Capítulo 1 "Cómo te conocí."

Dazai Osamu, parte de la compañía armada de detectives. Es conocido por sus habilidades y facilidad para descubrir la verdad de muchos tipos de casos a temprana edad. Es soltero y popular entre las damas además de ser muy joven y apuesto.

Sin duda este hombre tiene la vida resuelta y entre los chicos de la agencia se apostaba por cuando buscaría una mujer y como seria. Algunos apostaban a que sería multimillonaria, otros a que sería una modelo, hubo incluso los que lo veían con más de una mujer a su lado. Pero en el caso de Dazai nunca se vio casado, claro que se había relacionado con algunas mujeres en el pasado pero, en realidad, ninguna había logrado captar su atención en una forma muy especial.

Él es más de cometer suicidio doble con la indicada además.

Si hablábamos de niños, Dazai nunca espero o tuvo ganas de tener alguno, no le gustaba la gente que no podía cuidar de sí mismo, además de que él no era alguien muy responsable y no quería ser la causa de muerte de un niño. Así que Dazai tenía la esperanza de nunca llegar a tener ninguno, trataba de alejarse de esa parte de la vida de un ser humano.

Entonces...

¿Qué estaba haciendo con un niño en sus brazos mientras esperaba a que llegara su superior?

Pues ni él lo sabía, esa tarde había sido un poco complicada. Ocurrió una explosión cerca de una fábrica. Fue causada por alguien de la Port Mafia en un conflicto que tuvieron con unos proveedores suyos. La pelea continuaba y al ser el castaño el único miembro de la compañía que estaba cerca del lugar tuvo que ir, pronto llegarían los refuerzos, sólo tenía que aguardar a que llegaran más personas de la agencia.

El causante de las continuas explosiones era un tipo con una habilidad. Parecía, por lo que podía ver Dazai, que podía causar explosiones a cierto parámetro de él.

Dazai tenía que acercarse a él para evitar que dejara de usar su habilidad, el problema era que se encargaba de que nadie pudiera acercarse lo más mínimo, ya que cada vez que los policías lo intentaban estos eran enviados o directamente lastimados seriamente con una explosión considerable.

Y el caso era urgente, el conflicto había sucedido durante una hora donde gran cantidad de personas se encontraban realizando sus actividades diarias, por lo que el castaño no podía hacer lo que quisiera a sus anchas, ya que la seguridad de los civiles era primero. El otro problema era que había muchos heridos en las calles pero los servicios de seguridad no podían hacer nada si las explosiones no paraban. Así que tenía que apresurarse a actuar.

Busco con su mirada un lugar por el cual poder acercarse a él. Encontró que cerca había un pequeño edificio aun lado de él, lo rodeo y entro por la parte trasera de éste. Cuando llego al frente se asomó con cuidado de no ser visto, pudo ver que estaba en una buena posición así que al ver llegar a su primer aliado sabía que sería más que suficiente.

Cuando Tanizaki visualizo a su compañero comprendió lo que buscaba. Él se encargó de llamar la atención del atacante, después de compartir un dialogo con la mera finalidad de conseguir tiempo, finalizo su plan cuando uso su habilidad para que así comenzará a caer nieve lentamente, logrando confundir al de las explosiones.

Lo que él no sabía era que esa nieve ligera se encargaba de ocultar a su compañero él cual con suma facilidad logro llegar a donde estaba y con simplicidad toco su hombro mientras lo empujaba contra el piso evitando así que se moviera y aun cuando este trato de soltarse o alejarse no pudo gracias a la habilidad del otro.

Al final los policías lograron acercarse y ponerle esposas al criminal, Dazai felicito al Tanizaki mayor por su excelente actuación. Después Tanizaki recibió una llamada y tuvo que retirase de ahí.

Entonces fue cuando el detective decidió que había hecho suficiente trabajo por hoy. Comenzó a caminar por lugar, observando como los paramédicos y otros civiles buscaban a heridos y tristemente a cadáveres de entre los escombros. Él pasaba por entre esas personas, intentando salir a otra calle para así irse a su casa a descansar del largo día de trabajo cuando donde ya había pasado oyó un quejido. El volteo curioso buscando lo que lo provoco y observo a una desafortunada mujer, bastante linda con un lindo vestido color melón, cabello grisáceo y largo, su cuerpo era delgado, además de tener la piel muy pálida y ojos de un tono miel anaranjado, muy bellos de verdad. Incluso Dazai hubiera querido cometer suicidio doble con ella. De no ser porque ese lindo vestido con encaje que llevaba tenía una gran mancha roja en la parte del abdomen.

Ella estaba a punto de morir.

