Capitulo 1
Respiro hondo intentando tranquilizarse, y tras soltar el aire, abrió la puerta de la casa.
- ¿Ron? – pregunto al silencio, y suspiro aliviada cuando no hubo respuesta.
Bueno, eso le daría tiempo para intentar tranquilizarse, y sobre todo, para pensar en la forma en que les diría lo que había sucedido mientras estaba en Londres...
Flash Back
Ya había cerrado algunos de los tratados con el Ministro, y satisfecha de su trabajo, se dirigió a las chimeneas; Anhelaba estar de nuevo en casa, aquel lugar no le traía buenos recuerdos, y desde que llego, había deseado marcharse cuanto antes.
¿Cuánto hacía desde la última vez que había estado ahí?, no lo recordaba, y en realidad no deseaba hacerlo, esa era una parte de su vida que había enterrado en lo más profundo de su mente con la esperanza de lograr olvidarla.
- "A veces, es mejor dejar el pasado en su lugar" – le había aconsejado Harry cuando la guerra termino, y a su punto de vista, había sido un sabio consejo que siguió durante mucho tiempo.
- ¿Granger? – aquélla voz la hizo detenerse durante algunos segundos, pero de inmediato comenzó a caminar de nuevo fingiendo no haber escuchado que la llamaban, o en todo caso, que ella no era esa persona que acababan de mencionar.
La voz le había parecido conocida, y eso había hecho que apresurara el paso, porque si era quien imaginaba, no podía permitir que la interceptara. Debía salir de ahí de inmediato.
- ¡Granger, detente! – exclamo la voz algunos metros tras ella, y sin poder evitarlo, Hermione se detuvo dirigiendo sus castaños ojos hacía quien le hablaba.
No se había equivocado, algunos metros y varias personas la separaban de un alto joven rubio que la observaba con sus penetrantes ojos grises; El cabello lo llevaba ligeramente más largo de lo ella le recordaba, e incuso algunos mechones rebeldes le caían sobre los parpados confiriéndole un aire elegantemente frió. No siguió analizándolo, porque en cuanto aquel hizo ademán de acercarse, ella se alejo corriendo hacía las chimenea, empujando de vez en cuando a la gente que se atravesaba en su camino; Ignoro a la voz que la urgía a enfrentarlo, a hacerle pagar todo el daño que había causado, porque sabía muy bien que hacerlo, pondría en peligro la tranquila vida que junto con sus seres queridos, había logrado establecer después de aquella etapa oscura y dolorosa de sus vidas.
Estaba por llegar a una de las chimeneas, cuando una mano fuerte se cerro sobre su brazo impidiéndole llegar.
- ¡Suéltame Malfoy! – le espetó en un susurro volviéndose hacía el rubio. Si gritaba, terminaría atrayendo la atención de la gente, y eso era lo único que no necesitaba.
- No – fue la respuesta del Slytherin, y aunque se mostraba tranquilo y arrogante, Hermione pudo ver un brillo de emoción en sus grises ojos – Necesito que hablemos... –
- Yo no tengo nada que hablar contigo – le aclaró, pero por más que lo intento, no pudo soltarse de aquel agarre, que aunque no la lastimaba, la mantenía firmemente sujeta.
- Hablaremos – le aseguro Draco, y sin esperar contestación, la arrastro lejos de la gente.
Caminaron por uno de los muchos pasillos, y se detuvieron frente a una puerta que Draco abrió caballerosamente para después de meter a Hermione, meterse él.
- ¿Que demonios es lo que quieres, Malfoy? – le encaro Hermione cuando éste la soltó.
- Quiero que me digas donde esta Harry – respondió Draco, y Hermione se asombro al notar que el tono frió había desaparecido, y ahora había en aquélla voz, una mezcla de emoción y urgencia.
- ¿Y para que quieres saberlo¿Para volver a jugar con él¿Para romperle el corazón una vez más cuando vuelva a estar perdidamente enamorado de ti?, no Malfoy, no permitiré que vuelvas a pisotearlo de esa manera, le ha costado mucho trabajo olvidarte y poder rehacer su vida... – sabía que estaba siendo cruel, pero no podía evitarlo, lo había odiado por haber hecho sufrir a su amigo, por haberlo abandonado cuando más lo necesitaba, por haberlo traicionado, por haber jugado con su corazón, por haberle robado aquella alegría que hacía brillas sus verdes ojos...
