PRÓLOGO

ANA

¡Joder que mal había dormido! Llevaba un tiempo con pesadillas sobre aquel día y no conseguía conciliar el sueño… ¡Maldita sea! Y Para colmo no podía moverme y la razón era Jack… ¡Conocía las reglas y aun así se quedó! Lo que me extraña es que ninguna de las chicas viniera a decirle… Lo miré y estaba muy dormido y abrazado a mi ¡Mierda! No me gustaba este tipo de muestras de cariño y era algo que les dejaba claro a todos mis amantes, "solo follar y listo" ¡Es fácil! Sin embargo aquí estaba él durmiendo a pierna suelta ¡Maldita sea! ¡Le dije que se fuera antes de quedarme dormida! ¡Para eso tiene su habitación! Sin andarme con rodeos lo empujé hasta que cayó de la cama.

-¡Eh!... ¿qué?- despertó sobresaltado y lo miré con la misma cara que a mis adversarios, ahí supo a qué me refería y agachó la cabeza para hablar- Lo siento Ana…Yo…- lo interrumpí enseguida.

-¡No me interesan tus excusas! Ya sabes cómo es esto…- le recriminé, el asintió sin atreverse a mirarme la cara.

-La verdad es que yo pensaba…- le entrecerré los ojos.

-¿Qué demonios pensabas?- tragó grueso antes de enfrentarse a mi dura mirada.

-Después de estos meses juntos… Yo…- no me gustaba por dónde iba esto, pero lo dejé terminar para asegurarme- ¡Estoy enamorado de ti!…-gritó al fin y suspiré frustrada- Y yo pensé que…- ¡Mierda! Ahora si lo callé de nuevo.

-Sabes que no me interesa el amor… Solo quiero follar…Y puesto que ya no eres una opción…- me interrumpió suplicando.

-¡No por favor!...Ana…Te prometo no volver a sacar el tema…- negué y aun así siguió- Solo déjame seguir junto a ti… Seguro que con el tiempo…- volví a negar firmemente ¿Con el tiempo? Me prometí a mí misma no volver a caer en las garras del amor, eso sólo trajo dolor y muerte a mi vida, pero nunca más...

-Jack… Conocías las reglas…- me levanté de la cama, estaba totalmente desnuda y vi al instante como su deseo crecía, a pesar que verlo observarme así encendía mi deseo, ya estaba todo dicho, las reglas las hice para no caer en esta mierda…Otra vez… A pesar que verlo observarme así encendía mi deseo, ya estaba todo dicho, sonreí con maldad ¡Esta sería la última vez que lo disfrutara! Si algo tenía claro es que el amor es para los débiles y eso lo aprendí de la forma más cruel…

-¡De verdad Ana! ¡No volveré a sacar el tema, ni me quedaré a dormir…!- levanté mi mano para que entendiera mi orden…Lo hizo, se calló y agachó la cabeza derrotado.

-¡Quiero que te vayas y no vuelvas…!- le dije mientras me ponía mi bata para salir de la habitación a desayunar, pero antes me volví a él de nuevo- ¡Es una orden Jack!- vi sus intenciones de replicar pero agachó la cabeza y no lo hizo… ¡Buen chico! Acató la orden y no dijo más, el sólo conocía a la empresaria, nada más pero me conocía de sobra para saber que lo que digo es misa…

Al salir me encontré con Andrea en la puerta, ella era una de mis chicas de confianza.

-¡Ana!- saludó y suspiré.

-Hola Andrea- la saludé - Jack no será recibido aquí a partir de ahora- asintió- quiero que lo informes y te encargues que se vaya con todas sus cosas- volvió a asentir, sabía que no siempre podían irse cuando acabábamos en la madrugada…Por eso tenía una habitación junto a la mía para ellos, ahora me iba a tocar buscar a otro y sinceramente, no hay ninguno en mi entorno que me guste en lo más mínimo... O bien son feos o idiotas que sólo quieren casarse con mi apellido y posición ¡Como si fuera tan estúpida de caer en eso!

