Bueno bueno, seguramente piensan ¿Qué no hace nada más que escribir? Pues...ehm...la verdad es que a eso me dedico durante este semestre xD y tal vez el próximo, depende cuando me den la beca en el iteso para entrar a la carrera que quiero =) mientras solo voy a la escuela de letras y escribo (cuentos independientes y fanfics, últimamente) Pero bueno no vengo a contar mi historia, vengo a publicar otra de Eriol y Tomoyo y también a avisarles que YA SUBÍ LA ÚLTIMA PARTE DE INSOMNIO, PERO ESTA EN RATED M POR CONTENIDO LEMON así que por si no lo han visto, les aviso, para que me dejen un lindo comment uwu pero bueno, los dejo con la nueva entrega, esta vez no estoy segura cuantos capítulos serán, depende del rumbo que tome la historia.
Me inspiré en uno de los últimos volúmenes del manga de Sakura donde Kaho se le declara a Eriol, es importante mencionar que NO LA ODIO pero cuando es la perspectiva de Tomoyo estamos hablando de una mujer celosa y pues ya saben que cuando no nos agarran de buenas puede ser peligroso..pero en fin, ya no más parloteo, les dejo la historia y espero que la disfruten! Saluditos.
Inexplicable.
Chap 1: No sé porque, pero te quiero conocer.
"La forma en la que vez a la señorita Mizuki es muy cariñosa"
"Vaya, en verdad eres muy observadora"
Tomoyo dibujó una de sus deslumbrantes sonrisas en su rostro, dedicada sola y únicamente para ese imbécil.
La agradable fiesta de té en la que despedirían al inglés que había visitado las lejanas tierras de oriente para poner a prueba a la nueva dueña de las cartas Clow continuó su curso compartiendo una que otra anécdota y riendo los buenos momentos que habían vividos juntos.
"¿A qué hora se acaba esta porquería?" Pensó la amatista viendo otra mirada que intercambiaban su ex -profesora y el níveo de ojos azules.
Digamos la verdad, Tomoyo jamás se había sentido tan hipócrita en toda su vida.
Algo había en el ambiente que no le cuadraba, en la atmosfera podía respirar algo que simplemente le desagradaba y le causaba una rabia interior que jamás en su vida había experimentado ¿Cómo la dulce Tomoyo Daidouji iba a sucumbir a sentimientos tan bajos como el desprecio?
"Me alegra mucho escuchar eso, Sakura-chan"
La morocha soltó una risita más aguda de lo que pretendía, detestaba la voz suave y estúpidamente lenta de esa mujer, casi como si tuviera que meditar cada silaba que saldría de sus labios. Además ¿Qué le pasa? ¿Qué sólo iba a hablar con Sakura y Eriol? ¿Ella no existía? Nerviosamente comenzó a pasar sus manos sobre su larga melena oscura tratando de relajarse un poco, estaba perdiendo la compostura y eso no era digno de alguien como ella.
"… ¿Daidouji-san?"
"¿Eh?"
"¡Ah! Es solo que estabamos platicando de tus grandiosas habilidades para la costura, Daidouji-san"
Cretino "Hiraguizawa-san, harás que me sonroje…"
Los tres integrantes de esa fiestucha de mal gusto la miraron sorprendidos por la desgana con la que había hecho el comentario y la falta de energía para enfatizar lo hermosa que se veía Sakura o algún comentario sobre algún traje que le hubiera causado especial emoción. Siguieron la plática tratando de restarle importancia al asunto, tal vez estaba cansada o el efecto de la magia de Eriol había causado cierto agotamiento en ella.
Malditos sean los ingleses.
"¡Traje regalos de Inglaterra para todos!"
Tomoyo respiró hondo, en verdad detestaba ese timbre de voz…
"Es muy distraída, suele perderse mucho por las calles de Inglaterra" dijo el joven mago, reencarnación del mago Clow. Tomoyo lo escuchó a medias, más concentrada en el sonido más terso y menos estúpido de la voz del pelinegro que en la información que acababa de revelar, sabía que esa mujer era lenta.
"¡Aquí están!" regresó Kaho Mizuki cargando tres lindos paquetitos que aparentemente eran la envoltura de algún detalle traído con cariño desde occidente.
