane llegó a la puerta de su casa y antes de entrar respiró profundamente tratando de calmar la rabia que la embargaba en ese instante.

Cuando entró los saludó a todos con una sonrisa fingida, cosa que notaron sus familiares pero optaron por no indagar en el asunto. Inmediatamente se dirigió a su habitación con la excusa de que estaba cansada y al entrar en el cuarto dejó el maletín a un lado de la cama y se lanzó sobre ésta boca abajo.

Suspiró con resignación y frunció el ceño recordando lo sucedido minutos atrás.

- estúpido mujeriego…de seguro está de lo lindo con su linda Shampoo…baka...cretino...Ranma no baka- se volteó para quedar con la mirada fija en el techo- no me queda otra opción...lo llevo pensando desde hace un mes…desde ese día…no sabía si hacerlo o no pero me doy cuenta no que puedo seguir con esto…estoy cansada de pasar por lo mismo todo el tiempo- su semblante se tornó triste- si hago esto…lo haré por los dos Ranma- se levantó y se dedicó a cambiarse el uniforme.

Ranma llegó a la casa con una cara de pocos amigos y con su mano derecha en su costado izquierdo. Su madre al ver el estado en que llegó su hijo inmediatamente lo llevó a su habitación para curarle las heridas.

En todo el tiempo que duró vendando al muchacho ella no le preguntó nada sobre lo ocurrido. Aabía que tenía que ver con Akane pero optó por dejar el tema a un lado y averiguarlo más tarde.

Eran casi las seis de la tarde. Akane seguía en su habitación meditando sobre lo que tenía pensado hacer esa noche durante la cena.

Estaba sentada en su escritorio con los brazos cruzados sobre la mesa y su rostro oculto entre ellos. Estaba asustada, nerviosa, pero también triste, sabía que después de lo que pensaba hacer las cosas cambiarían drásticamente entre la familia principalmente entre Ranma y ella. Escuchó que tocaban la puerta.

-Akane ¿Puedo pasar?- preguntó Ranma desde afuera. Al igual que ella se sentía nervioso y también un poco asustado. Se imaginaba que estaba molesta con él por el inconveniente con Shampoo pero decidió arriesgarse por que tenían que cumplir con sus deberes.

Al escuchar los toques en la puerta y la voz de su prometido la peli-azul se tensó y el corazón le empezó a latir con fuerza.

- shimatta…olvidé completamente que habíamos quedado en hacer los deberes- agitó su cabeza de un lado a otro frenéticamente tratando de mantener la compostura. Se levantó de prisa y sacó los cuadernos y los libros acomodándolos sobre la mesa.

- pa…pasa-baka contrólate…recuerda…estas muy molesta con él por lo que pasó con Shampoo…actúa con normalidad- se sentó y respiró profundo.

Escuchó la puerta abrirse lentamente y cerrándose de la misma forma causándole leves escalofríos que recorrían su espina. Trató lo más posible concentrarse en su objetivo el cual era hacer los deberes, pero se le hacía imposible sabiendo que él estaba detrás de ella.

Decidió no hablar del tema mientras estuvieran juntos. No quería pelear con ella por algo que para él no tenía lógica.

Al escuchar la aceptación de la chica tragó duro y abrió la puerta lentamente. Se asomó con cautela para verla sentada dándole la espalda y por inercia suspiró descargando la tensión acumulada.

Entró cerrando la puerta tras de si y se quedó parado observándola sin decir ni una sola palabra. El silencio se estaba convirtiendo en un tormento para ambos jóvenes, el chico fue el primero en hablar.

- bueno…yo…tú sabes…quedamos en vernos…por los deberes- mencionó torpemente por el miedo de decir algo que hiciera reaccionar de mala manera a su temperamental prometida. Se imaginaba que sino lo había mandado a volar en ese instante lo haría en cualquier momento, por eso decidió ser cuidadoso con lo que decía.

­-hai…en eso quedamos…ven…siéntate…comencemos de una vez- mencionó fingiendo indiferencia casi a la perfección. Acercó una silla para que él se sentara y en ningún momento le miró a los ojos por temor de perder la poca compostura que le quedaba.

Inmediatamente el chico obedeció tomando la silla y sentándose al lado de la joven. La observó de reojo tratando de descifrar si estaba enfadada. Ella le miró brindándole una sonrisa.

-Bien…comencemos- alegó tomando un par de libros que tenía sobre la mesa, le pasó uno a él y tomó otro para ella- busca en ese libro…si te gusta algún tema me lo muestras para ver si podemos trabajar con eso ¿Esta bien?- preguntó mientras ojeaba las primeras hojas del grueso libro que tenía en sus manos.

