Prologo
Como todos los años y antes de la vuelta a casa para vacaciones, Dumbledore se dirigió a sus alumnos para comunicarles quienes ganarían la copa de las casas y que equipo se haría con la copa de Quidditch .Pero este año sería diferente a todos los años ya que al acabar no diría "nos vemos al acabar el verano en un nuevo curso".En su lugar dijo:
-"¡Queridos alumnos! En este discurso de clausura quisiera informaros de que el próximo año no seré director de esta honorable escuela- al escuchar esto todos los alumnos hicieron un gesto de desaprobación, ¿qué sería de Hogwarts sin su mejor director?-el motivo de mi decisión es que he pensado que tras tantos años como profesor y director de la misma, es hora ya de que me tome un respiro. Aunque eso sí, no dejaré de interesarme por el funcionamiento de la misma y por el bienestar de sus habitantes. Me gustaría que a la persona que ocupe mi puesto, la tratéis tan bien y con tanto cariño como el que me habéis profesado a mi en estos años. Quisiera antes de acabar, agradecer a todos los profesores sus muestras de apoyo en todo momento. Bueno y sin más tardanza" -e hizo un gesto con sus manos, acto seguido aparecieron en los platos de todos multitud de comida.
Tras acabar de hablar Dumbledore, y aunque todos estaban hambrientos, tanto alumnos como profesores estallaron en aplausos tanto de admiración como de cariño, hacia su querido director.
************************************************************************** Horas más tarde en el despacho de Dumbledore tuvo lugar la ultima reunión del curso.
-¿Pero señor director como cree que el consejo va a aprobar esa idea?, en la historia de Hogwarts hace tiempo que no ha ocurrido algo así. ¡Hace mucho que no hemos tenido una mujer director! –dijo la profesora Mcgonagall.
- No te preocupes Minerva, estoy seguro que la jovencita a la que me refiero se ganará la aprobación del consejo, además tú más que nadie estarás encantada con ella, pues tiene las cualidades que tú más valoras en una persona, es educada, respetuosa, inteligente, constante y ... ¡a sí! Sigue todas las normas, aunque claro ¡tiene sus prioridades!. – contestó Dumbledore con su habitual sonrisa en los labios.
-yo ya me lo esperaba, hoy en mi bola de cristal he visto que una nueva persona vendría al colegio, pero lamento informar que lo siguiente que he visto es que no podrá terminar el primer año, ya que un trágico suceso acabará con su vida.- Dijo la siempre catastrófica antigua profesora de adivinación Sybill Trelawney pero el resto de profesores ignoró los habitualmente trágicos comentarios de la profesora.
-¿Y se puede saber quien es la "afortunada"?- preguntó el nuevo profesor de pociones- ¡Bueno si se la puede llamar así! –dijo mientras lanzaba una de sus típicas miradas burlonas a su antigua profesora de adivinación. El sabia perfectamente que no era costumbre de esta el adivinar el futuro.
- claro que se puede, pero preferiría que fuera la interesada la primera en enterarse, ya que aun no he tenido el gusto de comunicárselo a ella..- dijo Dumbledore sin apartar sus ojos de su última adquisición para el colegio.
***************************************************************************
Cuando esa mañana se levantó no se sentía especial, era como todos los días que habían transcurrido en los últimos dos años. Se despertó a las 6 de la mañana, se duchó, desayunó y marchó al trabajo como lo llevaba haciendo todo este tiempo. Pero cuando llegó al trabajo, en el ministerio en el departamento de educación mágica, la estaba esperando su jefe.
-Me alegro de que siempre sea la primera en llegar señorita Granger.-le dijo el señor Rakov al verla aparecerse en su despacho- tenía que hablar con usted así que haga el favor de pasar a mi despacho- le dijo mientras le abría la puerta para dejarla pasar.
-Sabe que procuro ser puntual con el horario de trabajo y ¿que es tan importante para que el ministro de educación esté a las 7:30 de la mañana en mi despacho?-nunca le había caído muy bien el señor Héctor Rakov ya que este la miraba como si ella fuera un insignificante mosquito. Pero siempre había querido ser profesora en el mundo mágico y esta era la mejor manera de pagarse los estudios.
Hermione, tras acabar no poder finalizar sus estudios en Hogwarts había decidido estudiar en Durmstang gracias a que la profesora Macgonagall la había ayudado, allí podría estudiar magisterio mágico y especializarse, solo que era excesivamente caro y tendría que dedicarse a ello a fondo. Pero tras lo ocurrida... lo mejor era salir de Londres. Así que Hermione decidió que viajaría a Bulgaria, ya conocía a alguien allí y podría pedirle ayuda, y solo serían un par de años, por lo que se marchó a Bulgaria.