Con sólo observarla pudo saberlo, la herida era visiblemente grave y sería difícil que sobreviviera a algo así, se acercó a ella, al mismo tiempo que llamo a un paramédico cercano, ambos vinieron corriendo observando a la mujer en un deplorable estado. Comenzaron a llegar más y a hacer un montón de cosas entre tres personas mientras que otras iban por una camilla. A Dazai nunca le gusto que una mujer muera a tan temprana edad, sí, él se intentaba suicidar casi a diario, pero eso no significaba que una mujer en plena edad para vivir muriera sin ser su culpa y por supuesto saber la causa era algo simplemente desgarrador.

Él se acercó y se posiciono a un lado de la desconocida mujer, la miro y ella con su moribunda mirada trataba de decir algo, Dazai lo sabía, no podía mover la boca pero trataba de moverla con desesperación, su mirada esperaba algo del castaño y este no sabía que, algo consternado vio a la chica pedir ayuda con sus ojos, Dazai había tenido la desdicha de ver morir a mucha gente, más en su antiguo trabajo que en este, pero ese no era el tema. Había aprendido a saber cuándo algo andaba mal.

Bajo la mirada y observo su mano, ella señalaba algo, Dazai volteo a verlo al momento en que tomaba su mano lentamente entre la suya. Era un edificio cercano, una antigua bodega de una fábrica que había cerrado hace tiempo.

Al momento supo que era eso lo que había estado buscando, él asintió mientras soltaba su mano y dejaba que los paramédicos siguieran con lo suyo. Sólo observo a la mujer cerrar esos ojos con algo de paz por fin, decidió entrar al edificio que mantenía mesas y mantas, él miraba a su alrededor, con la esperanza de encontrar lo que sea que la mujer quería que encontrará, camino y paso por una pared, escuchando un ruido...

"Mierda, dime que no es lo que creo". Se dijo a si mismo comenzando a correr a esa dirección; conforme más se acercaba más claro se oía el sonido.

Cuando se acercó lo suficiente para saber que era, se encontró con unas sábanas sobre lo que parecía ser un ser vivo. Claramente un ser humano, si queríamos ser exactos. Dazai quito las sabanas que lo envolvían observándolo.

Un bultito pequeño que no paraba de llorar, tal vez meses o incluso un año, no lo sabía. Su cabello como era de esperarse era de un tono similar a la mujer antes vista, grisáceo tirando a blanco, su piel era blanca incluso más que la señora anterior y no paraba de temblar. Dazai tomo la manta junto con el bultito ruidoso y lo coloco entre sus brazos. Lo movió un poco de forma lenta logrando que este bajara el sonido poco a poco.

Lo miro y, aun cargándolo, salió de ahí. Cuando ya estaba afuera del local se dedicó a buscar a la mujer de antes pero esta ya no estaba, donde antes la buscaría ahora sólo había una mancha de sangre. Suspiro y sentó en una banqueta cerca del incidente. Incluso él no sabía que acontecería, así que lo cargaría mientras espera a Fukuzawa. Para saber cómo contactar a los familiares del pequeño niño que sus brazos cargaban con facilidad mientras este permanecía dormido.

Una vez su jefe llego éste lo recibió con una extraña mirada y no sólo él si no que varios de sus compañeros aprovecharon para burlarse de su situación.

Dazai se encargó de explicarle a su superior lo sucedido y él después de haber escuchado toda su historia tomó cartas en el asunto y en un par de minutos la información de ella y sus relaciones estaban disponibles para ellos.

Ese era un trabajo que perfectamente podía hacer el castaño prefirió irse por el camino legal.

El niño de cabello grisáceo llevaba como nombre Nakajima Atsushi. Era el primer hijo de una familia primeriza, lamentablemente su padre trabajaba en el extranjero y en una visita a su familia, el avión en que abordaba tuvo un mal aterrizaje y no se pudo hacer nada para salvarlo. No había más familia cercana que pudiera hacer de cargo del pequeño, solo quedaba la madre.

Llevaron al bebé al hospital donde la madre se encontraba, después de que se hicieran los trámites necesarios el bebé fue llevado a una guardería en donde cuidarán de él hasta que la madre pueda irse o un tutor se lo lleve.

Y la verdad todo estaba perdido. Nunca lo dijeron en voz alta, pero lo sabían. La madre no tenía salvación alguna, había sido un milagro que haya sobrevivido más de un día. Aun así la esperanza de todos se mantenía en que se recuperada de esa herida mortal.

A la mañana siguiente falleció, a las 7:56 de la mañana.

