LAS CRONICAS DE NARNIA: LA HIJA PÉRDIDA
Disclaimer: Las Crónicas de Narnia no me pertenecen.
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Capítulo 1: El Viaje En Tren
Habían pasado 5 años desde la última vez que yo y Edmund pisamos tierras narnianas, 6 desde que Peter y Susan lo hicieron.
Era triste pensar que jamás volveríamos a esa tierra en la que fuimos tan felices.
Ahora tengo 16 años y vivo en Londres con mis dos hermanos Peter y Edmund.
La guerra había acabado hacia años pero mis padres había muerto en uno de los últimos ataques, así que huérfanos ahora vivíamos con nuestros tíos intentando superar el hecho de que nos encontrábamos solos.
Peter se había enlistado en el ejército apenas terminar sus estudios, Susan había vuelto a América tiempo después de la muerte de nuestros padres, y hace más de un año que no la veo.
Edmund está a punto de terminar el colegio.
Y yo... Sigo esperanzada en que algún día volveremos a Narnia, aunque parece que soy la única que aún guarda esa esperanza.
Sé que Peter y Edmund también anhelan el volver a Narnia pero ambos parecen resignados a que esto no pasara.
Y Susan es la que más ha perdido la esperanza. Pero yo no puedo culparla.
Susan ha cambiado mucho desde su última visita a Narnia o mejor dicho desde la última visita mía y de Edmund, acompañados de nuestro primo Eustance, a Narnia.
Susan a decidido ignorar completamente a Narnia diciendo que solo era un juego de niños, haciéndolo ver como una fantasía.
Peter discute siempre con ella por eso, se ha cansado de que solo le preocupe salir con chicos, fiestas y que se pondrá al siguiente día. Pero yo sé que no es así. Y Edmund también lo sabe aunque sé que aun así la actitud de Susan lo desespera y hasta cierto punto no la comprende. Y yo sé por qué.
Susan de los cuatro fue la que más dejo en Narnia. Susan perdió el amor dejándolo en Narnia. Ese joven príncipe telmarino que nos ayudó a salvar Narnia, y que a pesar de que convivieron poco tiempo, le robo el corazón a mi hermana.
El corazón de Susan se rompió cuando tuvo que abandonar Narnia pero aun así sé que Susan termino por resignarse a que no volvería a ver al Príncipe Caspian pero aun así cuando Edmund, Eustance y yo volvimos de Narnia y comunicamos a Susan y Peter por carta pues aún se encontraban en América nuestra visita a Narnia, hicimos más evidente su dolor.
En Narnia habían pasado 3 años de nuestra segunda visita en cambio en nuestro mundo solo 1 año. El tiempo pasaba rápido en Narnia y a pesar de que Caspian aún no había encontrado a su princesa, pues según sus propias palabras nadie era como mi hermana, algún día lo haría. Y la indiscreción de Edmund al comentar el interés de Caspian hacia la estrella hija de Ramandu hizo más cruda la realidad de Susan.
Desde ahí Susan comenzó a aislarse de nosotros a intentar remplazar a Caspian, saliendo con más chicos cada vez solo para darse cuenta de que nadie era como el joven telmarino.
Pero lo que hizo definitivo el cambio de Susan fue cuando Eustance nos contó su segunda visita a Narnia junto a su amiga Jill Pole.
Habían pasado 2 años desde la primera visita a Narnia de Eustance conmigo y Edmund pero en Narnia habían pasado 15 años y Caspian se había casado con la estrella Liliandil, hija de Ramandu, y tenían un Hijo llamado Rilian.
Eustance y Jill había viajado a Narnia para ayudar a Caspian a rescatar a su hijo que tenía un año secuestrado por una bruja que había matado a Liliandil, su madre.
Pero Susan no había siquiera querido oír la historia, al solo escuchar que Caspian estaba casado y tenía un hijo, la había atormentado tanto que había abandonado la habitación cerrando de un portazo.