Él sólo se limitó a asentir para posteriormente abrir el libro y comenzar su trabajo.

Había pasado ya 30 minutos. Ranma trataba de concentrarse en leer lo que tenía en frente, pero en su mente sólo se preguntaba sobre la conducta de su prometida.

En ningún momento le dirigió la palabra con intención de agredirlo. El par de veces que él le enseñó unos temas ella solo le respondió que estaban muy cortos o no tenían que ver con la materia. Ella tenía la cara casi metida por completo en el libro.

Se irguió disimuladamente para observarla de reojo. Se notaba a lo lejos que no estaba enfadada y si lo estaba lo disimulaba muy bien.

-¿ahora que le pasará? Estaba casi seguro que ella se enojó cuando Shampoo apareció ¿Será que ya no le importa si Shampoo se sale con la suya o no? ¿No piensa reclamarme? Kuso…tengo que hacer algo…me volveré loco sino me deshago de este maldito silencio...me arriesgaré...no importa si termino al otro lado de la ciudad- carraspeó tratando de llamar la atención de la chica consiguiendo que ella lo mirara con gesto interrogativo.

-Oe Akane ¿no…es…estás mo…les…ta?- preguntó nervioso mientras que veía de reojo a su prometida tratando de captar su reacción.

-¿Molesta? ¿Por qué abría de estarlo?- dirigiendo su vista nuevamente al libro en frente de ella- claro que estoy molesta grandísimo idiota pero no te voy a dar el gusto de verme celosa…yo no más...demo ¿Por qué estará interesado en saber? ¿Acaso le importará saber si estoy celosa o no?-

-bueno…sólo preguntaba…nada más…es que como te fuiste y me dejaste en medio de la calle me imaginé que estabas enojada- mencionó inconcientemente mientras se recostaba en el respaldo de la silla colocando sus manos detrás de la cabeza.

Akane presionó sus manos en el libro tratando de contener las ganas de sacarlo de allí de un solo golpe- ¡je! No seas engreído Ranma…lo que tú hagas o no hagas no es problema mío…además no quería estar sobrando en el lugar- agregó elevando un poco la voz dejándose dominar por los celos.

-¿sobrando?- se preguntó y a los segundos sonrió egocéntricamente al percatarse de lo que quiso decir- entonces sí estas molesta- musitó por lo bajo pero lo suficientemente alto como para que la chica lo escuchara.

-no…estoy…molesta- respondió entre dientes por lo tensa que estaba. La rabia y los celos la tenían casi dominada, pero el orgullo apenas la mantenía estable. Intentó volver a concentrarse en la lectura.

- mentirosa- susurró mientras la observaba con el ego por las nubes, había descubierto que su prometida estaba fingiendo y había logrado deshacer su actuación.

Levantó los brazos para estirarse, pero una punzada lo hizo inclinarse a un lado y lanzar un quejido de dolor que captó la chica.

-Ranma…¿daiyoubu ka?- le miró extrañada. Observó que él mantenía la mano en su costado izquierdo dándose cuenta que algo había ocurrido- ¿Qué te sucedió?- preguntó preocupada mientras intentaba quitarle la mano para revisarlo.

No pudo evitar sonrojarse al ver la preocupación que la chica demostraba por él. Se alejó un poco impidiendo que ella cumpliera con lo que tenía pensado- no es nada- evadiendo la mirada de la joven la cual lo observaba transmitiéndole un "no te creo".

-¿Cómo que nada? Déjame ver que te pasó- ordenó levantándose y acercándose peligrosamente al muchacho el cual al ver la intención de la peli-azul se levantó retrocediendo unos pasos.

-ya te dije que no es nada…sólo fue un rasguño…eso es todo- exclamó elevando un poco la voz tratando de parecer convincente provocando que la chica perdiera la poca paciencia que le quedaba.

-no seas malcriado Ranma…te pasó algo y quiero saber que fue…así que deja de ser tan infantil y déjame revisarte-

Continuó su camino hasta quedar a pocos centímetros de él. Se agachó un poco acercando su mano al costado del chico.

Ranma estaba atontado por la cercanía y no se había dado cuenta que ella lo estaba examinando sobre la camisa.

La vio erguirse con el ceño fruncido muy seria- quítate la camisa- ordenó causando que cientos de escalofríos recorrieran su espalda.

