Hola! Bienvenidos,esta es mi primera adptacion que tany cullen muy amablemente me permitio adaptar a nuestros queridos personajes.

Muchas gracias, Tany!Pasense por su perfil si son fanáticos de Crepúsculo!

Nos leemos abajo..

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Mi vida era perfecta, tenia amigos maravillosos y los mejores padres que pudiera haber deseado, solo había algo, o mejor dicho alguien que ensombrecía esa perfección, Peeta Mellark, el hermano de mi mejor amiga Annie. Peeta había llegado a la ciudad hace cerca de un año, cuando Annie me dijo que su hermano vendría para terminar el instituto juntos pensé que seria genial, y que Peeta seria como Annie o como Marvel al menos que se parecieran en algo, pero estaba muy equivocada.

Peeta era un arrogante, egocéntrico, idiota, mujeriego y podría seguir con una interminable lista de palabras que lo describían a la perfección, pero lo que mas me desagradaba de él era justamente que fuera un mujeriego, se había enrollado prácticamente con casi toda la población femenina del instituto, excluyendo a su hermana Annie, a mi prima Glimmer, que era la novia de su hermano Marvel y a mí. Escuche como la puerta de mi habitación era abierta, de seguro era mi madre, así que me hice la dormida.

-Katniss cariño despierta.-me dijo Effie moviéndome ligeramente.

-Mamá déjame dormir un momento mas, en un par de semanas el verano terminara y tendré que irme a la universidad.-le respondí tapándome la cara con una de las almohadas.

-Kat son las once de la mañana, recuerdas que iremos a casa de los Mellark a medio día pues quedamos en comer con ellos ¿Verdad?-¡diablos! lo había olvidado completamente.

Me levante rápidamente y entre al baño casi corriendo, no tarde mas de quince minutos en ducharme, salí del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo y me acerque al guardarropa para elegir que usaría. Recorrí el guardarropa de un lado a otro con la mirada un par de veces y nada me convencía, termine decidiéndome por unos jeans tubo color negro y una blusa azul claro tipo halter, me vestí y por ultimo me maquille y me peine, mi cabello lo llevaba suelto y deje las ondas que se marcaban naturalmente, mi maquillaje era ligero pues no me gustaba muy cargado, me puse unos zapatos tambien negros de tacón y baje a la sala donde estaban mis padres y mi prima Glimmer esperándome.

-Vaya ya era hora, vamos que se nos hace tarde.-dijo Haymitch levantándose de el sofá donde estaba sentado.

-Te ves hermosa, Peeta se quedara con la boca abierta cuando te vea.-me susurro Glim mientras caminábamos al coche de Haymitch.

-Pues me importa muy poco lo que piense de mí el idiota mírenme-soy-el-centro-del-universo de Peeta Mellark.-le dije a mi prima y me adelante para subirme al coche.

Glimmer solo negó divertida y subió al coche, Glimmer era como mi hermana, prácticamente habíamos crecido juntas y cuando sus padres murieron hace siete años su custodia había pasado a Haymitch que era su único pariente. Unos minutos después llegamos a casa de los Mellark y suspire sonoramente tenia que prepararme mentalmente para pasar tanto tiempo cerca de Peeta.

Annie y Portia habían salido a recibirnos, Charlie dijo que iría a ayudar a Marvel y Cinna, que según nos dijo Portia estaban tratando de encender la parrilla en el jardín, espero que no terminen quemando la casa. Después de ayudar a Cinna con las cosas para la parrillada salimos al jardín, estábamos de lo más divertidos charlando, hasta que apareció Peeta, saludo amablemente a mis padres y a Glimmer, después de unos minutos se acerco para saludarme.

-Hola, ¿Cómo estas cabeza de tomate?-me dijo el muy idiota, desde una vez que me vio sonrojada me llamaba así.

-Muy bien cerebro de guisante.-le respondí dándole una mirada envenenada a lo cual él solo se soltó riendo ruidosamente.