Todos nos dimos cuenta de lo mucho que la noticia la había afectado.
"-no entiendo- dijo Eustance rompiendo el silencio tras la salida de Susan
-¿que no entiendes?- pregunto Peter con el ceño sufrido. Sabía muy bien lo mucho que le dolía cuando alguno de nosotros sufría.
-las reacciones de Caspian y Susan cuando les hablo del otro- contesto Eustance confundido."
Ahora tres años después aun puedo oír llorar a Susan por la inminente perdida de su primer amor. Sé que mi hermana sufrió mucho por ese amor que no pudo ser pero también sé que su manera de olvidarlo no fue la mejor manera ya que no solo decidió olvidar a Caspian si no también todo lo que tenía que ver con él, hacer que todo quedara como solo un juego de cuatro niños.
-LUCY- el grito de Eudmund desde el piso de abajo me saca de mis recuerdos y me devuelve a la realidad.
Estoy frente al espejo de mi habitación y tengo un cepillo en la mano, terminando de arreglarme para ir de vacaciones a casa del profesor Kirke.
-Lucy baja ya o llegaremos tarde- de nuevo la voz de Edmund me apresura. Tomo una pequeña maleta que estaba sobre mi cama y me apresuro a bajar las escaleras.
-vamos Lucy- me vuelve apresurar mi hermano.
Tomaremos el tren cerca de casa para visitar al profesor Kirke en su casa. Edmund y yo salimos de casa, donde nos espera Peter.
-¿y Eustance y Jill?- pregunto confundida de no verlos allí
-tardabas tanto que se adelantaron- se quejó Edmund
-démonos prisa si no queremos que nos deje el tren- dice Peter tomando mi maleta y apresurándose por el camino que nos lleva a la estación de trenes que queda a 10 minutos de casa.
Hay mucha gente en la estación y nos apresuramos a llegar al tren que está a punto de partir, a las puertas del tren nos espera Eustance con el ceño fruncido en impaciencia.
-pensé que no llegaban- nos reprocha al llegar junto a el
-no fastidien Eustance- respondió Edmund rodando los ojos ante nuestro primo que a pesar de haber cambiado mucho tras visitar Narnia aun tenia ciertas de las aptitudes que exasperaban a Edmund, como su obsesión con la puntualidad.
Apresurándonos entramos en el vagón del tren que no tarda en partir rumbo a su destino. Caminando apresurados nos sentamos en cuanto arranca el tren.
Eustance junto a Jill y frente a nosotros, y es entonces cuando miro a mi alrededor.
A pesar de que la estación se encontraba un tanto abarrotada, el tren esta algo vacío.
Eso nos daba un poco de espacio para viajar a gusto y platicar con privacidad.
Observo detenidamente a mí alrededor y mis ojos se quedan prendados de un chico a unos metros de nosotros que leía detenidamente un libro.
Parecía un poco mayor que yo, quizás de la edad de Edmund, de cabello negro y ojos color miel que leían con avidez el libro en sus manos.
-Lucy, Lucy- escuchaba que me llamaban a lo lejos y después como alguien me sacudía del hombro sacándome de mis fantasías con aquel chico desconocido.
-¿qué sucede?- pregunte a Peter desconcertada
-te preguntaba por qué tardaste tanto- contesto dirigiéndome una mirada sospechosa
-ah es que...- dude buscando una excusa para no decirle que me había perdido en mis pensamientos sobre Narnia, Susan y Caspian- no encontraba mis zapatos.
-¿no encontrabas tus zapatos?- se rio Edmund, sentado a mi izquierda, de mi patética escusa
-pero Lucy tu eres muy ordenada- dijo Eustance frente a mi
-ya dejen a la pobre de Lucy, a cualquiera se le puede hacer un poco tarde- intervino defendiéndome Jill, le dirigí una mirada de agradecimiento y suspire aliviada.