Parpadeó rápidamente tratando de captar la orden, se sonrojó a más no poder haciendo que ella lo notara y sus mejillas se tornaran de un carmín intenso.

-¿di…jis…te…que me…qui…quitara…la camisa?- preguntó aturdido tratando de que sus neuronas reaccionaran pronto. Agitó con fuerza su cabeza de un lado a otro y arqueando una ceja volvió a preguntar, pero esta vez con tono burlesco- ¿quieres que me quite la camisa? Y después dices que yo soy el hentai- sonrió para sus adentros al ver como estaba de sonrojada por el comentario.

-baka- murmuró entre dientes. Eso fue la gota que derramó el vaso, la rabia le había llegado al límite.

Respiró hondo reuniendo todas sus fuerzas.

-ESTÚPIDO PERVERTIDO…YO NO DIJE NADA DE ESO IMBÉCIL- gritó con todas sus fuerzas expulsando toda la ira que tenía en sus adentros.

Un asustado Ranma retrocedió hasta chocar con la orilla de cama. En ese momento estaba más que arrepentido por haberla provocado de esa manera.

- ERES UN IDIOTA DE PRIMERA…ME PREOCUPO POR TU ESTADO Y ME SALES CON UNA IDIOTEZ COMO ESA…ERES UN INSENSIBLE, INMADURO, ARROGANTE Y UN MALDITO EGOCÉNTRICO- mientras lo insultaba se acercaba poco a poco asesinándolo con la mirada. Estaba a pocos centímetros de su rostro, pero no se dio cuenta por que la rabia y los celos la tenían cegada- INTENTO SER AMABLE CONTIGO Y LO UNICO QUE HACES ES BUSCAR UN PRETEXTO PARA INSULTARME…ME ARREPIENTO DE HABER TENIDO AL MENOS LA MAS MINIMA IDEA DE TRATARTE MEJOR POR QUE SOLO ERES UN NIÑÓ MALCRIADO E INFANTIL-

Lo empujó haciendo que él se arqueara un poco hacía atrás provocando que no pudiera sostenerse y cayera de espalda en la cama, pero por instinto la tomó de la muñeca llevándosela en el trayecto.

Cayeron sobre el mullido colchón, ella sobre él. Estaban en completo shock. De un momento a otro estaban recostados muy pero muy cerca el uno al otro.

Akane levantó el rostro para encontrarse con la fija y penetrante mirada de su prometido a escasos centímetros de ella. Tardó segundos al darse cuando en la posición en que se encontraban.

Sintió la sangre acumularse en sus mejillas tornándolas de un carmín intenso. Todos sus músculos se tensaron y el corazón parecía que se le iba a salir del pecho.

Se percató que en igual forma estaba el corazón de su prometido. Quedó hechizada al momento en que lo miró a los ojos, esas dos perlas azul-grisáceas que serían capaz de hacer temblar hasta al más fuerte.

Intentó hablar, pero las palabras se atoraron en su garganta haciéndole imposible emitir algún sonido. Toda la furia, la rabia y los celos que tenía segundos atrás se esfumaron de pronto al sentirse tan cerca de él.

Lo amaba, lo quería como no había querido a nadie, se incrustó en su corazón y mente sin querer salir de allí ahora lo tenía a escasos centímetros de ella sin realizar movimiento alguno.

Por otra parte, Ranma no estaba muy diferente a su prometida. En el momento que se dio cuenta en la situación en la que se estaban pensó por un momento que moriría, pero quedó fuera de base al encontrarse con ese par de ojos llamativos color café que lo miraban inocentemente a poca distancia de él.

Tragó duro y sintió cada uno de sus músculos tensarse por aquella cercanía sintiendo sus mejillas arder. Temblaba en su interior y tenía la mente en blanco, las neuronas se le apagaron al momento en que se encontró con esa mirada que lo enloquecía.

Instintivamente movió sus manos abrazándola por la cintura sintiendo como temblaba en sus brazos sin oponerse algo que a él le fascinó. Verla indefensa, tan inocente, como una pequeña niña que buscaba refugio en los brazos de madre hacía que las ganas de protegerla, de estar siempre a su lado, de querer estar con ella ayudándola en las buenas y en las malas crecieran en su interior.

Desde ese día en que la conoció su sonrisa lo cautivó y a pesar de negarlo a todos y así mismo no pudo evitar enamorarse de esa preciosa jovencita que teniendo un carácter fuerte y una fuerza increíble que cuando se lo proponía podía vencer a cualquiera, resultara ser una dulce niña que enamoraba a cualquiera con su sonrisa.