-¡Si, Ana!- sonreí- siento no haberlo hecho anoche pero pensé que tu…- le entrecerré los ojos.

-Mientras no cambie la orden… ¡Ninguno se queda a dormir!- asintió- ¡O en su casa o el otro dormitorio!

-¡Entendido Ana!- dijo algo avergonzada.

-Bien, pues arreglado esto voy a comer algo…

-Grace hizo chocolate…- dijo con una sonrisa encubierta, sabía que amaba el chocolate. Ellas, Carrick y Grace eran mis personas de confianza y con las que me habría más, pero aun así me costaba. Con el resto era sólo relación de jefa empleado, sin llegar a más. Nunca quise esto para mí pero cada vez que me acordaba de aquel día, enseguida recordaba porqué tengo ésta máscara de frialdad, nunca hay que bajar la guardia. Pero con ellas era distinto, así que le sonreí -Solo lo informo por si gustas…- asentí.

-¡Supongo que tomaré un poco! - bajé a la cocina donde Grace ya me tenía preparado todo como me gustaba, era muy dulce y atenta… Cuando me quedé huérfana, ella y Carrick se hicieron cargo de mí, no es que fuera una cría…Ya tenía 15 años, pero tuve que madurar antes de tiempo, todo lo acontecido con la muerte de mis padres sirvió para endurecerme y cerrar mi corazón, ella siempre me dio cariño a pesar de todo, sé que desearía una relación más cercana pero no puedo… Ahora ejercía de ama de llaves de mi casa, Carrick está al cargo de todo los negocios por mí. Él era la mano derecha de mi padre y ahora es la mía… Mis padres… Sacudí la cabeza intentando alejar esos pensamientos de mi… ¡Maldita sea! Todavía tenía pesadillas con ese día…Si tan solo…

-¿Quieres algo más Ana?- preguntó Luna sacándome de mis pensamientos y negué.

-Todo bien Grace, gracias…- le di una sonrisa que ella me devolvió como siempre admirándome con amor… Uno que yo no podía devolver… Debía mantener mi máscara de frialdad, eso nos mantiene vivos a todos, era mejor así… Aunque con ellos no podía mantener la indiferencia como al resto, en casa era jefa para todos menos para mis chicas y ellos. Eran como mi familia, pero ese poco desaparecía cuando tomaba el papel de Lessy, sonreí, así me conocen en los bajos fondos de esta ciudad…

Después de lo ocurrido con mis padres decidí hacerme cargo que no volviera a pasar algo así y me convertí en "Merciless Killer", es decir Lessy, un sobrenombre que me he ganado a pulso acabando de forma implacable con la escoria de esta ciudad, pero nadie sabe quién es Lessy realmente… Sólo el que muere a mis manos, mis chicas, Carrick y Elliot, éste último es el jefe de policía de la ciudad, nos conocimos en unas de mis misiones, le salvé la vida y me pidió ayuda para combatir el crimen. Muchos de los tipos que quería atrapar compraban su libertad…Ahí entro yo para darle su merecido, desde entonces hacemos muy buen equipo.

Así que mientras de cara al público soy Ana Steele, heredera de las empresas informáticas "Steele" reconocidas a nivel mundial, para la mafia soy Ana Steele la jefa del clan Steele… Cuando hago el trabajo sucio limpiando la ciudad, soy Lessy… Con respecto a la empresa he mantenido el legado de mis padres y estoy muy orgullosa de ello, pero como no entiendo mucho del tema, he contratado a expertos que están al cargo de Carrick.

Yo me dedico a practicar y mejorarme en toda clase de artes marciales, aunque soy experta, nunca hay que confiarse… Son las mejores para atacar cuerpo a cuerpo…También soy la mejor con las armas tanto blancas como de fuego… Se preguntaran si me gusta esto, la verdad es que me costó hacerlo al principio, con el tiempo te acostumbras, es la única forma de mantener limpia la ciudad.

