Secreto a Voces

CAPITULO 1: Sakura

Sakura ha descubierto algo muy particular.

Los ojos de Naruto brillan con fuerza cuando encuentran algo que verdaderamente le agrada, sus ojos se abren un poco más de lo normal y sus mejillas, dependiendo de la situación suelen adornarse de un particular carmín que a ella se le hacía costumbre de vez en cuando en el momento que le hablaba en ese entonces a un adolescente Uchiha Sasuke.

Sin embargo, ahora ella se encuentra frente a Naruto con las manos extendidas y una pequeña cajita sobre ellas. Hoy diez de Octubre, Sakura ha encontrado el momento perfecto para poder hablar seriamente con su rubio amigo, con su inseparable amigo desde la infancia, quien a diferencia de cualquier otra persona la ha cuidado aunque ella, quizás no lo mereciera.

-¿Pa…para mi, Sakura-chan?- y aunque resulte tonto que un muchacho de dieciséis años como lo es Naruto se ponga de esa manera por un simple regalo, Sakura sonríe. Por que si Naruto tiene un sonrojo casi imperceptible en sus mejillas, ella prácticamente es un semáforo andante

-Claro que si, idiota ¿De quien más es el cumpleaños hoy?-

-Pues puede ser de otra persona y a lo mejor…-

-Naruto- toma un poco de aire, intentando no gritar y sacar ese lado impulsivo que ella posee en su interior –Tómalo, es para ti-

-¡Muchas gracias, Sakura-chan!- aquella incomparable sonrisa hace aparición, lo que le demuestra que nada importa más que ver aquella alegría reflejada en los ojos de Uzumaki.

Haruno Sakura reconoce de inmediato a la figura que acababa de aparecer de la nada detrás de Naruto, no en vano estuvo enamorada de él por varios años –Dobe- la grave y gruesa voz del único Uchiha que habita en Konoha llama la completa atención de Naruto que gira con su sonrisa todavía resplandeciente

-Mira Teme, Sakura-chan me ha dado mi primer regalo de cumpleaños-

-Hm-

Sasuke ha hecho una pequeña mueca, como si el pequeño regalo en las manos de Naruto no tuviera ningún valor en especial y Sakura aunque guarde todavía un gran cariño por el azabache ha arrugado el entrecejo –¿Por qué haces esa cara, teme?-

-Te alegras por tan poco, usuratonkachi-

-Pues para mi es de lo mejor por que me lo ha regalado, Sakura-chan-

Y Sakura no puede evitar sonreír orgullosa, con un sonrojo liviano en sus mejillas, sin contar por supuesto con lo bien que se ha sentido el ver como Sasuke arruga las cejas molesto, sobre todo por el comentario –Me… preguntaba si podíamos ir al Ichiraku- por fin, después de un largo tiempo en el que hubiera permanecido callada, Sakura logra hablar mirando fijamente a Naruto, reparando después de unos segundos en la expresión parca del Uchiha –Los tres- termina por agregar.

-No me interesa- rápidamente Sasuke contesta, y aunque a la ojiverde la respuesta le haya agradado, puesto que necesita de un momento a solas con Naruto sabe que para el rubio la presencia del Uchiha siempre va a ser indispensable

-Pero es el cumpleaños de Naruto, podríamos pasar un tiempo los tres juntos. Como en los buenos tiempos-

Naruto sonríe, por supuesto antes las palabras de Sakura y su predisposición por que los tres recuperen parte del tiempo que les fue arrebatado durante su camino entre la niñez y la adolescencia, por lo que entusiasmado como muchas veces suele mostrarse, asiente, fervientemente y con mucho entusiasmo.

-Esa es una estupenda idea, Sakura-chan ¿Qué dices Sasuke?-

-Todo lo que dice ella te parece estupendo, dobe-

Sakura no pudo evitar retroceder un paso ante el pronombre usado tan despectivamente por Sasuke, del muchacho que por voluntad propia había decidido que fueran todo el tiempo solo amigos. Y es en ese momento, en el que los afilados ojos de Uchiha Sasuke, con ese penetrante color negro. Cuando ella comienza a entender muchas cosas. Esa taladrante mirada acaba de transmitirle muchos más sentimientos que los que ella hubiera querido ver.

