DISCLAIMER: Naruto no me pertenece.
-HYUUGA O UCHIHA-
I- Miedo
-¡¿Pero qué demonios le hiciste a Sakura-chan?! -gritó furioso Naruto, abrazando el cuerpo inconsciente de la Haruno, y cayendo próximamente de rodillas al suelo, con ella en brazos- ¿Por qué también tú la lastimas?
-Déjame ex…
-¿Estás loco, o qué? -le interrumpió el rubio, cuando de sus ojos comenzaron a emanar lágrimas de ira.
-Es un Genjutsu, Naruto. No la lastimé… -el Uzumaki entonces lo miró impresionado, y aún sin comprender- Está en una alucinación.
-¿Qué pretendes con eso? -preguntó intentando tranquilizarse, más seguía viéndolo con el mismo desprecio. Porque nadie tocaba a su mejor amiga, por nada del mundo. No mientras él pudiera evitarlo- ¿¡Qué pretendes te digo!? -gritó, tras varios e interminables minutos, en los que el Hyuuga no le contestó.
-Quiero saber… si ella… si Sakura, sigue queriendo al Uchiha… -Neji no se conocía ni a si mismo, por primera vez en su vida, sentía que su cuerpo temblaba por no poder explicar algo que parecía tan simple- Imaginará que él regresa y…
-¿Estás bromeando verdad? -dijo Naruto- ¡Para Sakura, Sasuke está muerto! ¡¿Y si despierta, y de verdad cree que regresó?! -le cuestionó totalmente fuera de si.
-Naruto… no quiero que se case conmigo… sólo porque él no está…
-¿De verdad crees eso? -preguntó seriamente el rubio, y odió muy en el fondo de su corazón a Neji por ser tan idiota- ¿Crees que ella no te ama?
-No lo sé… -respondió el Hyuuga, y volvió a mirar a su pelirrosa en brazos de Naruto, notando como una de las lágrimas del muchacho, caía libremente en el rostro de la Haruno- Pero es la única manera… -susurró- De saber si ella va a ser… feliz a mi lado.
Miedo, ese sentimiento extraño inundaba su pecho. No importaba que hiciese, desde que una de sus pesadillas sembró la duda… la duda de su amor por él, no pudo evitar sentir que la perdería.
La amaba, de todas las formas humanas y posibles. Sakura era su vida. Era la única por lo que todo tenía sentido. Por eso lo hacía. Y moriría… moriría si ella quisiera más al renegado Uchiha, que a él.
Por eso todo tenía que acabar hoy. Porque mañana, ya no habría marcha atrás…
-¿Cómo sabrás?
-Cuando despierte lo sabré -contestó Neji, mirando tristemente la cara pálida de la mujer que amaba, como también así su sonrisa extinta, y en esos hermosos ojos esmeraldas el rastro de una lágrima.
-
-
Aspiró profundo conteniendo los nervios, y por fin se digno a abrir los ojos. Mientras que con una nueva sonrisa, se vio por primera vez ese día frente al gran espejo de la modista, observando de arriba a abajo su vestido de novia, el cuál consistía en un strapless de seda blanca, decorado con hebras de plata pura que formaban pétalos de cerezo, y la falda corta en el frente, por lo que a pedido, orden y/o reclamo de Hiashi Hyuuga y su esposa, fue alargada hasta el suelo en la parte de atrás.
Sonrió maravillada, como lo hacía desde que comenzaron a hacérselo. Era hermoso, simplemente perfecto y carísimo -Cortesía del Clan Hyuuga, por supuesto-
Miró entonces su cabello rosa, el cuál estaba completamente recogido, a excepción de su flequillo, en un rodete, cubierto a su vez por el no tan largo velo de novia. Mientras descendía su vista a sus mejillas sonrojadas, vio en el reflejo del espejo sus ojos delineados con negro y plata, y sus labios carmines, marcando cada fracción de su rostro.
Como últimos detalles, un hermoso collar de perlas, un par de aros que hacían juego con el collar, su anillo de compromiso, y… el ramo de rosas rosas y cerezos.
Perfecta
-Sakura… -murmuró alguien a su espalda, haciendo que la pelirrosa girará para mirar a dicha persona- Eres la primera en dar el gran paso, frentona… ¡Te felicito! -gritó la rubia, conteniendo sus propios nervios abrazando a su mejor amiga.
-Sakura… -la llamó alguien más, pero ella jamás pensó en girar su rostro, y encontrar a su futuro marido allí, con una mirada de dolor en su rostro.
-¡Neji! -gritó la Haruno sorprendiéndose, y escondió con su chaqueta de Jounnin lo más que pudo su vestido de novia.
-¡No puedes verla! -le reprochó Ino, ocultando a la pelirrosa tras de ella.
-Es importante que… Sakura, tengo que decirte algo… -la grave expresión en su rostro preocupado, la perturbó.
-¿Qué pasa, Neji? -preguntó ella evadiendo a la Yamanaka, quién aún seguía preocupada con que el moreno no la viera con el blanco vestido puesto.