No es que no confiara en mis hermanos, al contrario, era solo que Peter era muy susceptible con el tema de "Susan olvidando a Narnia por intentar olvidar a Caspian".
"Susan" pensé suspirando tristemente e imaginando que estaría haciendo en estos momentos "seguramente en alguna fiesta con sus amigas" volví a pensar abatida. Últimamente era todo lo que hacía Susan, o por lo menos de todo lo que trataban sus cartas últimamente, de a que fiesta había ido, que nuevo chico la había invitado a salir y que se había comprado últimamente.
Estando tan lejos yo no podía saber si mi hermana aun lloraba por las noches, no podía saber si su sufrimiento aun no menguaba ni siquiera un poco, no me gustaba que Susan viviera tan lejos. Pero eso estaba a punto de cambiar. En su última carta Susan me había prometido venir a Londres para mi cumpleaños número 16 que sería en un par de meses, y entonces yo la convencería de que se quedara, claro que si, como que era Reina de Narnia.
-hey Luca- el grito de Edmund a mi lado me volvió a la realidad.
-¿quién es?- pregunto Peter, mirando a un chico que se acercaba hacia nosotros tras el llamado de Edmund.
"o no" pensé al ver que era el mismo chico guapo que había estado mirando hacia tan solo unos momentos.
-es un compañero de clases- respondió Edmund a la pregunta de Peter justo cuando el chico llegaba frente a nosotros.
Me mordí el labio nerviosa, maldiciéndome por dentro por no haberme arreglado esta mañana en lugar de andar divagando en mis pensamientos.
-¿qué hay Edmund?- saludo el chico, que si mal no recuerdo, Edmund llamo Luca.
-nada ¿a dónde viajas?- pregunto Edmund sonriéndole al chico
-pasare el resto del verano con mis tíos- contesto Luca con tono desinteresado- ¿y tú? ¿A dónde viajas?
-mis hermanos y yo iremos a visitar a un viejo amigo- respondió Edmund con una gran sonrisa
-¿son tus hermanos?- pregunto mirándonos a Peter y a mí, yo sonreí y el me respondió con una hermosa sonrisa.
-así es, él es Peter y ella Lucy- Edmund señalo primero a Peter que estrecho la mano de Luca con una educada sonrisa, y después a mí a quien me sonrió mientras estrechaba mi mano. Su mano era cálida, note.
Un carraspeo frente a nosotros y tras Luca hizo separar nuestras manos. Era Eustance.
-así y él es mi primo Eustance y su amiga Jill- los presento Edmund rodando los ojos
-claro tu también vas a nuestra escuela ¿no?- pregunto Luca, saludando a Eustance después de saludar a Jill
-así es- respondió nuestro primo
-pero te falta una hermana ¿no?- pregunto el chico, y una punzada en mi estómago me indico que lo siguiente que diría no me gustaría
-así es falta Susan- respondió Edmund, frunciendo el ceño desconcertado- ¿cómo lo sabes?
-una amiga me la presento hace tiempo- respondió encogiéndose de hombros- y la verdad su belleza me dejo impactado.
-pues Susan vive en América- respondió Peter cortante, claro, era muy celoso con nosotras
-qué pena, me hubiera gustado verla- contesto con pena sin darse cuenta del tono usado por Peter- ¿y cuando vuelve?
-no lo sabemos- contesto Edmund, captando la mirada asesina de su hermano, que le exigía no le diera esperanza alguna a Luca- casi no viene por aquí ¿por qué?
-es que me hubiera gustado invitarla a salir- y esa frase acabo por completo con mi esperanza de salir con ese chico guapo y con mi ánimo.
Pase el resto del viaje en silencio, Peter a mi derecha lucía un tanto serio. Edmund paso el resto del viaje hablando con Luca hasta que esté bajo en una escala que hizo el tren.