Mientras en su cabeza volvía a recordar porque tomó esta decisión, el ministro le decía: - señorita Granger va siendo hora que decida que hará tras acabar sus clases, recuerde que este Junio se graduará como profesora y su puesto de practicas será ocupado por un nuevo estudiante, a no ser que decida unirse a la plantilla, si es así debe comunicarlo con antelación, ¿señorita Granger me escucha?
-¿Eh?... sí, sí, solo que no tengo decidido que hacer todavía, pero me gustaría volver a Londres..- dijo ella volviendo a aquel despacho.
-pues le recomiendo que se de prisa, los puestos son limitados y si no desea nada más, puede volver a sus asuntos.
Hermione volvió a su despacho y encima de su mesa encontró una pequeña y juguetona lechuza con un sobre atado a su pata derecha. Al abrir el sobre se dio cuenta que llevaba el símbolo de Hogwarts así que se apresuró a abrirlo:
Señorita Hermione Granger, tengo el placer de felicitarla por
estar a punto de graduarse como profesora de magia en una de las
más importantes universidades mágicas del mundo. También
quisiera invitarla a formar parte de nuestro colegio como
profesora, ya que para nosotros sería un autentico honor contar
en nuestras aulas con la primera de la promoción de 2006-2008.
además de una de nuestras mejores alumnas. Mi más sincera
enhorabuena.
Atentamente : Albus Dumbledore.
Tras dos años trabajando en el departamento de educación mágica en Bulgaria y de estudiar magisterio había recibido otra lechuza de Dumbledore invitándola a formar parte del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. ¡Era lo que siempre había querido! Volver al colegio donde había pasado los años más felices de su vida, volvería a su ciudad con sus padres... No se lo pensó dos veces nada más acabó de leer la carta cogió un pergamino y tinta y mandó una lechuza dando el ¡sí por supuesto! ¿Como iba a dejar escapar esta oportunidad?
Volvería a Hogwarts.
Gracias a todos los que habeís llegado hasta aquí leyendo y sobretodo a los que me han ayudado para que acabe publicando este fic.
Un beso a todas y cada una de esas personas, Shiro2, Kore, María, Kitsune... gracias
Y a todos aquellos que lo lean, dejen su opinión para poder mejorar, dejen reviews.
Besos
Thurisaz
Como todos los años y antes de la vuelta a casa para vacaciones, Dumbledore se dirigió a sus alumnos para comunicarles quienes ganarían la copa de las casas y que equipo se haría con la copa de Quidditch .Pero este año sería diferente a todos los años ya que al acabar no diría "nos vemos al acabar el verano en un nuevo curso".En su lugar dijo:
-"¡Queridos alumnos! En este discurso de clausura quisiera informaros de que el próximo año no seré director de esta honorable escuela- al escuchar esto todos los alumnos hicieron un gesto de desaprobación, ¿qué sería de Hogwarts sin su mejor director?-el motivo de mi decisión es que he pensado que tras tantos años como profesor y director de la misma, es hora ya de que me tome un respiro. Aunque eso sí, no dejaré de interesarme por el funcionamiento de la misma y por el bienestar de sus habitantes. Me gustaría que a la persona que ocupe mi puesto, la tratéis tan bien y con tanto cariño como el que me habéis profesado a mi en estos años. Quisiera antes de acabar, agradecer a todos los profesores sus muestras de apoyo en todo momento. Bueno y sin más tardanza" -e hizo un gesto con sus manos, acto seguido aparecieron en los platos de todos multitud de comida.
Tras acabar de hablar Dumbledore, y aunque todos estaban hambrientos, tanto alumnos como profesores estallaron en aplausos tanto de admiración como de cariño, hacia su querido director.
************************************************************************** Horas más tarde en el despacho de Dumbledore tuvo lugar la ultima reunión del curso.
-¿Pero señor director como cree que el consejo va a aprobar esa idea?, en la historia de Hogwarts hace tiempo que no ha ocurrido algo así. ¡Hace mucho que no hemos tenido una mujer director! –dijo la profesora Mcgonagall.
- No te preocupes Minerva, estoy seguro que la jovencita a la que me refiero se ganará la aprobación del consejo, además tú más que nadie estarás encantada con ella, pues tiene las cualidades que tú más valoras en una persona, es educada, respetuosa, inteligente, constante y ... ¡a sí! Sigue todas las normas, aunque claro ¡tiene sus prioridades!. – contestó Dumbledore con su habitual sonrisa en los labios.
