La pequeña campanilla sonó al abrirse la puerta de aquel sencillo establecimiento, camareras y camareros caminaban tan ágilmente como sus piernas se lo permitían dejando en el ambiente un agradable olor a dulces y a café recién hecho, el sitio era pequeño pero muy concurrido por los universitarios que salían de sus clases nocturnas, el negocio no podía estar yendo mejor.
"Sweet Home"
Por: Kaon-Sama
(Nanoha POV)
"Takamachi-San buen trabajo" El dueño me miro complacido mientras simplemente me sentaba exhausta en la primera silla que encontré en aquel ahora vació café, mirando como los demás hacían los últimos arreglos para cerrar el local.
"Nanoha-Chan, tenemos que salir rápido si es que queremos tomar el autobús"
"Ahh ¿como puedes tener tanta energía después de estar todo el día trabajando Hayate-Chan?"Me queje estirándome en la silla.
"Je, cuando te acostumbres no te cansaras tanto"
Yagami Hayate, la conocí desde que empecé a trabajar en este café y aunque tiene mi misma edad realmente parece ser una persona más centrada y confiable que yo…
No obstante, a pesar del poco tiempo de haber llegado a esta ciudad se ha convertido en mi mejor amiga, ella no habla mucho de si misma, es de aquellas personas que prefieren ayudar a los demás en vez de contar sus propias preocupaciones.
Sin embargo, realmente me gustaría que me contara mas a cerca de ella, hasta ahora lo único que se es que vive con algunas personas en una pequeña casa que le dejo su tío, pues sus padres murieron cuando ella aun era muy joven.
"Oh-Oh pronto será día de pago con esto ya tendré ahorrado lo suficiente para pagar el semestre" Exclamaste entusiasta mientras estirabas tu cansado cuerpo.
"Vaya parece que haz ahorrado muy bien, tal vez deberías hacerme un préstamo" Pregunte sutilmente.
"Ni hablar"
"Mou, algunas personas pueden ser muy tacañas…" Ambas reíamos como siempre lo hacíamos.
Nos despedimos y cada una tomo su respectivo autobús. Cada día Tokio se vuelve mas frió, las noches se vuelven mas solitarias al transcurrir las semanas, ya a pasado casi 4 meses desde que me fui de casa, no hay día que no me pregunte como estarán, ¿se preocuparan por mi? ¿Se preguntaran donde estoy?...quizás debería llamar mas seguido.
Llegue a mi departamento, no era tan grande pero era lo necesario para mantenerme cómoda y a demás el precio de esta era muy razonable, sin embargo trataba de evitar al casero, no me gusta como ronda por los pasillos esperando saludar a todas las chicas que llegan de sus trabajos, es un pervertido.
"Ya estoy en casa…" Dije al entrar "Oh" Reaccione sintiéndome tonta "Otra vez lo hice, je, debería dejar de decir eso cada vez que llego a casa, después de todo nadie me va a devolver el saludo"
Mi nombre es Takamachi Nanoha, 18 años, vivo en un desordenado pero cómodo departamento después de haberme ido de casa hace 4 meses tras de la muerte de mi madre, trabajo en la cafetería "Midori" con el único fin de ahorrar lo suficiente para ingresar a la universidad el próximo semestre.
Me tire a la cama totalmente agotada y programe mi despertador en el celular, era tan agotador vivir sola…a menudo deseaba tan solo quedarme dormida y no volver a despertar…
Por fin…no era un sueño, el día mas esperado…
"Aquí tiene Takamachi-san, la paga del mes, buen trabajo" Nunca aprecie tanto el dinero como lo hacia ahora, tal vez vivir sola me a hecho madurar un poco, por otro lado…
"Hayate-Chaaan" Cargaba orgullosa el pequeño sobre que contenía el fruto de mi trabajo, horas de estrés, sudor y mucho cansancio. "Muy bien, con esto ya tendremos suficiente para el examen de admisión y también para el primer semestre, ¿verdad?" Pues claro que si, ya estaba calculado todo, desde el primer día que me fui de casa y entre a trabajar en este establecimiento.
"Es verdad" Me sonreíste como siempre "Ahora solo falta el examen de admisión, dicen que es muy difícil entrar a la Universidad de Tokio"
"Mou, arruinaste mi buen humor" Ella rió divertida mientras me arrojaba un secador en la cara, cielos, era hora de trabajar de nuevo.
