La primera carta


Miro detenidamente la esfera amarilla en mi mano. Es peculiarmente bella, pesada, fría, bien pulida y cristalina. Un círculo carente de imperfección y con esta flamante y bella estrella en su centro que atrapa fácilmente mi atención. Es hermosa. ¿Por que nunca me habían mencionado cual hermosas son?.

Siempre hablaban de las esferas del dragón en las reuniones. Era una enciclopedia de historias diversas sobre cómo aquellas habían protagonizado las mas imposibles aventuras de mi difunta madre.

Hace un año, en el funeral, Gohan me había relatado una entretenida anécdota dónde él, Krillin y mi madre fueron a parar al planeta Namekusei, "El planeta de Dende" (le llamaban). Fueron 3 horas continuas entre café, bocadillos y una ocurrente e imaginativa aventura que Gohan, y a momentos Krillin, contaban con nostalgia.

Ahora me pregunto ¿Por que nunca le di importancia a las aventuras de mi madre? me doy cuenta, siempre sentí más curiosidad y emoción por saber del pasado de mi padre y pocas veces mostraba el mismo entusiasmo por el pasado de mi madre.

Por primera vez aparto mi vista de la esfera y reparo en mi propósito inicial:

Ordenar las viejas pertenencias de mi madre para la subasta caritativa de la corporación cápsula.

¿Tan injusta fui con mi madre? me pregunto mientras abro un armario con varios conjuntos de ropa de mujer. ¿Se llegó a sentir alguna vez desplazada por mi? me sigo preguntando cuando de pronto salta a mis ojos un conjunto extraño que me desconcentra por completo

- ...puff... Mamá ¿Cómo llegaste a usar éste traje amarillo tan horripilante?-.

Hombreras prominentes, minifalda, pantalones negros. —Que poco sentido del glamour— Gruñí en voz alta. Estoy por votar aquello a la bolsa de donativos, pero no tardo en notar algo que guarda en el bolsillo derecho, es un estuche cuadrado y pequeño, se trataba de un estuche de cápsulas.

Su helicóptero, motocicleta y traje acuático...modelos muy atrasados, de varias décadas atrás, ¡Tremenda antigüedad!. Esbozo una sonrisa, quizá esto me lo guarde para mi. Me gusta sumar objetos "vintage" a mi colección de transportes cápsula, después de todo, el testamento dice claramente que ahora me pertenece.

¿Que más tendrá guardado por ahí?, me pregunto revisando cada bolso de aquél traje peculiarmente feo.

Logro sentir una cápsula escondida en el compartimiento del corpiño. La saco de su sitio. Mientras la miro con detención, noto que la cápsula no parece ordinaria, tiene un bonito color rosa, es mas compacto y tiene el nombre "Bulma 1" en él.

Es una capsula personalizada, sin duda guarda un objeto que llegó a ser apreciado por mi madre.

¿Que podrá ser?,¿Un Avión, un laboratorio, un robot?, sea lo que sea, de algo estoy segura: Era especial.

Me apresuro a bajar al jardín, dónde hay un espacio grande y despejado ideal para poder descomprimir cápsulas con grandes máquinas. Puedo imaginar un proyecto ambicioso de mi madre, ¿Quizá una nave espacial?.

Oprimo el botón y lanzo el artilugio al suelo. Mientras, imagino lo lindo que será visitar a mi hermano Trunks abordo de ésta nave, seguro le dará gusto ver que encontré algo de mi madre.

El humo se despeja y el objeto se descomprime... suspiro de desilusión tras ver que nada grande, mecánico o volador se ha revelado frente a mi.

Veo tan solo un objeto pequeño y poco llamativo, un maletín.

Sin más remedio lo abro, ¿Por que mi madre habría guardado esto en una capsula tan personalizada?.

Al abrirlo veo un viejo aparato de música, una linda libreta femenina color azul, y junto a ella, un bolígrafo con el mismo grabado.

Enciendo el artefacto musical, y a las primeras dos tonadas suelto mecánicamente una risa sonora:

- ¡Música de ancianos! -

La última vez que había escuchado esa melodía fue hace 10 años, estaba pequeña (Aún vivía mi madre) y pasaban en la tv un programa titulado "100 hits clásicos". No puedo dejar de conmoverme con ésta canción, ya siento mis ojos empañados. Aunque es una melodía antigua y olvidada, no deja de ser linda.

Tomo la libreta mientras y dejo que aquella música inunde mis oídos. Al leer la primera hoja, mi desilusión se torna en una feroz curiosidad. Reconozco enseguida la limpia caligrafía que solía tener mi madre.

En la esquina inferior de la derecha, decía en tinta azul "Mi querido Yamsha".

¿De que se trataba aquello?...Me inquieta leer "Querido" seguido de "Yamsha".

Un pensamiento negro invade por completo mi mente. Siento mi nuca helada y ahora no tengo el valor de dar vuelta a la hoja y seguir leyendo.

Abro mi almacén mental, buscó en mi memoria cualquier alusión con el título "Yamsha". Me llegan vagos recuerdos de un hombre. Alguna vez le conocí de niña, un hombre de buen aspecto del que mi padre se refirió como "Esa sabandija debilucha".

¿Mi madre habrá tenido una aventura con él? Me asalta la pregunta súbitamente.

No debo hacerme éstas ideas. Mi madre era incapaz de hacer algo así.

Quizá sea peligroso continuar leyendo, pero, tengo que hacerlo, ahora debo sacarme esta duda de mi cabeza o me perseguirá el resto del día.

Doy vuelta a la hoja para encontrar apenas unas lineas escritas en azul

.

.

.

Eres mi mejor amigo y al mismo tiempo, el hombre que amo.

Pero a pesar de eso, hay cosas que me cuestan decirte de frente.

Es por eso que he decidido comenzar a escribir para ti.

Nunca he hecho algo como esto antes, el bolígrafo y el papel suelo usarlo sólo en apuntes y notas aritméticas para el laboratorio. Nunca se me han dado bien

las letras. Pero mi madre insiste en que es una buena hacerte saber por éste medio todo aquello que no puedo expresar con palabras.

.

.

.