-no me agrado tu amigo- comento Peter, cuando Luca bajo del tren
-¿por qué quiere salir con Susan?- pregunto Edmund, yo fruncí el ceño, ya que sin saberlo ni quererlo Edmund acababa de echarle sal a la herida.
A pesar de lo que aprendí en mi última visita a Narnia, seguía sintiendo envidia de Susan, seguía queriendo ser tan bella como ella. Y es que todos los chicos, sobre todo los que conocían a Susan, me veían como una niña, y ya estaba harta. No importaba lo que hiciera, o cuanto me arreglara, siempre elegirían a Susan sobre mí. Amaba a mi hermana pero en verdad la envidiaba.
En momentos como ese era que deseaba más volver a Narnia y que Aslan me diera palabras de aliento, un consejo para sentirme mejor y saber qué hacer.
Aunque en Narnia, Susan seguía siendo vista como la más hermosa de las dos, solo había que recordar cuando durante nuestro gobierno en Narnia, el rey de Carlomen estuvo a punto de declararnos la guerra y todo porque Susan lo rechazo. E hizo bien pues el resulto ser un tirano. Pero eso no quitaba que siempre Susan sería mejor que yo.
Era más hermosa que yo. En una batalla Susan era más útil que yo. Ella era una magnifica arquera mientras que yo siempre tenía que huir de la batalla.
Sacudí mi cabeza en busca de despejar de ella esos pensamientos depresivos.
Volví al mundo real para darme cuenta que Edmund y Peter seguían discutiendo sobre Susan y Luca.
-no entiendo por qué me hiciste mentirle- decía Edmund un tanto molesto- Susan vendrá para el cumpleaños de Lu.
-ya te lo dije- respondió Peter desesperado- la invitaría a salir y ¿acaso crees que Susan le diría que no?
-Peter, no deberías decir eso de tu hermana- lo reprendió Eustance
-saben que es verdad, últimamente Susan sale con cualquier chico guapo que se lo pide- se justificó Peter cruzándose de brazos enfurruñado.
"tiene razón" pensé "pero aun así no debería decir eso, se escucha mal"
-creo que todos aquí sabemos el porqué de la actitud de Susan- intervine en la discusión. Peter desvió la mirada molesto.
-no, en realidad yo no sé- contesto Eustance molesto, el siempre quería saber todo, pero tanto Peter, Edmund y yo consideramos que no era correcto contar lo que había habido entre Caspian y Susan, así que el pobre Eustance seguía sin saber el porqué de las reacciones de Caspian y Susan y esto lo molestaba.
A Jill tampoco le habíamos contado nada pero la chica era más astuta que Eustance por lo que intuyo lo que había habido entre esos dos.
Eustance era muy torpe en cosas del amor.
-ya te dijimos Eustance que no podemos decirte nada porque...- intento volver a explicar Edmund por enésima vez
-..porque es algo que solo le concierne a Susan y Caspian- lo interrumpió nuestro primo intentando imitar el tono de voz de Edmund- si ya se.
-pues no parece que lo sepas- le dijo enojado Edmund
-¿por lo menos me pueden decir que tiene que ver Rilian en todo esto?- pregunto a Edmund también molesto
-EUSTANCE- grito Jill reprendiéndolo
-¿Rilian? ¿El hijo de Caspian?- pregunto Peter, interviniendo en la conversación por primera vez.
-¿a qué te refieres con eso, Eustance?- pregunto Edmund olvidando su enojo.
Jill y Eustance intercambiaron una mirada.
-pues... Rilian también tenía una reacción muy peculiar cada vez que mencionaba a Susan- respondió Eustance frunciendo el ceño
-¿a qué te refieres cuando dices que tenía una reacción muy peculiar?- pregunto Peter confundido pues ninguno de mis hermanos ni yo conocimos al Príncipe Rilian, el hijo de Caspian.
-en realidad más que peculiar lucia molesto, enojado con Susan e incluso con Caspian- respondió esta vez Jill. Peter lucia desconcertado como yo aunque suponía que Rilian sabia del amor corto pero intenso que compartieron su padre y mi hermana Susan y no le gustaba la idea.