Pasaron las horas y cada vez había mas clientela, sentía lastima por los pobres camareros que tenían que correr de un lado a otro para atender todos los pedidos en el menor tiempo posible, aunque sinceramente hubiera preferido hacer eso que estar metida en la cocina, como envidiaba a Hayate-Chan, ella era la cajera y usualmente no se tenia que mover tanto como los demás.
"¿Nanoha-Chan…?" Me llamaste por la ventanilla de la cocina "¿Podrías darme un vaso con agua?"
Me acerque para darle lo que me estaba pidiendo y fue todo muy rápido, me quede mirando a una chica que estaba tomando café al frente de la ventanilla, tenia el cabello dorado brillante, piel blanca, era muy hermosa pero lo que me llamo la atención fueron el peculiar color de sus ojos, ¿Eran rojos? Nunca había visto un color de ojos así, me plantee la posibilidad de que fueran lentes de contacto aunque parecían muy naturales.
"Nanoha-Chan….el vaso, ¿me lo das?" Mi cuerpo se sacudió volviéndome a la realidad
"Ah…a-aquí tienes"
"Uhm, ¿Qué miras?" Preguntaste curiosa volteando la vista
"Aquella chica…" Comencé tratando de sonar lo mas casual posible "Tiene ojos muy peculiares… ¿crees que sean de contacto?"
"Oh ¿tu también lo notaste?" Reaccionaste emocionada "Yo también creí lo mismo pero cuando se acerco a cancelar su pedido me di cuenta que no tenia lentes de contacto, vaya… nunca había visto a alguien con ese color de ojos pero creo que son muy bonitos"
"Uh-Uhm" Asentí tratando de no mirar mucho al cliente ya que si se daba cuenta podría ser realmente vergonzoso, sin embargo aquella chica parecía muy concentrada en su lectura, curiosa agudice la vista y me fije que en el titulo del libro "Ingles Básico".
"¿Te interesa?" Preguntaste de golpe al notar que no apartaba la mirada
"¿EH?" Exclame exaltada.
"Últimamente la veo por aquí a la misma hora, creo que viene de aquel instituto que esta a unas cuadras del café, quizás se este preparando también para el examen de admisión" Comentaste sin darle mucha importancia.
"Ah…" Trate de sonar lo mas desinteresada posible, no obstante muy dentro de mi me preguntaba cual seria el nombre de aquella chica.
"¡Hey ustedes dos a trabajar!"
"waa… ¡si señor!"
Pasaron 8, 9, 10 días y cada vez me notaba mas pendiente de ella, era como dijo Hayate-Chan, a las 6 de la tarde usualmente llegaba, descubrí que prefería sentarse en una pequeña mesa que estaba en la esquina, nunca la vi conversar con nadie ni tampoco entrar con alguien mas, siempre estaba ensimismada en aquel libro, "
"Oh acaba de fruncir el ceño, parecer no a entendido algo" Me dije a mi misma, al cabo de unos momentos suspire en silencio sintiéndome la persona mas tonta del mundo y mire cierto punto en el vació…
"Demonios, me siento como una acosadora…" Sacudí mi cabeza tratando de concentrarme en lo que mas importaba ahora, dentro de poco estaría postulando para entrar a la universidad que tanto quería, no tenia tiempo para estar mirando caras bonitas… un momento, eso suena muy raro, cielos algunas veces me doy miedo yo misma…
(Fate POV)
Perezosamente abrí los ojos al escuchar la alarma de mi celular, quede mirando un rato el techo del oscuro cuarto tratando de despertarme completamente, me levante lentamente al cabo de unos minutos y mire aquella foto enmarcada que tenia desde hace un par de años.
"Buenos días madre, buenos días Alicia" salude como era de costumbre a aquel retrato mientras me decidí prepararme cualquier cosa para desayunar.
Mi nombre es Fate Testarossa, próximos a cumplir 18 años, me mude a Japón con mi padre desde que mis padres decidieron divorciarse, dejando a mi madre, Precia, y a mi hermana mayor, Alicia, en mi país natal. Sin embargo a pesar de los constantes suplicas de mi padre decidí vivir sola en un apartamento.
