Hola hola! Ada Hetfield reportandose con un nuevo proyecto, ésta es la primera vez que hago un Cleve e incluyo a varios personajes, así que espero que les guste! :D
Los personajes pertenecen a CAPCOM; lo único mío es la trama
¡A Leer!
Prólogo
Habían pasado ya 17 años desde aquel incidente en Rockfort Island, y ahí estaba Claire Redfield, una hermosa mujer de 36 años, que a pesar del paso de los años seguía teniendo latentes aquellos sentimientos de amor por el único hombre que siempre había amado. Sería la peor mentirosa del mundo si dijera que había olvidado a Steve por completo, cuando no era así, ella lo extrañaba todos los días y a cada momento que pasaba se veía envuelta en una dolorosa tortura que hacía que su corazón diera miles de vuelcos una y otra vez, una tortura que la despertaba gritando el nombre de esa persona todas las noches.
A pesar de haber pasado 17 años, el bioterrorismo se veía lejos de llegar a su fin, cada día era una amenaza tras otra, algún sujeto cada vez más loco y enfermo que el anterior, era una lucha infinita la que personas cómo ella peleaban a diario, Leon, Chris, Jill… y ahora Sherry también se había unido a la causa, lo que a veces le preocupaba un poco, ya que ésta última era cómo una hija para ella y temía por su bienestar, aunque claro estaba que Sherry ya no era para nada una niña, ahora compartía hermosos momentos con alguien más e incluso se decidió a sentar cabeza más rápido de lo que ella lo habría hecho, la pequeña rubia ya no era más una Birkin, se había convertido en la esposa de el mismísimo hijo de Albert Wesker, vaya que ella no tardó mucho en sentar cabeza, pero aún así se sentía completamente feliz por ella, aunque a Leon seguía sin agradarle la idea, algo que le divertía a la pelirroja, pues ver al ex policía en esa faceta de padre sobreprotector era algo que no se veía a diario.
Había tenido un agotador día en Terra Save, pero al menos su jornada contra el bioterrorismo había acabado por hoy y ya se encontraba a escasos pasos de su departamento, pudo divisar que su hermano se encontraba esperándola en la puerta de su apartamento y moviendo la mano en forma de saludo, Claire le sonrió y corrió hacia el mayor de los Redfield –Chris! – exclamó con emoción atrapándolo en un cálido abrazo que fue correspondido por el castaño. Llevaba un buen tiempo sin verlo, Claire vivía en New York, y Chris siempre se encontraba en Washington debido a su trabajo, así que no tenían mucho tiempo para verse – ¿Qué haces aquí? – preguntó al fin soltándolo – ¿No puedo visitar a mi hermana menor o qué? – preguntó divertido el Redfield, a lo que después Claire soltó una pequeña risa –¡Claro que si tonto! Entremos, está haciendo un poco de frío – dijo la de cabellos rojizos mientras abría la puerta.
Una vez adentro Chris se acomodó en el sillón de su hermana mientras que ésta les preparaba algo caliente para tomar – ¿Y cómo está todo en casa? – Preguntó Claire desde la cocina –Todo bien, aunque el trabajo no termina nunca – dijo Chris sin alguna clase de preocupación, pero con un tono que se escuchaba vacío, lo que extrañó un poco a Claire – ¿De verdad está todo bien? – decía mientras se acercaba con dos tazas de café, las facciones de Chris mostraron una expresión seria –A mi no me engañas Christopher, sé que no viniste para hablar de casa – el castaño miró a Claire con inseguridad, sin duda no estaba ahí para hablar de cosas casuales y mundanas.
–Claire, ¿Crees en los fantasmas?
–He visto a los muertos volver a la vida, he visto creaturas que parecen sacadas de una película de horror. Con todo esto ¿Por qué no habría de creer en los fantasmas? – Respondió la mujer de cabellos rojizos extrañada por el comportamiento de su hermano mayor.
–Bien, entonces te mostraré uno.
Si lo anterior fue extraño, lo de ahora lo era aún más. Vio cómo el castaño sacó un sobre del maletín que llevaba con él, rebuscó un poco y entonces lo encontró; unas cuantas hojas con datos y fotografías. Antes de entregar tal información miró inseguro a su hermana, pero ya no había vuelta atrás.
–Toma… – dijo para después pasarle los documentos. Claire tomó los papeles rápidamente y comenzó a leer la información con detenimiento, tan sólo con leer el nombre se quedó helada, y al ver la fotografía unas cuantas lagrimas recorrieron sus mejillas; cubrió su boca con su mano mientras trataba de cesar su silencioso llanto y dejando caer los archivos y las fotografías al suelo.
–Esto tiene que ser una broma – dijo secándose las lagrimas y mirando a Chris.
–No lo es Claire… se ha confirmado… – habló con tono serio –Steve Burnside, está vivo. –