Se atrevió a recorrer el angelical rostro de la chica hasta llegar a sus labios deteniéndose allí viendo con anhelo esos labios que se veían apetitosos y carnosos.

Un deseo de hacerlos suyos le llenó de pronto. Levantó su mirada para encontrarse con la de ella que lo veía interrogativa como si estuviera esperando que él intentara algún movimiento.

Sus miradas denotaban algo que a pesar de nunca admitirlo sabían; amor, cariño, ternura, un sin fin de sentimientos que ninguno de los dos se atreverían a confesar.

No sabían cuanto tiempo llevaban así sin moverse, viéndose uno al otro aunque tampoco les importaba mucho. Solo querían vivir el momento y dejarse llevar por el deseo incontenible de amar al otro.

Sus corazones retumbaban como tambores, sus respiraciones eran entrecortadas y el calor se estaba haciendo insoportable.

Ranma no pudo aguantar más y levantó la cabeza acercándose lentamente a la chica, la cual al percatarse de su intención optó por dejarse llevar cerrando los ojos esperando el momento. Él hizo lo mismo.

Faltaban cinco centímetros para acortar aquella angustiosa distancia…

Cuatro centímetros…

Dos centímetros…

Entonces…

-!CHICOS VENGAN A COMER!- llamó Kasumi abriendo la puerta de la habitación encontrándose con un Ranma sentado en la orilla de la cama respirando agitadamente y sonrojado a más no poder y con una Akane que estaba al otro lado del escritorio de igual forma con la mano en el pecho viéndola con cara de pánico tratando de recuperar la compostura- ¿pasa algo?- preguntó inocentemente observando extrañada el estado en que se encontraban.

- Iie…Iie…no pasa nada- se apresuró a contestar la chica negando con las manos y con varias gotitas estilo anime por toda la frente tratando de actuar normalmente.

Apareció Nabiki detrás de su hermana mayor mirando acusadoramente a los dos chicos. A ella nadie la podía engañar, sabía que algo había o estuvo a punto de ocurrir.

-onee-chan…los interrumpiste en medio de algo importante-sonrió maliciosamente y dirigió su mirada al muchacho que estaba sentado en la cama- ¿pretendías dominar la situación ¿ne akane?- dirigiendo su vista a su hermana menor que parecía que estaba apunto de estallar por lo roja que estaba.

-¿Dominar?- interrogó Kasumi sin entender el comentario.

- ¡NABIKI! – gritó Akane asesinando con la mirada a su hermana que miraba hacía otro lado fingiendo demencia- no le prestes atención a lo que dice ella onee-chan…sabes muy bien que ella dice cosas sin sentido- observando con furia a la castaña que sonreía inquisidoramente.

- a mi no me engañas Akane ¿Ranma-kun te tomó por sorpresa o tú te le insinuaste?- cruzando los brazos y viendolo fijamente al pobre muchacho que estaba al borde del colapso mental.

Aparecieron Ghenma, Soun y Nodoka que extrañados por la tardanza de los jóvenes decidieron intervenir en la situación.

-¿Sucedió algo malo?- preguntó el señor Tendo tratando de escabullirse por un lado y logra ver dentro de la habitación.

-Kasumi-chan interrumpió el momento especial de Akane-chan y Ranma-kun- contestó la castaña indiferente, como si fuera lo más normal del mundo.

-¿Eso es cierto Nabiki?- grito emocionado- ¿Escuchó eso Saotome-kun? Nuestros hijos por fin se decidieron a confesar sus sentimientos- dandole pequeñas palmaditas por la espalda al hombre del turbante.

-por supuesto que lo escuché Tendo-kun…por fin nuestras familias se van a unir- gritó con orgullo colocando ojos soñadores.

ESO NO ES VERDAD!- Gritó Akane desde la habitación, pero fue ignorada por la alegre familia que celebraban por la supuesta unión.

- hijo mío…estoy tan orgullosa…se que le demostrarás a Akane-chan que eres todo un hombre- mencionó guiñándole un ojo al muchacho que estaba aún en shock emocional.

-Gomen nee...lamento haber interrumpido lo que estaba pasando- se disculpó Kasumi.

-no te preocupes onee-chan...estoy segura que esta no será la última vez que estos dos hagan algo interesante ¿ne Akane?- resaltó Nabiki mientras que observaba a su hermana como temblaba por la rabia que tenía al instante.

Ranma apenas escuchaba lo que pasaba ya que estaba en medio de un letargo mental. Todo había pasado tan rápido que su mente no podía concretar la situación.

