Diclaimer: Los personajes son de Rumiko Takahashi.
Nota: Este fic, también ha sido publicado en FFL ¡No es plagio!
No de palabras: 392
Siempre igual.
Myoga.
¿Qué pasa con él?.
Suele ser inevitable olvidar a esta curiosa pulga. Tan cobarde que sirve cómo alarma de peligro, tan cuentera que marea, y tal fiel que da nauseas. Comprometida con sus señores los dueños de las tierras del oeste. Anteriormente InuNo Taisho, de manera actual Sesshomaru, y en un futuro muy probable; Inuyasha.
¿Qué pasa con este último?, es un hanyou orgulloso que siempre manda a la pobre miniatura de demonio a la porra, le tacha de cobarde, incluyendo el hecho de que una nekomata le gana en valentía. A pesar de esto la diminuta criatura sigue con él, dándole consejo y por más que sea, cuidándole.
El joven Inuyasha ―tal y como la pulga le dice― siempre fue rechazado por las dos especies, tanto humanos como demonios, la primera por temerle y creerle abominación, la segunda por ser un sangre sucia, incluyendo a su medio hermano. Aún así Myoga siempre estuvo allí, aunque fuese en espíritu, no arriesgaría su pequeña vida por eso. Era difícil asumirlo. Además ¿después quien le ayudaba de informante?.
En muchas ocasiones el menudo sujeto era útil, un eslabón que complementaba al equipo de recolectores. Ya sea con sus charlas de quien sabe qué o sólo sabiendo que estaban fuera de peligro con ella cerca, era suficiente.
―¡Amo Inuyasha! ―exclamó entre saltos el demonio chupa sangre.
―¿Qué quieres Myoga? ―espetó el hanyou en cuanto lo tenía en la nariz.
―No me trate así amo ―rezongó con lágrimas de cocodrilo―. Yo que le vengo a felicitar.
La cara del hanyou pasó de aburrida a alerta ¿Por qué le felicitaba la pulga? Luego de ver la mirada tipo Miroku de la pulga enrojeció, de ira y vergüenza.
―¡Lárgate! ―rugió al momento de lanzarla tan lejos como le fuera posible. Aún con el tono rojizo subido a sus mejillas.
―¡No me lo merezco! ―hipó la pulga volando por los aires.
"―Es totalmente injusto ―se quejó en su fuero interno―. Yo que venía a felicitarle por haber marcado a Kagome-sama como su hembra ―siguió, de brazos cruzados.
―Al menos ahora cambiará un poco― pensó para sí en cuanto alcanzaba un cuervo volando en lo alto del cielo."
Era increíble ¿no?. Después de todo, le trataban igual, quizás nunca se darían cuenta de lo importante que era Myoga. El sólo quería felicitar, y ahí va…A la porra vieja pulga.
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