Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de J.K. Rowling, no lucro con ellos, sólo me encanta jugar un poco.

Advertencias: Universo alterno(?), relación hombre/hombre, por lo que si no te gusta, retirate, por favor.

N.a. ¡Hola de nuevo! Perdón por tanto retraso con mis actualizaciones y por no actualizar lo que ya tengo subido, pero fue inevitable para mi sumergirme en este fic, lo ame con todo mi ser, así que espero que les pase lo mismo y me lo hagan saber, los amo.

Capitulo dedicado a DrarryLover por siempre apoyarme, y preocuparse por avisarme de que sigue viva, pero ocupada.


Enjoy!


Prefacio

En Privet Drive la noche se veía caer lentamente, el Sol aun luchaba por mantenerse arriba mientras que la Luna pedía un poco de tiempo con él. Un pequeño niño de apenas diez años se encontraba saliendo a hurtadillas de la habitación de sus tíos, traía una valiosa carga con él. Dos grandes sobres abiertos que habían llegado algunos días atrás. Él de ninguna manera pudo hacerse con ellos en cuanto llegaron, sin importar que eran para él, su tío se mantuvo en que eso sólo terminaría de arruinarlo, por lo que le negó ver más que los remitentes.

Harry se permitió sentarse en las escaleras que daban a la puerta y comenzó a sacar los papeles del sobre que pertenecía al colegio Durmstrang; de entrada, a él le gustó por demás la presentación de ese colegio, admiró la caligrafía y el papel, se quedó por varios minutos admirando solamente, él no sabía de qué le estaban hablando, la necesidad de poder irse lejos de sus tíos es enorme y no desaprovecharía ninguna oportunidad.

Se dispuso a ver la carta de Hogwarts, ambos colegios parecidos y a la vez tan diferentes. El niño se sobresaltó aventando los papeles cuando escuchó la puerta ser tocada tres veces, rápidamente se dirigió a la ventana para ver quién era y disponerse a ignorarlo. Ese era su plan hasta que vio a una mujer imponente, de cabellera negra e indomable, vestía con una sofisticada elegancia a pesar de ser simple y completamente negra, lo vio directamente a los ojos y después frunció el entrecejo volviendo a tocar y haciéndole una seña para que le abriera.

Por alguna extraña razón el pequeño Harry no se cuestionó más y fue a abrirle a la señora, ella lo miró con molestia un momento antes de pasar a un lado de él e ir directo a la pequeña cocina, examino con evidente desprecio toda la habitación.

—Harry James Potter, hijo de Lily y James Potter, ahijado de Sirius Black…

Ella no pudo continuar hablando porque el pequeño estaba confundido y la interrumpió a media oración.

— ¿Usted viene de alguno de los colegios? Hace unos días me llegaron dos cartas, una de Hogwarts y otra de Durmstrang.

—Sí, vengo de parte de Durmstrang, pero eso no es todo, vengo por ti, tu verdadero tutor legal acaba de obtener los papeles de tu custodia y tu herencia, él nos está esperando en la Casa Black…

— ¿Por qué me querrían en cualquiera de los dos colegios? No valgo para ninguno.

La joven Black sentía su sangre hervir por las palabras, sabía cómo trataban al niño, pero no imagino que el daño fuera tan grande, apretó los puños bajo la mesa y se esforzó por ocultar sus emociones.

—Durmstrang no acepta a cualquier mago, Harry. El colegio es para magos con un gran poder y tú lo tienes, no vuelvas a desdeñarte de esa manera. Estas destinado para grandes cosas. Ahora vámonos antes de que regresen esos muggles desagradables.

—De acuerdo —Harry sabía que no era bueno irse con extraños, pero quería salir de ahí y ella se lo estaba ofreciendo, además, sabía más de él— Sólo tengo que ir por mis cosas.

—Si la ropa que traes puesta es un indicativo del resto de tus pertenencias, no es necesario que lleves nada. En cuanto llegues a casa tu tutor querrá comprarte todo lo que necesites. Así que andando.

Harry no se permitió ilusionarse del todo, no podía hacerlo, porque puede que su tutor se decepcione y lo regrese con los Dursley.

Anduvo al paso de la joven, ella de vez en cuando bajaba la mirada al pequeño. De alguna extraña manera logro hacerse paso a su corazón, se había prometido no tomarle cariño a ese pequeño niño, imposible. Lo tomó de la mano para aparecerse cerca de la casa de su primo, ella tenía que regresar a Durmstrang y a ser posible, con una respuesta afirmativa de Sirius para que mandara a Harry a su colegio.

Tan pronto cruzo la puerta de la Casa Black un Sirius impaciente y totalmente sentimental se acercó a Harry y lo tomo en brazos como si no pesara nada y ella podía apostar por eso, el niño se ve en los huesos.

— ¡Por faldas de Merlín! Creí que no te vería pronto, cuanto has crecido.

Bellatrix pensaba que en realidad le faltaba crecer más, ella no paraba de compararlo con su sobrino con una buena salud y Harry parecía dos años menor, sin embargo, sabía que sería bueno para él ir a Durmstrang y no a la broma de colegio que es Hogwarts.

— ¿Y bien? ¿A dónde irá Harry? Sabes que Hogwarts también envió su carta, necesitan una respuesta ya, Sirius.

—Bella, ni siquiera sé porque te tomas la molestia de preguntarme, no pienso mandar a Harry a Hogwarts.

—Tenía que asegurarme de que no habías cambiado de opinión, además, como bien sabes… podrás visitarlo tantas veces como quieras, te ofrecieron un puesto.

—Lo tomaré, apenas recuperé a mi ahijado, no pienso dejarlo ir tan pronto.

Harry se mantenía en silencio todavía entre los brazos de Sirius, él se sentía extrañamente alegre y protegido, como si conociera al hombre desde hace mucho. Bellatrix salió de la casa no sin antes dirigirle unas palabras más a su primo.

—Recuerda que Narcissa aparecerá por aquí en cualquier momento.

Cerró la puerta tras de sí. Sirius observó a su pequeño y le dio un sonoro beso en la mejilla por lo que Harry se ruborizo de manera exagerada.

—Tu y yo tenemos muchas cosas que hablar, Harry. De momento te informo de que te adopté legalmente, tuve que hacerlo, de otra forma no hubiera podido traerte aquí tan rápido. ¿Eso te molesta?

Harry se limitó a negar reiteradas veces, adoraba estar aquí, enterró su rostro en el cuello de su nuevo padre, lo abrazó con más fuerza y evito que las lágrimas se dirigieran a sus ojos, pero al mismo tiempo quería soltarlas porque nunca había llorado por felicidad y esta vez era así, quería permitirse sentirlo.

—Gracias.

Fue lo único que Harry dijo y Sirius estuvo seguro de que se había robado su corazón nuevamente, su pequeño no dejaba de ganárselo, sabía que lo protegería de cualquier cosa, daría su vida por él, así como sus padres.

Continuará...


¡Bien! Haganme saber que les pareció, nos estamos leyendo pronto (Tengo vacaciones de aquí a marzo x'D, aunque de cualquier manera estaré algo ocupada, nada que no me deje actualizar más seguido)

Si quieren dedicación, pidanmela, por favor. 3