- Granger, se que le hice daño, pero tuve mis razones para hacer lo que hice, y después de que la guerra termino, intente buscarlo para explicarle, pero se había marchado... Si tan sólo me escuchara, entonces comprendería lo que sucedió... – intento explicarle, comenzando a sentirse desesperado ante la dureza en las palabras de la castaña.
- ¡Claro que se marcho! – exclamo Hermione mirándole furiosa, ignorando el brillo triste y el tono suplicante que había percibido en el rubio - ¡¿Acaso esperabas que se quedara en un lugar que sólo le traía malos recuerdos, que se quedara a esperar a ver si cambiabas de opinión después de cómo lo trataste?! –
- ¡Sólo te estoy pidiendo que me digas donde esta para poder hablar con el, para tratar de aclarar las cosas! – exclamó también Draco, sin poder ocultar la desesperación que se empezaba a desbordar dentro de él.
Aquello si que asombro a Hermione, había dolor, había tristeza y desesperación en la voz y los gestos del siempre frió e inmutable Draco Malfoy, pero no permitió que aquello le ablandara el corazón, no podía confiar en Malfoy, podía estar mintiendo, ese tipo de cosas se le daban bien siendo un Slytherin.
- No Malfoy, no puedo permitir que vuelvas a acercarte a él – declaro apartando la mirada del rubio – Le habías prometido estar a su lado, juraste amarlo y protegerlo, pero lo abandonaste, lo dejaste a su suerte cuando más te necesito, y no sólo eso, peleaste a favor de Voldemort durante la batalla final¿Qué crees que sintió cuando la mascara voló de tu rostro y contemplo al ser que amaba alzando su varita contra él? Nos costo mucho trabajo levantarle el animo, y en más de una ocasión intento suicidarte¡Intento quitarse la vida por tu culpa! Al final, sólo una cosa logro darle el animo y el valor suficiente para seguir adelante, no puedo permitir que llegues y destruyas una felicidad que nos costo años de sufrimiento poder construir y mantener... Deja de buscarlo, olvídate de él, si quieres finge que murió durante la batalla... –
- No puedo, yo... Yo le sigo amando... – murmuro en un susurro que Hermione apenas alcanzo a escuchar.
- ¡Y si lo amabas ¿Por qué hiciste todo eso?! – le grito Hermione molesta - ¡Si lo amabas debiste haberte quedado a su lado, debiste haber peleado junto a él! –
- Necesito hablar con él – fue todo lo que Draco dijo, y en su voz había tal sentimiento de tristeza y dolor, que Hermione no pudo seguir ignorando aquello, en verdad parecía sufrir...
- Olvídalo Malfoy, es lo mejor que puedes hacer – fue todo lo que le pudo decir, y se dirigió a la puerta antes de cometer una tontería de la que luego podría arrepentirse.
- No voy a olvidarlo – la voz de Draco la detuvo cuando se disponía a abrir la puerta – Se que hice mal, y no sabes lo mucho que me he arrepentido de haberle abandonado, él era lo único bueno en mi vida, y voy a luchar por recuperarlo... –
- ¿Aunque eso signifique lastimarlo de nuevo? – pregunto Hermione abriendo la puerta, y ante la falta de respuesta, abandono la oficina rumbo a las chimeneas, deseando que aquel encuentro nunca se hubiera dado, pero sin poder olvidar la postura derrotada y dolida de aquel Slytherin que siempre se mostró altivo y seguro.
End Flash Back
- ¿Por que tan pensativa? – le pregunto una voz gruesa, y tan sumida estaba en sus pensamientos, que no pudo evitar sobresaltarse cuando el silencio fue roto.
- Oh... Me asustaste – le amonestó dirigiendo sus castaños ojos al quicio de la cocina desde donde el pelirrojo la observaba divertido.