-¿Seguro?- volvió a preguntar Grace devolviéndome al presente.

-Sí, Grace puedes retirarte…- asintió y cuando salió me dispuse a comer…El chocolate estaba buenísimo, era una de las pocas costumbres que he mantenido durante todos estos años… Mientras comía pude escuchar los gritos de Jack… ¡Era una lástima! Era muy bueno en la cama… Pero sabía las reglas, son claras y simples "Solo sexo, nada de amor", cuando lo conocí era un mujeriego empedernido, eso me gustaba, me encapriché de él y lo he tenido durante más de un año, pero desde el principio fui clara y pensé que la cosa funcionaba hasta hoy… ¿Cómo pudo enamorarse de mí? Suspiré rendida, ya no tiene solución, ha roto las reglas así que nuestro acuerdo murió… Ahora me tocará buscar a otro… ¡Mierda! ¿Dónde? Era la cuestión.

-Ana…- vino Caroline junto a mí con un papel en la mano, si interrumpía mi desayuno es que debía ser importante, así que dejé de comer para enfocarme en ella.

-Dime Caroline…- me dio el papel.

-Han llamado de la empresa y necesitan que vayas…- alcé una ceja.

-¿Por qué exactamente?- negó.

-No han especificado…Y eso me extraña...- se puso pensativa, Caroline era la más desconfiada de mis chicas y eso era una buena cualidad para todas.

-No te preocupes…Iré en un momento.

-¿Preparo los de siempre?- asentí, odiaba tener que ir siempre escoltada pero no me quedaba de otra.

-Sí, un chofer y un escolta- afirmé e hice un gesto con la cabeza, ella asintió.

-¡Lo prepararé ahora mismo! Pero Ana…- dijo más preocupada- Ten cuidado- rodé los ojos y asentí.

-¡Caroline, voy a la empresa! ¡No creo que esos frikis informáticos sean ningún peligro para mí!- dije con mi acostumbrado humor sarcástico, ella puso una sonrisa que murió al instante, sabía que no me gustaba bromear y lo respetaba aunque no estuviera de acuerdo.

-De acuerdo, lo tendré todo listo para cuando estés preparada- asentí, ella salió y seguí comiendo tranquilamente, una vez terminé fui a ducharme y me vestí de ejecutiva… ¡Odiaba esta ropa! ¡Y sobre todo los tacones! Pero no me quedaba de otra que ponérmelos cuando tenía que aparecer por la empresa ¡Menuda mierda! Una vez lista me miré al espejo y parecía una mujer normal, sonreí para mis adentros ¡Si supieran quién se esconde debajo! Estaba segura que nadie podía imaginar que Ana Steele era Lessy… Incluso a los que lo saben les parece increíble mi cambio de una a otra, aprendí de la forma más cruel a guardar todo lo más que pudiera, pero nunca se sabe...

Esa es la principal razón por la que no quiero a nadie en mi casa o habitación después de terminar su trabajo… Pueden enterarse de cosas que no deben y no me quedaría de otra que matarlo, no es lo que quiero…Suspiré derrotada, ya tuve que acabar con uno de mis amantes por ello y no me gustaría que se volviera a repetir. Sé que suena duro, pero no confiaba en él lo suficiente para dejarlo vivo con un secreto así, no me quedó de otra…

Cuando llegué abajo ya me esperaban 2 hombres, uno para conducir la limusina y el otro a mi lado para protegerme, rodé los ojos, como si me hiciera falta… Pero en fin, me abrieron la puerta y entré, mientras llegábamos a nuestro destino me puse a revisar mis correos… Cuando estábamos por llegar nos interceptaron 2 coches, me preparé para atacar, pero cuando me disponía a hacerlo el imbécil que se supone me protegería me dio un golpe y perdí la consciencia…

