Bueno sigo con el KuroYaku~ es que amo demasiado esta pareja de verdad. Es una pareja que enserio necesita más cosillas de ellos. Ahora les traigo una serie de one-shot y como lo dice el título cada capítulo será dedicado a un beso o varios en un solo capítulo.
Este primer capítulo está dividido en dos, pero la segunda parte representa otro beso diferente, no les podré especificar cada cuanto subiré los capítulos ya que empece la universidad y ya casi estoy en exámenes.
Beso en la mejilla es el primer beso en esta serie de one-shot.
Su significado es: El beso en la mejilla es uno de los más conocidos, pero no siempre se utiliza para saludar a otras personas, muchas veces tambiénse utiliza para coquetear con alguien.
Disclaimer: Los personajes no son míos son Furudate Haruichi-sensei, solamente los utilice para esta historia y tal vez unas más adelante.
Sin más que aclarar~ les invito a comenzar la lectura.
Era una mañana algo calurosa, el día de ayer recordaba aquella confesión haciéndolo sonrojar. Se encogió sobre sus hombros sin mirar exactamente hacia donde se dirigía. Llegaría pronto a la escuela. Sin prestar mucha atención a su alrededor no se dio cuenta al momento en que llegó a la entrada. Ahí lo esperaba su novio, si su ahora proclamado novio llamado Kuroo Tetsuroo.
—Buenos días Ku-…—
No pudo terminar la oración. Miro con sorpresa a Kuroo que lo veía con una sonrisa. Subió su mano hacia la mejilla que estaba cálida por aquel contacto anteriormente dado.
Kuroo le beso en la mejilla y le sonreía con felicidad. Su rostro se tiño de color rojo y hasta sus orejas se colorearon de ese color. Era un sonrojo muy notorio.
—Buenos días Yakkun—
Le saludo con aquel apodo sin dejar de sonreír en algún momento. Sonrió al menos hasta que sintió un fuerte golpe en su estómago y pudo lograr ver como su Yaku huía con un rostro totalmente rojo.
—Es tan lindo cuando se avergüenza—
Acarició su estómago y comenzó su camino hasta el salón de clases donde su castaño ahora le ignoró durante todo el día hasta que llegó la hora del almuerzo. Se levantó de su puesto y camino hasta Yaku. Miro a su alrededor y aprovechando que este se levantaba le beso nuevamente pero en la mejilla contraria.
Su mirada se enterneció al ver como Yaku cubría su mejilla con su rostro totalmente rojo. Aquella vista era completamente hermosa. Vaya que los besos en la mejilla eran una poderosa arma que utilizar contra un lindo tsundere.
— ¡Eres un idiota! — y al escuchar aquello sintió un golpe ahora en sus costillas.
—Pero soy tu idiota— le dijo con una sonrisa algo burlona.
Sabía que lo enfureció más pero valió la pena. Pudo ver aquellas expresiones a solo un día de su noviazgo. Esperaba que su Yaku no se molestará tanto que no le dejará ni acercarse a él por un tiempo. Lo miró de nuevo huir pero ahora rojo de vergüenza e ira.
—De verdad valió la pena—
Dejo salir una risa divertida y le siguió. Sabía hacia donde se dirigía. A comer con los demás del club. Al cabo de caminar un tiempo solo, recordó cómo fue que se convirtieron en novios. La verdad pensaba que su Yaku no estaba interesado en él. Apenas venían empezando su segundo año. Y seamos sinceros el primer año fue muy problemático para ambos.
Flash back.
Acababan de terminar el entrenamiento. Kai, Yaku y él se habían quedado en una reunión para decidir cómo podían reunir nuevos miembros al equipo. Después de todo ahora la responsabilidad caía en ellos al retirarse los de tercero.
—Creo que con volantes será mejor— sugirió Yaku mientras terminaba de guardar algunos balones.
—Es la forma más rápida y cómoda— hablo Kai con una sonrisa.
—Bien está decidido ¿Quién los diseñará? — preguntó Kuroo.
