Hola! ¿Qué tal? Esta es la primera vez que escribo un fic de Hey Arnold... De hecho, hace años no escribo fics, asï que tratenme bien por favor jaja... En estos días he encontrado inspiración nuevamente. Les garantizo que esta historia, aunque será dulce-amarga algunas veces, les gustará :) Voy a estar subiendo dos capítulos por semana. espero sus reviews! ^^

Hey Arnold es propiedad de Craig Bartlett y Nickelodeon.


PRIMERA PARTE


Ella corría a toda velocidad por la calle... como intentando escapar en el tiempo. Las lágrimas empezaban a recorrer por sus mejillas... -¿Cómo es que para ellos no existo? Se limpiaba las lágrimas sin parar de correr. Finalmente llegó al muelle... el mismo lugar donde tantas veces iba cuando no podía soportar la presión.

-No lo dudaré más... en cuanto termine el colegio me iré de esa maldita casa! - dijo la joven rubia lanzando con furia una piedra al agua.

-Flashback-

-Olga! Olga! Apúrate y ayúdame a llevar estas cajas a la tienda!

-Olga! Argh! Esta niña está sorda Miriam! -Grita Bob mientras apila unas cajas.

-Ya escuché Bob! -Dice Helga mientras baja la escalera- Ya no le corregía lo del nombre... era obvio que a el no le interesaba y ella ya lo sentía como un caso perdido.

-¿¡Qué haces metida en tu habitación todo el día!? No ves que necesito ayuda con el negocio niña? -Gruñó el señor.

-Creo haberte mencionado, que estoy participando en una competencia Inter colegial... necesito concentrarme Bob! -Dice la rubia frunciendo el ceño.

-¿¡De qué competencia hablas!? -Pregunta Bob aún sin mirar a su hija y apilando más cajas.

-Es... de poesía y dramatización... les mencioné hace dos meses que la final será en el Auditorio de Hillwood... -Respondió tomando una de las cajas y abrazándola un poco mientras miraba al suelo.

-¿Qué estupidez es eso de poesía Helga? De verdad que te gusta perder el tiempo! Deberías aprender de tu hermana, ella concursaba en cosas que valían la pena, no una basura como un concurso de cuentos niña! -Gritó Bob.

Helga escuchaba a su papá sin poder creer lo salvaje de sus palabras, le dolía mucho que se expresara así de algo que era tan importante para ella.

-Pero íbamos a ir, no Bob? La niña tiene una obra escolar y ahí van a estar sus amiguitos... -Aparece una somnolienta Miriam en la puerta.

-Miriam, yo no puedo perder mi tiempo en eso! Tengo cosas importantes que hacer -Se quejó el señor- y tu también niña, salte de eso porque te necesito toda esta semana ayudándome en el negocio después de clases.

-¡Pero Bob, llevo tres meses preparándome para esto! -Reclama Helga histérica.

-No es mi culpa que decidieras perder tu tiempo en estupideces! -respondió Bob mientras salía con dos cajas para subirlas al auto.

Helga podía comprender que a su papá no le interesaban sus actividades, de hecho, no es la primera vez que ellos faltan a algún evento que ella tuviera... Pero pedirle que dejara la competencia para la cual se había preparado por meses, una competencia inter colegial, a nivel estatal... De cierta manera era una de las peores acciones que había hecho su padre.

-No Bob, seguiré en la competencia, ¡consíguete a alguien más! -Gritó Helga en desafío.

*Plaf*

-¡Súbete inmediatamente al auto! -Gritó Bob.

La rubia puso su mano sobre su rostro, estaba en shock por lo que acababa se suceder... Su padre le acababa de abofetear por primera vez. Sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas y su mejilla enrojeció. -¡No puedo soportarlo más! ¡No quiero! -Gritó Helga entre sollozos- Salió corriendo.

-Fin del Flashback-

Helga estaba metida en sus pensamientos, hasta que una voz la hizo regresar.

-Este no es un lugar apropiado para una jovencita solitaria -dijo un pescador del área.

Sobresaltándose y recomponiendose la rubia atinó a responder. -Si, si, lo que digas anciano. Helga se levantó y se dispuso a caminar, cuando se percató que comenzaba a anochecer y una ligera llovizna empezaba a caer.

-¡Rayos! ¿y ahora a dónde voy a ir? -Se dijo para si misma con preocupación- No puedo ir a donde Phoebe, sería el primer lugar donde irían mis padres...

la lluvia comenzaba a caer empapando a la chica, caminó sin rumbo fijo y casi por instinto, se encontró justo en frente de Sunset Arms.

-Arnold... -susurró la chica quedándose inmóvil frente al edificio, mientras la lluvia seguía cayendo.

-Te necesito... -Se perdió en sus pensamientos, justo en frente de la ventana del cuarto de Arnold, mientras la lluvia no cesaba.