Disclaimer: The Legend of Zelda Four Sword no me pertenece Q.Q
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Siempre me preguntaba que debería de hacer cuando tenías una pesadilla.
Dabas vueltas en la cama, pataleabas, temblabas como si estuviéramos en medio invierno sin abrigo, hasta gritabas como si te estuvieran apuñalando.
En esos momentos me sentía indeciso sobre qué hacer pero sobre todo inútil.
Inútil porque era un ser de las tinieblas, era total oscuridad, y la oscuridad no podía calmarte.
Solo en esos momentos de la noche me sentía mal por ser lo que era... una sombra
Me quedaba mirándote como mero espectador desde mi cama, vigilándote hasta que te despertabas en la mañana siguiente con los ojos llenos de lágrimas y la garganta adolorida.
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Una noche paso lo de siempre, tenías una pesadilla y no tenía idea de que hacer.
Gritabas y temblabas mucho, mucho más que otras veces.
Distraído por los gritos que propinabas no me di cuenta que estaba sentado al borde de tu cama acercándome cada vez más ti hasta que ya estaba abrazándote con fuerza.
Cuando tome conciencia de lo que estaba haciendo trate de alejarme de ti pero en eso te calmaste, dejaste de gritar y te acurrucaste más entre mis brazos escondiendo tu rostro en mi pecho con una casta sonrisa.
¿Cómo podías sentirte seguro rodeado de oscuridad?
Y entonces lo entendí
No tenía nada que ver con que fuera una sombra, lo que necesitabas era saber y sentir que no estabas solo
"Un consuelo"
Mi presencia no te atemorizaba o molestaba, te tranquilizaba y te hacía sentir seguro.
Sonreí mientras te veía dormir nuevamente, a diferencia de otras veces porque ahora te tenía entre mis brazos protegiéndote.
"Ahora ya sabía qué hacer cuando tuvieras pesadillas Vio"
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Bueno... eso es todo por hoy mis guapuras
Criticas, amenazas de muerte, dulces, chocolates serán bienvenidos
Se Despide Judith Rose Dark
¡Hasta la Próxima!
