— ¿Qué es esto? —Preguntó Ladybug al tener en su mano, una pulsera tan parecida de la que le había regalado Adrien en su cumpleaños. Diferenciándose por el color de las cuencas y la posición de las mismas.

— Una pulsera —Respondió, obviamente, tragando saliva nervioso. Esperando que le gustara— ¿Te gusta?

— Si, si —Contestó, aun no quitando su vista ni borrando sus pensamientos lo tan parecida que era de la pulsera de Adrien.

— ¿De verdad? —Ladybug poso su vista en los ojos del minino y se lo aseguro— Ah... ¡Qué bueno! —Suspirando aliviado— ¡No sabía si te gustaría! Un regalo parecido se lo había hecho a mi amiga...

— ¿Una amiga?

Sus ojos se dilataron, estando mucho más confundida. Eso... no podía ser posible. Ella había recibido una pulsera como esa.

— ¿Celosa? —Ladybug se sonrojo, sorprendida para luego fruncir el ceño y cruzar los brazos.

— Eso soñarías —Él rio— ¿Así que le regalas pulseras a todas tus amigas?

Repuso a los segundos, Chat Noir le guiño un ojo.

— Solo a las especiales.

Ladybug desvió la mirada hacia la pulsera.

— Gracias —Mostrándole el regalo.

— De nada —Sonriendo— Puedes tomarlo como un regalo de mi afecto o por tu cumpleaños.

Esa última palabra, le hizo retomar el pensamiento anterior. Llegando a una conclusión.

— Esta pulsera... —Inició— Parece que están de moda.

Debía serlo porque si no...

— ¿Lo están? —Sorprendido el gatito— No lo sabía, pero puede ser, mi amiga me regalo una igual.

Ladybug estaba más y más extrañada. Su corazón latiendo de prisa. Esta situación se estaba volviendo muy parecida a la suya.

— Si te la regalo, es porque están a la moda —Declaró— Yo recibí una por mi cumpleaños.

Esa sería una explicación razonable...

— ¿Te hicieron el mismo regalo?

— Si —Afirmando. Chat Noir se puso una mano en su barbilla— No sabía que eran tan populares —Espetó— Tal vez se consideren pulseras de la amistad y yo ni enterado.

"¿Pulseras de la amistad?"

Esa sola frase, deprimió a Ladybug. ¿Cómo que pulseras de la amistad?

— ¿Uh? —Notando lo triste que su bichito se ha puesto— ¿Qué? ¿Por qué tan triste? ¿Quieres que esa pulsera signifique algo más? —Sonriendo traviesamente, aproximando su rostro al de ella.

— ¡No! —Negando efusivamente, apartándose.

— Eso no parecía, My Lady —Sonriendo.

Él se alejó y Ladybug dio por terminada la conversación, aun si en sus pensamiento seguía el tema de las pulseras.

...

Varias horas después, Marinette aun recostada en su cama, seguía mirando el techo abatida e ida, suspirando, entretanto merodeaba y se repetía en su mente como si fuera un mantra, un solo pensamiento... "Pulseras de la amistad" "Adrien le habia dado una pulsera de la amistad"