Día tras día repito la misma rutina, pues para mi tener una vida ordenada es lo primordial si es que quiero vivir sola, no quiero que nadie se preocupe por mi, ni que me compadezca, siempre he creído que puedo cuidar bien de mi sin ayuda de nadie pero solo un poco…extraño mi hogar, no obstante no puedo retractarme ahora, la relación con mi madre nunca fue tan buena como la que tenia ella con Alicia, en ese aspecto le envidiaba un poco pero también tengo que aceptar que tampoco considere mucho sus sentimientos cuando la deje por venir a Japón con mi padre.
El clima en Tokio esta empeorando cada día, pareciera que pudiera nevar en cualquier momento, felizmente mi instituto esta muy cerca de mi apartamento. Desde que llegue a Tokio mi única meta a sido estudiar una carrera en derecho, no puedo quejarme, prácticamente soy muy buena en todo lo que hago, matemáticas, deportes, ciencias, solo tengo un pequeño problema…
"Oh Testarossa-San no puedo creer que seas tan mala en Ingles"
Odio el ingles, ni siquiera se por que tantas personas se afanan tanto por aprender el dichoso idioma, es decir, estamos en Japón, deberían hablar japonés, así como en Italia se habla el Italiano. Diablos…miro mi examen de nuevo, no podía creerlo, se me daban muy bien los estudios, no obstante tenía 27 puntos de 100 en esta materia, no podía haber alguien peor en este salón….
"Ya falta pocas semanas para el examen de admisión" Me dije a mi misma mientras caminaba por las calles, en eso vi una librería, sin pensarlo mis pies me llevaron dentro de aquella tienda, realmente me gustan los libros, desde que era pequeña Lilith-San, quien era la persona que se encargaba de mi hermana y de mi siempre nos a inculcado cierto amor por la lectura, lo cual se lo agradezco ahora ya que tan pronto como ingrese estoy segura que pasare la mayoría de mi tiempo en la biblioteca, mi atención se fijo en otro libro…
"Ingles Básico" Musite para mi misma….tomado, pagado, envuelto y llevado, no lo dude ni un segundo, tenia que pasar ese examen como diera lugar y solo por que mala en algo no me iba a dar por vencida.
Satisfecha por mi compra decidí ir a casa nuevamente pero mis pies se pararon al sentir un agradable aroma al otro lado de la calle, una pequeña cafetería que al parecer era muy concurrida por los universitarios que salían de clases, me anime a ir un rato, posiblemente en ese lugar también podía echar un ojo a mi nuevo libro. Los días pasaron he ir a aquel sitio se volvió una costumbre para mi, continuamente saliendo de clases procuraba sentarme en el mismo sitio, el ambiente era muy acogedor, pronto aquel lugar se convirtió en mi sitio favorito.
Aunque…últimamente he sentido algo extraño.
"Que frió" Me queje temblando un poco, un pequeño escalofrió me había recorrido mi espalda, me empezaba a poner nerviosa, sentía que alguien me estaba mirando desde hace unos días pero ¿quien?, no lo sabia, disimulada observe a los alrededores, todos parecían estar demasiado ocupados en sus platicas.
"Quizás es mi imaginación…" trate de convencerme mientras volvía a concentrarme en aquel dichoso libro…
"diablos…" fruncí el seño irritada, no entendia nada de lo que trataba de leer, me equivoque al pensar que tan solo era mala, la verdad era que yo apestaba, si era buena para todo los demás ¿por que me resultaba tan difícil aprender unas cuantas palabras en ingles?
Deje de lado mis esfuerzos vanos por un momento y decidí disfrutar el poco café que me quedaba, mire de nuevo el lugar, si hicieran un segundo piso seguramente estaría lleno todos los días, tanto los clientes como los meseros parecían disfrutar el momento, aquella chica que estaba en la caja registradora también parecía divertirse atendiendo al publico, aunque ahora que lo recuerdo la primera vez que vine me quedo mirando fijamente, todavía me disgusta un poco cuando tratan de ver si es que llevo puesto lentes de contacto.
Suspire "¿Quien se pondría lentes de contacto color rojo?" Nunca me gusto resaltar mucho en mi apariencia, desde que era pequeña siempre me han estado fastidiando por ello, de todas las cosas que me han dicho creo que la mas graciosa fue cuando un niño me dijo que tenia los ojos como el demonio de su historieta.