Bufe y me aleje hecha una furia si me quedaba un segundo mas cerca de él era capaz de cometer un homicidio, ¿Es que siempre sabe como sacarme de mis casillas? Después del desagradable encuentro con Peeta las cosas habían mejorado, estaba charlando animadamente con Glimmer y Annie cuando mi celular comenzó a sonar, me disculpe con las chicas y me aleje para atender la llamada, estaba cerca de la piscina y cuando termine de hablar gire para regresar con las chicas, pero ¡Oh sorpresa!, choque con Peeta y en un vano intento por no caer a la piscina me sujete de él causando que perdiera el equilibrio y los dos termináramos en el agua.

-¡Eres un idiota Peeta!-le grite.

-Es solo agua Katniss, no te vas a encoger por mojarte o ¿Si?-me dijo con voz burlona.

-Por que no le haces un favor a la humanidad y te ahogas.-salí de la piscina y me aleje apenas un par de pasos pero su voz me hizo detenerme.

-¡Por dios Katniss! Hieres mis sentimientos.-dijo con sarcasmo y se limpio una lágrima imaginaria-¿Sabes? No deberías enojarte, es malo para tu salud.

Juro que trate de no hacerlo pero estaba fuera de mis cabales, me quite uno de mis zapatos y se la arroje dándole en un hombro, aunque mi intención era darle justo en la cabeza. Él solo rió con mas fuerza y agarro mi zapato entre sus manos.

-Muchas gracias por el obsequio, pero no creo que me quede bien.

Respire profundamente y me aleje, ¡Dios! ¿Por qué no me libras de este castigo y le mandas un rayo a Peeta? Llegue a donde estaban todos que al percatarse de que estaba completamente mojada me miraron interrogantes pero los ignore, busque con la mirada a Alice pero no estaba por ningún lado.

-¿Qué te ocurrió Katniss?-me pregunto Annie que venia con Finnick, su novio, tomados de la mano.

Abrí la boca para contestarle, pero la volví a cerrar cuando escuche las risas de Peeta tras de mi.

-¿Por qué están mojados los dos? ¿Qué estaban haciendo?-pregunto Marvel moviendo las cejas sugestivamente y con una sonrisa picara en el rostro.

-Fue un accidente, Katniss estaba cerca de la piscina, chocamos y caímos al agua.-dijo tranquilamente encogiéndose de hombros.

-¿Accidente? Estoy segura de que no fue ningún "accidente" y que lo hiciste a propósito.-le reproche y marque las comillas en el aire.

-Tranquila Kat, vamos a adentro para que te seques.-me dijo Annie y yo asentí.

Comencé a caminar junto a Annie y Glimmer al interior de la casa, pero unas risillas que reconocí inmediatamente como las de Peeta me obligaron a detenerme y voltear a verlo.

-Katniss, creo que necesitas tu zapato.-me dijo tratando de contener la risa el muy hijo de… bueno Portia no tiene la culpa de que Peeta sea un idiota.

¡Genial! todos deben de estarse riendo de mi, ahora entiendo de que se reía Peeta, al llevar solo uno de mis zapatos caminaba cojeando, tome el zapato con un movimiento demasiado brusco, me lo puse y camine hacia la casa. En este momento agradecía que Annie fuera una fanática de la moda, y que nos haya obligado a Glimmer y a mí a dejar algo de ropa en su casa por si llegáramos a necesitarla. Veinte minutos después regresamos al jardín, el resto del día pasó sin mas complicaciones, cuando regresamos a casa ya era muy tarde así que subí a mi habitación, me puse el pijama y me acosté. Esta vez no podía dejar que las cosas se quedaran así, tenia que encontrar la forma de desquitarme de Edward con ese pensamiento me quede profundamente dormida.

Los días pasaban muy de prisa y ya solo faltaban dos semanas para que terminara el verano. Hoy habíamos decidido salir solo las chicas y yo, no lo pasamos bomba, fuimos a un club muy bueno y nos divertimos como hacia tiempo no lo hacíamos. Cuando Glimmer y yo regresamos a casa Hamitch y Effie nos estaban esperando en la sala.

-¿Ocurre algo?-les pregunto Glimmer

-No querida, solo las estábamos esperando para darles una noticia.-respondió Haymitch y no se por que presentía que no me iba a gustar para nada.

-Hoy nos llamaron Portia y Cinna para invitarnos a pasar unos días en su finca, aceptamos y nos iremos mañana al medio día.-continuo Effie.