-¡Despierta puta!-gritaron a la vez que arrojaron agua en mi cara y abrí los ojos…Inspeccioné todo, antes de nada…Habían 3 hombres armados, uno de ellos mi guardaespaldas…- ¿Qué demonios miras? –me dijo el gordo frente a mí, se creía que por tenerme esposada y atada me tenía en sus manos ¡Que equivocado estaba! Mientras seguía hablando, cogí la ganzúa de mi reloj y me puse a quitarme las esposas…- ¿Ya no eres tan valiente? ¿Eh, Lessy?- abrí los ojos de sorpresa ¿Conocía mi identidad secreta? ¿Cómo era posible? Mi mirada se dirigió al guardaespaldas que sonrió de lado…Él lo averiguó, ya sólo quedaba acabar con todos y esperar que nadie más lo supiera.

-Sabes quién soy…- dije desafiante, el rio y acercó su cara a la mía haciendo que penetrara en mis fosas nasales su pútrido aliento.

-¡Por supuesto!…-comenzó a reír más fuerte ¡Imbécil!

-¿Hay alguien más que lo sepa?- los miré a todos que sólo reían.

-No hace falta… - volvió a acercarse de nuevo- Pronto morirás… Si no lo hemos hecho antes es porque quiero que sufras y si estabas inconsciente no lo harías… Y quiero que sea lento y agónico- se volvió a los otros- Lo disfrutaremos mucho ¿verdad chicos?- rieron de nuevo, ya les borraría esas estúpidas sonrisas de su cara, se relamió los labios mirándome con lascivia- pero empezaremos por follarte todos- sonrió con maldad, yo aguanté las ganas de hacerlo, ya había logrado soltarme las manos, mis piernas seguían atadas a la silla pero podría acabar con ellos antes de liberarme…Miré el entorno, los hombres, las armas a mí alcance y esperé el momento apropiado…

-¿De verdad lo crees?- dije muy convencida, él volvió a acercarse, pero esta vez a mi oído para susurrar.

-Lo haremos…Y te apuesto lo que quieras que te correrás y disfrutarás como la puta loca que eres…- ¡Ahora era mi oportunidad! No le daría tiempo ni arrepentirse de sus palabras, cogí el puñal de su costado y lo clavé en su yugular, la sangre emanó de su cuello manchándome entera. A continuación cogí su arma del otro lado, me puse de pie usándolo como escudo y disparé en la frente a los 3 hombres, no podía dejar a ninguno vivo, el último logró disparar antes de matarlo y me dio en el costado ¡Mierda!

Cuando ya estaban todos muertos procedí a desatarme y hacerme un torniquete… Busqué alrededor por mis cosas pero no estaban… ¡Maldita sea! Tenía que salir de aquí y llamar a alguien…Cuando llegué al exterior, vi que era un almacén donde me tenían, pude ver que estábamos en un barrio de mala muerte donde había varios bares… Entraría a uno para llamar a mis chicas o a Carrick.

Puse rumbo al que tenía más cerca, pero me encontraba muy mal, la vista se me nublaba, estaba perdiendo mucha sangre y estaba mareada…Antes de poder acercarme mucho caí inconsciente al suelo, con la seguridad que mi hora había llegado.

CHRISTIAN

-¡Venga tío! ¡Lo pasaremos bien!- seguía insistiendo José con su salida, ya sabía lo que deparaban éstas y no me apetecía en absoluto.

-Estoy cansado, he tenido 2 guardias seguidas y…- intenté convencerlo de que me dejara en casa pero me interrumpió.

-No haces más que trabajar Christian… ¡Hay que vivir la vida! – dijo sus frases de siempre, rodé los ojos ¡Mi vida estaba bien como estaba!

-Yo vivo la vida- dije convencido, para mi trabajar y descansar era más que suficiente para ser feliz, él me los entrecerró.

-¿En serio? ¡Pero si no haces más que trabajar!- suspiré.