-yo ya me lo esperaba, hoy en mi bola de cristal he visto que una nueva persona vendría al colegio, pero lamento informar que lo siguiente que he visto es que no podrá terminar el primer año, ya que un trágico suceso acabará con su vida.- Dijo la siempre catastrófica antigua profesora de adivinación Sybill Trelawney pero el resto de profesores ignoró los habitualmente trágicos comentarios de la profesora.
-¿Y se puede saber quien es la "afortunada"?- preguntó el nuevo profesor de pociones- ¡Bueno si se la puede llamar así! –dijo mientras lanzaba una de sus típicas miradas burlonas a su antigua profesora de adivinación. El sabia perfectamente que no era costumbre de esta el adivinar el futuro.
- claro que se puede, pero preferiría que fuera la interesada la primera en enterarse, ya que aun no he tenido el gusto de comunicárselo a ella..- dijo Dumbledore sin apartar sus ojos de su última adquisición para el colegio.
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Cuando esa mañana se levantó no se sentía especial, era como todos los días que habían transcurrido en los últimos dos años. Se despertó a las 6 de la mañana, se duchó, desayunó y marchó al trabajo como lo llevaba haciendo todo este tiempo. Pero cuando llegó al trabajo, en el ministerio en el departamento de educación mágica, la estaba esperando su jefe.
-Me alegro de que siempre sea la primera en llegar señorita Granger.-le dijo el señor Rakov al verla aparecerse en su despacho- tenía que hablar con usted así que haga el favor de pasar a mi despacho- le dijo mientras le abría la puerta para dejarla pasar.
-Sabe que procuro ser puntual con el horario de trabajo y ¿que es tan importante para que el ministro de educación esté a las 7:30 de la mañana en mi despacho?-nunca le había caído muy bien el señor Héctor Rakov ya que este la miraba como si ella fuera un insignificante mosquito. Pero siempre había querido ser profesora en el mundo mágico y esta era la mejor manera de pagarse los estudios.
Hermione, tras acabar no poder finalizar sus estudios en Hogwarts había decidido estudiar en Durmstang gracias a que la profesora Macgonagall la había ayudado, allí podría estudiar magisterio mágico y especializarse, solo que era excesivamente caro y tendría que dedicarse a ello a fondo. Pero tras lo ocurrida... lo mejor era salir de Londres. Así que Hermione decidió que viajaría a Bulgaria, ya conocía a alguien allí y podría pedirle ayuda, y solo serían un par de años, por lo que se marchó a Bulgaria.
Mientras en su cabeza volvía a recordar porque tomó esta decisión, el ministro le decía: - señorita Granger va siendo hora que decida que hará tras acabar sus clases, recuerde que este Junio se graduará como profesora y su puesto de practicas será ocupado por un nuevo estudiante, a no ser que decida unirse a la plantilla, si es así debe comunicarlo con antelación, ¿señorita Granger me escucha?
-¿Eh?... sí, sí, solo que no tengo decidido que hacer todavía, pero me gustaría volver a Londres..- dijo ella volviendo a aquel despacho.
-pues le recomiendo que se de prisa, los puestos son limitados y si no desea nada más, puede volver a sus asuntos.
Hermione volvió a su despacho y encima de su mesa encontró una pequeña y juguetona lechuza con un sobre atado a su pata derecha. Al abrir el sobre se dio cuenta que llevaba el símbolo de Hogwarts así que se apresuró a abrirlo:
Señorita Hermione Granger, tengo el placer de felicitarla por
estar a punto de graduarse como profesora de magia en una de las
más importantes universidades mágicas del mundo. También
quisiera invitarla a formar parte de nuestro colegio como
profesora, ya que para nosotros sería un autentico honor contar
en nuestras aulas con la primera de la promoción de 2006-2008.
además de una de nuestras mejores alumnas. Mi más sincera
enhorabuena.
Atentamente : Albus Dumbledore.
Tras dos años trabajando en el departamento de educación mágica en Bulgaria y de estudiar magisterio había recibido otra lechuza de Dumbledore invitándola a formar parte del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. ¡Era lo que siempre había querido! Volver al colegio donde había pasado los años más felices de su vida, volvería a su ciudad con sus padres... No se lo pensó dos veces nada más acabó de leer la carta cogió un pergamino y tinta y mandó una lechuza dando el ¡sí por supuesto! ¿Como iba a dejar escapar esta oportunidad?
Volvería a Hogwarts.
Gracias a todos los que habeís llegado hasta aquí leyendo y sobretodo a los que me han ayudado para que acabe publicando este fic.
Un beso a todas y cada una de esas personas, Shiro2, Kore, María, Kitsune... gracias
Y a todos aquellos que lo lean, dejen su opinión para poder mejorar, dejen reviews.
Besos
Thurisaz