De pronto sentí como el celular sonaba dentro de mi chaqueta "Diga….si soy yo…esta bien iré a recogerlo mañana, gracias" Vaya, por fin han logrado reparar el auto, era algo agotador tener que usar el autobús todos los días y mas aun cuando tenia que hacer las compras. Por lo menos esta semana no ha sido tan mala como pensé…
Llego el viernes, me levante un poco más temprano para ir al taller de autos, ese día recibí una llamada de mi hermana, no hablaba con ella desde hace semanas, me puso de buen humor aunque como era de costumbre trataba de convencerme a que volviera a casa, hace alguna tiempo no le hubiera costado tanto trabajo convencerme, no obstante ahora era diferente, tenia planes y no me gustaba retractarme de lo que decidía.
"Vaya, si que eres obstinada" Eso era lo que usualmente me decía cada vez que le rechazaba.
"Tu también lo eres por insistir tanto" Me defendí
"Por cierto, dentro de dos semanas se celebra algo muy importante para mi" mencionaste inocentonamente.
"Lo se, es tu cumpleaños"
"¡El tuyo también!" me reprochaste, seguro estarías haciendo unos de tus típicos pucheros detrás del teléfono, cielos, a veces me costaba pensar que fueras mi hermana mayor.
"Ciertamente no estoy muy emocionada, supongo que la pasare estudiando"
"¿Desde cuando eres tan amargada?" Me preguntaste en un tono más severo.
"¿amargada?" Repetí ofendida "Vamos no te pongas así, estaba pensando ir a visitarlas cuando termine el examen de admisión, quizás podríamos salir para celebrar"
"¿En serio? Seguro que kaa-San se pondrá feliz también"
"Je, claro…" mi respuesta mas bien parecía un susurro, a la misma vez me preguntaba si en verdad le causaría felicidad volverme a ver después de lo ocurrido, escuche un pequeño sobresalto a través del teléfono, percibí como la voz de una mujer llamaba a Alicia desde el otro lado del teléfono, mi cuerpo se estremeció al reconocer la voz de mi madre. "E-esto, Alicia tengo algo que hacer, nos vemos luego"
"Oh, a-ah si, llamare luego, cuídate"
"Si…" Colgué.
Mi día a partir de esa llamada transcurrió como de costumbre, me sentí aliviada al tener nuevamente transporte, usualmente no verías a una chica de 18 años conduciendo, pero el transporte publico realmente me parecía demasiado incomodo para ir y venir todos los días del instituto y demás lugares. Agarre mi maleta y Salí del departamento no antes sin voltear a ver de reojo aquel gran departamento que ahora se encontraría vació.
Hace un par de semanas que el automóvil no funcionaba como quería, Nunca fui muy buena en cuestiones de mecánica lo único que se es que aquella vez casi termino estrellándome a una cuadra del mi hogar. El hombre que ofreció reparar mi auto era un hombre que quizás no tendría mas de 30 años aunque parecía muy serio en su trabajo, su nombre es Vice.
"¿Qué tenia?" Pregunte observando el automóvil
"Eran los frenos"
"De eso ya me di cuenta el día que casi me estrello contra un muro" Solté ácidamente deseando que me diera mas explicaciones de lo que había pasado.
El hombre se tenso un poco "Tuve que cambiar algunos cables, supongo que ahora debe estar bien pero si le vez alguna falla tráelo al taller"
"uhm-nm," asentí mientras me introducía en el transporte, unos minutos mas tarde todo parecía bien, doblaba las esquinas como siempre, la velocidad también era normal, a la hora de frenar igualmente lo hacia con eficiencia, quizás era hora de ir un poco mas rápido…
(Nanoha POV)
"Date prisa, Hayate-Chan" Genial, viernes por la tarde, cuanto había esperado el fin de semana, no mas trabajo, podría dormir hasta la hora que quisiera….suspire….igual daba, no era que tuviera algo realmente importante para hacer, la verdad seria un poco aburrido pero quería pensar lo mas positivo que pudiese
"¿que pasa? Te vez algo desanimada"
"Eh? No, para nada, estoy bien solo estaba pensando que podía hacer este fin de semana"
"Uhm ¿por que no salimos algún lado?" Mire por unos momentos tu sonriente cara, creo que al final siempre sabes que cosa decir en el momento mas oportuno ¿verdad Hayate-Chan?...
