Introducción
Despierto con un ruido molesto cerca de mi oído y unas risitas de fondo. Comienzo a agitar mi mano sobre la mesita de luz buscando el despertador pero no lo encuentro. Cuando abro los ojos por la curiosidad me encuentro con un grupo de chicas de mi habitación moviendo el ruidoso reloj alrededor de mi como si fuera un avión atacando. Se que solo querían jugarme una inocente broma pero para ser sincera a esta hora de la mañana y llegando tarde al instituto se me hace muy complicado ver el chiste.
-Chicas ¿Por qué no me despertaron? ¡Miren la hora que es! Llegare tarde otra ves-
-Tranquila Luce, solo dormiste un par de minutos demás- dice una de las chicas del grupo
-¿Un par de minutos? ¡Llevo 50 minutos de retraso!- Salgo corriendo de la cama y busco en el placar algo aceptable para usar
-Agradece que te despertamos por lo menos, no entiendo por qué no vas con el particular del orfanato como nosotras-
-Me gusta ir a un instituto y salir de este lugar de vez en cuando- Por fin encuentro una blusa y una pollera que arregle la semana pasada- Además, allí aprendo mucho más que con el señor Morella-
-Pero siempre te pierdes las entrevistas de adopción, así nunca conseguirás que te lleve una familia- Parece que en verdad se preocupan por mí, o es que no se lo agradezca pero no me gusta que sientan pena por mi.
-Ya lo sé, solo me quedan un año para terminar la secundaria y poder irme de aquí, no es que necesite una familia por solo un año- además de que no quiero que reemplacen a la que alguna vez tuve…
Cuando termine de cambiarme, cepille mi largo cabello rojizo natural, tome la mochila y Salí de la habitación despidiéndome de las chicas. Corrí hacia la parada en cuanto vi el bus en el semáforo pero no fui lo suficientemente rápida como para alcanzarlo. El colectivo pasa cada 20 minutos como mínimo y ya llegaba bastante tarde por lo que mejor decidí ir caminando.
Iba cruzando el parque frente el instituto. Pensando en mi familia, las chicas de mi habitación me habían recordado mucho a mi hermanita. Ella era tan pequeña y la extraño tanto… Siempre dormía junto a ella y mi madre las noches de fuertes tormentas. Cuando comenzaba a recordar la tarde del accidente en que solo yo Salí ilesa del vehículo, tropiezo con alguien.
-Oh! Lo siento mucho, andaba distraída- Me disculpo ayudando al niño quien empuje al suelo sin querer.
-N-no pasa n-nada- balbucea. Es un chico de baja estatura, lleva un par de gafas que no dejan ver sus ojos y un cabello castaño cortado muy recto.
-¿Te encuentras bien?- En verdad lamentaba lo ocurrido, parece tan pequeño y frágil – Soy Lucinda ¿y tu?- Le ofrezco la mejor sonrisa que pude en el momento.
- Soy Kentin pero todos me llaman Ken- Baja la mirada y parece sonrojarse.
-Un gusto Ken- En eso miro el reloj y digo- ¡Oh No! Ya casi empieza el siguiente modulo, me tengo que ir… Adiós Kentin-
Salgo corriendo fuera del parque y llego al instituto. Dentro vuelvo a tropezar pero esta vez con Nathaniel.
-P-perdón Nath- Este día no pudo haber empezado peor.
-¿Otra vez tarde Lu? Si sigues así quedaras libre antes de que llegue mitad de año- Dice ayudándome a levantarme.
-Lo sé pero no fue mi culpa! Las chicas me apagaron el despertador y… - Alguien abre la puerta la puerta detrás de mi y me abalanzo sobre Nathaniel quien con bastante agilidad logra ataparme
-Mire nada más… Dos cotorritas enamoradas- Escucho decir desde atrás, no necesito verlo para saber que se trata de Castiel
-No molestes Tomate Teñido, no tengo tiempo para ti- Seria inútil quedarme a pelear con él, no es que me guste Nath ni nada por el estilo pero no me importa lo que piense alguien como Castiel.
Nunca me lleve bien con él, a diferencia de Nathaniel, Castiel es solo un brabucón y lo único que hizo desde que entre a este lugar fue molestar y crearme apodos por parecerle plana. No puedo negarlo, pero por lo menos tengo mas trasero que él.
Cuando abre la boca para discutir o burlarse, doy la vuelta y salgo disparada a mi salón, de reojo puedo ver que el delegado no sigue mi ejemplo y se queda discutiendo con ese caradura, otra pelea mas que se entere la directora y lo suspenderán por una semana. Que él quiera saltearse mitad de clase no significa que tenga que perderlo también. Quiero y necesito mis estudios, será la única manera que tenga de conseguir un buen empleo para independizarme y salir del instituto sin necesidad de una familia adoptiva.
Cuando llego el profesor no me dice nada, ya debe estar bastante acostumbrado que llegue tarde, y me siento en mi lugar junto a Rosalya, detrás nuestro están los gemelos Alexy y Armin, saludo a Alexy siempre alegre mientras que su hermano apenas me nota con su PSP nueva .
La clase se paso rápido ý decidí quedarme un rato mas en el salón para repasar las clases que me perdí esta mañana. Lysandro se quedo conmigo para ayudarme con lo que no entienda. Aun recuerdo cuando apenas comprendía lo que me quería decir cuando me cambie al instituto por su forma de hablar tan victoriana. Ahora por suerte me he acostumbrado aunque a veces tardo algo de tiempo en entender a que se refiere. Es bastante gentil y educado, concordamos en casi todo menos en temas que incluyan a Castiel ya que es su mejor amigo.
Al terminar de explicarme se despidió para no llegar tan tarde a clases. Yo hice lo mismo al rato pero cuando me dirigía a la parada del bus escucho a alguien pedir auxilio, sin pensarlo me dirijo al rescate y me encuentro con el mismo chico con quien tropecé esta mañana, Kentin si mal no recuerdo, y como no podía ser de otra manera, al famoso Castiel molestado.
