Hola fanficreaders! Bienvenidos a esta nueva historia. Espero les guste!
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de la maravillosa Meyer, salvo los personajes que yo cree.
Algunos fragmentos de la historia los tomé del libro. Los [..] significa que no copié todo el parrafo/fragmento, etc.
Confundiendo la realidad.
Capítulo 1
Era un día como cualquier otro en Forks. Isabella se despertó con bastante malhumor esa mañana, con un vistazo a la ventana de su habitación vio que estaba lloviendo. Se sentó en la cama rascándose los ojos para poder abrirlos completamente, encontrándose con el calendario que indicaba que era su cumpleaños. Hoy era 13 de septiembre, y cumplía 17 años.
No estaba mal para una adolescente que se estaba convirtiendo en adulta. Pero eso para Bella, era el fin del mundo. Odiaba su cumpleaños, todos trataban de ser amables con ella como si ese día fuera el último de su vida, pensaba ella. No es que no la trataran bien todos los días, pero siempre se preguntaba ¿Es necesario que el día de tu nacimiento seas tratado como si fuera el último de tu vida? Era una chica bastante extraña, pero aún así, su familia la apreciaba muchísimo y sus amigos, los cuales eran pocos, también la querían.
Bella se levantó y fue al cuarto de baño para ducharse, y comenzar el día.
Cuando salió, se encontró con un paquete en su cama muy bien envuelto. Le dedicó una pequeña sonrisa y lo abrió.
Era su primer regalo del día, aunque no le gustaran mucho los regalos ese le había gustado. Era un libro. Bella sonrió de oreja a oreja, no solían regalarle libros, y eso era lo que más le gustaba.
Aunque ese libro era bastante diferente a todos los que tenía. La tapa era negra, con unas manos sosteniendo una manzana, "¿qué es esto?" pensó. Tomó el libro y le dio una ojeada, se llamaba "Crepúsculo". A Bella le pareció interesante, miró la contraportada del libro para saber más o menos de qué iba.
"Hay tres cosas de las que estoy completamente segura.
Primera, Anthony es un vampiro.
Segunda, una parte de él se muere por beber mu sangre.
Y tercera, estoy total y perdidamente enamorada de él."
Isabella rió al leerlo, no es que le causara gracia que fuera romántico, ella nunca había amado a un chico como para decir aquello. Terminó de arreglarse, y fue a desayunar.
El papá de Bella, Charlie, era el jefe de la policía. Siempre iba temprano a trabajar, pero esta vez ella lo encontró esperándola con un muffin que tenía una vela encendida.
–Pensé que nunca ibas a bajar– le dijo sonriente–feliz cumpleaños, hija–Bella saludó a su padre y le agradeció por el saludo.
–Gracias papá, y gracias por el regalo también–le dijo ella. Charlie frunció el ceño.
–No fue de mi parte, tu hermano me lo envió hace unos días para que te lo diera– Charlie se encogió de hombros y Bella sonrió, ya le parecía que ese regalo no era de Charlie, él no solía darle ese tipo de obsequios.
–Pues, es bueno saberlo… más tarde lo llamaré para agradecerle– Bella terminó su desayuno, y luego ella y Charlie salieron a sus respectivos destinos.
Bella tenía un hermano llamado Ryan, no lo veía mucho desde que se había mudado a Forks con su padre, ellos tenían muy buena relación. Ryan era solo tres años mayor que ella y estudiaba en la universidad de florida, donde vivía con su madre. Bella planeaba realizar sus estudios universitarios allí también, pero aun no lo había decidido por completo.
Al llegar al aparcamiento del instituto de Forks, Isabella notó que sus amigos todavía no habían llegado, así que se dispuso a quedarse en su auto y empezar a leer el libro que su hermano le había regalado.
"Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir…" Empezó leyendo para sí misma.
A medida que avanzaba con la lectura, se ponía a pensar en si ella sería capaz de sacrificarse por alguien a quien amara, claro que no lo dudaría si fuera por uno de sus familiares, pero ella pensaba en un futuro novio. La palabra le daba asco de solo pensarlo.
Al parecer, la protagonista del libro también se había mudado con su padre a Forks, Bella frunce el ceño, la historia se le hacía muy familiar…
Continuando con la lectura, Isabella ve que la protagonista se llama Ella, "qué extraño" pensó. Ella, al mudarse a Forks, lo había hecho a mitad del semestre, justo donde se encontraban ahora en el instituto, todo le parecía muy extraño a Isabella, hasta que unos golpes en la ventana de su auto la hicieron volver a la realidad.
Jessica Stanley junto con Mike Newton y otros de sus compañeros, la estaban esperando. Bella guardó su libro, dejando marcada la página donde se había quedado y saludó a sus compañeros.
–¡Feliz cumpleaños, Bella!– ella les agradeció con una falsa sonrisa, ellos ya sabían que no le gustaba mucho su cumpleaños.
La primera clase fue de física, Bella odiaba esa clase. Notó que en su clase había un par de miradas nuevas, dos chicos a los cuales ella nunca había visto en el pueblo, estaban sentados a unos pupitres de distancia. Era un chico y una chica. La chica tenía el cabello corto y alborotado en las puntas, y era bastante pequeña. Su acompañante, tenía el cabello alborotado también, de color cobrizo y más alto. Bella llegó a pensar que probablemente era más alto que ella.
