Disclaimer: No me pertenecen los personajes ni nada de lo que pueda aparecer aquí, todo es obra de J.K. Rowling
Esta vez es un mini mini mini mini oneshot, así que espero que os guste, no es demasiado, pero algo es algo, como siempre os digo. ¡A disfrutar! Muchos besos.
¿Por qué justo había tenido que ser de él? ¿Por qué de todos los Weasley que habitaban el planeta se había tenido que ir a enamorar del estúpido de Ronald? Que alguien se lo explicase, porque sinceramente, Hermione no llegaba a comprenderlo.
No había sido de Bill, no, del guapo y apuesto Bill, el que se llevaba a todas las chicas con su pelo largo en una coleta y su pendiente de colmillo de dragón.
No había sido de Charlie, el temeroso Charlie que cuidaba dragones en Rumania, aquel de quien todavía se cuentan hazañas en Hogwarts por sus éxitos en el equipo de quidditch.
Ni de Percy tampoco, el inteligente, listo, responsable y cumplidor de las normas de la familia. Porque al fin y al cabo ella era prácticamente igual ¿No? Inteligente, lista, responsable, y en gran medida cumplidora de las normas. Pero no, ni si quiera de Percy se había podido llegar a enamorar.
Ni si quiera de Fred o Goerge, los divertidos y alegres Goerge y Fred, los que siempre animaban con sus bromas, los que te sacaban una sonrisa sin siquiera quererlo, pero no, ni si quiera de ellos había podido enamorarse por más que lo intentase.
Pero Hermione había tenido que ir a caer a las redes de Ron. El gruñón, borde, celoso, holgazán y grosero de Ron.
Y es que era más atractivo que Bill, con aquellos ojos azules que la perdían; más temeroso que Charlie, porque siete años de Hogwarts dan para mucho, y ella lo había comprobado; más inteligente que Percy, y es que todo no se basa en los libros; incluso más divertido que Fred y George, con aquel humor negro que muchas veces la traía de cabeza; todo eso a su manera, claro está, pero ¿Qué más daba? Lo era, y eso es lo que importaba.
Pero Hermione no era imparcial, al fin y al cabo estaba enamorada de ese maldito Weasley.
Finite Incantatem