"Claro, no creo que haga mal, a demás nos acaban de pagar, ne?"
"Procura no gastártelo todo antes de tiempo" Reímos despreocupadamente mientras cruzábamos la pista para llegar a esperar por el autobús. Sin embargo antes de llegar sentí como mi brazo era jalado bruscamente haciendo que casi perdiera el equilibrio, cuando me di cuenta había un sujeto corriendo de prisa teniendo en la mano nada más y nada menos que mi cartera.
"Nanoha-chan, ¿estas bien?" Preguntaste alarmada mientras me quedaba mirando pasmada todavía aquel sujeto.
Me pare y Salí corriendo tras de el lo mas rápido posible, en mi cartera estaba….estaba una buena cantidad de mi paga, si no lo recuperaba quizás no podría solventar mis gastos del mes, diablos, solo escuchaba los gritos de Hayate-Chan detrás de mi mientras ambas corrimos tratando de divisar al tipo que se le había ocurrido robarle a la chica equivocada, agradecí que en el instituto fuera buena en los deportes, corrí lo mas rápido que pude.
"¡Ladrón!" Grite a todo pulmón, mientras aquel sujeto volteaba asustado a ver que todavía no se había librado de mi, repentinamente una maleta voladora aterrizo en su cara haciendo que este caiga, pare de inmediato y voltee a ver de quien había sido.
"Mou, Arisa-Chan eso fue peligroso" escuche decir desde unos pocos pasos de mi salvadora.
"A escoria como esta no debería tenerle compasión alguna" Refunfuño la otra volteando la cara haciendo un puchero.
"wow gracias" Agradecí algo sorprendida aun. Camine lo mas apresuradamente para cruzar la pista, pero pare al escuchar un claxon sonar, ¿había cruzado cuando la luz estaba en rojo? Estaba tan aturdida que ni siquiera me fije ya que aquella calle no era muy concurrida y tampoco muy grande.
Los sonidos desaparecieron mientras veía aquella luz resplandeciente acercarse a mi, eso fue lo único que recordé en aquel momento.
"Okaa-san…" Susurre mientras veía a mis hermanos llorar y a mi padre bajar la mirada, apretaba tanto los puños que pensé que podría lastimarse en cualquier momento, me sentí desconcertada, como si mi mente tratara de procesar lo que había pasado, me acerque unos pasos mas para ver en el interior del aquella gran caja de madera…y acerque mas y mas…
"Nanoha…" Escuche el doloroso llamado de mi hermana, no obstante mi mente estaba enfocada en aquel ataúd, llegue y mis ojos se tentaron para mirar adentro y así lo hice, mi corazón dejo de latir en ese mismo instante.
"¡Ah!" Abrí los ojos sobresaltada y me pase las manos sobre mi rostro que estaba empapado por sudor frió, otra vez había tenido el mismo sueño… mi cuerpo se estremeció y levante la mirada "Pero… ¿Dónde…?" Antes que me pudiera preguntar nada escuche la puerta abrirse.
"¡Nanoha-Chan!" Escuche mi nombre y voltee a ver, sin comprenderlo aun muy bien Hayate estaba abrazándome y temblando al mismo tiempo…. ¿Por que estaba temblando?...mire un poco aturdida atrás de ella, habían 2 chicas mas, una tenia una mirada preocupada y la otra parecía muy molesta por alguna razón.
"Oh, tu eres…" Mire detenidamente aquel rostro y recordé que era la misma chica que había detenido al ladrón antes de….antes de…. "Ouch" me queje al sentir un terrible dolor en mi pierna izquierda, gire la cabeza de nuevo y al destaparme me di cuenta que estaba enyesado.
"Te fracturaste la pierna después de ser atropellada" Soltó aquella rubia de cabello corto acercándose mas a la cama.
"¿A-atropellada?"
"Mou, Nanoha-Chan lo que hiciste fue peligroso, me asuste mucho, debes tener mas cuidado" Me regaño Hayate, no recordaba nada pero sentía como todo el cuerpo me dolía.
"Pero que…"
"Haz estado inconsciente 3 días desde entonces" Me comunico Hayate volviéndome a echar en la cama.
