Capitulo 1
La chica miraba hacia todas partes, el sitio estaba repleto de gente que corría empujándose unos con otros, sus padres la habían dicho que no se moviese de allí mientras iban a dejar el equipaje, pero hacia diez minutos que estaba esperando. La niña sintió que algo la rozaba el hombro, un lobo negro la miraba tranquilizadoramente, tenía casi el mismo tamaño que ella, su pelaje era negro, pero cuando le daban los rayos del sol, parecía volverse de un azul oscuro, sus ojos hacían juego con su pelaje tan negro como la noche, la gente que pasaba miraba al animal con respeto y algo de miedo, todos sabían lo que era y quien era la niña que estaba a su lado; alguien cogió la mano de la pequeña , sorprendida se giro, conocía muy bien a aquella persona , habría reconocido esos ojos grises suyos en cualquier lugar, con una sonrisa el chico tiro de ella guiándola hacia el gran tren que les esperaba, llevaba mucho tiempo deseando subirse a aquel tren rojo.
Sus padres la esperaban en una de las puertas, junto a los padres del chico, todavía faltaban cinco minutos para que el tren saliese de la estación pero también tenían que encontrar un compartimento que estuviera libre, la niña miro a su espalda allí seguía el lobo esperando que ella decidiese que hacer.
-Si no os dais prisa no vais a poder conseguir un compartimento- los niños se despidieron de sus padres, estos les entregaron dos jaulas, la del chico contenía un búho real y la de la chica contenía un pequeño gato negro.
Con cuidado de no mover mucho las jaulas avanzaron por el pasillo buscando donde poder sentarse, al cabo de unos minutos consiguieron encontrar un compartimento vacio. Con algo de esfuerzo, ya que ninguno llegaba bien a la cesta del equipaje, consiguieron poner allí las jaulas.
-¡Reena!- la joven miro hacia la puerta del compartimento, el recuerdo de su primer viaje en aquel tren la había atrapado tanto que no había oído ni siquiera la puerta- ¿Qué tal las vacacione?
-Bien, como cualquier año- Reena mira a la chica que se había lanzado contra ella, su largo pelo era moreno, sus ojos eran de un color miel y su piel era tan pálida como la nieve, detrás de ella venia su hermano gemelo- Hola Blaise, ¿Qué tal vuestras vacaciones?
-No te la vas a creer- la chica se sentó frente a ella- Estuvimos en Hawai, conocí a unos cuantos magos…tu ya me entiendes.
-Jessica, ¿pero a ti no te gusta Henry?- Reena miro a su amiga- Te recuerdo que el ultimo día de clase estuviste todo el día diciéndome que no ibas a poder estar todo el verano sin ver a Henry y eso que vivís cerca.
-Parece mentira que todavía no la conozcas- Blaise se había sentado junto a su hermana, el atractivo del chico todavía turbaba la mente de Reena- No te preocupes, todos se fueron espantados en cuanto supieron quien era.
-No hacia fatal dar ese detalle-La morena cruzo los brazos enfadada- Es por culpa de papá si no tuviese esa mala reputación, yo podría ligar sin ningún problema.
-Si tu padre no tuviese mala reputación, seria tu hermano quien ahuyentase a los chicos – La puerta del compartimento se abrió dejando pasar a un joven de pelo rubio platino y ojos grises.
-¡Draco!- Reena se tiro a abrazarle, no se habían podido ver en todo el verano, el chico le devolvió el abrazo- ¿Te parece bonito no haberme escrito?
-Estaba en Turquía y tú en mitad del océano- Draco se sentó a su lado- ¿Dónde está Moar?
-No me cambies de tema- Reena le miraba con el ceño fruncido- Estoy muy cabreada contigo, que lo sepas.
-Te he traído un regalo de Turquía, pero como veo que estas enfadada….- Con una gran sonrisa la chica se giro hacia él con las manos extendidas- Esta en el baúl cuando lleguemos te lo doy.
-Moar están en un vagón aparte, te recuerdo que ya no cabe aquí con nosotros- el rubio asintió- ¿Dónde están Crabbe y Goyle? Pensé que vendrían contigo.
-Ahora vendrán, por cierto tu pelo me está mirando- Draco señalo dos ojos verdes que le miraban desde el pelo de la chica- Deberías llevarla en la jaula
-Me da pena y además me pone esos ojitos…- Reena saco de su pelo un gato negro- Medianoche, Draco quiere que te meta en la jaula, mírale como me miras a mi cuando te digo eso- Los ojos del gato empezaron a brillan como si fuera a ponerse a llorar.
-Por Dios, que penita da- Jessica cogió al gato- Tú no estás hecha para estar metida en una jaula, eres como yo demasiado guapa para ello.
-Jessica te recuerdo que todavía tienes abuela- La puerta volvió a abrirse y por ella pasaron Crabbe, Goyle y un chico de pelo negro y ojos que eran de un azul oscuro profundo como la noche- Hola, ¿qué aventuras veraniegas tenemos para contar en este largo camino?
Después de dar cientos de vueltas en la cama la chica se levanto, todas en la habitación estaban durmiendo profundamente, pero a ella el recuerdo de los dementores en el tren no la dejaba dormir, sabía que tenían que estar en los alrededores del colegio por culpa de un asesino que se había escapado, pero aun así nunca le habían gustado esas criaturas, unos grandes ojos la miraban desde el borde de su cama, Reena acaricio la cabeza del gran lobo y se dirigió hacia la puerta.
-No puedes ir siempre que no puedas dormir- una voz en su cabeza la hizo girarse- Mejor dicho no puedes ir nunca.- Con una picara sonrisa la chica salió fuera de la habitación.
La sala común estaba oscura, la chimenea había sido apagada, seguramente por los elfos domésticos, aunque eso no era un problema para ella, se sabía el camino desde el primer año que había estado en Hogwarts, lo había recorrido un sinfín de veces. Con cuidado abrió la puerta del dormitorio, del interior salían unos fuertes ronquidos, sin hacer ningún ruido se acerco a la cama del fondo, el dosel estaba corrido, impidiendo ver el interior de la cama; la chica aparto el dosel y se introdujo en la cama.
-¿No puedes dormir?- Draco se giro hacia la recién llegada con los ojos medio cerrados.
-No…- Ella intento poner la mejor cara de pena que tenía, sabía que eso hacía que el rubio la dejase hacer lo que quisiera- Es que…
- Venga- el chico abrió la cama para que la del pelo azul se metiera- Ahora a dormir- paso su brazo por encima de la chica y antes de que esta pudiese decir nada ya se había vuelto a dormir.
