Lily se revolvió entre las sábanas cuando el despertador comenzó a sonar, sintió frío en la espalda cuando Theo se levantó para preparar el desayuno para los dos. El timbre de la puerta sonó, Lily se levantó de la calentita cama preguntándose cómo era posible que alguien madrugara tanto voluntariamente.

Abrió la pesada puerta blindada blanca, en el descansillo se hallaba la señora Lambert vestida con su traje azul marino en su camino a la oficina en la que trabajaba.

-Lily – dijo marcando la segunda sílaba – El cartero dejó ayer esto en mi buzón por equivocación, es para ti.

-Muchas gracias. Tenga un buen día.

La señora continuó bajando, Lily cerró la puerta y fue hasta la cocina donde Theo acababa de preparar unas crepes dulces. Miró el remitente del delicado sobre, no era de otra persona que de su prima Victoire; temerosa, lo abrió. Una elaborada invitación de boda de papel seda en distintas gamas de azules y platas asomó, la leyó por encima, fijándose en un posdata con la letra de su prima añadido después de que la invitación pasara por la imprenta.

-¡Soberana mierda! ¿Por Qué la gente tiene que casarse? ¿Por qué una Weasley tiene que casarse?

-¿Pasó algo, lionne?

-Mi prima Victoire se casa con Teddy; nos han invitado.

-¿Nos? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Sabía alguien de tu familia que estabas saliendo conmigo?

-No lo creo, quizás tengan alguna sospecha pero la invitación lo dice claramente, te han invitado. "Tu acompañante será bien recibido, leoncita. Puedes traerlo incluso antes para conocerlo" – leyó Lilly. – Theo, me quiero morir.

-No quieres eso. Tranquilízate, no creo que sea tan malo que vaya contigo. Llevamos dos años juntos, es hora de que conozca en detalle a los Potter/Weasley.

-¿Qué no va a ser malo? ¡Va a ser un total desastre! Imagínate a mis hermanos cuando llegué del brazo de Wikinott, por no hablar de cómo actuaría mi tío Ron al ver a su sobrina predilecta con el hijo de Thedore Nott.

-¿Entonces, debo tomarme eso como que no quieres…?

-No, no, no pienses eso. Sólo me preocupo por ti, hirne. – Lily besó tiernamente al chico – Voy a mandarle un correo a Vic contándoselo.

La pelirroja fue hacia el salón donde había dejado su portátil la noche anterior, lo encendió e inmediatamente se dispuso a contestar a su prima cuando un mensaje en su bandeja de entrada de otra de sus primas captó su atención.

Que Rose-prefiero-escribir-a-pluma-porque-el-boligrafo-es-demasiado-informal le mandara un correo electrónico era ya de por sí chocante así que decidió abrirlo antes de contestar a Victoire.

La sorpresa fue haciendose presente en su cara a medida que leía el mensaje – de estilo más que correcto teniendo en cuenta la cercanía entre ambas- tan inesperado.

Rose, recientemente licenciada en las carreras de Historia y en la de Bellas Artes, había conseguido plaza en un curso de restauración y conservación impartido por La Sorbona con prácticas en El Museo del Louvre, teniéndose que mudar a Paris durante ocho meses.

Si Lilly tuviera que escoger entre todos sus primos, escogía a Rose por encima de todos ellos por lo que dotar a su querida prima de techo por unos meses le parecía una idea fantástica para poder volver a ponerse al día de las cosas de cada una.

-¡Theo! ¡Rose se viene a vivir con nosotros!

-¿Qué dices? – el chico apareció por el marco de la puerta ya vestido y lavándose los dientes.

-Léelo por ti mismo, viene en dos días. Por el momento, hasta que encuentre algún apartamento, puede quedarse con nosotros ¿Verdad?

-Si te hace feliz a ti, me vale. – dijo el chico un poco alicaído besándola en la cabeza.

-¿Por qué dices eso? Uh, oh, ahora me doy cuenta. Puedo decir que no, todavía no le he respondido.

-Está bien. Lo que pasara entre tu prima y yo quedó enterrado en el pasado. Me marcho ya que si no llegaré tarde. Hoy nos llegan unos manuscritos del siglo VIII. Scorpius está emocionadísimo. Dame un beso de despedida, lionne.

Lily obedeció encantada; Theo la dejó en el salón mientras volvía a la cocina a por su maletín. Lily contestó al mensaje de Rose con una rápida y escueta afirmación sin embargo a Victoire – y al resto de sus familiares, que también lo leerían- mandó el siguiente.

Queridos abuelos, tíos y primos, tenía que deciros que no, no voy a llevar a mi novio a una de nuestras comidas familiares porque digáis lo que digáis no lo aceptaríais; tío George está como una regadera y me lo vais a asustar. Con suerte, os lo presento el día antes de la boda.

Atte. Vuestra leoncita.

Theodore Nott Jr. salió de casa un tanto nervioso, no sólo por el hecho de que la reacción de su novia con respecto a las bodas no le hubiera gustado, sino porque Rose Weasley, una de los hostigadores de su época en el Instituto Hogwarts, viniera a vivir bajo su techo.

No es que él fuera un cobarde pero prefería la seguridad que le otorgaba la biblioteca, lugar donde ella o alguno de sus primos jamás entraría, lugar para el resto de frikis que como él sufrían el acoso por parte de ellos.

Uno de sus amigos, Scorpius, fue el primero que se le pasó por la cabeza. El chico había sido el que más había sentido en sus carnes la furia de la pelirroja hija de Ronald Weasley aunque eso se debía también a la rivalidad entre familias que se remontaba siglos atrás.

Entre la niebla mañanera apareció la pirámide acristalada donde ahora ellos se escondían; él, uno de los historiadores que enterraban sus narices en manuscritos; Baltasar Zabinni, uno de los criptólogos más valorados y Scorpius Malfoy, el arqueólogo más joven y apasionado que el Museo del Louvre jamás hubiera conocido.

Theo ingresó en el edificio, entró en el despacho compartido con sus amigos y se dispuso a dirigirse hacia los laboratorios dónde probablemente ellos ya estuvieran.

No se equivocaba, Baltasar estaba concentrado en un crisol con tallas similares al gaélico mientras que Scorpius se encontraba con un diccionario - el cual sabía bien Theo de que lengua muerta era – intentando llevar a cabo una traducción que no le correspondía a su campo.

-Buenos días, chicos.

-Buenos días, T. – contestaron los dos.

-¿Progresando Baltasar?

-No mucho, pero creo que esto podría ser un trazo vulgar representativo de othal.

-¿Scorpius?

El chico de larga melena rubia levantó la vista del diccionario. Sus ojos grises miraron a través de las gafas a su amigo intensamente.

-¿Qué es lo que ocurre, Theodore?

-Nada …argh ¿Quién dijo que ocurriera algo?

-Te has dirigido a nosotros por nuestros nombres, eso sólo lo haces cuando estás nervioso o has discutido con Lilly. ¿Qué es lo que pasa?

-Scorpius tiene razón, Theo. Te ves más pálido de lo normal.

- Nuestra querida admirada perfecta Rose Weasley se viene a vivir conmigo y con Lilly durante unos ocho meses.