Disclaimer: Esta historia ha sido relatada sin ánimos de lucro, por lo que los derechos de autor de los personajes pertenecen a sus respectivos dueños, es decir, todo salvo lo nacido de mi imaginación.

Cualquier parecido de esta historia con alguna otra colgada en FanFiction o en cualquier otra web es mera casualidad. De ser así pido disculpas a los creadores de dichas historias que pueden comunciarse conmigo a través del msn puesto en mi perfil.

Summary: Dime Uchiha, ¿hasta donde estarías dispuesto a llegar por recuperarla? / Cinco años han pasado desde que Sasuke abandonó Konoha, ahora a dejado a Orochimaru y busca volver. ¿Qué pasará cuando él y Sakura se encuentren de nuevo? Nada es como antes Sasuke.


Aclaraciones:

Narración.

- Diálogo.

- Susurro.

- "Pensamiento"

- "Inner" - Va subrayado.

- FlashBack

- [N/A: Nota de la autora/explicación].

ºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoºoº - Cambio de escena

Narrada desde el punto de vista de primera persona.

Espero que lo disfruten ^^


Recuperando tu corazón

ºoºoº Capítulo 1 - La noticia ºoºoº

Sasuke

Una cueva en el bosque de Kiwameru, cercano al Valle del Fin, iluminados por una antorcha, cuerpos mutilados y sangrantes, torturados hasta la muerte. Sólo yo y otro quedamos con vida… No era la gran cosa para mí la verdad, los años me habían tratado bien incluso dentro de aquella inmunda guarida que ni el más soleado día podía dejar ver sus recónditos y húmedos túneles.

- Mírate Orochimaru, no puedes ni moverte –dije con mi típica sonrisa de superioridad y mirada fría e indiferente. Nadie es capaz de imaginarse lo mucho que odio a esa serpiente, aunque he de reconocer que fue muy útil estar a su servicio durante tanto tiempo.

- Niñato traidor pagaras por esto -esa voz me enfurecía, era tan asquerosa… Incluso con la boca llena de sangre y la ira en su voz el mero hecho de ser la de Orochimaru me provocaba asco.

- No creo que estés en posición de hacer nada. Mira a tu alrededor… Los he matado a todos, uno por uno, delante de tus propios ojos, incluido ese imbécil de Kabuto. En estos cinco años me has servido bien, es por ello que no te mato, pero si te vuelvo a ver lo lamentaras, yo no soy compasivo -se podía notar a leguas cuánto me divertía la situación. Ver a ese moreno de piel blanca tirado en el suelo con la gran mayoría de sus secuaces muertos a su alrededor era de lo más gratificante. Dicho esto simplemente caminé hacia la salida, escuchando como él intentaba levantarse sin éxito.

- Cobrare mi venganza ¡UCHIHA SASUKE! -yo solo sonreí antes de desaparecer en las sombras de ese antro de mala muerte en el que Orochimaru se había guarecido durante tantos años.

Sakura

Aldea oculta de Konoha, despacho de la Hokage. Todo se encontraba tranquilo, la mañana era cálida y una brisa fresca se llevaba consigo cualquier rastro de calor insufrible que pudiera azotar la villa durante ese día de verano, extrañamente suave de la temporada, pero apacible al fin y al cabo a excepción del susodicho despacho donde yo me encuentro.

- ¡Tsunade-sama tranquilizase! -gritaba una Shizune desesperada al ver a su maestra. El despacho estaba casi sin lograr mantenerse ordenado por la rubia que había en su interior.

- ¡Suéltame le voy a matar! –gritaba una Tsunade muy, muy furiosa. Era algo habitual ya, el mero hecho de ser Tsunade hacía que cualquier grito o disputa en ese despacho fuera el pan de cada día para sus alumnas y ayudantes.