La clase terminó y todos se levantaron para irse a su siguiente clase. Bella se dio prisa tratando de juntar todas sus cosas de manera torpe porque odiaba quedarse última al salir.
Salió tan rápido del salón que no miraba por donde iba y chocó con alguien que estaba de pie en un costado a la puerta.
A Bella se le cayeron unos papeles y el chico la ayudó a levantarlos.
–Lo siento…–empezó a disculparse ella. Levantó la mirada y se encontró con el muchacho de cabello cobrizo, y sí, era más alto que ella. Bella le dedicó una mirada aturdida y al encontrarse con los ojos de él, se quedó pensando si ella realmente había mirado al sol alguna vez.
–No te preocupes, yo no debía estar aquí, lo siento…–le dijo él. Ella le sonrió– Mi nombre es Edward, acabamos de mudarnos con mi familia, ¿tú eres…?
–Bella–respondió ella. El cobrizo le dedicó una sonrisa.
–Un placer, y te veo luego Bella–le dijo para después dar media vuelta e irse. Isabella estaba en estado de shock. Esos ojos realmente eran hermosos, pero qué demonios estaba diciendo si apenas lo conocía.
Terminó de arreglar sus cosas y fue a la siguiente clase. Al llegar al almuerzo, Bella va a buscar un poco de comida junto con Ángela y Jessica.
–Saben, deberíamos ir a la playa uno de estos días, dicen el clima mejorará mañana, ¿qué dicen?– Bella le dedicó una sonrisa a su amiga.
–Tal vez…
–Cuenten conmigo–respondió Ángela.
Las tres se sentaron en una mesa junto a Mike y Eric, sus otros compañeros. Todos estaban hablando de lo que iban a hacer en la playa y esas cosas. Bella, como siempre, hizo de cuenta que prestaba atención.
–¿Ya vieron a los nuevos?–dijo Mike de un momento a otro, captando la atención de Bella.
–Los "Cullen"–dijo Eric, de forma burlona haciendo comillas con los dedos al decir el apellido.
–Están en aquella mesa…–seguían hablando, pero Bella volteó para ver la mesa de la que ellos hablaban. Allí encontró a Edward y a la chica con los que había compartido la clase de física, junto a ellos estaban dos chicos rubios y uno musculoso y cabello oscuro. Todos tenían ojos dorados.
Bella no les dio mucha atención, ya que sabía lo feo que era ser observado el primer día. Pero al igual que sus amigos, se preguntaba por qué se habían mudado a mitad del semestre.
Las clases terminaron, y Bella fue a su casa, terminó los deberes y dejó preparada la cena para cuando Charlie regrese. Decidió llamar a su hermano antes de olvidarse, aunque ya había recibido un mensaje de parte suya y de su madre deseándole un feliz cumpleaños.
–¿Hola?–respondieron al otro lado de la línea luego de tres pitidos. Bella sonrió al escuchar la voz de su hermano.
–Hola Ray.
–¡Bella! ¡Feliz cumpleaños, hermanita!–Bella rió ante la emoción de su hermano–¡Mamá, es Bella!
Luego de hablar una hora con su hermano y su madre, se puso el pijama y se sentó en su cama para seguir leyendo ese libro que la estaba volviendo loca.
"Se sentaban en un rincón de la cafetería, en la otra punta de donde me encontraba. Eran cinco. No conversaban ni comían pese a que todos tenían delante una bandeja de comida. […]
No se parecían lo más mínimo a ningún otro chico. De los tres, uno era fuerte, tan musculoso que parecía un verdadero levantador de pesas, y de pelo oscuro y rizado. Otro, más alto y delgado, era igualmente musculoso y tenía el pelo del color de la miel. El último era desgarbado, menos corpulento, y llevaba despeinado el pelo castaño dorado. […] Las chicas eran dos polos opuestos. La más alta era escultural. Tenía una figura preciosa, del tipo que se ve en la portada del número dedicado a trajes de baño de una revista. Tenía el pelo rubio, que le caía en cascada hasta la mitad de la espalda. La chica baja tenía aspecto de duendecillo de facciones finas, un fideo. Su pelo corto era rebelde, con cada punto señalando en una dirección, y de un negro intenso."
Bella dejó de leer porque pensó que le estaban tomando el pelo. ¿En serio esa era la descripción de los personajes? Pensó. Tiró el libro a un lado de su habitación, algo aterrada.
En ese momento escucha como las llantas de un auto hacen ruido al estacionar. Bella se levanta de prisa, y baja a saludar a su padre.
–¿Cómo te fue en el primer día?–le preguntó Charlie. Bella lo miró con los ojos como platos.
–¿Primer día?–preguntó alarmada, recordando que en el libro, la protagonista estaba teniendo su primer día.
–Si, primer día con diecisiete años ¿no?– le dijo Charlie, haciendo que Bella soltara todo el aire que estaba conteniendo.
–Bien, papá, bastante… normal–le respondió, mientras ponía los platos en la mesa.
–¿Estás bien, hija? Parece que has visto un fantasma…
–Estoy bien papá, no te preocupes–dijo sonriendo.
Gracias por haber leído! Si les gustó el primer cap, dejen su review que estaré encantada de leer.
¿Bella seguirá leyendo el libro? Nos leemos!
Ness~
