Jasper POV

Llevaba casi un año en el mismo pueblo pequeño ubicado en el estado de Washington. No entendía muy bien que estaba haciendo allí, viviendo en un frio y barato cuarto de hotel cuando podría estar con mi familia y amigos en el gran rancho que mi padre tiene en Texas.

Estaba decidido a regresar a casa después de mis más que largas vacaciones. Pensé que pasar una temporada con mi familia me ayudaría a despejarme y sin pensarlo dos veces comencé a empacar mis cosas para partir en el primer vuelo a Texas. Mientras hacía mi equipaje pensé que sería un lindo gesto comprarle un regalo a mi hermana Rosalie ahora que iba a ser madre. Apenas terminé de empacar me encaminé hacia el centro comercial para comenzar una búsqueda de un regalo.

Mientras caminaba me topé con una tienda que nunca antes había visto en el pueblo. Era una tienda pequeñita con una vitrina decorada con cortinajes morados y ramos de flores. En esa vitrina como sentada en un trono de cristal había una pequeña muñequita de porcelana de cabello corto cuyas puntas apuntaban en variadas direcciones. Estaba vestida con un adorable vestido acampanado negro con puntitos rojos, una cinta que hacía de cinturón y unos guantes del mismo color además de un delicado collar con forma de corazón que colgaba de su fino cuello. Tenía un rostro tan dulce y angelical que parecía una pequeña y tierna niña. Pensé que esa pequeña muñequita le podría gustar a Rosalie y entré casi de inmediato a la tienda.

-Buenos días-saludé tratando de localizar a la vendedora en el oscuro local.

-Buenos días-me saludó una pobre anciana que salió desde una habitación oscura detrás del mostrador-¿qué desea?

-Quiero la muñeca que tiene en la vitrina-contesté viendo a esa extraña anciana que me sonreía con ganas-¿Cuánto cuesta?

-La muñequita tiene nombre-contestó sonriendo la anciana-, se llama Alice y es una muñeca mágica además de que no hay ninguna como ella.

Rodee los ojos pensando que la anciana me creía un tonto pero no importaba yo quería esa muñeca además de que estaba seguro que a Rosalie le gustaría. Pagué el precio por ella y esperé a que la anciana la sacara de la vitrina de forma extremadamente delicada y me la pasara como si de una reliquia se tratara.

Después de la compra del regalo de Rosalie pasé a cenar a un restaurant cualquiera del pueblo, estaba tan cansado que me comí esa comida barata y mal hecha demasiado rápido para mi gusto. Cuando terminé me decidí a volver a mi pequeño cuarto de hotel, al llegar dejé a la pequeña muñeca en el sillón que había al lado de mi cama, me bañé y vi un rato la televisión antes de quedarme profundamente dormido.

A la mañana siguiente mientras me despertaba sentí una leve risa como el piar de un pequeño pajarito. Fruncí el ceño extrañado, ¿desde cuándo escuchaba risas al despertarme por las mañanas? Esto estaba raro pero no le di importancia, sin embargo, cuando giré mi rostro hacia el viejo sillón que estaba a un lado de mi cama casi me da un infarto y me caigo de la cama por lo que mis ojos en esos minutos veían: sentada en el sillón de forma muy delicada estaba una bella señorita cuyas facciones se asemejaban a las de un pequeño y encantador duende. Tenía el cabello corto y en puntas además de una hermosa y contagiosa sonrisa que hechizaba con tan solo verla. Cabe recalcar que dicha chica se parecía de un modo increíble a la hermosa muñequita que había comprado el día anterior.

-¿Quién eres?-le pregunté algo asustado a lo que ella río con su risa tintineante

-Soy Alice-contestó ella con su voz aguda y alegre-, soy la muñequita que compraste ayer y que devolviste a la vida ¡gracias, gracias, gracias!

En menos de dos segundos tenía a la tal Alice encima de mí y dándome un gran y efusivo abrazo al que obviamente no supe como corresponder en un agobiador principio.

Hola c: es cortito pero hace tiempo que lo quería escribir xd aún no se si dejarlo como one shoot o continuarlo. Si quieren dejarme su opinión saben que pueden hacerlo y espero que les haya gustado esa loca y rara idea.