-No seas tan arisco, baka- cuando ve el sonriente rostro de Naruto descomponerse en uno de molestia, Sakura comprende que no va a permitir que Sasuke arruine ese día

-No importa Naruto, si Sasuke-kun no quiere venir es por que seguramente tiene otras cosas que atender-

En una costumbre que no comparten, Sakura logra aferrarse al brazo del ninja número uno en sorprender a la gente logrando de este modo que Naruto olvide todo gesto de molestia y pase a un estado de estupefacción -¿Sa…Sakura-chan?-

-Vamos a almorzar, Naruto-

Lo ve asentir, con el cuerpo rígido y los pasos mecánicos, seguramente por el nerviosismo que le ha provocado al acercársele tanto y mientras va caminando, del brazo de Uzumaki, no puede evitar ladear ligeramente su rostro donde unos pasos más atrás Uchiha Sasuke la mira con rabia aprensada, velozmente vuelve su mirada hacia el afrente, temerosa por aquella expresión en el rostro del azabache.

Justo el día de hoy, Sakura acaba de descubrir la verdadera razón por la que Sasuke la rechazaba sin siquiera tomarse la molestia de pensarlo o siquiera dejarla terminar de hablar.

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-…Y el muy idiota es un egoísta por que tan solo piensa en él y nada más que en él, es como si no le importara en lo más mínimo el hecho de que yo soy su mejor amigo y de que hemos vivido muchas cosas juntos y por separado también. Es mi cumpleaños y el muy imbécil es incapaz de decir aunque sea 'Felicidades, idiota' aunque claro el idiota estaría demás, pero ya sería costumbre. Sasuke no tiene ningún tacto con las personas-

A veces… Naruto es tan desesperante.

Y Sakura lo sabe muy bien por que a pesar de que no quiere admitirlo, si bien Sasuke no ha estado presente durante el almuerzo, finalmente si ha estado presente, pero por que Naruto no ha dejado de mencionarlo un solo momento. Deja el tazón de ramen a medio comer y apoya un codo sobre el mesón para después colocar su quijada sobre su mano, dispuesta a observar a Naruto mientras él continua con su monólogo, dándose tiempo tan solo para respirar o comer de vez en cuando.

-¿No lo crees, Sakura-chan?-

Sakura, después de pasársela viéndolo por un largo rato y de decidir que lo mejor es obviar sus palabras tan solo decide asentir –Si, tienes razón Naruto-

-Por supuesto que la tengo, Sasuke es indudablemente un completo idiota-

-¿Por qué no dejamos el tema y paseamos por ahí?-

-¿Pasear… como en una…?-

-¿Cita?-

Sakura sonríe, principalmente por la manera en la que el muchacho ha carraspeado intentando mostrarse como un adulto, que obviamente todavía no es –Si es lo que Sakura-chan quiere, por mi no hay problema-

-Muy bien, entonces vamos a dar un paseo por la aldea-

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El paseo después de todo no resultó tan buena idea.

A cada paso que daban se encontraban con algún amigo o compañero que le deseaba un feliz cumpleaños al rubio. Uno que otro acompañado por un pequeño presente, sin contar por supuesto con el pequeño Konohamaru y sus dos amigos, Udon y Moegui. Quienes no se les despegaron como en dos horas.

Finalmente el atardecer había llegado, y feliz con la idea de por lo menos haber pasado toda la tarde junto al rubio, Sakura se decide por hablar a solas con él, apenas el sol empiece a ponerse, para darle tal vez un ambiente más cálido, por no decir romántico al asunto.

Pero cuando el lugar comienza a oscurecerse a una velocidad verdaderamente sorprendente, Sakura comprende que va a llover, todos los puestos comienzan a cerrarse y como era de esperarse Naruto le propone dejarla en su casa antes de que el clima empeore, lastimosamente la lluvia logra alcanzarlos mucho antes y no les toca más que refugiarse en el interior del Ichiraku, visitándolo por segunda vez en ese día.