Dazai aún no la gustaba la idea de que una mujer tan joven haya muerto y más dejando un bebé. Pero volviendo a la realidad ya había todo lo que, como servidor público, podía hacer.

Ahora tenía que irse de ahí, así que bajo las escaleras buscando la salida, pero esta pasaba por el área de maternidad. Fue entonces cuando de nuevo escucho su nombre.

Era una linda enfermera que conoció al momento de dejar al niño en la guardería.

-Podría ayudarme con el bebé. Es que no deja de llorar y tengo que alimentarlo. –dijo ella con Nakajima entre su manos, claramente el bebé no paraba de llorar.

-Te equivocas yo –trato de explicar el moreno, que no tenía relación con el pequeño.

-Sólo tiene que cargarlo.

Y si una linda enfermera como lo era Scarlet se lo pedía, ¿Cómo él podría negarse?

Tomó bebé entre lo sus brazos y lo posicionó cerca de su pecho. Lo movió un poco y lento mientras que él dejaba de llorar.

- Gracias. Déjeme acercarle la mamila, la verdad es que no ha comido desde ayer. Pero es que no había parado de llorar. -Comentó mientras ponía una mamila entre las manos del bebé.

- mmm. -fue lo único que comentó antes de ver como el pequeño tomaba la botella con manos débiles y abría la boca para tomar el líquido. Por fin Dazai podía ver una cualidad más de él.

Sus ojos.

Era la primera vez para Dazai que los veía, todas las veces que lo estuvo cerca de él, estaba llorando o durmiendo. Pero en verdad eran preciosos. Dorados con violeta, brillaban de una forma inexplicable y maravillosa. Además de que eran preciosamente grandes llenos de vida e inocencia, como cualquier niño pequeño. Simplemente le encanto su mirada.

Pero, al final Dazai regreso a su casa.

Al día siguiente Dazai fue a su trabajo como era común. Cuando llegó y después de hacer un poco de las actividades laborales de ese día, fue llamado por su jefe. Eso era raro, así que extrañado se dirigió hacia donde éste se encontraba.

Una vez entró, Fukuzawa lanzo un sobre en el escritorio junto a un montón de libros y libreta. Dazai lo observó analizándolo y volteo a ver a su jefe.

- Entonces, ¿ya decidiste? –pregunto el presidente, mirándolo con serios ojos.

- ¿Decidir qué? -contestó simplemente, ignorando la mirada anterior, pero de verdad no sabía a que se refería.

- Tal parece que eres una opción para cuidar del niño.

- ¿El niño? ¿A qué te refieres? –el suicida desconocía toda esta información.

- Aquella mujer, antes de morir, despertó y pidió dos cosas al notario que se encargó de su caso.

- ¿Cuáles?

- La verdad no lo sé, pero sé que adentro de ese sobre hay cosas que se dirigen a ti, no lo he revisado. -El moreno lo miro aun procesando la información-. Puedes elegir lo que quieras, nada de esto es tu responsabilidad, pero, pase lo que pase aquí en la agencia te apoyaremos. Lo sabes.

Después de un momento de silencio entre los dos Dazai miro al sobre de nuevo.

- Gracias. -El mayor asintió en respuesta.

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El sobre no contenía muchas cosas, una carta escrita por el notario con las palabras de ella, además de una apta de adopción.

La carta era un agradecimiento...

"La verdad no sé cómo agradecerle lo que ha hecho por mí, me lo han contado, que gracias a usted Nakajima está bien, no sabe hasta qué punto se lo agradezco.

No sé por qué deje a mi bebé allá, escuché la explosión y pues, lo hice por inercia. No sé qué hubiera hecho de fuera porque tú apareciste. Tenía mucho miedo de que no lo encontraran después de que me hayan atacado, de verdad…

Esta experiencia me enseña muchas cosas. Agradezco a la vida, a dios y a todos en la agencia armada de detectives. Antes nunca atendí porque Japón tenía una fuerza como esa, me parecía completamente innecesaria, ahora comprendo que es fundamental. Me salvaron a mí, a mi hijo y muchas personas más. Sigan así..."

Y una petición...

"Conozco mi situación, sé que estoy a punto de morir.

Y la verdad también sé que no hay nadie que pueda hacerse cargo de mi hijo. Su padre murió hace 5 meses y no hay familia cercana que pudiera hacerse cargo de él. Mis padres y como los de mi marido murieron hace mucho, además ambos somos hijos únicos, lamentablemente conveniente.

No puedo pedirle que se haga cargo y tampoco lo haré. Pero, si me dejará ser egoísta por última vez, quisiera pediré un último favor..."

