Disclaimer: Todo lo que reconozcan pertenece a JKR.

Este fic participa en el minireto de enero para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


Nunca hagas cosquillas a un hipogrifo dormido

—¿Estás seguro de esto, Al?

—No tenemos opción, Scorp.

—Sí que la tenemos.

—¿Quedar como cobardes por los próximo cinco años? No gracias.

—Si muero, tú tendrás que decirle a mi madre que fue tu culpa.

—No seas melodramático. Vamos.

—¿A las tres?

—A las tres. Uno.

—Dos.

—¡Tres!

Albus y Scorpius salieron de detrás del arbusto, caminando lo más sigilosamente que podían en dirección al hipogrifo. James y sus amigos de Gryffindor, junto con una muy molesta Rose, los observaban a unos metros de distancia, conteniendo las carcajadas.

Scorpius creía que era una tontería hacer lo que estaban haciendo, pero el primogénito de los Potter había sido muy claro: si querían disfrutar de las fiestas de los leones en la torre Gryffindor, debían demostrar primero que poseían la característica más distintiva de su casa, la valentía.

Así que allí estaba, junto a su mejor amigo, caminando a lo que parecía ser una muerte dolorosa y asegurada.

—Pásame la pluma —susurró Albus en cuanto estuvieron frente a la bestia, que dormitaba apaciblemente sin notar la presencia de los Slytherins.

Scorpius le extendió el palo de escoba en donde en un extremo habían atado unas cuantas plumas de lechuza, creando un objeto que les ayudaría a cumplir su misión.

—¿Listo? —preguntó Albus a su amigo.

—No —respondió Scorpius con sinceridad, pero ya era demasiado tarde. Albus ya había maniobrado el artefacto de tal forma que las plumas chocaban contra la frente del hipogrifo dormido.

Durante unos segundos nada sucedió. Entonces el hipogrifo abrió sus ojos negros, los miró con sorpresa y chilló fuertemente, dándole tiempo a Scorpius de gritar una sola cosa:

—¡CORRE, ALBUS! ¡CORRE!

Cuando James pudo dejar de reírse el tiempo suficiente para pedirle ayuda a Hadrig, los dos niños ya se encontraban escondidos debajo de las mesas del Gran Comedor, rezándoles a todos los dioses que conocían para que el hipogrifo no los encontrara.

Horas después, cuando al fin se atrevieron a salir al exterior, se chocaron con el ceño fruncido de Rose Weasley, quien les dijo:

—Eso fue para que aprendan que el lema de Hogwarts se aplica a todo tipo de animales, tontos.

Desde ese día, Albus y Scorpius le juraron que nunca más volverían a olvidarlo. Después de todo, nunca es una buena idea hacerle cosquillas a un hipogrifo dormido.


El lema de Hogwarts es "Draco Dormiens Nunquam Titillandus" que literalmente significa "Nunca hagas cosquillas a un dragón dormido" xD Y obviamente, esta historia se basa en ese muy sabio consejo, como aprendieron Albus y Scorpius aquí.

Se supone que tenemos que hacer una historia donde alguien sea tan valiente que parezca estúpido. Aunque al principio contemplé la idea de hacer que alguno de ellos rescatara al otro, al final me decanté por esto. Porque ¿quien más estúpidamente valiente que alguien que quiere demostrar valentía ante los demás?

En fin, espero que les haya gustado. ¡A por la copa, Slytherin!

Sam.