"Para Sakura-chan, Tomoyo-san ¡Y este para Li-un!"
Totalmente desapercibida, la nívea camarógrafa dirigió una mirada mortal a la maestra pelirroja que duro tan sólo unos segundos y después fue reemplazada por una cínica y dulce sonrisa de agradecimiento. Las palabras se negaron a salir de su garganta y dejó que Sakura hiciera los honores de intercambiar palabras de agradecimiento mientras Tomoyo se limitaba a hacer una pequeña reverencia.
Discretamente volteó a ver al único hombre del grupo que sonreía con los ojos entrecerrados, el viento causando un efecto dramático y danzarin en sus cabellos oscuros que lo hacían lucir elegante, mágico y misterioso. Eriol abrió los ojos y clavo su mirada en Tomoyo, esta parpadeo y después ladeo la cabeza, entrecerrando los ojos y dibujando una sonrisa.
"Papanatas" pensó sin cambiar su expresión.
"Bueno, es hora de irnos, Eriol-kun"
Tomoyo se giró para evitar ver la escena de esa mujer cerca del níveo que tanto había llamado su atención.
"Les escribiré a ambos, Eriol-kun, Mizuki-san" les dijo Sakura con una sonrísa.
"¿También puedo escribirte?" preguntó Tomoyo clavando sus ojos en los del mago.
"Eso sería increíble, Daidouji-san" La eludida sonrió, dando la media vuelta para retirarse, ignorando por completo (y sin intención directa) a Kaho.
"No es que me guste" Se aseguró a si misma levantando la cabeza para darse a sí misma un aire altivo y seguro "Es sólo que me parece que esa relación está mal"
¿Qué porqué? ¡Mírenlos! La amatista discretamente vio sobre su hombro como la mujer se arrodillaba para quedar a la altura de Eriol mientras le daba la mano, él con la misma sonrisa y mirada indescifrable.
"Tener que agacharse para verlo a los ojos" pensó apretando sus labios en una línea recta mientras sus ojos se oscurecían, gracias al cielo Sakura estaba hundida en sus pensamientos contemplando el paquete en sus manos que debía entregar a Li Syaoran.
En verdad ¿Qué le sucedía a esa pedófila? Si, si, tal vez el sea una reencarnación pero de cualquier forma el era un niño, debería estar con alguien más como él y ella debería aceptarlo.
"¿Qué tenía que hacer para que él comprendiera que quería pasar más tiempo con él? ¿Conocerlo más?"
Probablemente debería haberle diseñado trajes y grabarlo para que entendiera…que ella quería ser más especial para él. Se reprochó el pensamiento y trató de empezar una conversación con Sakura.
"De menos, ella tiene más oportunidad que yo."
Eriol le sonrió a Kaho
"Desde que te conocí sabías que estaba enamorada de ti" le dijo agachándose.
"Esto es ligeramente humillante…"
"Sí, pero ahora que no puedo ver el futuro no sé cómo terminara esto…"
"Si sientes lo mismo que yo, tendrá un final feliz" le dijo la linda muchacha sonriendo, Eriol se limitó a devolver la sonrisa.
"¿Sentimos lo mismo, Kaho?"
Eriol apretó la mano de ella antes de soltara y mirar en dirección por la que dos siluetas femeninas desaparecían, tal vez para nunca volverlas a ver, algo en esa idea lo hizo sentir incómodo.
La pelirroja no pasó por alto el hecho y fijó la mirada en la misma dirección que él y ladeo la cabeza "¿Las extrañaras?"
El ojiazul tardó un rato en responder, era una buena pregunta, casi tan buena como la cuestión de sus sentimientos hacia "la profesora Mizuki" la mujer que había pasado varios meses a su lado en Inglaterra sabiendo su secreto, la mujer que había cumplido la encomienda que le había otorgado, la mujer que le había regalado chocolates el día de San Valentín.
"Tal vez" dijo Eriol evasivo "Pero bueno, el taxi nos espera"
Kaho asintió y tomó su maleta al igual que su compañero, lo miró de reojo.