-Que les vaya muy bien y que se diviertan.

-Creo que no entendiste Kat, iremos los cuatro con todos los Mellark a su finca.-me explico mi adorada madre como si fuera una retrasada mental.

-Eso es estupendo, en este mismo momento preparare mis cosas.-dijo una muy sonriente Glimmer y subió las escaleras como alma que lleva el diablo.

-Yo no puedo ir, mañana tengo que arreglar unos pendientes en la universidad.-les respondí con una sonrisa, ¡Gracias dios por librarme de este viaje!

-Eso ya lo sabíamos, le he dicho a Portia y me dijo que Peeta tampoco puede viajar mañana por motivos personales y que viajara pasado mañana, así que te puedes ir con él.-retiro lo dicho ¡¿Por qué me odias tanto dios?

-Mamá no creo que sea buena idea, Peeta y yo no nos levamos muy bien que digamos, es mas no voy a mentir lo odio, lo detesto, no puedo viajar con él.-chille como niña chiquita haciendo berrinche por un caramelo.

-Pasado mañana viajaras con Peeta y no se diga más ¿Entendido?-dijo Haymitch con voz cansada y yo solo asentí.

Al día siguiente justo a medio días Glimmer y mis padres se fueron con los Mellark a la dichosa finca esa, por lo que me había dicho Annie, era un lugar hermoso, estaba a siete horas de la ciudad. Después de solucionar los pendiente que tenia en la universidad regrese a la casa, comí algo y subí a mi habitación para hacer mi maleta, estaba terminando de cerrar la maleta cuando el teléfono sonó.

-Diga.

-Katniss, hubo cambio de planes voy camino a tu casa iremos a la finca hoy.-me dijo Peeta

-¿Estas loco? No tarda en anochecer.

-Pues yo te aviso, si no quieres ir dime para no pasar por ti.-estuve a punto de decirle que se fuera al diablo y que no iría con él, pero no quiero problemas con Haymitch y Effie.

-Esta bien, aquí te espero.-le dije y corte la llamada.

Salí de la casa y espere a que llegara sentada en la entrada, cuando llego hizo acopio de toda su caballerosidad, nótese el sarcasmo, para ayudarme a subir mi maleta al coche, ni siquiera se digno a abrirme la cajuela del coche y al abrirla recordé mi dulce venganza por lo de la piscina, para Peeta su volvo era lo mas preciado que tenia y yo lo había usado como cuaderno para dibujar estropeando la pintura, había sido demasiado infantil lo se, pero eso no me quita la satisfacción que sentí cuando vi su cara de horror, fue un momento digno de una fotografía. Cerré la cajuela y creo que "accidentalmente" lo hice con un poco mas de fuerza, me subí al coche y Peeta tenía una expresión seria en el rostro, de seguro se molesto por mi exceso de fuerza al cerrar su cajuela.

Estábamos sumergidos en un tenso silencio, y la verdad estaba a punto de volverme loca, busque en mi bolsa y por suerte traía mi iPod me puse los auriculares y subí al volumen al máximo. No se en que momento me quede dormida, pero cuando desperté el coche estaba detenido en medio de la nada y Peeta no estaba dentro, asustada baje del coche y lo busque con la mirada y lo vi a unos cuantos pasos de mi.

-¡Mierda!-dijo y estrello su celular en el suelo, se pasó las manos por el cabello como lo hacia cuando estaba molesto o nervioso.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué detuviste el coche?-trate de que mi voz sonara firme, y lo logre, pero la verdad estaba un poco asustada.

-El coche se descompuso, siento desilusionarte si es que pensaste otra cosa.

-Al contrario, no sabes al alivio que siento.-le respondí cruzando mis brazos sobre mi pecho-¿Por qué no llamas a alguien?

-¡Claro! Como no se me había ocurrido antes eres un genio.-dijo con sarcasmo golpeando su frente con la palma de su mano-Solo que hay un pequeño inconveniente, en este maldito lugar no hay señal, no soy tan estupido como crees Katniss, ya lo había intentado.

-No tienes porque ser tan grosero Peeta.-le reproche.

-¡Entonces no me trates como un idiota!-me grito.