Estaba sentado en la cama con la cara roja como un tomate y con la vista fija en el suelo. Reaccionó de golpe al escuchar las celebraciones de los hombres.

Levantó la mirada para encontrarse con: su padre y su futuro suegro bailando y gritando boda, su madre con cara de ensueño con estrellitas a los alrededores, Kasumi con cara de culpabilidad, Nabiki echándole leña al fuego y por último a su prometida gritando y tratando de hacer que los demás dejaran de creer algo que no era.

Sintió que le hervía la sangre y apretó sus puños aferrándose a la sábana de cama. No podía seguir aguantando esa situación.

-Ya basta- susurró para sí mismo casi sin abrir la boca por lo tenso que estaba. Se levantó de sopetón, respiró profundamente y gritó- ¡YA BASTA!-

Todos incluyendo Akane se le quedaron viendo con gesto de extrañeza y pánico- estoy harto de que se metan en nuestras vidas ¿no pueden creer que Akane y yo jamás nos casaremos? ¿No tienen otra cosa que hacer que entrometerse en los asuntos de los demás? Yo jamás…escúchenme bien…jamás me casaré con ella… así que vayan olvidandose de la idea ¿ENTENDIERON?-

Observó con detenimiento el gesto de cada uno de sus familiares.

Soun y Ghenma comenzaron a llorar como bebes. Nodoka y Kasumi lo veían con una mezcla de sorpresa y miedo. Nabiki indiferente al asunto ,pero cuando su mirada se posó sobre su prometida sintió que su corazón se partía en miles de pedacitos. Toda la furia que sentía en ese instante se esfumó para dar paso a la culpa.

Ella temblaba, se veía desde donde él estaba, pero no podía ver su gesto ya que tenía la cabeza gacha

- kuso…metí la pata…la metí hasta el fondo…jamás me lo va a perdonar…baka…eres un maldito baka…tú y tu bocota- se debatía mentalmente mientras trataba de articular alguna palabra, pero estaba completamente mudo, las palabras se aglomeraban en su garganta.

Akane al escuchar detenidamente cada una de las palabras que dijo Ranma se sentía la más infeliz y desdichada sobre la tierra. Sintió como su corazón dejaba de latir por momentos. Su esperanza murió al saber lo que pensaba el muchacho.

Tenía la cabeza gacha y sabía que él tenía la mirada fija en ella.

Lo había pensado bien desde hace un mes, había llegado la hora de la verdad y no podia echarse para atrás.

-Tengo que hacerlo- se dijo mientras que un par de lágrimas corrían por sus mejillas estrellandose con el suelo frío de la habitación.

continuara…

Konnichiwa!! Primero que nada, estoy muy feliz por la gran aceptación que tuvo mi primer one-shot, ahora quiero probar suerte con esta serie…quiero agradecerles a todas quienes leyeron mi primera historia…muchísimas gracias por su aceptación…

Con respecto a esta historia, se que el primer capitulo no causará gran impresión por que son sucesos de todos los días, ya es algo viejo pero quería empezar con un día "normal" entre ellos para dar una entrada para lo que será la trama de la historia…

Se me paso de largo ¿no? Pero cuando escribo me entusiasmo además lo que yo pienso es que hay una mezcla de todo un poco, humor, romance, drama, acción (aunque no soy buena relatando peleas pero voy todo los posible para que salga de lo mejor) y por último las típicas peleas de estos dos.

Me diran cruel, bruja, malvada, de todo, les corté bruscamente el encanto en la parte donde Akane y Ranma terminaron en la cama…pero me gusta el suspenso (jejeje)

Términos en Jápones:

onee-chan: hermana

¿daiyoubu ka?: ¿estas bien?

¡Shimatta!: maldición; ¡Oh no!

Kuso: mierda

bakarayo: estúpido cretino; estúpido idiota

¿ne?: ¿verdad?; ¿no es cierto? (utilizado por las chicas)

gomen nee: lo siento; discúlpame

baka: tonto; idiota

¿nani?: ¿Qué?

Iie: no

hai:

¡Itte!: ¡Ouch! (expresión de dolor)

matte: espera

Ranma no baka: Ranma eres un tonto/idiota.

Dejenme ponerme mi escudo anti-tomatazos, por favor no me acribillen tanto…soy igual que ustedes…les prometo que en los proximos episodios habrá ejercicio para los que les gusta las peleas y el humor y para las pervertidas como yo también habrá acción (ya saben a lo que me refiero).

Nos vemos en el segundo episodio…