El Hyuuga inhaló profundamente, y respondió- Él regresó…
-¿Qué? -Neji solo asintió confirmando sus palabras.
Sasuke estaba en Konoha…
Todos en la habitación se quedaron en silencio. Esto no era bueno- ¿Sasuke... está aquí? -preguntó mirándolo cohibida, aún no creyéndole. Pero él volvió a asentir sin decir nada. Fue cuando entonces ella caminó pausadamente hasta su prometido, pasando por alto a Ino que le sostenía la mano temblando, y muy suavemente le dijo- Neji-kun… tengo que verlo… espérame por favor.
Dolor brilló claramente en sus ojos de plata, sintiendo nuevamente esa sensación de perdida, pero él asintió al fin- Está en el hospital -le indicó débilmente.
Ella fingió una sonrisa, fingió una sonrisa después de tanto tiempo- Gracias, Neji… -le dijo, y desapareció tirando el ramo de flores al suelo.
-
-
¿Quién iba a creerlo? Si alguien lo contara algún día… seguramente lo tratarían de loco. Pero sí, Sakura Haruno estaba corriendo con su vestido de novia puesto, el día de su boda, por Konoha en dirección al Hospital.
-¿Por qué ahora? -se preguntó, notando como la liga que mantenía a sus lacios cabellos atados se rompía, y estos caían rápidamente a su espalda mecidos por el viento.
Llegó a las puertas del Hospital, y entró en él, siendo informada rápidamente de la habitación de su excompañero. Otra vez sus pies cobraron vida propia, y sin poder evitarlo, corrió disparada hasta el segundo piso.
Se detuvo delante de la puerta con el número 216, y tras suspirar notoriamente, entró en la habitación, y cerró la puerta recostándose en ella.
Uchiha Sasuke estaba acostado en una blanca cama, y cuando lo vio, su corazón dio un salto nuevamente- Estas vivo... -murmuró ella, y sin pensarlo dos veces, corrió hacia él y lo abrazó fuertemente.
-Sakura… te extrañe.
-Lo mismo digo… -respondió.
El Uchiha la miró a los ojos, y luego sonrió- Regresé por ti… perdóname por ser tan frío. Yo… -la Haruno se apartó de él inmediatamente, y el moreno frunció el ceño- ¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?
-No puedo… -susurró, y una lágrima solitaria calló por la mejilla derecha de la pelirrosa- No puedo corresponderte, Sasuke…
-¿Por qué? -indagó molesto, notando en ese preciso instante el vestido blanco y el anillo de compromiso.
-Voy a casarme… -balbuceó, y como leyéndole la mente dijo- Con Neji Hyuuga…
-No es cierto -se enfadó- ¡Tu no lo amas!
Y tras escuchar esas palabras, una imagen cruzó por su cabeza, esos hermosos ojos de plata. Y se dio cuenta de que su corazón pertenecía a él, y que Sasuke era su sueño de niña, un sueño que ella había abandonado hace ya mucho tiempo.
Y respondió sin vacilar- Si. Si lo amo, y con todo mi corazón… -le dolía en el alma que las cosas hubieran sucedido así, pero era la única verdad.
La miró conteniendo todo el dolor en sus ojos- Me dijiste que me esperarías… que no importaba lo que pasara. Yo te creí… sobreviví sólo para...
-Sasuke… -susurró ella, y otros pares de lágrimas rodaron por sus mejillas- Gracias… -secó su rostro mojado con el dorso de sus manos, y se marchó.
Neji estaba de pie en la puerta del Hospital, a la espera de ella... el Hyuuga sólo pensaba en que la Haruno le rompería el corazón de una vez, pero a cambio de eso, cuando la vio salir, Sakura corrió hacia él, y cubriendo con los brazos el cuello del Hyuuga lo besó y le dijo- Neji… te amo.
-
-
-¡Ah! -se quejó la pelirrosa- ¡Que dolor de cabeza! ¿¡Naruto, qué me hiciste!? -le reprochó al rubio, cuando notó que este la sostenía entre sus brazos, pero el pobre no tenía nada que ver.
-¿Eh? ¡Yo nada, fue Neji! -gritó el Uzumaki, echándole la verdadera culpa al Hyuuga, y ayudando a Sakura a pararse.
Hyuuga Neji sonrió- No es cierto, Naruto.
-¡Sakura-chan! ¿Me vas a creer a mi, o a él? -señaló al castaño enfadado.
-¿Te contesto? ¿O seguimos siendo amigos, Naruto? -preguntó riendo la chica, y dándose la vuelta, se sorprendió de la imagen que recibió- ¿Tu sonriendo? -le dijo al Hyuuga.
-De felicidad -contestó Neji.
Naruto rió tontamente, así que ese patán se había dado cuenta- Tonto…
~ El miedo desaparece gracias al amor... Pero perder tu amor es mi miedo.
Fernanda M.
Saludos :) ¿Reviews?