-¡Pues no puedo tratarte de otra manera por que eso es lo que eres, un idiota!-le grite de vuelta.

-¡Argrrr! ¡Deja tu papel de señorita perfección, ¿Por qué que crees? No eres perfecta! ¡Eres una niña caprichosa y mimada que esta acostumbrada a que todos hagan lo que ella dice!-así que eso era lo que pensaba de mi, pues ya era tiempo de que él supiera que era lo que yo pensaba de él.

-¡Pues tu eres un idiota, egocéntrico, arrogante y te odio como no te podrías siquiera imaginar!-era conciente de que esta discusión cada momento que pasa se salía mas de control y que terminaríamos lastimándonos o ¿No?

-¡Pues el sentimiento es bien correspondido!, ¡Pero mas me odio a mi mismo por desearte como lo hago!

No pude siquiera asimilar lo que me dijo, por que apenas las palabras salieron de su boca, sus labios se posaron sobre los míos y aunque trate de no corresponder a su beso tan solo unos segundos después lo hice. Era un beso lleno de pasión y desesperación, nos separamos por falta de oxigeno y Peeta comenzó a besar mi cuello, yo estaba sentada en el cofre del coche, ¿Cómo había llegado hasta aquí? La vedad no lo se y poco me interesa esa respuesta.

-Dime que me aleje y lo haré.-me dijo con voz ronca sin dejar de besar mi cuello y acariciando mi espalda por debajo de mi blusa.

-Si te alejas te juro que te odiare por el resto de mi vida.-le conteste sin pensarlo, él sonrió y volvió a atacar mi labios.

Peeta se deshizo de mi blusa y de mi sujetador en solo cuestión de segundos, besó, lamió y mordisqueo mis pechos a su antojo, logrando arrancarme sonoros suspiros y gemidos. Lleve mis manos a los botones de su camisa, y después de unos segundos de batallar para abrirlos termine por desesperarme y tire de su camisa haciéndolos volar, acaricié sus perfectos abdominales marcándolos con mis dedos, él suspiro y cerro los ojos fuertemente.

Peeta me recostó completamente sobre la cajuela del coche, con demasiada calma desabrochó mi pantalón y se deshizo de el, cada segundo que pasaba el fuego de la pasión se avivaba mas dentro de mi cuerpo y mi sexo palpitaba pidiendo a gritos ser atendido. Edward jugo un poco con la cinta de mis bragas para después rasgarlas, un gritito salio de mis labios por la sorpresa y él sonrió.

-Eso fue por mi camisa.-me susurro con voz endemoniadamente sexy en el oído para después morder el lóbulo de mi oreja.

Sus labios y sus manos recorrían todo mi cuerpo, sentí su aliento en mi sexo y cuando su lengua acarició mi clítoris todo a mí alrededor desapareció. Peeta introdujo un dedo un mi vagina y comenzó a moverlo con maestría, después introdujo otro y continuo con su labor mientras su lengua jugaba con mi clítoris arrastrándome al mejor orgasmo de mi vida.

-Simplemente deliciosa.-dijo relamiéndose los labios sensualmente.

Lo atraje hacia mi y lo bese, probando mi esencia en sus labios, fue el momento mas erótico de mi vida y provoco que mi sexo se humedecerá nuevamente. Desabroche el pantalón de Peeta con demasiadas ansias y lo baje llevándome su bóxer al mismo tiempo liberando su erección, él termino de deshacerse de ellos. Se acomodo entre mis piernas, su miembro rozo mi entrada y ambos gemimos por el contacto, Peeta estaba disfrutando torturándome, su miembro entraba un poco para después salir completamente.

-Por favor no sigas torturándome así.-le dije con voz jadeante y él besó mi cuello.

-¿Qué es lo que quieres Kat?-me pregunto, desde que no conocimos esta era la primera vez que me llamaba Kat.

-Te quiero a ti, dentro y ahora.-le susurre al oído y acaricié su mimbro con mi mano.

