Por supuesto, no soy propietaria de ninguno de los siguientes personajes.


-Definitivamente derrotaré a E.N.D.-

-Si.- fue la respuesta de la chica junto a él. No habían dudas o temores en su voz, ella confiaba en él por sobre todas las personas en él mundo.

El silencio se hizo presente entre los jóvenes frente a aquella pequeña y deteriorada cruz de madera. Por un instante, la joven del cabello azul cerró sus ojos y recordó una vez más las palabras de Silver, te encargo a Gray- hasta entonces, recordar esas palabras le habían causado un enorme dolor en su pecho; ¿Cómo podría cuidarlo cuando siquiera había sido lo suficientemente fuerte para salvar a su padre?, era su culpa, a causa de su debilidad, de su desesperación por vivir había sido ella la persona que le había arrebatado a su propio padre; ¿Cómo podría estar cerca de él cuando evidentemente él la querría lejos de su vida? era una asesina, era quien había causado dolor a su amado y eso le lastimaba. Hasta entonces esos eran los pensamientos que se habían cruzado por su mente una y otra vez desde el momento en el que eso pasó, sin embargo, ya no. Finalmente las palabras del Devil slayer inundaban su pecho de alegría y ese cambio era algo que también debía agradecerle a Gray, a la seguridad que la compañía del mago de hielo le brindaba, al perdón que él le había otorgado.
Ahora podía verlo, Silver le había confiado lo que mas amaba, y ella definitivamente cumpliría con su palabra, protegería a Gray, estaría a su lado, secaría sus lágrimas y lucharía con todas sus fuerzas para ayudarlo a cumplir con la voluntad de su padre.

Descanse en paz Padre, le prometo a usted y su querida esposa que cuidaré a Gray-sama.-

Una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios mientras que una última y solitaria lágrima se hacía paso por su mejilla; el chico a su lado la observó por un instante apartando su vista de la improvisada tumba de sus padres, el pequeño y pálido rostro de la chica finalmente se veía sereno y calmado, aún estaban allí las evidencias de las lágrimas que había estado dejando escapar sin cesar pocos instantes atrás, pero ya no existían rastros de aquella culpa y profunda tristeza que le habían hecho estremecer el corazón al verla. Observó detenidamente como aquella pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla y antes de tomar conciencia de ello, había deslizado instintivamente su mano sobre la fría piel de la chica para quitarla.

-Gray-sama..- susurró sorprendida ante el contacto, mientras un intenso tono rosa se encendía sobre sus mejillas.

-Aún si puedes regular tu temperatura, te estas congelando.- le comentó este sin retirar su mano.

-J-juvia está bien..-

-Juvia..-

-En.. en v-verdad Gray-ama.- afirmó aun nerviosa por el sorpresivo contacto, tomó algo de aire en un intento de calmarse a si misma y continuo con seguridad: -Juvia quiere honrar a padre y a Mika-san un poco más.-

Gray sonrió de lado, esa era Juvia, ella no se iría y él lo sabía, incluso aunque no estaba precisamente dispuesto a admitirlo, así lo prefería. Por primera vez él realmente la quería allí, la necesitaba, quería su compañía más que en ninguna otra ocasión y más que a ninguna otra persona, necesitaba su cálida presencia para hacerlo sentir en paz, necesitaba tenerla cerca para así asegurarse de protegerla, y eso haría, derrotaría a E.N.D y protegería a sus amigos, nadie mas le arrebataría algo preciado, él se aseguraría de eso.

-Sabes que no regresaré al Gremio, ¿verdad?- rompió el momentáneo silencio el azabache observando el cielo y como la nieve comenzaba a caer con mayor intensidad. El comentario pareció tomar por sorpresa a la chica, aunque rápidamente pareció disiparse a medida que una melancólica sonrisa se formaba en su rostro.

-Juvia sentía en su corazón que Gray-sama diría algo como eso.- confesó, -Natsu-san dijo que ahora Gray-sama tenía un poder diferente y que seguramente querría entrenar.-

-Es un poco más complicado que eso.. Por supuesto no dejaré Fairy Tail, volveré eventualmente, es sólo que todo esto..- dejó su frase inconclusa a medida que despeinada nerviosamente su cabello en señal de frustración.

-Gray-sama.- su voz llamó su atención. -Si lo permite, Juvia lo acompañará, Juvia quiere ayudar, ella podría ser su compañera de entrenamiento.- ofreció tímidamente aunque con evidente decisión.

-Juvia, no creo que..-

-Juvia no intentará nada si eso le preocupa.- se defendió, -Juvia quiere cumplir con la promesa que le hizo a padre, quiere cuidar y ayudar a Gray-sama y decidió que lo acompañará al fin del mundo si él lo permite. Juvia ama a Fairy Tail tanto como al océano o al cielo estrellado, pero..- dudó al continuar, -Gray-sama fue quien salvó a Juvía y le permitió conocer el cielo, él le presentó su familia, a Fairy Tail, él fue quien le dió razones para sonreír a Juvia desde el momento en que disipó la lluvia, y ella quiere hacer lo mismo por Gray-sama, aún si su presencia no es requerida, ella quiere mantenerse cerca para cuando sea necesaria. Juvia quiere estar junto a Gray-sama, aún si es como una fiel nakama, ella estará honrada de ocupar ese lugar.-

El chico no respondió, se quedo observando fijamente a la joven junto a él, sus mejillas reflejaban un color que perfectamente podría compararse al hermoso cabello de la misma Titania haciendo contraste con su pálida piel; la mirada del mago de hielo disimuladamente se posó en las manos de la chica, mientras estas jugaban nerviosamente con su vestido, algo que le parecía molestamente adorable, aun si por supuesto jamás lo mencionaría en voz alta. Pudo sentir el calor que subía por sus propias mejillas al contemplar la imagen frente a el, era como un niña, se veía tan frágil e inocente independientemente de lo fuerte que en realidad era, notó como la mirada avergonzada de la chica se clavaba ansiosa sobre él en busca de una respuesta.. ¿Qué se supone que responda a esto?- se cuestionó internamente, ella no había mencionado la palabra con "a" pero definitivamente esas palabras podían categorizarse como la mas perfecta confesión de amor que alguien jamás le hubiera hecho, y no es como que la misma chica frente a él no fuera la autora de muchas de las que había recibido con anterioridad. Abrió su boca por un instante, pero antes de poder elaborar una respuesta que le resultara adecuada, pudo notar como la nieve que caía ahora en grandes cantidades se posaba sobre los diminutos y temblorosos hombros de la chica; no respondió, simplemente se puso de pie frente a ella sorprendiéndola, para luego tomar sus pequeñas manos entre las suyas y acercarlas a su boca para brindarles calor.

-Creo tener una idea de que pudiera ser lo que ese viejo te hizo prometer y no creo que puedas cumplirlo si decides quedarte aquí a congelarte.- aseguró apartando su mirada pero manteniendo sus manos entrelazadas a pocos centímetros de sus rostros. -Estoy bastante seguro de que mis padres estarían de acuerdo conmigo en que no sería buena idea que enfermaras. Vamos a buscar un lugar donde descansar.- Fue todo lo que le dijo, y más avergonzada que nunca, pero feliz por sobre todas las cosas, ella sonrió, la sonrisa más sincera que había visto el chico en aquel rostro en muchos días.

Juvia definitivamente cumplirá su promesa Padre.- pensó para si misma, ella cuidaría a Gray Fullbuster, el chico que le había dado desde el primer día razones para sonreír.