Hola!! Bueno, este es un fic centrado mas que nada en Remus y en cierta bruja, ambos se odian a muerte (Lo cual es muy extraño en Remus, luego sabremos por que), pero poco a poco con el tiempo tendrán que aprender a trabajar juntos, ya que Voldemort anda por ahí, y si los buenos se dividen, ¿qué será del futuro del mundo mágico?

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Capítulo I  "Ismene Gregovich"

Dumbledore se encontraba sentado detrás de su escritorio, con los dedos entrelazados y la mirada fija en la persona que estaba en frente de él, quien era nada mas y nada menos que Remus J. Lupin., antiguo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras de Hogwarts.

-Necesitamos que regreses Remus, es de gran utilidad tu ayuda- dijo seriamente Dumbledore, mirándolo fijamente a través de sus gafas de media luna, con un brillo de esperanza en los ojos.

-Pero Dumbledore, sabes lo que opinan los padres, no creo que sea conveniente.... – empezó a decir Remus, pero Dumbledore le interrumpió.

-Tengo una carta de aprobación por parte del Ministerio de Magia, por eso no te puedes preocupar, y si seguimos tomando las medidas necesarias, entonces no habrá problema, tendrás el debido aumento y vacaciones – contestó Dumbledore, sonriendo picarescamente.

-Bueno- contestó con un suspiro Lupin, mientras se levantaba de la silla. Cruzaron palabras amistosas mientras que Lupin salía del despacho, pero antes de que pudiera decir nada, Dumbledore le cortó.

-Por cierto, Ismene Gregovich es la nueva maestra de Pociones, este año el profesor Snape nos estará ayudando en otras cosas, por tanto contratamos una sustituta- y dicho esto, cerró la puerta de su despacho dejando a un Lupin muy contrariado.

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Camino por los pasillos desiertos de Hogwarts en busca de su antiguo despacho, donde se supone que los elfos domésticos habían dejado su equipaje. No había alumnos, ya que las clases comenzaban en un par de semanas más, en el que él debería preparar las clases para impartir a sus alumnos y prepararse psicológicamente para recibirla.... a ella...

Remus sacudió su cabeza para sacársela de la mente, después de todo, ¿qué malo podía pasar? Todo lo que había pasado había sido mucho tiempo atrás, de seguro ya ni se acordaba de él, tal vez estuviera ya casada y sería muy feliz. Sonrió irónicamente por su pensamiento... Sabía que ella no estaba casada, había tenido escasas noticias de ella por medio de...

-¡Snuffles!- exclamó Remus al ver un perro negro enorme, que aguardaba a la entrada de su dormitorio, con un periódico en el hocico. El perro se transformó en el inigualable Sirius Black, que se encontraba con el cabello hasta los hombros, peinad, sus ojos azules ya no estaban tan opacos como cuando había salido de Azkaban, y su túnica azul rey le daba una apariencia muy apuesta.

-Remus, amigo mío, un gusto verte- exclamó Sirius, corriendo abrazar a su amigo, el cual estaba estupefacto.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Remus, recuperándose un poco y abriendo el dormitorio para que pasaran.

-Bueno, Dumbledore me pidió que regresara al castillo, quiere que esté cerca de Harry por si sucede algo, no te preocupes, los del Ministerio no sospecharán nada de un perro negro que vagabundea en compañía de su dueño, Remus Lupin- contestó Sirius sonriendo, mientras se sentaba en una silla del dormitorio.  Remus se limitó a sonreír sin ganas, para después voltearse y encender el fuego.

-¿Quieres algo de beber?- preguntó Remus, apuntando con la varita en la mesa.

-Cerveza de mantequilla, por favor- contestó Sirius. Remus volvió a sonreír y apareció dos tarros de cerveza de mantequilla, con una barra de chocolate al lado.

-¿Otra vez la manía por el chocolate?- preguntó Sirius muy serio –Remus, no ha sido luna llena, faltan tres semanas todavía... –murmuró –pero si no es luna llena es.... –

-Nada Sirius- empezó a decir Remus, ocultando el chocolate automáticamente.

-¡Remus estas enamorado!- exclamó Sirius triunfante, mientras saltaba de la silla.

-¡No!- exclamó Remus, poniéndose totalmente rojo, pero Sirius no le hizo caso, apareció en cambio un pergamino y una pluma y empezó a apuntar algo.

-¿Qué es eso?- preguntó Lupin, tratando de ver, pero Sirius lo esquivó, y en cambio siguió escribiendo. Después de un rato de silencio, Sirius terminó por fin de escribir, cuando Lupin ya se había bañado y cambiado.

-Muy bien, aquí está la lista de chicas con las que has fraternizado en tu vida, la cual me parece la lista mas corta de chicas que he visto en mi vida....-

-¬¬-

-Pero claro que no importa, ya que ... Bueno, como sea, empecemos: Angelina Karkaroff...-

-No..- dijo Remus, sentándose en la cama y preparándose para estar horas ahí, en espera de que Sirius se cansara.

-Rossie Davila-

-No..- ¬¬

-Gladis Edwars-

-No...- ¬¬

Pasaron las horas y la lista no terminaba (vaya que si era conocido el lobito ¬¬), así que Remus resolvió quitarle la lista a su amigo, pero justo cuando lo intentó hacer, su amigo pronunció el nombre:

-Ismene Gregovich...-

Remus había saltado en ese momento, pero en cuanto escuchó el nombre cayó de rodillas al suelo, con una tos terrible por el chocolate que se le había atorado en la garganta, mientas que respiraba con dificultad.