"¿Por qué tan pensativo?" Le pregunto alegre, sonriente, con un ligero rubor en las meillas que la hacía lucir linda.
Eriol le devolvió la sonrisa "Tengo muchas cosas que pensar para decidir mi próximo paso"
La esbelta mujer parpadeó sorprendida, sinceramente después de su confesión de amor esperaba algunas palabras un poco más bueno…Románticas, menos enigmáticas, si iban a empezar una relación, por lo menos esperaría que él le abriera más sus sentimientos.
Subieron al carro, primero ella y después el, que cerró la puerta y recargó su hombro en la orilla de la ventana para después recargar su barbilla en la palma de su mano.
"¿Por qué siento que estoy dejando algo inconcluso?"
"Al aeropuerto…por favor" dijo Kaho al ver que su acompañante no daba ninguna instrucción, lo miro preocupada ¿Acaso lo había importunado? ¿Estaba preocupado por su futuro?
El viaje fue largo y silencioso, por lo menos para Mizuki-sensei, pues para Eriol había pasado en un abrir y cerrar de ojos pues su cabeza daba mil vueltas tratando de entender qué es lo que estaba mal en esta situación.
"¿Será que olvidé algo?" Pero si él había venido con el propósito de ayudar a Sakura a cambiar las cartas…
"Eriol-kun…llegamos"
Salió de su precipitadamente y bajó del auto pagando la debida cantidad al chofer, llamó a un mozo del aeropuerto para que le ayudara a cargar con las maletas. El joven uniformado se acercó sonriente a ofrecer sus servicios y se quedó estupefacto al ver a la señorita, alta, delgada, con larga melena lacia y rojiza (un color que no se veía todos los días a decir verdad) sus ojos café claro y su sonrisa agradable hacían un conjunto atractivo. Eriol no le dio la menor importancia a los coqueteos y ademanes gentiles que hacía el muchacho con su "enamorada", en verdad que ni parecía notarlo. Kaho sintió una ligera decepción al respecto…
"¡Es mejor así!" Se dijo a sí misma restándole importancia al asunto "Él está seguro de mis sentimientos"
Y sí, el estaba seguro de lo que ella sentía… ¿Pero él la amaba? La realidad es que no, pero no tenía corazón para decírselo tan crudamente. Además ¿Qué perdería dándole una oportunidad? No había nadie más que llamara su atención ¿O sí?
"Vaya, en verdad eres muy observadora"
Eriol sintió que se le erizaba la nuca al reproducir el sonido de la risa de Tomoyo Daidouji en su cabeza, la niña que le había dicho que veía con mucho cariño a Kaho. No lo malinterpretó, sinceramente, el le tenía un aprecio invaluable a la joven, pero no sentía ninguna atracción de pareja hacia ella.
Se giró para observar como la pelirroja platicaba animadamente con el paje y a pesar de sus esfuerzos no sintió ni un ápice de celos. La observó rápidamente y emprendió de nuevo su camino.
Era muy bonita, cierto, pero no le parecía hermosa.
Era agradable, verdad, pero no le parecía inigualable.
Tenía una linda sonrisa, pero no lo dejaba sin aliento.
Era increíble, en verdad era una mujer diferente. Pero no era lo que el buscaba.
"¿Será que estoy siendo muy exigente?"
"¿También puedo escribirte?"
¿Qué diablos hace Daiudouji-san tan metida en su cabeza?
Suspiró apesumbrado y cerró los ojos tratando de concentrarse "Tomoy Daidouji-san"
Una belleza totalmente diferente, más pasiva a su manera pero al mismo tiempo más deslumbrante.
Sus ojos amatistas eran el tono perfecto para su largo cabello ligeramente rizado en las puntas, cabello grisáceo que enmarcaba perfectamente su cara de facciones finas que destacaban especialmente cuando sonreía.
"Eriol-kun ¿Listo para abordar?"
El mencionado dio un respingo y volteó a ver a Kaho que lo veía con una sonrisa tierna y un ligero sonrojo en sus mejillas. Nada, en verdad no sentía nada más que cariño familiar.
