Hola a todo el que entre aquí, este es el primer texto que publico y de hecho que escribo,practicamente es un POV de Draco, aunque siento que lo que he escrito ya esta muy visto, pero ustedes opinan,
Disclaimer: obviamente Harry Potter no es mío, todos sabemos de quien es y no he ganado nada con hacer esto
Ahora si, a leer
Lo había visto, ese día ambos habían ido a dejar a sus hijos a la estación y le había visto, no como hubiera querido, pero era mejor que nada. Estaba junto con su perfecta familia, su perfecta esposa y sus perfectos hijos, aunque claro ninguno tan perfecto cono él.
Nunca se imagino sentir lo que sintió al verlo sonreír hacia su esposa, un extraño dolor dulce, le hizo recordar cuando el le sonreía así, exactamente la misma sonrisa y la misma mirada.
Sus sentimientos hacia el jamás habían desaparecido, ni siquiera había menguado un poco el amor y la pasión que sentía por el a pesar del tiempo y la distancia, pero ambos sabían desde el principio que no podían estar juntos, se engañaron cruelmente con promesas de amor eterno y felicidad conjunta, de un futuro prometedor y lleno de alegres memorias, pero la realidad les dio un duro golpe e hizo que todo se hiciera añicos. Sus destinos ya estaban marcados y no podían hacer nada al respecto, las cartas estaban echadas y de ninguna manera podían ganar.
Se separaron inevitablemente, eso era lo que tenía que pasar. Cada quien lucho por su lado, en bandos contrarios por ideales distintos, nunca se enfrentaron cara a cara, pero no era necesario, sus bandos destrozaban con cada batalla cualquier oportunidad de un futuro para los dos, un futuro que jamás llegaría y en efecto jamás llego.
Pero eso había sido muchos años atrás y ahí es donde debía quedarse.
Volvió a observarlo y se sintió en paz, por lo menos era feliz y eso era lo que importaba, no el que hubiera sido o el que hubiera pasado. Ahora al verlo rodeado de su familia, abrazando a su hija, agarrado de la mano de su esposa, platicando alegremente con sus hijos sabia que ese era el mejor desenlace que pudo tener su historia, así que mirándolo por ultima vez se volvió hacia su propio hijo y se despidió
-Cuídate mi amor, no hagas muchas travesuras-
El pequeño la miró, sonrió alegremente y solo le dijo
-Adiós papá, te quiero- y se marcho hacia el andén
Si, ahora que veía todo sabia que eso era lo mejor que podía haber pasado, no solo para el, sino para si mismo, porque, aunque su amor no pudo ser, el destino les gratifico sus sacrificios dándoles a cada uno otros amores, tan distintos al que habían sentido el uno por el otro, pero igual de buenos y eso es lo que verdaderamente importaba.
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