-Voy al baño, regreso en un momento-

-De acuerdo. Yo te espero, Sakura-chan-

Se mira en el espejo con su cabello cayéndole por los hombros y su ropa empapada completamente, arregla como puede su ropa y cabello, pensando en que Naruto se encuentra en la misma situación que ella, y que no estaría mal fijarse en que tan bien se le apega la ropa al menor, después de todo Naruto es un ninja, y como tal su cuerpo se mantiene en forma.

Sacude su cabeza con fuerza, se está convirtiendo en una maldita pervertida.

Sale del baño moviendo un poco sus cabellos, con la intención de total de no comportarse igual que sus tontos pensamientos, sin embargo al escuchar la voz de Naruto dirigida a otra persona no puede evitar paralizarse por unos segundos.

-¿Qué haces aquí, teme?- Sasuke se encuentra en el umbral de la entrada al Ichiraku con un paraguas cubriéndolo de la lluvia

-Como no llegabas pensé que estarías aquí. Este parece tu segundo hogar-

-No digas idioteces- a pesar de que puede distinguir a Naruto de espaldas, Sakura notó visiblemente como el rubio se cruzaba de brazos –Además… ¿Por qué te importa si llego o no al departamento?-

-Nunca pasas más de cuatro horas alejado de mí, así que fue extraño el no percibir tus gritos y torpezas dentro del departamento- Sakura abre sus ojos con sorpresa, cuando ve a Naruto desviar el rostro y puede ver su perfil, con la mirada en el piso aparentemente avergonzado por el leve azoramiento en las mejillas del ojiazul

-I…idiota. No digas esas cosas tan a la ligera que podrían mal interpretarse-

-¿Mal interpretarse?- Sasuke enarca una ceja –Pero si no he dicho nada más que la verdad- un pequeño rayo los ilumina por un par de segundos y Sakura sabe que debe hacerse presente y dejar de escuchar esa conversación

-¡Ya cállate! Y mejor ándate, Sasuke- por el movimiento de Naruto, Sakura puede ver claramente como el rubio ahora mira a los ojos al azabache –Estoy esperando a Sakura-chan que está en el baño y voy a dejarla en su casa-

Por un momento la pelirosa puede ver como las facciones de Sasuke cambian a una de molestia y su sandalia mojada por la lluvia resbala ligeramente con el agua que ha escurrido de ella debido a la lluvia, no hace mucho ruido pero si el suficiente como para que Naruto gire de improvisto y ella se vea obligada a esconderse -¿Sakura-chan?- su corazón late con fuerza y aunque no sabe muy por que, no quiere que Naruto sepa que los ha estado escuchando.

-Por cierto…- la voz de Sasuke la ha salvado aunque no sabe si es apropósito -¿Cierto que es tu cumpleaños?-

-Vaya… hasta que por fin lo has recordado- vuelve a asomarse para ver como la total atención de Naruto esta otra vez en Sasuke

-No lo he recordado. Konohamaru llegó en la tarde a punta de gritos a buscarte para desearte feliz cumpleaños. Acompañado por su puesto de ese par de inútiles que tiene por amigos-

-¡No les digas así, teme!- Vuelve a esconderse otra vez cuando le parece que sus ojos se han cruzado con los oscuros de Uchiha, sin embargo descarta la idea cuando nota que la conversación continua. Después de todo, Sasuke no permitiría que la conversación continuara si hubiera alguien espiándolos. Sea cual sea el tema que hablaran –Ellos son unos niños increíbles-

-Da igual, también vine para darte tu regalo de cumpleaños-

-¿Tu…?- la voz de Naruto tiembla y Sakura no duda en volver a asomarse -¿Tu… me has comprado algo… a mi?-

-No he comprado nada, ya te dije que me entere apenas hace unas horas de tu cumpleaños-

-Entonces ¿Qué es?-

La mano de Sasuke se acerca peligrosamente al mentón de Naruto levantándolo un poco, debido al par de centímetros que Sasuke sigue teniendo más que Naruto y aunque no quiere aceptarlo Sakura sabe lo que seguirá a continuación y por lo mismo su corazón no deja de violentarse contra su pecho ante la sorpresa –Feliz cumpleaños, dobe- y apenas las palabras quedan flotando en el aire, desde donde se encuentra, sus ojos verdes pueden ver a la perfección como los labios de Sasuke se juntan con los de Uzumaki Naruto, su supuesto mejor amigo.