-Me gusta mi trabajo José, aunque no lo creas disfruto con él… Y odio salir…- él se acercó a mí y me dio unas palmadas en el hombro.

-¡Debes relacionarte más Christian!… ¡Conocer chicas!…- suspiré, ya empezaba con lo mismo de siempre, las chicas no era un tema que me interesara en absoluto…Ninguna me llegaba a lo más profundo…Yo era como mi abuelo, buscaba aquella que con sólo una caricia me hiciera sentir…Pero no había tenido suerte hasta ahora.

-No sé José…- sonrió de lado.

-Haremos un trato- le alcé una ceja- Tu vienes conmigo a tomar unas copas y yo te presentaré a una tía que está…- empezó a hacer gestos obscenos con la boca y las manos, yo me pasé la palma de la mano por la cara.

-José… No me interesan el tipo de mujeres que a ti…- negó.

-¡Necesitas un buen polvo para que te animes!- reí ahora yo.

-¿Tú crees?- asintió y negué -No quiero polvos José… Quiero amor…- resopló rodando los ojos.

-¡Eres muy exigente, Christian! Empieza echando polvos y…- me guiñó el ojo- ¿Quién sabe? – al final me rendí, lo conocía lo suficiente para saber que no me dejaría en paz hasta que lo acompañara, así que me puse lo más simple que pude y nos fuimos directos a ese bar… Cuando llegamos al lugar me arrepentí de inmediato de venir y José debió darse cuenta.

-¡No lo juzgues por la fachada!- me guiñó- es uno de los mejores sitios para jugar billar, tomar copas y conocer chicas- suspiré de nuevo deseando irme a casa.

-¡No me lo puedo creer!- dije mientras miraba de nuevo el sitio, estábamos rodeados de almacenes y bares de muy dudosa reputación ¿Por qué tuve que venir? Él me dio unas palmadas para animarme.

-¡Vamos Christian! ¡No seas quisquilloso! Ya verás cómo disfrutas- asentí sin mucho ánimo ¡Total! ¡Ya estábamos aquí! Entramos, debo reconocer que por dentro la cosa cambiaba, fuimos a la barra y una vez que pedimos unas cervezas, fuimos a jugar una partida de billar…Si en algo tenía razón José es que era mejor por dentro que por fuera… Pero las chicas…Ninguna me llamaba la atención, soy una persona que me dejo llevar por la primera impresión y ninguna de ellas me llamaba en lo absoluto… Tras un par de partidas se nos acercaron 2 chicas que coqueteaban descaradamente, yo las ignoraba pero José parecía que ya tenía un objetivo claro para disfrutar su noche, así que después de una media hora de coqueteos exagerados entre ellos…

-¿En serio preciosa?- le contestó a algo que ella susurró en su oído, me imaginaba que podía ser, él me miro a mi- Christian ¿te importa si?- negué.

-No…Yo terminaré mi cerveza y me iré a casa- suspiró.

-¿Por qué no acompañas a…?- se dirigió a la amiga de su conquista que lo miró enfadada antes de volverse a mí con una coqueta sonrisa.

-Becca….Me llamo Becca- suspiré profundamente antes de contestar.

-Lo siento Becca, debo irme…Estoy cansado y necesito descansar…

-¡Pero…!- José la interrumpió.

-¡Déjalo, es cierto que tiene cosas que hacer!- me guiñó el ojo y le sonreí agradecido- ¡Nosotros nos vamos! ¡Tal vez no llegue a dormir!- gritó y reí negando con la cabeza, todo el bar debió enterarse que se quedaría con esa chica, su amiga los siguió cabizbaja por no poder hacer lo mismo conmigo…Una vez sólo dejé los palos sobre la mesa y fui a pedir una última antes de irme, mientras la tomaba inspeccioné el bar, no estaba tan mal después de todo… Una vez que bebí el último trago pedí la cuenta y salí ¡Joder! ¡Qué mal olía aquí afuera! Seguramente sería por alguno de esos almacenes de enfrente, antes de alejarme volví a mirar a la entrada y negué, podrían gastarse algo de dinero en arreglar esto… Cuando me alejé unos pasos un perro me cogió de la pernera del pantalón y tiro de mí, lo miré extrañado.