- ¡Shizune, que ocurre! –dije yo, abriendo la puerta de golpe al escuchar el alboroto que se producía. Estaba ya adaptada al mal humor de mi maestra, no por nada la había sufrido durante cinco años, pero era una shinobi impresionante y por eso no me quejaba.

- Ah, Sakura-san. Gracias por venir, es que Jiraiya-sama ha vuelto a hacer de las suyas –Shizune me miró esperanzada, a mí, una chica de pelo largo hasta media espalda, piel blanca y pura como la nieve, labios ardientes y rojos como el fuego, esos ojos color jade como la más hermosa flor que el mundo ha podido ver y un rostro que se había alargado un poco en esos años de madurez y juventud. Ahora era una kunoichi de grado chunnin, incluso a punto ya para hacer el examen jounin que llevaba tiempo esperando. Vestía el típico chaleco de mi rango sólo que bajo él traía una camisa roja ajustada con una cremallera en su centro y el símbolo de mi clan sobre el seno izquierdo en lugar de la camisa negra. Así mismo, mis piernas estaban cubiertas por unos pantalones piratas negros de tipo vaquero y unas botas como las que usaba dos años atrás [Shippuuden].

- Ya, lo he visto corriendo como un poseso por el pasillo. ¿Quería algo? –pregunté curiosa pues había ido allí porque Tsunade me había llamado, no porque el alboroto hubiera atraído mi atención.

- Si, dentro de una semana vendrá Naruto-san -me informó Shizune, y hablando de ella no había cambiado nada de nada. Seguía igual que cinco años atrás cuando Naruto la conoció.

- ¿En serio? Bien, hace mucho que no le veo "Pues unos dos años maja; Je je, tú cállate" -mi Inner, cómo no, yo tampoco había cambiado mucho en lo que se refiere a mi pequeño problema de doble personalidad con esa otra yo que hace de las suyas en mi mente, aunque he de reconocer que le debo mucho, es muy útil contra las técnicas de los Yamanaka y contra Genjutsus… Pero ese no es el caso.

- Sakura, por fin apareces… ¡Te llevo buscando desde hace seis horas! –dijo Tsunade soltándose de Shizune, algo más calmada en vista de la ausencia del peliblanco al que muy delicadamente habría matado.

- Gomen Tsunade-sama, estaba de misión con Shikamaru en Sunagakure y volví hace poco. Traigo un mensaje del Kazekage -informé, entregándole el mensaje así como el reporte de la misión que había elaborado en los pocos minutos que tuve desde que llegué hasta que estuve en el despacho. Tsunade lo cogió y frunció el ceño, yo no era estúpida, sabía que algo pasaba pero para un ninja es importante mantener a raya la curiosidad por lo que ni yo ni Shikamaru, ya jounin desde hacía cierto tiempo, pensamos siquiera en abrir el pergamino para leerlo.

- Akatsuki se está poniendo las pilas, parecen desesperados por conseguir los Bijuus, habrá que poner en alerta a la aldea. Pero tenemos otros problemas, un anbu ha divisado a Orochimaru cruzando la frontera hacia el País del Trueno… Lo más raro es que iba con una miseria de hombres según el informe -adquirió una pose pensativa con su mano en el mentón antes de mirarme con preocupación- ¿Sakura? -me llamó, pero me había quedado algo congelada al escuchar ese nombre. Esa serpiente… Si volvía a verle se iba a enterar bien de quién era Haruno Sakura, pero había otra cosa que me preocupaba más.

- ¿Cree que ya ha conseguido el cuerpo de Sasuke-kun? -no tenía porqué andarme con rodeos, después de todo, Konoha al completo podía saber que cinco años no fueron suficientes para olvidar al único hombre al que he amado.

- No -estaba claro que su respuesta no se hizo esperar, sin embargo, tanta seguridad hizo que yo perdiera mi confianza en esa rotunda negación.

- ¿Cómo puede estar tan segura? -no solía mostrarme desesperada, no desde hacía dos años, pero cualquier tema relacionado con el Uchiha menor me resultaba tan doloroso que o podía evitar o entristecerme o desesperarme.

