holass ehh... bueno desde que vi civil war que quería escribir un fanfic de steve y bucky

ahora que he visto las pelis con más atención se me ocurrió esto...

aun está en proceso

Our own Heaven

En algún lugar dentro de la Jungla de Wakanda...

Capitán América o, mejor dicho, Steve Rogers camina detrás de una mujer, siguiéndola a través de largos pasillos de cristal, enroscados en un confuso laberinto. La fémina lleva su largo cabello negro atado en una lambida cola de caballo, usa un impecable vestido blanco y posee una perfecta piel morena. Las paredes, en general de vidrio y muy altas, dejan ver el verdoso y fresco paisaje selvático, el cual se confunde armoniosamente con los ángulos rectos y la modernidad exhibidas por la infraestructura.

De pronto, Steve, quien lleva puesta una simple polera gris, blue jeans y su inseparable chaqueta de cuero color marrón, mira los tacos de aquella mujer cuyos ecos resonar es lo único que se oye, y se siente fuera de lugar. Piensa que, en última instancia, debió haber vestido zapatos en lugar de esas zapatillas tan cómodas.

Sin embargo, su mente no tarda en volver sobre el asunto prioritario. Han pasado dos años desde la última vez. Diez, desde la primera vez. Es muy consciente de que el tiempo que pasa entre sus visitas se va acortando y aun así no lo puede evitar. Lo extraña demasiado. Lo necesita en su vida como el aire que respira.

Llegan a un hall iluminado por luz natural, donde se encuentra una imponente puerta de madera tallada a mano. Se detienen frente a ella y la secretaria llama a la puerta, antes de abrir e informar sobre su presencia. Acto seguido le invita a ingresar y ella da media vuelta y se va, dejándolo casi indiferentemente allí, de pie frente a su anfitrión.

- Capitán Rogers, sea bienvenido nuevamente.

Le habla el Joven Rey de Wakanda, levantándose de su asiento para estrechar su mano y dominando la diplomacia como nunca pensó que lo haría o que le importaría.

- Su alteza. Por favor, sólo llámeme Steve.

Saluda Rogers, estrechando su mano y haciendo una leve inclinación de cabeza, para luego aventurarse a corregir el apelativo.

- Tienes razón. Después de tantos años, ya incluso llega a sonar extraño. ¿Cuántas veces van ya?

- Dos, sin contar la primera vez que estuve aquí. Esta es la tercera vez que lo solicito... en una década.

Se asegura de remarcar esto último, como apelando a su compasión, aun cuando el favor ya le había sido concedido.

- Ya veo... los años pasan volando.

Murmura T'Challa. Pensativo.

- No lo suficiente.

Responde Steve, con un suspiro de resignación y una media sonrisa autocompasiva.

- Que no escape otro segundo más, entonces.

Habla el Rey y acto seguido se dirigen a su destino.

T'Challa se queda tras el vidrio, vigilando desde afuera y Rogers adopta la tarea, como cada vez, de entrar junto a la científica a la cámara cerrada herméticamente, donde se encuentra la cápsula criogénica. Donde está él.

Traga en seco antes de asentir brevemente con la cabeza, dándoles la señal de proceder. La científica de blanco delantal teclea unas cosas en la pantalla táctil y luego presiona el botón rojo que aparece en el centro.

Era una operación delicada, que debía ser completada con precisión y rapidez. La mujer suspendía la criogenia, aumentaba los niveles de oxígeno y la temperatura, hasta reanimarlo. Entonces, apenas recobraba la conciencia, antes de entrar en un estado disociativo de alerta donde podía herir a alguien o herirse a sí mismo, Steve abría la ventana y le inyectaba el calmante. A partir de allí el procedimiento se tornaba más sencillo y pacífico. Lo llevaban hasta su hogar, en medio de la selva, y lo dejaban recostado en su cama hasta que se le pasara el efecto del sedante.

Y así ocurre igualmente en esta ocasión. Por lo cual Rogers se encuentra ahí, sentado en un sillón, justo al lado de la amplia cama donde Bucky duerme tranquilamente. Incluso le han ensamblado el brazo de silicona polimérica de alta densidad, a falta de su brazo de metal el cual es mantenido bajo custodia.

Steve mira a su alrededor. La luz natural se cola a abundantemente a través de los grandes ventanales. Los mismos que permiten una maravillosa vista de la tupida vegetación selvática de la zona. La cama tiene sábanas blancas, impecables y con olor a limpio. La temperatura en toda la casa es fresca y agradable. La decoración rústica, hogareña y con un toque del gusto propio de Rogers, vale decir, un alto estante de madera lleno de libros y esas cosas dentro del mismo dormitorio, le hacen sentir como en casa tanto a él como a Bucky.

Definitivamente construir ese refugio había sido una de las mejores ideas que había tenido en mucho tiempo, lo cual honestamente era decir mucho. Todo sucedió a raíz de una vez, hace seis años, cuando un grupo de operaciones, remanentes de Hydra, pretendió retomar las investigaciones en mejora de humanos y para ello querían despertar al Soldado del Invierno.

Sólo eran el Rey de Wakanda y Steve contra ellos, dada la localización del complejo estrictamente secreta y que T'Challa quería mantener así. Por esa razón, una vez que los vencieron y entregaron a la justicia, y dado lo cerca que estuvieron de conseguir llegar hasta Bucky, fue que Steve decidió levantar un refugio donde poder vigilar por un buen tiempo que las cosas volvieran a la normalidad. Mismo refugio que más tarde se convirtió en el hogar de su amigo cada vez que lo había visitado y descriogenizado.

De repente, Rogers siente un cambio en la respiración de Bucky, que le advierte que está despertando. Ve a James abrir lentamente los ojos, los parpados le pesan, pestañea un par de veces, mira a su alrededor y entonces se incorpora asustado y dispuesto a pelear o correr. Lamentablemente es tarde cuando nota el efecto resacoso del calmante, el cual le hace dar vueltas la cabeza. Aunque afortunadamente Steve está allí para tranquilizarlo y ayudarlo a recostarse nuevamente.

- esto es real?

Pregunta James confundido y mareado.

- Sí, Bucky, es muy real. No me digas que sueñas seguido con resacas medicamentosas.

James suelta una leve risita. No cambiaría a ese chico de Brooklyn por nada en el mundo.

- Es sólo que tuve una pesadilla donde tú te volvías una montaña de músculo, mucho más alta que yo... ah, espera, eso sí pasó.

Steve bufa por el apelativo de "montaña de músculo". Después de todo, su cabeza y su corazón son los que lo han llevado a ser lo que es ahora.

- ¡Muero de hambre!

Grita al aire James de pronto.

- Vístete. Voy a prepararte algo.

Responde el rubio yendo hacia las escaleras.

continuará...