El precio de la vida

"¡Esta perdiendo demasiada sangre!" Grito una voz, al menos eso escucho Sarah ,sentía que volaba, y que todo daba demasiadas vueltas, que todo era borroso y claro a la vez. Entre medio de la multitud de personas, entre ellas Karen y su padre, reconoció a un rostro que le sonreía con tranquilidad.

"Jareth.."Murmuro antes de caer en la completa inconsciencia. Cuando sus ojos se abrieron sintió como todo se volvía mas correcto y serio, nada daba vueltas, su corazón no estaba lento y sus ojos no giraban sin sentido.

Sarah puso sus manos sobre el suelo impulsándose para pararse, con cuidado miro el pasillo de hospital que se presentaba frente a sus verdosos ojos.

"¿Qué…?"murmuro mientras posaba sus manos en su cabeza tratando de organizar sus ideas. 'Fui a buscar helado para Toby…ese camión ¡Dios me choco un camión!' Cuando este pensamiento finalizo se paró de golpe, sintiendo como su respiración se volvía agitada, y que el jean y la camisa que tenia puesta la ahogaban.

Inmediatamente empezó a caminar, todos los pasillos eran iguales, baldosas blancas y camillas desparramadas, no había ninguna persona o habitación, no había salida "Acaso…¿Morí?" Cuando murmuro esto sintió como unas vagas lágrimas se deslizaban por su rostro.

"Oh no llores mi Sarah." Dijo una voz a sus espaldas, la nombrada se giro encontrándose con alguien que no pensó ver, como si ningún día hubiera pasado, Jareth el rey de los goblins la miraba con una sonrisa en el rostro, el mismo estilo de ropas extravagantes estaba sobre su cuerpo.

"¡Tú estabas ahí!" Dijo Sarah apuntándolo con su dedo índice mientras recordaba como los médicos la llevaban en la camilla, y Jareth estaba allí observándola.

"No podía dejarte sola en aquel momento."Dijo él sonriente, mientras se acercaba a ella.

"¿Dónde estoy?" Pregunto Sarah mirándolo directo a los ojos.

"Estas en lo que tu mundo sería el purgatorio."

"¿Qué?" Dijo Sarah sin creerlo realmente.

"Puedes morir ahora, o vivir una vida…eso es lo que significa que estés aquí." Dijo Jareth mirándola con seriedad.

"¿Qué tengo hacer para vivir?" Murmuro Sarah sintiéndose perdida en los ojos de Jareth, aun no podía creer que a pesar de todo él estuviera a su lado como siempre había prometido, sin importar que lo había humillado luego de ganarle en el laberinto.

"Eso no importa."Dijo el acercándose y acariciando su rostro "No saldrás de aquí sin mi ayuda…"

"¿Tu ayuda?"

"En este día Sarah debes morir, pero si lo deseas puedo sacarte de aquí."

"¿Qué quieres a cambio?" Pregunto ella al instante.

"Hablaremos de eso luego…"Dijo el rey.

"Solo sácame de aquí."Dijo Sarah moviendo la cabeza de forma nerviosa, de repente sentía que las paredes del hospital se volvían más cercanas, que todo se había achicado y vuelto más gris.

"Sígueme." Dijo Jareth ahora con una sonrisa, tomo la mano de la muchacha y la arrastro por los pasillos casi corriendo, antes de que Sarah pudiera reconocer los caminos Jareth había soltado uno de sus cristales, que los envolvió, de repente, la sensación de caer envolvió por completo a Sarah.

Jareth abrazaba su cuerpo casi dejándola sin aire, Sarah veía todo negro, dejando de lado los pasillos del hospital y la muerte.


Sarah se sentó en la camilla, viendo como en sus brazos un montón de objetos punzantes se clavaban en su brazo, y como su padre estaba sentado en una silla, con su libro favorito sobre sus piernas, el olor a hospital se metió por su nariz, mientras la sensación de sudor se deslizaba por su cuello.

Empezó a desprender las agujas y todas las cosas que se clavaban sobre su cuerpo, cuidando de no despertar a su padre, cuando ya nada la molestaba soltó su cabello negro y extremadamente largo, sintiéndose viva de nuevo.

Trato de ordenar su mente, desde el camión impactando contra su cuerpo, su padre gritando mientras la llevaban al quirófano, Jareth sacándola del purgatorio con una extrema rapidez, hasta el momento actual donde tenía ganas de vomitar por el olor a hospital.

"Jareth" Murmuro con tristeza, cuando levanto sus ojos de sus pies, el rey estaba sentado en su cama mirándola.

"Mi cosa preciosa."Murmuro él mientras acariciaba su mejilla casi con cariño.

"Terminemos con esto" Dijo Seria la muchacha mientras miraba a su padre que dormía profundamente.

"Acabas de salir de la muerte y quieres saber que me debes."Dijo el rey frustrado mientras empezaba a jugar con sus cristales, con una leve sonrisa en su rostro.

"si, ¿Qué te debo?"

"Me debes una reina."Dijo el la, Sarah levanto las cejas sorprendida, sabiendo porque camino quería ir el rey.

"No hay forma de que yo…"

"Serás mi reina, es el precio que debes pagar por tu vida."

Notas: Dejen su opnión en un review : ) espero que les haya gustado : 3