- Sakura cálmate, conozco a Orochimaru. Los reportes dicen que estaba furioso y que corría rápido hacia una de las guaridas que localizamos antes de cambiar el rumbo, con lo cual aun no lo ha conseguido. Es más, creo que está huyendo de algo o de alguien y que Sasuke ha decidido escapar de él -explicó con esa voz tan seria que hacía parecer que todo lo que dijese era una verdad absoluta que nadie pudiese rebatir. Durante unos instantes, el tiempo a mí alrededor se detuvo… Me pareció una eternidad. Sasuke-kun podía haber escapado de Orochimaru, ese mero pensamiento fue lo que hizo que no consiguiese detener una pequeña lágrima que cayó sobre mi mejilla derecha antes de ser rápidamente limpiada con una de mis manos ante el llamado de atención de Tsunade. Me había prometido no llorar, y no lo haría, ya no era la chica débil de hacía cinco años, no era la alumna y chunnin de hace dos… Era una orgullosa kunoichi de Konoha y como tal, cumpliría con lo que mi Hokage me asignase.

- Céntrate Sakura. Tu misión es ir en busca de Orochimaru e informar de su situación, solo informar. ¿Queda claro? No quiero que te metas en ninguna pelea contra el después de "aquello", por eso he decidido que tu compañero de misión será Neji… Él te controlara por si acaso -sabía muy bien a qué se refería, por suerte, cuando "aquello" sucedió yo estaba muy bien acompañada, lo bastante como para que nada de lo que me pudiera arrepentir pasase- Ah, sí encuentras a Sasuke tráemelo, hay que sacarle información -añadió ante la inevitable palidez que se apodero de mí al recordar al hombre encargado de tal tarea: Morino Ibiki, nuestro primer examinador en el examen de chunnin, el cual pase hace cuatro años, uno después de que Naruto saliese de la villa. Es un especialista en encontrar y atacar los puntos débiles de las mentes ajenas, no por nada era el jefe del departamento encargado de los interrogatorios y asuntos internos.

- "No me agrada…" -pensé para mis adentros apretando mis puños levemente y manteniendo mi mirada algo gacha.

- Sakura si se resiste no tendremos elección -dijo con cierto pesar al adivinar mis pensamientos. He de añadir que me había vuelto una joven de mente intrincada y rostro normalmente impertérrito, pero Tsunade siempre lograba saber lo que pensaba antes incluso que yo misma- Vete, saldréis inmediatamente -apenas un "Hai" salió de mis labios poco antes de que saliese corriendo del despacho. Me dirija a mi casa, hacía ya varios años que vivía sola en un pequeño apartamento cerca del hospital, para coger provisiones. Sin embargo, cuando iba a salir me encontré esa foto… Seis años atrás, el día que nos hicimos genin oficialmente, ahí estábamos los cuatro: Hatake Kakashi, Uzumaki Naruto y tú… Uchiha Sasuke. Parecíamos tan unidos, como la familia que perdí tiempo atrás.

xXxFlashBackxXx

- ¿Ka-chan? ¡Ka-chan! ¿Donde estas? –gritaba una Sakura de unos cinco o cuatro años. La pelirrosa se había quedado a jugar con Ino en un parque cercano. Cuando regreso a casa no encontró a nadie, se puso nerviosa y corrió a la habitación de sus padres, pues a veces se encerraban a hacer "cosas de mayores", pero ella no vio lo que esperaba.

Vio a sus padres, sí, pero no en la cama como se habría creído cualquiera, sino tirados en el suelo de la habitación sobre un charco de sangre y, de espaldas a ella, una persona de unos veintitantos con una katana en la mano. Se giro para poder ver a la niña y Sakura pudo, gracias a la luz de la Luna llena, distinguir su rostro: era una mujer, pelo largo y rubio recogido en una especie de coleta. No tenía bandana, tampoco ropas que la identificaran como kunoichi de alguna aldea en particular pero claro, la ojijade era demasiado pequeña para fijarse en esos detalles.