- Pude percatarme de ello – comento sonriéndole cariñoso mientras se acercaba - ¿Y me dirás cómo te fue? – le pregunto después de darle un tierno beso en la boca y dirigirse a la cafetera para servir café.
- Pues logre que el Ministro firmara los tratados – le informo sonriendo orgullosa.
- Me alegro por ti, amor – la felicito Ron acercándole la primera taza de café mientras la castaña se sentaba en la mesa para cuatro personas que había en la cocina - ¿Y como te sentiste? –
- Fue extraño regresar después de tanto tiempo... – intento explicarle, sabiendo que a eso se refería el pelirrojo cuando le hizo la pregunta – Además... –
- ¿Además qué? – le alentó Ron para que continuara, y se volvió hacía ella batiendo su café para poder prestarle mayor atención.
- Yo... Me tope con Malfoy cuando salía del Ministerio – confeso, y sintiéndose nuevamente nerviosa ante la posible reacción del pelirrojo, se limito a beber su café.
- ¡¿Qué?! – exclamo Ron, y casi se le caía la taza cuando escucho a Hermione – Y él... ¿Él te reconoció? –
- Yo... Si... – respondió en un susurro, y dejo la taza sobre la mesa. Repentinamente se sentía culpable por no haberse liberado del rubio antes.
- ¿Y que paso? – le pregunto Ron observándola con una mezcla de coraje y aprensión.
- Él... Él me pidió que le dijera donde estaba Harry... – le explico, y pudo ver en los ojos del pelirrojo, que la aprensión era superada por la furia.
- ¡¡Es un maldito bastardo!! – estallo Ron molesto, y dejo la taza sobre la mesa con tanta fuerza, que derramo parte de su contenido sobre la misma – ¡¿Cómo se atreve a preguntar por él después de lo que le hizo?! –
- Me dijo que quería hablar con Harry, que tenía una explicación para lo que había sucedido – le contó Hermione, y volvió a recordar la desesperación que había captado en la voz del rubio.
- ¡Claro que hay una explicación, ese idiota siempre tendrá una justificación para sus estupideces! – exclamo Ron furioso, dando vueltas en la cocina intentando tranquilizarse, pero sabiendo que eso no pasaría pronto.
- Se veía muy afectado cuando me lo dijo... – comento Hermione, sin saber exactamente porque decía aquello – Y cuando me encontró se veía muy emocionado... –
- ¡Claro, seguro piensa que Harry sigue estúpidamente enamorado de él, que volverá a confiar ciegamente en él sin importar lo mal que lo trato! – escupió Ron, y después de dar algunas vuelvas más, respiro profundo para intentar tranquilizarse.
Hermione sólo se limito a observarlo; Sabía que estaba enfurecido, y no era para menos, fue el primero que con gusto le hubiera partido la cara al vanidoso Slytherin cuando se entero que había estado jugando con su amigo, y a ella le costo demasiado trabajo mantenerlo bajo control, sobre todo cuando Harry trato de suicidarse...
- No hay que decirle nada a Harry – la voz de Ron la obligo a mirarlo; Hablaba con una voz modulada, pero ella sabía que le estaba costando algo de trabajo sonar tranquilo, no por nada era su esposa.
- ¿Estas seguro? – le pregunto.
- Es lo mejor, a Harry le a costado mucho trabajo superar todo esto, no podemos arruinar su felicidad hablándole de ese desgraciado – le recordó Ron, y después de respirar hondo, busco un trapo para limpiar el café que se había derramado sobre la mesa.
- Si, tienes razón – accedió Hermione mirando a su esposo limpiar la mesa.
- Por cierto, espero que no hallas olvidado que vendrá a cenar – le recordó cuando se sentó a la mesa dispuesto a intentar disfrutar su café.
- ¡Lo había olvidado¡ – exclamo Hermione levantándose de la mesa – Supongo que vendrá con Ethan¿Verdad? –
- Si, dijo que lo traería – confirmó Ron dando un sorbo a su café – Sabes que no le gusta separarse demasiado de él –
- Merlín, entonces no tengo mucho tiempo para hacer el espagueti – murmuro la castaña dirigiéndose a las alacenas.