Él gruño y me besó apasionadamente, sin dejar de besarme entro en mí de una sola estocada y yo gemí en sus labios. Sus embestidas eran fuertes y profundas, enredé mis piernas en su cintura y con mis manos me sujetaba fuertemente de sus hombros, nuestra respiración era cada vez más errática. Mis paredes se contrajeron aprisionando el miembro de Peeta y tan solo unos segundos después ambos gritamos al alcanzar el clímax. Nos quedamos un momento abrazados y en silencio mientras recuperábamos el aliento.

-Kat, después de esto no puedo seguir ocultando lo que siento por ti.-abrí mis ojos como platos y trate de hablar pero no pude así que él continuo hablando-Kat te amo, te amo y quiero estar contigo el resto de mi vida, ¿Quieres ser mi novia?

-Es una broma ¿Verdad?, si claro este es otro de tus juegos.-sentí como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

-¡No!, te amo y es la verdad.

-Pues yo no, esto que pasó fue un error, no debimos dejarnos llevar por el momento.-sentí como su cuerpo se tenso y se alejo de mi.

Busco su ropa y comenzó a vestirse, cuando termino se fue caminando. No pude contener mas las lágrimas, sin dejar de llorar busque mi ropa y tuve que sacar de mi maleta otras bragas pues las otras estaban rotas. Me subí al coche en el asiento trasero y me acosté, ¿Qué era lo que yo sentía por Peeta? Hasta hace un momento pensaba odiarlo, pero después de haber hecho el amor con él no estaba tan segura de eso, aunque no sabia que era lo que sentía por él. ¿El me amaba? De eso no estaba segura y no podía arriesgarme a que me lastimara como a todas las demás. Estuve pensando y llorando prácticamente hasta que amaneció, baje del coche y vi a Peeta sentado en el suelo con su espalda apoyada en el tronco de un árbol.

-Tendremos que caminar hasta la finca, estamos como a una hora de ahí.-me dijo sin mirarme y comenzó a caminar.

Yo lo seguí y me mantuve unos pasos atrás de él, justo una hora después llegamos a la finca y todos se sorprendieron al vernos llegar y mas caminando,Peeta les explico que el coche se había descompuesto anoche por el camino y que habíamos esperado a que amaneciera, pues caminar de noche hubiera sido peligroso. Marvel y Finnick fueron a donde estaba el coche por nuestras cosas y llamarían a alguien que lo arreglara, Annie me acompaño a la que seria mi habitación, le dije que necesitaba una ducha y ella salio de la habitación.

Los días que estuvimos en la finca fueron los mas desagradables que hubiera tenido, Peeta me evitaba a todo momento y cuando coincidíamos en un lugar los dos el ambiente se tornaba demasiado tenso. Cuando regresamos a la ciudad los días se pasaron volando y ya hoy tenía que comenzar la universidad, Glimmer y yo llegamos y en el estacionamiento encontramos a Annie, Finnick y Marvel.

-¿Qué te pasa Annie? Te ves triste.-le pregunte y ella suspiro.

-Peeta se fue de la ciudad, estudiará fuera del país otra vez.

¿Peeta se había ido? Bien tal vez eso era lo mejor, no se si hubiera podido estar cerca de él, y más cuando en estos días me había dado cuenta de que lo amaba.

CUATRO AÑOS DESPUES

Estábamos Glimmer y yo en la boutique de Annie, hoy era la última prueba del vestido de novia de Glimmer, que en unos días se casaba con Marvel.

-Te queda perfecto, serás la novia mas hermosa.-le dije a mi prima y ella sonrió.

-Gracias Kat, soy tan feliz.-yo sabia que era feliz y en el fondo sentía envidia.

-Annie, ¿Peeta vendrá a la boda?-le pregunte a mi amiga con falso desinterés, ya que me moría por saber si vendría.

-La verdad no lo se, no he hablado mucho con él en estos cuatro años, Marvel le llamo para decirle que se casaba per...-el sonido de su celular la interrumpió, lo saco de su bolsa y contesto sin siquiera ver el numero.

-Diga, hola Peeta ¿Cómo estas?-al escuchar el nombre de Peeta sentí como si mi corazón saltara dentro de mi pecho-¡De verdad! No sabes lo feliz que me hace saberlo, Marvel también se pondrá muy contento al saber que vendrás para su boda...

No pude seguir escuchando lo que decía Annie, ya que en cuanto escuche que Peeta vendría fue como si me hubiera desconectado de todo.