- Vaya, vaya… Pero que tenemos aquí, si es la hija de estos rastreros. Ven con mami que no te voy a hacer daño -el tono malicioso y asesino que se plasmaba en su voz había sido más que suficiente para que incluso un jounin se pusiera en alerta máxima y Sakura, tan joven como era, no pudo siquiera moverse. Cuando ella le iba a clavar la katana - una de las Kami (las legendarias, como la Kusanagi) de la villa de la Hoja- Sakura gritó, cerró los ojos y espero la muerte. Sin embargo, ésta no llegaba, lo que le llevó a abrir los ojos, así pudo ver como una figura había interceptado el ataque con una katana que a simple vista era idéntica, aunque por la oscuridad no supo decirlo con claridad.

- Ni se te ocurra tocarle un pelo –dijo la nueva figura de manera amenazante, Sakura pudo distinguir los reflejos rojos de su cabello y sus ojos rojos y negros, su mirada fría y su expresión de furia le daban un toque terrorífico a ojos de la rubia, a quien mantenía a raya haciendo ambas fuerza con la katana, pero todo lo contrario a ojos de la pequeña e inocente Sakura- Te lo advierto, no puedes vencerme -añadió con esa voz, aquel tono que era capaz incluso de atemorizar a un demonio, o al menos así lo podría calificar la aterrada y sudorosa expresión de la rubia. No hubo más combate, la rubia dio un salto hacia atrás, sobrepasando los cadáveres de los Haruno.

- Nos volveremos a ver las caras, Uzumaki Natsukira, y la próxima vez no te perdonare la vida -amenazó antes de desaparecer sin dejar caer la katana de sus manos. La nombrada se giró y miro a la niña que tenía frente a sí antes de envainar la espada y agacharse hasta quedar cercana a la pequeña pelirrosa, extendiéndole la mano diestra.

- Tranquila, no tengas miedo -su voz era dulce y melodiosa, vestía un traje de escote de barco, con las mangas holgadas y en ellas había dibujados símbolos en rojo y negro, mezclados con unas flores extrañas; la parte del torso era de cuero ceñido que delataba enormemente sus bien formadas curvas; los pantalones eran negros de tipo vaquero, llevando también botas cerradas con tacón alto y grueso. Eran prendas poco comunes entre los ninjas pero no era algo de importancia, no cuando la larga y sedosa melena de castaño-rojizo caía sobre sus hombros y espalda y esos ojos de color carmesí mezclado con negro se posaban con ternura sobre la figura de la pequeña.

Sakura se acerco tímidamente y la abrazo, lo cual Natsu no se esperaba en absoluto, pero le correspondió el abrazo y la acuno como si fuera su madre. Casualmente la castaña era amiga y compañera de equipo de la que fue hermana de Sakura, Haruno Kaede, quien desgraciadamente murió en una misión en la cual aquella mujer de largo cabello salió herida casi de muerte. Sakura estaba llorando hasta que por fin se calmó y se quedo dormida en los brazos de la que, días después, la acogería como a su propia hija.

xXxFin FlashbackxXx

Volviendo conmigo, ni siquiera me había dado cuenta que mi mente había vuelto a recordar aquella fatídica noche de invierno, pero no lloré, logré retener todo rastro de lágrimas y volví mi atención a la foto que tenía entre mis manos. Repasé durante unos segundos los rostros de todos, incluido el mío... Estaba tan sonriente en esa imagen que ahora ya ni me reconocería pues esa sonrisa sincera hacía cierto tiempo que se desvaneció de mi rostro salvo para escasas personas.

- Pronto volveremos a estar juntos… -dicho esto besé la foto y me dirigí al portón de Konoha donde mi compañero de misión debería estar esperándome.

ºoºoº Fin del Capítulo 1 ºoºoº