Así que Dazai ya no sabía qué hacer, el acta de adopción no la había mandado la mujer. Si no el notario, ya que Dazai era una opción para adoptar a Atsushi.

Miro al papel, en realidad no sabía que sería de Atsushi, tal vez tendría que ir a ver a este señor... sólo para asegurarse.

Dazai entró a la sala de maternidad con permiso de Scarlet, se dirigió a la cuna donde se encontraba Atsushi, estaba dormido y moviéndose, era como si estuviera soñando con algo malo, su respiración era acelerada y su cara estaba arrugada, de pronto comenzó a llorar despertándose. Quitándose la cobija mientras pataleaba, el moreno se acercó tomando un peluche de tigre que estaba en una canasta y se sentó a su lado mostrándole el peluche.

Lo alejaba y lo acercaba haciéndolo bailar, eso atrajo la atención del niño que había dejado de llorar para ver curioso al tigre. Dazai lo acercó a su cuerpo fingiendo un ataque, para después alejarlo y volver a bailar a peluche. Atsushi quien primero se había asustado por el ataque al ver que en realidad no le había pasado nada comenzó a reír, tratando de alcanzar al tigre.

Dazai sonrió por eso.

-Veo que le ha tomado cariño-. Dijo a quien estaba esperando Dazai.

El castaño se puso serio a la vez que volteaba a ver a señor que acababa de llegar. Dejo en el poder de Nakajima el peluche, el bebé comenzó a abrazarlo, viendo con curiosidad la mirada del mayor.

- ¿Qué significa esto? -dijo lanzando un sobre a la mesa.

- Las últimas palabras de una madre.

- Me refiero al acta de adopción, ella dijo en la carta que no me pediría que me hiciera cargo del bebé -Explicó.

- Esa no es su petición, es mía.

- Y usted quien es como para pedirme algo como eso.

- Sólo, después de escuchar a la señora Atsushi hablar de esa manera sobre alguien, creí que usted, Dazai-san, era el indicado para cuidar de su hijo. –concluyo.

- Y, si tanto quiere que alguien se haga cargo, ¿por qué no lo cuida usted?

- ¿Yo? -sonrió un poco-. Estoy viejo, cansado, no tengo las condiciones para tener un bebé.

- ¿Y qué te hace creer que yo tengo las condiciones necesarias para cuidar de un niño?

- Las tiene. Dinero, edad y la capacidad.

Dazai se le quedo viendo mientras miraba a Atsushi que a su vez los miraba curioso.

- ¿Qué le pasará si no viene conmigo? -pregunto el castaño.

- Irá a un orfanato, uno alejado hacia al norte, esperando a que alguien quiera adoptarlo. Pero siendo sincero ese es el escenario es al que le más temo.

- ¿Un orfanato? -pregunto irónico.

- Así es Dazai-san, usted tiene una habilidad especial, ¿creo qué sabe a lo que me refiero?

- ¿Habilidad especial?

- Por supuesto, él pequeño tiene genes por parte de su familia paterna para desarrollar algún poder. Lo que me preocupa es que si llega a tener algo que no pueda controlar en lugar de ser un don será su pesadilla. No sería el primero ni el último niño en ser abusado tanto física como psicológicamente por tener un poder dentro de un orfanato -Realizó una pequeña pausa-. Y la verdad si le soy sincero Dazai-san, llegue a pensar que tal vez, si llega a tener algún don, con usted podría tal vez aprender y crecer bien bajo sus enseñanzas...

Después de lo último dicho lo el señor la sala quedó en silencio, Dazai miro por última vez a Atsushi antes de levantarse para dirigirse a la salida.

- Dentro del sobre esta la acta firmada, ¿sólo se necesita eso? -pregunto el moreno antes de salir.

- Po-por supuesto, yo me encargo de los otros trámites, mañana podrá recoger a Nakajima.

Dazai asintió.

- Gracias.

¡Hola! Esta vez vine con una historia de Bungou Stray Dogs, un anime maravilloso del que pronto habrá una tercera temporada. Me hace muy feliz, la verdad es que esto me llego en la necesidad de ver cuidar a Dazai de un niño y ver si sobrevive en el intento. Así que lo siento Atsushi, sabes que te amo c;

Bueno durante esta historia verán como Atsushi crece, va aprendiendo cosas básicas de la vida con muchos otros personajes. Además de enseñarle a Dazai muchas otras. No creo que llegue a tener un transfondo enorme, así que si estas buscando una historia así, no creo que este sea el lugar. Si en vez de eso, quieres leer algo calmado y lindo para pasar el rato, con lindas, pequeñas pero importantes lecciones de vida, creo que te gustara esto.