Abrir la boca, fue inevitable, es más. Casi ni notó el instante en que esto ocurrió. Su sorpresa ante lo que ocurría ante sus ojos era mayor a lo que podía asimilar.

-Sa… ¿Qué fue eso?- la voz de Naruto, extrañamente pasiva llega a sus oídos, sacándola un poco de su estupor

-Ya te dije, tu regalo de cumpleaños-

-Pero… eso ha sido un beso-

-Un beso que es tu regalo- un rayo vuelve a iluminarlos y a pesar de todo el corazón de Sakura sigue latiendo con la misma intensidad –Alégrate dobe, no todos tienen ese privilegio-

-¿Privilegio?- ve a Naruto apretar sus puños -¡Déjate de decir idioteces, teme! Que yo nunca te he pedido nada similar. Anda a regalar tus asquerosos besos a quienes de verdad los quieran. Y ya vete que estoy esperando a Sakura-chan-

-¿No te gusto entonces?-

-No-

-Entonces… ¿Por que te sonrojaste?-

Un silencio se hace parte del momento y por la pequeña sonrisa que aparece en el rostro de Sasuke, sonrisa que ella jamás había visto, Sakura puede suponer, sin temor a equivocarse de que Naruto se ha vuelto a sonrojar, esta vez con mayor intensidad posiblemente –Vete de una vez por todas. Nadie te ha llamado y ya se me quitaron las ganas de verte-

-¿Tenías ganas de verme?-

-¡Agh!- Naruto levanta un puño golpeando el rostro de Sasuke quien retrocede unos pasos con la sombrilla en sus manos todavía -¡Ya vete, idiota!-

-Nos vemos luego- Sakura se endereza cuando Sasuke le ha enviado una de esas miradas prepotentes directamente a sus ojos. No es a Naruto, no es a nadie más. Esa mirada es única y exclusivamente para ella, por lo que un escalofrío indescriptible la ha recorrido al ser conciente de que Sasuke sabía de su presencia desde el comienzo.

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En el camino a casa, luego de que la lluvia se hubiera calmado Sakura no puede evitar mirar discretamente los labios de Naruto, los ha visto siquiera unas veinte veces y de las veinte veces, unas cuatro veces a descubierto a Naruto rozando con la yema de sus dedos sus propios labios.

-Bueno… gracias por traerme- Naruto parece sorprenderse al notar que ya se encuentran frente a la residencia Haruno y sin saber que más hacer decide sonreír

-No es nada, Sakura-chan- en el momento en que Naruto pretende comenzar a alejarse, Sakura no puede evitar ese impulso que le grita que termine de comprobar lo que ya supone.

-Naruto- el rubio gira con una sonrisa en el rostro –Mi regalo… ¿Te ha gustado?-

-Por supuesto que si, Sakura-chan-

-Ya veo…- se acerca lentamente sin saber muy bien como escoger sus siguientes palabras, y conciente de que Naruto tiene en sus bolsillos un par de regalos más, toma un poco de aire e intenta parecer ingenua a su pregunta –Entonces… ¿Ha sido el mejor regalo que te han dado el día de hoy?-

El rostro de Naruto se queda impávido por unos segundos, antes por supuesto de volver a su estado normal de alegría –Si, Sakura-chan- la ojiverde no puede evitar que la sonrisa vuelva a su rostro –Ha sido el mejor regalo que me han dado en toda la tarde- y tan pronto escucha esa última declaración, toda sonrisa se borra -¡Nos vemos!- levanta la mano, igual que lo hubiera hecho Naruto a modo de despedida.

Y mientras lo ve alejarse, Sakura entiende que lo mejor ha sido que después de todo no le hubiera confesado sus sentimientos, en cierta extraña y retorcida forma le agradece a Sasuke que le hubiera permitido presenciar aquel inesperado acto, puesto que le ha evitado un triste y patético rechazo por parte de su rubio amigo.

Sakura lo comprende, el mejor regalo de la tarde ha sido el de ella. Y Naruto lo ha dejado bien en claro.

Ha sido el mejor regalo que me han dado en toda la tarde

Sin embargo, Sakura también entiende, que el regalo de Sasuke ha sido por la noche.

FIN CAPITULO UNO