"Oh entiendo, ¿cuando me darán de alta? tengo que…"
"No iras a trabajar en estas condiciones" Me corto Hayate poniéndome el dedo en los labios para que no hablara mas.
"Pero tu sabes que tengo que hacerlo, esas cuentas no se pagan solas" Insistí mas, aunque verdaderamente sentía que el cuerpo no aguantaría hacer tantos movimientos.
"Oi Oi, de eso no te preocupes" Volvió a hablar aquella rubia.
"Esto…ustedes son…."
"Ah ellas son Arisa-Chan y Suzuka-Chan, creo que te acuerdas de ellas, Arisa-Chan pudo detener al ladrón que te robo la cartera, por cierto no te preocupes por ello aquí la tengo" Informaste alegre levantando la mano derecha dejando ver mi bolso, al menos por una parte me encontraba mas aliviada, no obstante mis preocupaciones comenzarían a partir de ahora, ¿que haría? ¿Como podría mantenerme si ni siquiera podía trabajar?
"Esto…como te decía…" Arisa se claro la garganta para poder hablar de nuevo, pero fue interrumpida nuevamente al sentir la puerta abrirse nuevamente.
"Disculpen" Oh dios mío no podía creer lo que veían mis ojos, eras tu. "Mi nombre es Fate Testarossa" Te presentaste formalmente haciendo una pequeña reverencia, levantaste el rostro y me miraste de una forma extraña.
Al notar que nadie hablaba Arisa tomo la palabra "Ella fue la que estaba en el auto aquel día" No se cuantos segundos le habrá tomado a mi cerebro asimilar la reciente noticia, Testarossa-San quedo observándome seriamente y después bajo su mirada hasta situarse en mi pierna fracturada. "De todas maneras, afortunadamente la situación no es grave" Agrego esta.
Después de un breve silencio Hayate se aclaro la garganta mirando a la rubia de reojo, esta aun parecía lo bastante perturbada como para reaccionar como usualmente lo haría "Como sea…" abrió de nuevo la conversación "Esta fuera de discusión dejarte sola en tu apartamento hasta que tu pierna sane totalmente, tu sabes que siempre estaré para ayudarte en todo, sin embargo, mi situación actual no es tan buena"
"Umnn" Asentí sabiendo que había varias personas viviendo en la casa de Hayate o por lo menos eso me había comentado hace un tiempo.
"Así que…Testarossa-San se encargara de ti hasta que puedas reponerte"
"¿ah?" Fue lo único que salio de mis labios
"Ya me encargue de tus cosas, te visitare todos los días saliendo del trabajo, ¿vale?" Apresuraste a decir mirando un tanto nerviosa a cierto punto en el techo.
Paso un tiempo para que todas se despidiera no antes deseándome que me recuperara pronto, no estaba totalmente segura de que había sucedido ni lo pasaría en adelante, mi cabeza quedo paralizada absorta en mis propios pensamientos. Hace unos días solo me preocupaba por poder mantenerme a mi misma, disfrutaba de mi trabajo y ahora estaba tirada en la cama de un hospital sin poder moverme y a punto de irme a vivir con una persona desconocida.
Cerré mis ojos y me pregunte que clase de persona seria Testarossa-San, inseguridad y a la misma vez emoción que sentía hacían que mi corazón se agitara.
Las luces del pasillo por fin se apagaron dejándome en plena oscuridad, aquel olor a medicina apareció con mas fuerza o eso quizás me pareció "Odio este olor…" Fue mi última queja antes de quedarme dormida.
-
-
-
Notas de la Autora:
Hola a todos, a los que se tomaron la molestia de leer este capitulo se les agradece mucho, no había tenido tiempo para dedicarme a un Fic desde hace ya varios meses, espero que les haya gustado esta historia, el nombre lo saque de un Doujin NanoFate que me gusto mucho y aunque la pareja como todos suponen es NanohaxFate también incluiré otras, quizás hasta ponga AliciaxNanohaxFate XD.
Cualquier recomendación o crítica constructiva para la elaboración de este fic serán siempre bienvenidas a demás de darme motivación para seguir con esta historia pues carezco de tiempo para escribirla. (Súbanme la moral). Finalmente agradecimientos a BPHaru y a todas las demás personas que ayudaron a traducir y editar aquel fic que tanto me gusto. (No puedo esperar a leer "Chu!" :3 )