Al salir los tres del gimnasio, el ahora capitán del equipo lo cerró con llave. Discutieron por un tiempo y decidieron que sería la mejor opción que Kai lo hiciera. Se despidieron de Kai que resulto que olvido unas cosas y tendría que llegar rápido a casa. Yaku miro extrañado a Kai después de todo no era nada olvidadizo.
—Yakkun ¿me acompañas al parque un rato? — le preguntó sin dejar de caminar.
—Está bien aunque solo por un rato, es algo tarde—
Le había extrañado aquella invitación pero después de un tiempo la compañía de Kuroo le resultaba agradable. Incluso se arriesgaba a decir que demasiado agradable. Aunque algo fastidiosa porque su corazón latía con fuerza y sus mejillas se sonrojaban. Sacudió su cabeza.
Retiró aquellos pensamientos haciendo que sus mejillas se sonrojaran un poco. Miro de reojo a Kuroo el cual iba con su rostro concentrado. Desvió la mirada hacia el suelo al ver que Kuroo volteaba su mirada hacia él.
—Yakkun vamos a los columpios— le sugirió señalando los columpios de color rojo que reposaban sin ninguna persona en ellos.
— ¿Eh? Cl-Claro…— dijo con algo de nerviosismo sin levantar su mirada.
Al llegar cada uno tomo asiento en un distinto columpio. Kuroo y Yaku no sabían porque ahora les rodeaba una atmosfera y silencio tan incomodos. Yaku se mecía con calma con sus pies algo colgantes. Kuroo quedaba embelesado ante aquella vista. Tomo aire y se levantó de un saltó. Sorprendió al castaño sacando un pequeño saltó de este.
— ¿Kuroo? — preguntó confundido.
—Yakkun, quería hablar seriamente algo contigo— le miro a los ojos y sujeto las cadenas entre sus manos parando el suave mecer de Yaku.
Iba a preguntar sobre lo que quería hablar pero se calló. La mirada intensa de Kuroo le hizo perderse en los ojos de este. Se sonrojo un poco al notar la cercanía que ambos tenían. Pero en ningún momento pudo desviar la mirada de aquella mirada determinada y segura.
—Yakkun sé que puede incomodarte un poco lo que vaya a decirte— suspiró. —Pero…— luego de una pausa algo larga. — ¡Me gustas Morisuke Yaku! — le dijo con seguridad y nerviosismo.
— ¿Q-qué…?— preguntó totalmente rojo como el color de sus sudaderas.
—Sabes es vergonzoso repetirlo dos veces— suspiro de nuevo y la verdad que ahora se sentía algo estúpido. —Me gustas, puede que no me correspondas pe…— detuvo su hablar al sentir como era jalado hacia abajo.
Yaku le dio un rápido beso en la mejilla. Se lo dio con suavidad y ternura. Le miro a los ojos y tardo un poco en entablar alguna palabra entendible entre tartamudeos.
— ¡Ta-También… me gu-gustas… Kuroo Te-Tetsuroo…! — dijo cubriéndose el rostro de lo avergonzado que se encontraba.
Una sonrisa sincera y llena de felicidad se formó en los labios de Kuroo. No tardo en rodear en sus brazos a aquel pequeño y frágil cuerpo delante de él. Yaku no tardo en corresponder el abrazo aferrándose a las ropas de Kuroo. Compartiendo ahora un abrazo cálido lleno de sentimientos. No necesitaban de nada más. El atardecer era el único testigo de aquella escena de la ahora pareja.
No tardaron en preguntarse al mismo tiempo si querían salir con el otro. Rieron juntos divertidos y avergonzados, y se fueron del parque. Sin decir ninguna palabra. Con timidez y nerviosismo unieron sus manos luego de rozar sus dedos suavemente. Se sonrieron y llegaron a la estación. Ambos eran torpes e inexpertos al llegar el momento de despedirse solamente lo hicieron como normalmente lo hacían.
Tal vez era momento para un beso de despedida como nueva pareja que eran pero ambos no podían con la vergüenza y nerviosismo por lo cual dejaron ese momento para el cual se sintieran más preparados.
Fin flash back.
Es todo por ahora, espero les haya gustado.
Hasta el próximo capítulo.