"Si…"
Ambos comenzaron a caminar en ese incómodo silencio que cargaban desde que la muchacha había soltado todo lo que su corazón quería decir, de vez en cuando lo volteaba a ver nerviosa y el parecía no darse cuenta.
"¿Qué habría pasado Daidouji-san si nos hubiéramos conocido más?"
Tomoyo llegó al salón antes que nadie como era su costumbre y caminó parsimoniosamente a su lugar asignado que de nuevo estaba situado muy cerca de la ventana, solo que en esta ocasión había sido relegada hasta la hilera más lejana del pizarrón.
Dejó su mochila y vio su reflejo difuso en el vidrio de la ventana, le gustaba un poco más el uniforme de la secundaria que el que usaba en la primaria, aún así, guardaba su viejo uniforme, le traía demasiados recuerdos.
Se sentó en su lugar y abrió su mochila, sacando un pequeño sobrecito con remitente de Inglaterra. Sacó la hoja que contenía el sobre y leyó:
Daidouji-san:
De nuevo es bueno saber de ti, siempre tus cartas me sacan un poco de la rutina (No hay nada muy interesante que hacer en Inglaterra y mucho menos después de la experiencia de las cartas Clow). ¿Preguntas por Kaho? Ella se encuentra bien, ha tenido mucho éxito como maestra en la universidad, vivimos en la misma casa.
En verdad Daidouji, no tengo mucho que decir más que una sorpresa se aproxima. Espero te parezca agradable.
Saludos y abrazos desde Inglaterra;
Siempre tuyo
Eriol Hirgauizawa.
Tomoyo refunfuñó molesta "vivimos en la misma casa" para empezar, "no tengo mucho que decir" y "siempre tuyo". Todo tenía un sabor agridulce.
Sacó una hoja de papel y se dispuso a redactar su respuesta…
Hiraguizawa-san….No, lo borró.
Querido Hiraguizawa-san….
"Tomoyo-chan" La mencionada tapó rápidamente el trozo de papel y se levanto como impulsada.
"Rikka-chan…Ohiyo"
Se saludaron y platicaron, hace mucho que no compartía vivencias con su vieja amiga de la escuela primaria, pero en ese momento Tomoyo de verdad quería hacer algo más, tenía en la punta de los dedos palabras que querían ser escritas…
No fue posible, fueron llegando más y más personas hata que el salón quedó lleno, como de costumbre, sólo faltaba Sakura que probablemente llegaría unos minutos antes que el profesor.
Así fue.
"Hoee…Pensé que no lo haría"
"Siempre lo logras, Sakura-chan" dijo con una sonrísa Tomoyo atribuyendo el sonrojo de sus mejillas a la carrera que había soltado de su casa al instituto.
"Tengo una sorpresa para ti" La morocha la miró confundida "Ya verás"
Llegó el profesor a la clase y los silencio atodos con unos golpecitos de los libros contra el escritorio. Intercambiaron los saludos rutinarios y el profesor pasó a escribir algo en el pizarrón.
"Nuevo alumno del extranjero"
Tomoyo dio un salto en su lugar "una sorpresa se aproxima".
"Hoy llega un nuevo compañero que viene de un lugar muy lejano…" La ojiazul comenzó a jugar con la orilla de su falda, giró su mirada hacia su amiga Sakura que la veía con una amplia sonrisa y asintió. Tomoyo se sintió regocijada.
"Denle una bienvenida a Li Syaoran"
Todo se fue al suelo. No la malinterpreten, no era egoísmo, pero ella en verdad esperaba a otra persona. Puso su mejor sonrisa y dio un aplauso fingiendo un sentimiento hilarante que en verdad no estaba ahí en ese momento. Sakura estaba en una nube, de menos, ella podía ser feliz.
Syaoran tomó su lugar, lástima que él no tuvo la suerte de estar cerca de su amada y la mejor amiga de la misma. Lo colocaron también en la hilera de atrás pero en la otra esquina del salón.
"Vaya…Desde aquel día que no me sentía tan…hipócrita"
Trató de llevar el primer periodo normal, pero sólo un pensamiento rondaba su cabeza.
"Todo lo que dices y haces…todo… ¡Basura, idiota Hiraguizawa!"
Diablo, cuanto odio a alguien tan especial.