-¿Qué haces aquí pequeño?- me agaché a su altura y lo acaricié- ¿Te has perdido?- seguía ladrando y me tiraba del pantalón, si algo había aprendido en la vida era que los animales saben más que la mayoría de las personas, estaba convencido que algo pasaba, lo seguí y me llevó hacia una chica, estaba tirada en el suelo boca abajo ¡Dios! Me acerqué corriendo para inspeccionarla, sentí algo extraño pero no era momento de esto, le di la vuelta ¡Joder! ¡Estaba herida y toda llena de sangre! ¡Mierda! Llamé enseguida a una ambulancia que no tardaron nada en llegar, no por algo era el jefe de cirugía, la mantuve estable hasta entonces y los acompañé…El perro nos observaba con tristeza mientras nos subíamos a la misma así que decidí meterlo dentro.

-Pero él no…- se quejó uno de los enfermeros y negué.

-Es su perro…- la señalé- Y le ha salvado la vida… Si no llega a ser por él habría muerto desangrada- asintió sin mucho ánimo, no dijo más y pusimos rumbo al hospital, Una vez llegamos llamé a unas de mis enfermeras para que cuidara del perro mientras que yo iba a prepararme para entrar a quirófano para atenderla…Tenía una herida de bala ¿Quién y porque le dispararía a una mujer? Y lo más raro es que su ropa no concuerda con ese barrio… Muchas preguntas asaltaban mi mente pero ahora debía centrarme en salvarla… Una vez que extraje la bala y me aseguré que ningún órgano había sido dañado procedí a cerrarla…Cuando terminamos dejé que la limpiaran antes de llevarla a reanimación para poder subirla a planta…

-Doctor Grey…- vino mi secretaria junto a mí nada más salir del quirófano.

-Dime Ava…- se sonrojó como siempre antes de contestar.

-La chica que trajo… ¿Sabe su nombre?- negué.

-No… La verdad es que ni me molesté en mirar si había un bolso cerca…Tal vez lo robaron y por eso el disparo…Mejor llama a la policía y que ellos se encarguen- volvió a asentir.

-Enseguida doctor Grey- se fue y me quedé pensativo… Todo esto me parecía muy raro… ¡Pero en fin!…Terminé el papeleo, volví a ducharme y cambiarme de ropa antes de irme a casa… Pero sentía la necesidad de asegurarme que la chica estaba bien, así que pasé por reanimación…

Cuando llegué al lugar, me acerqué a su cama para inspeccionarla y fue cuando la pude ver de verdad… ¡Dios! Era una chica preciosa… ¿Por qué alguien querría dañarla? Me acerqué más a ella, vi que tenía un mechón de pelo en la cara y sin saber porque procedí a quitárselo… Cuando mi mano hizo contacto con su piel envió una corriente eléctrica que atravesó todo mi cuerpo, nunca me había pasado algo así con nadie…Y mucho menos con una chica de la que no sabía nada, la miré bien y se veía joven pero no demasiado…Sonreí para mis adentros, supongo que el abuelo tenía razón… Cuando encuentras a la indicada lo sientes, "el amor no es ver si no sentir", lo recordé con tristeza y por primera vez en mi vida lo entendí….

URSU.

Aquí les dejo esta nueva historia salida de mi imaginación...Siempre me gustaron las de mafia y tenía pendiente hacer una...¡Por fin me vino la inspiración! Espero que les guste.

Muchas gracias a todos por su apoyo, les agradecería dejaran sus comentarios.

Cualquier cosa no duden en contactarme.

Muchos saludos y besos para todos.