LAS CUERDAS DEL DESTINO
Hola a todos. Este es mi debut en esta página como escritora. La verdad hoy me dió un arrebato histórico, nunca imaginé que iba a publicar algo y menos de esta serie, pero bueno, la musa de la inspiración llegó y tenía que atenderla. Prometo que las cosas se volverán cada vez mas interesantes a medida que avance la historia. Este capítulo es un poco introductorio así que por favor disculpenme si en algún momento les llega a parecer aburridor. Debo advertir que iré pasando por los personajes hasta llegar directamente al implicado, kanda. Siempre tuve curiosidad hacerca de que quien era "esa persona" y por qué era tan importante, así que me invente esta explicación alterna. Espero que sea de su agrado, acepto sugerencias y dejen reviews, gracias! :
¿Quién es esa persona y qué en su alma esconde? ¿Por qué no morir antes de encontrarla?
PRIMERA PARTE
Todos somos vulnerables alguna vez en nuestras vidas, hay momentos donde lo único que podemos hacer es esperar el resultado de un sin fin de acciones que al final de cuentas, así vaya en contra de nuestro agrado tenemos que aceptar y aprender a vivir con ello.
-¿Morir?- esbosaba una sonrisa burlona -No puedo morir sin antes haber encontrado a esa persona.
CAPÍTULO 1: Explosión en la calle 13
Para Allen había sido una tarde bastante agitada, usualmente no encontraba tantos akumas en estas zonas ya que era muy poco poblada gracias al número que llevaba, el 13. La gente cada día era mas supersticiosa, le costaba aceptar que aún a estas alturas del siglo siguieran creyendo en cuentos de mala suerte. Se encontraba en Niza, un pequeño pueblo costero de Francia, había sido enviado allí por un rumor que desde hacia un mes, todas las noches salía un caballero sin cabeza (N/A: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia XD) cabalgando al rededor de un cementerio vecino, amenazando con robarle el alma a cualquiera que osase pasar por allí. Por desgracia resultó ser sólo un grupo de bromistas caza tesoros que para alejar a los curiosos de allí tenían un escenario bien montado.
Un olor lo sacó de sus pensamientos, buscó rápidamente su procedencia y vió un pequeño restaurante con maravillosos platos de nombres que no entendía pero que al final, era comida, y el hambre era una de sus prioridades, eso si, después de los akumas.
Engulló rapidamente el alimento y agradeció profundamente haber tenido la oportunidad de devorarlo sin ser interrumpido, cuando de repente su ojo izquierdo se activó revelando un akuma cercano. Casi al instante se escuchó una explosión. Corrió rápidamente en dirección al sonido y lo que encontró allí lo dejó perplejo.
Una civil haciendole frente a un akuma de nivel 3.
Le tomó unos segundos acabar de entender la situación: inexplicablemente de sus manos comenzaron a salir una especie rayos que ondeaban violentamente, fué allí que comprendió que un civil corriente no haría eso.
Con la destreza de un exorcista profesional bloqueó todos los ataques que el nivel 3 le proporcionaba, mientras que en un descuido envolvió al desventurado akuma en un abrazo mortal, proporcionandole una aparente descarga eléctrica que lo dejó fuera de combate, luego como si fuera una espada le atravezó uno de los rayos evaporandolo casi al instante.
No sabía que pensar, no llevaba ningún uniforme distintivo de la organización, si era a causa de la inocencia, ¿por qué la organización no lo había notado antes?, esto no tenía nada que ver con el falso caballero sin cabeza... ¿coincidencia?
La joven calló de rodillas al suelo, llevándose instintivamente su mano al costado derecho en donde su vestido blanco lentamente estaba siendo teñido de un color carmesí.
Allen se acercó rápidamente a ella y con voz amable le preguntó:
-¿Te ha herido el akuma?
-No -respondió entrecortadamente.
-Esa herida se ve basatante mal, déjame llevarte a un hospital ahora mismo.
-¡No! -replicó rápidamente -¿Quién eres?
-Yo soy Allen Walker, un exorcista.
-Exorcista... -repitió vagamente.
-¿Y tú?
-Elizabeth Rossi, sólo una transeunte.