- Si quieres, podemos pedir algo para cenar, sabes que a Ethan le fascina la pizza – propuso Ron.
- Pero prometí que haría la cena... – comento Hermione compungida.
- Ni Harry ni Ethan se ofenderán si decidimos hacer otra cosa para cenar, de hecho, a Ethan le fascinará si decidimos cenar pizza – opino Ron sonriendo divertido.
- No creo que a Harry le haga mucha gracias que Ethan coma todo el tiempo pizza – replicó Hermione observando desalentada las pocas cosas que había en la alacena.
- ¿Entonces que piensas hacer? – le pregunto el pelirrojo observándola por sobre su taza de café mientras bebía.
- Iré a comprar las cosas para el espagueti y tú me acompañaras – le indicó sonriendo mientras se encaminaba a la puerta.
- Como usted ordene – accedió Ron sin dejar de sonreír, mientras se levantaba y seguía a su esposa.
- Pero señor Malfoy, buscamos al señor Potter durante 5 años y jamás encontramos rastro de él... – le recordó un hombre bajito cubierto con una capa gris.
- Si, pero en esa ocasión no teníamos ni una pista de a donde podría haber ido, sin embargo, esta mañana me acabo de topar con una de sus mejores amigas, con la señorita Granger, y después de intercambiar algunas palabras con ella, descubrí que sigue en contacto con él... – le explico Draco, y un brillo de emoción cruzo sus grises ojos, aunque su rostro se mantuvo impasible ante aquel hombre – No me dijo donde se encontraba – siguió explicándole mientras se recargaba en el asiento de cuero negro tras su escritorio – Pero tras hablar largo y tendido con el Ministro, éste me dijo que la señorita Granger trabaja en el Ministerio de Mágia Alemana... No creo que Harry se encuentre en la Comunidad Mágica de Alemania, su estancia no pasaría inadvertida, no, debe estar viviendo en alguna Zona Muggle, y la manera más rápida de encontrarlo, es a través de Weasley o Granger, ellos tarde o temprano irán a ver a Harry, si no es que están viviendo juntos, y en cuanto lo encentren, quiero que me informen¿Me ha entendido? –
- Perfectamente, señor Malfoy – respondió el hombre.
- Muy bien, entonces comiencen la búsqueda, y ya sabe, con la mayor discreción posible – le advirtió Draco – Y si lo encuentran, avísenme de inmediato –
- Como usted diga, señor Malfoy – accedió el hombre – Ahora me retiro para poner a mis hombres en la búsqueda del señor Potter – y tras una reverenda, se dirigió hacía la chimenea, por donde desapareció usando los Polvos Flu.
- No me interesa lo que diga Granger – murmuro Draco una vez que se hubo quedado solo en su lujoso despacho – recuperare a Harry sin importar qué... – y tomo el marco de una foto que tenía sobre su escritorio, la foto de un chico de no más de 17 años que sonreía a la cámara mientras el frió viento de invierno alborotaba más sus rebeldes cabellos negros; Las verdes esmeraldas brillaban alegres, al tiempo que uno de los ojos se cerraba en un guiño coqueto hacía quien tomaba la foto, y Draco podría recordar perfectamente cuando tomó esa foto... – Te recuperare, Harry – prometió, y después de besar el frió vidrio que cubría la foto, volvió a depositarla sobre el escritorio para seguir con su trabajo.
Holitas!
Ya lo sé, deben de estar pensano lo de siempre, que no conlcuyo una historia cuando ya estoy comenzando otra, pero es que no lo puedo evitar T.T Ya tenía mucho tiempo pensando en esta, y en verdad que necesitaba escribirla, además, para todos los que me siguen en Para Siempre Junto A Ti, ya les aviso que no se preocupen, no me he olvidado de esa historia, es sólo que no encuentro la inspiracion para seguirla, pero tampoco quiero dejarlos olvidados, así que de mientras le mando esta para que se entretengan un rato xD
Espero que les guste este primer capitulo y que me dejen su opinión, que ya saben que para mi es muy importante n.n
Saludos!