-¿Es ella?- pregunto Sirius, mirando a Remus que estaba totalmente morado en el suelo, haciéndole señas. Remus resolvió por patear con fuerza a Sirius en el tobillo, haciendo que Sirius cayera en el estómago de Remus, provocando que el chocolate saliera de su garganta. Remus se levantó jadeando del suelo, mientras que Sirius se transformaba de nuevo en perro y le daba la espalda a Remus.

-Vamos Sirius, no hagas eso, casi muero y te enojas por que te pateo...- murmuró Remus, tratando de acercarse al perro, pero éste simplemente se alejó mas de Remus, se encogió en un rincón y cerró los ojos haciéndose el dormido.

-Sirius, por favor, necesito hablar con alguien...- dijo Remus, pero Snuffles seguía obstinadamente con los ojos cerrados.

-Ismene  va a volver a Hogwarts este año, va a estar de profesora de pociones mientras Snape esta fuera- dijo Remus, suspirando y sentándose en una silla. Sirius abrió los ojos y volteó a ver a Remus con los ojos interrogantes, pero en cuanto Remus se dio cuenta se levantó y dijo:

-Pero veo que no te interesa, así que mejor hablaré con McGonagall, tengo que pedirle unas listas de los nuevos alumnos de primero.- y dicho esto, salió de la habitación, cerrando la puerta con magia. Snuffles se transformó inmediatamente en humano, y cogiendo la varita que había comprado hacía poco (Vía lechuza, no me pregunten como, en este fic va a necesitar varita ¬¬) trató de abrir la puerta con cuanta contraseña se le venía a la cabeza, pero nada daba resultado.

-Tenía que ser Remus... - pensó Sirius, pero luego un pensamiento se le vino a la memoria, mientras sonreía irónicamente, apuntó con su varita a la puerta, y con un simple alohomara, ésta cedió, y por fin Sirius salió a los pasillos en busca de su amigo, que había desparecido hacía ya mucho tiempo.

Empezó a caminar por los pasillos desiertos en busca de Remus o de comida, lo que sucediera primero, cuando por fin se encontró con McGonagall.

-Profesora, ¡Que gusto!- exclamó Sirius, acercándose y estrechando la mano de la profesora y subdirectora.

-Bienvenido Black, ¿Cómo estuvo su viaje?- preguntó McGonagall, sonriéndole como si aún fuera su alumno.

-Excelente maestra, pero ahora quisiera tratar un asunto mas delicado, me enteré que Ismene vendría a dar clases a Hogwarts....- dijo Sirius, a modo de pregunta, escrutando el rígido rostro de la maestra.

-Me temo que si Black...- contestó ella, lanzando un suspiro.

-Pero maestra, ¿no recuerda lo que pasó entre ella y Remus? ¿No podría esto afectar al hombre? El pobre casi tiene colapsos nerviosos por tener que soportarme a mi...- dijo Sirius, pero fue cortado por McGonagall.

-No exagere señor Black, yo se que un día Ismene trató de..... bueno, usted sabe, pero creo que Dumbledore tiene sus razones para que ambos trabajen juntos, además ya no tienen 17 años, ya son lo suficientemente mayores y adultos como para que se acepten uno al otro con todo y sus diferencias- contesto McGonagall, y al instante añadió –Por cierto, se le espera en la puerta principal totalmente arreglado para recibir a la señorita Gregovich- y dicho esto, se fue.

-Claro maestra, como desee- contestó Sirius con un gruñido, y se fue a la puerta principal, la cual se estaba abriendo en esos momentos y aparecía una bruja de tez pálida y cabello negro, con rayos morados, peor eso no era lo que llamaba la atención en su persona, si no que sus ojos eran color morado también, un morado oscuro, de expresión fría.

-Maestra Gregovich, un placer tenerla con nosotros- dijo Dumbledore, el cual estaba del lado derecho, acercándose a saludarla.

-Dumbledore, gracias- contestó ella, haciendo que la expresión fría de sus ojos desapareciera, pero en cuanto vio a Sirius, volvió a aparecer.

-Bienvenida maestra Gregovich- dijo Sirius con el ceño fruncido, mientras le tendía la mano. La expresión de Sirius no era fría en absoluto, mientras que la de ella sí, pero a pesar de eso se estrecharon la mano, con cierto recelo por parte de Ismene.

-No se preocupe, hoy no me dieron tiempo de preparar broma alguna- gruñó Sirius, lo cual sonaba mas un ladrido.

-Espero que todo el año sea así señor Black- contestó ella fríamente, volteando a la siguiente figura que estaba ahí, pero en cuanto la mirada de Remus se cruzó con la de ella, ambos quedaron totalmente estáticos, sin decir nada.

-Quisiera presentarle al profesor Lupin, que también imparte clases de DCAO en este año, aunque creo que ya se conocen ambos- dijo Dumbledore, acercándose a ellos y sonriendo jovialmente. Remus e Ismene  se miraron por unos segundos mas sin decir nada.

-Ismene...- susurró Remus con una voz tan fría que a Sirius le dio un escalofrío.

-Remus...- contestó ella de igual forma, y al instante le dio la espalda, para preguntar por su habitación.

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Que tal??? Les gustó?? Apenas es el comienzo, espero que les haya gustado, y si quieren que le continué solo tienen que dejarme RR!!! Por favor!!! Espero que me dejen sus comentarios y así seguirle yo, nos vemos!!