El día de la boda llego y nadie sabía nada de Peeta, no había vuelto a llamar a nadie y Annie sospechaba que se había arrepentido de venir. Ya estábamos todos en la iglesia, Marvel estaba desesperado por la "tardanza" de Glimmer, cuando Annie comenzó a gritar y aplaudir yo pensé que Glimmer ya había llegado, pero mi corazón se detuvo al ver a Peeta acercarse con una hermosa chica colgada de su brazo.

Glimmer llego y la ceremonia comenzó, cuando la ceremonia termino todos fuimos al salón donde seria la recepción, yo no estuve mucho tiempo y cerca de las 9:00 de la noche me despedí de los recién casados y regrese a mi departamento, donde vivía desde hace dos años. Cuando llegue me acosté, solo me quite los zapatos ya que no tenia ganas de nada, recordé a Peeta y como se veía feliz con esa mujer ¡Soy una estupida! Y por eso perdí a Peeta, aunque tal vez nunca fue mió.

Un fuerte olor a humo me despertó, me levante y encendí la luz, toda la habitación estaba llena de humo, salí corriendo y todo el departamento estaba igual. El pánico se comenzó a apoderar de mí, cada vez respiraba con más dificultad, comencé a toser y tuve que sostenerme de la pared para no caerme.

-¡Kat abre la puerta!-escuche que alguien gritaba pero no pude identificar la voz.

Escuche un fuerte golpe y pasos que se acercaban a mi, creí haber visto a Peeta a mi lado pero debió ser solo mi imaginación, después todo se volvió negro.

Abrí los ojos y lo primero que vi fueron unos hermosos ojos azules frente a mí, que me veían con preocupación y al mismo tiempo con alivio.

-Por fin despiertas, estaba muy preocupado.

-¿Dónde estoy?-él tomo mi mano entre las suyas y una extraña pero agradable sensación me recorrió el cuerpo.

-Estas en mi departamento.-me respondió y yo fruncí el seño-El departamento de Annie ahora es mío, fui yo quien lo compro cuando ella se mudo con Finnick, necesitaba un lugar propio para cuando regresara a la cuidad.-me explico, vaya nunca me hubiera imaginado que el comprador "misterioso" según Annie fuera precisamente Peeta.

-¿Ya no te vas a ir?-él solo negó y un sentimiento de felicidad me envolvió, aunque después cambio cuando recordé a la mujer esa que estaba con él-¿Qué fue lo que pasó?

-Hubo un incendio en tu edificio, tal parece ser que fue un problema con la instalación eléctrica.

-¿Cómo fue que salí del departamento? Recuerdo que alguien me gritaba y después como la puerta fue abierta pero solo eso.

-Fui yo quien te sacó del departamento.-entonces no fue mi imaginación, fue él quien me salvo.

-¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo supiste del incendio? No tenias por que hacerlo, te pudo haber pasado alg…no pude continuar por que él me silencio con sus labios.

-Hablas demasiado, desde que saliste de la recepción salí tras de ti pero no me atrevía a subir a tu departamento, cuando vi el humo y las llamas no lo pensé dos veces y quise entrar pero no me dejaban pasar, cuando unos de los bomberos se distrajo entre y te saque de ahí, lo hice por que te amo y si te pasara algo no podría soportarlo.

-¿Y la mujer con la que fuiste a la boda?

-Ella es solo una amiga que se va a mudar a la ciudad.-me explico y una sonrisa se extendió por mi rostro.

-Yo también te amo y fui una tonta por no haberme dado cuenta antes, nunca debí permitir que te alejaras de mí.-le dije y ahora fui yo quien lo besó.

-¿Eso significa que ahora si quieres ser mi novia?

-Claro que si.-le respondí sin pensarlo.

Sus labios volvieron a encontrar los míos y poco a poco el beso fue subiendo de intensidad y pronto las prendas comenzaron a estorbarnos, por primera vez en estos cuatro años me sentía completa y feliz, no sabia que pasaría mañana, en unas semanas, meses o años, pero lo que si sabia era que amaba a Peeta, el hombre que alguna vez fue la persona que mas odie se había convertido en el amor de mi vida.