Antes de leer esta historia: Ve a youtube y busca una canción llamada "Alone together" de Fall Out Boys. El fanfic se disfruta más así
Todo había empezado la noche en que escaparon. Por supuesto, se tuvo a prácticamente toda la fuerza policial buscándolos, lograron encontrarlos casi 12 horas después, acurrucados en una casa abandonada, Zack iba a ser llevado de regreso a la prisión y Rachel al psiquiátrico.
Era interesante pensar en cómo hubieran cambiado las vidas de ambos si alguien se hubiera detenido a escuchar, pero como decía el dicho, más valía tarde que nunca, porque la forma en la que Ray se había revuelto, gritando y peleando como una gata ante la sola idea de ser separada del Foster no le pasó desapercibida a alguien.
La mujer se llamaba Eloise Dickinson y era una de las cabecillas del psiquiátrico de la prisión de Stanford, lugar donde se encontraba Zack. Dickinson tenía un larguísimo historial en todo lo que tenía que ver con la rehabilitación de criminales peligrosos y la reacción tan violenta de la joven, así como la del pelinegro, no pudo parecerle menos que llamativa.
Primero pasó dos días hojeando ambos expedientes, se demoró un poco más con el de Zack, dado que no había demasiada información a la mano sobre el orfanato donde este se crío, por lo que tuvo que realizar una pequeña investigación que no le dio ningún resultado agradable, el de Rachel no era mucho más esperanzador, pero al menos fue más sencillo. Tras esto, pidió que se le hiciera un examen médico a la pequeña rubia: No se encontró ningún indicio físico de abuso sexual, violación o maltrato.
El segundo paso, según su protocolo habitual de trabajo eran las entrevistas que, comentaría a algún colega, no fueron demasiado difíciles: La sola mención de su compañero y la posibilidad de arreglar la situación si se mostraban cooperativos fue más que suficiente para que fueran más dóciles que otros pacientes que atendió en su vida.
Rachel se centró en la promesa que los había unido, en el acoso sufrido por parte de su anterior psiquiatra (algo que Eloise comprobó más tarde, Daniel tenía más de una denuncia que fue tapada con arreglos extra-judiciales) y los extraños lapsos en los que perdía la memoria. Lo que la mujer entendió era que Ray, de cierta manera, había terminado refugiando su escasa estabilidad mental en el Foster.
Zack fue mucho más duro de roer, especialmente con todo lo que se refería a su estancia en el orfanato y el periodo posterior, antes de conocer a Rachel. Era gracioso pensar que un asesino en serie de 20 años tenía un trastorno mucho menos complejo que la rubia a pesar de su largo historial de asesinatos, los que se debían a una mezcla de factores, cada uno peor que el anterior.
Una semana después de estas entrevistas, en el escritorio del juez que dictó la sentencia del Foster apareció un informe psiquiátrico de por lo menos 20 páginas que se resumía en una palabra: Interdicción.
—Básicamente— le explicó ella al pelinegro —declararte interdicto indica que no eres mentalmente capaz de ser un ciudadano, con los derechos y deberes que eso conlleva.
—No te entiendo una mierda.
—En otras palabras, no puedes trabajar o tener bienes materiales, pero tampoco puedes ser juzgado por la justicia normal. Te fue revocada la pena de muerte y ahora estoy en proceso de empezar tu tratamiento— ante la falta de respuesta, volvió a explicarse —no puedo soltarte como estás ahora, pero tu problema es perfectamente tratable. En cuatro años podrás pasar por una prueba para salir y trabajar como un ciudadano normal, siempre con vigilancia y bajo la condición de que, de todas formas, tendrás que venir a terapia por lo menos 3 veces a la semana.
Zack la miraba con los ojos brillantes, de alguna forma, eso parecía demasiado para ser real
—… ¿Qué pasará con Ray? — otra vez aquella muchacha, era como si el sujeto no pudiera sacársela de la cabeza
—El tratamiento de Rachel es, por lejos, más complejo que el tuyo— se cruzó de piernas —tú tienes TOC, problemas gravísimos de control de impulsos y eres bastante agresivo; pero todo eso es tratable, requerirá de muchísimo trabajo y te costará, pero es posible que puedas tener una vida normal de cara al futuro— suspiró —a Rachel no he sido capaz de hacerle un diagnóstico preciso, podría ser trastorno por estrés post-traumático, trastorno disociativo, alguna forma de esquizofrenia…lo que tiene de bueno es que, a diferencia de ti, Rachel todavía es joven.
—Vaya al puto grano.
—A ti puedo asegurarte que saldrás de este lugar y podrás reintegrarte a la sociedad casi sin problemas. Con Rachel tengo esperanzas, pero no puedo estar tan segura.
—¿Voy a poner volver a verla? — era un poco cruel hacerlo, pero como en casi todos los casos, Eloise no podía dejar de ver a alguien a quien estaba ayudando demasiado tarde, intentando aferrarse a la remota posibilidad de que pudiera hacer algo
—Hagamos un trato, Zack: Si te esmeras en tu tratamiento, te permitiré verla, ¿todavía tienes intenciones de matarla?
—Yo no miento y no rompo mis promesas, si ella quiere, lo haré.
—Entonces se verán cuando me asegure que ella no lo quiera. Debo poner su integridad por encima de sus deseos personales— ordenó los papeles, dando por terminada la entrevista —esfuérzate, Zack, y no solo podrás ver a tu amiga, vas a poner detenerte.
Eloise supo que aquello saldría bien cuando vio la mirada de Zack. Pocas veces en su larga carrera, había visto a alguien tan realmente determinado a cambiar.
Dickinson pensó que nunca olvidaría la primera vez que aquel par se reunió, casi seis meses después de empezado su tratamiento: Zack la levantó por el aire, le dio un par de vueltas y se quedaron abrazados un par de minutos, para luego proceder a contarse todo lo que se habían perdido con un lujo de detalles casi enfermizo. Las pastillas, las sesiones, las pruebas y un larguísimo aprendizaje parecían solo un pequeño bache para llegar a ese momento.
Se veían una vez a la semana, de forma casi religiosa, a veces el Foster era llevado desde el psiquiátrico de la cárcel hasta el centro de terapia juvenil, otras, era el revés. Pero siempre eran los primeros en estar en la fila de las visitas y a los que siempre había que estar llamando para regresar.
Para ambos, el tiempo se había convertido en sus visitas y lo que faltaba para sus visitas.
Esto se sube el lunes junto con "Cinco ángeles", pero tendrá menos capitulos. Posiblemente tres o, como mucho, 4.