Pero Edmund lucia algo preocupado y tenía cara de haber descubierto algo completamente inesperado. Me pregunte en que estaría pensando.
"será que…" pensaba Edmund "Caspian tampoco ha olvidado a Susan" sacudió la cabeza con desconcierto "pero si es así ¿por qué se casó?" frunció el ceño confundido, pero enseguida supo la respuesta.
Durante su primera visita a Narnia, durante esos maravillosos años en que se quedaron y gobernaron Narnia. Edmund recordaba la presión del pueblo a Peter y Susan.
Siendo ellos los mayores, el pueblo empezó a preocuparse por que sus dos gobernantes mayores seguían solteros y sin intenciones de casarse pronto a pesar de que no les faltaban pretendientes.
El pueblo quería asegurarse de que no quedarían sin gobernantes, pero al estar también Lucy y yo, los narnianos se calmaban fácilmente, aun así antes del inesperado regreso a nuestro mundo, yo había visto a Peter muy dispuesto a casarse sucumbiendo a la presión del pueblo.
"pero, según mis cálculos, pasaron poco más de 2 años desde nuestra última visita a Narnia antes de que Caspian se casara" pensé un tanto desconcertado "a Peter tardaron 5 años en convencerlo y eso que él no estaba enamorado".
Claro está que a Caspian debieron de haberlo presionado mucho más al haber en Narnia un solo rey.
"¿sería por eso?" pensé confundido "¿por qué te casaste, Caspian?".
Sacudí la cabeza, sería mejor sacarme esas preguntas de la cabeza que jamás tendrían respuestas.
No me agradaba el reconocerlo pero tenía que hacerlo, jamás volveríamos a Narnia. Era hora de aceptarlo e intentar vivir en nuestro mundo. Pero había algo que tenía seguro, yo jamás fingiría que Narnia no existía como lo hacía Susan.
Para mi Narnia siempre existiría, siempre seria mi verdadero hogar.
Aunque yo no era quien para juzgar a Susan, después de todo jamás me había enamorado, pero si creía que la actitud de Susan era irracional. Aunque yo bien sabía que no solo era el asunto de Caspian lo que había orillado a Susan a irse a vivir a América, sino también la muerte de nuestros padres.
A los cuatro no había dolido en el alma su muerte y el vernos solos de pronto, pero Susan en ese momento se encontraba tan vulnerable que no había vivido en duelo como se debía y como nosotros tres lo habíamos hecho. El dolor y la soledad que sentíamos tras la partida de nuestros padres nos había unido más a Peter, Lucy y yo, pero Susan no había asimilado la muerte de nuestros padres en el momento en que nos notificaron sus muertes y cuando por fin se dio cuenta de que ellos no volverían la verdad de estar solos en el mundo la golpeo tan fuerte que no tuvo mejor idea que tomar sus maletas y embarcarse hacia América en un intento desesperado de huir de la realidad. Su realidad. Una realidad donde Caspian no estaba y nuestros padres habían muerto.
Sacudí mi cabeza. No quería hundirme en tan amargos pensamientos y fue entonces que me percate de la mirada que me dirigía mi hermana menor, como si quisiera leer mis pensamientos.
Aparto su mirada cuando vio que la miraba y volteo a mirar a Peter con la misma mirada que antes me dirigía a mí. Nuestro hermano mayor lucia concentrado y algo triste, no sabía que era lo que mi hermano estaba pensando pero no eran agradables.
"¿Por qué Susan tenía que enamorarse de ese idiota telmarino?" pensaba Peter con tristeza y enojo.
Desde que habíamos vuelto de Narnia y Susan había chocado con la cruda realidad se había vuelto distante y superficial.
Buscaba en cada cara bonita que se encontraba a Caspian solo para decepcionarse de ellos al poco tiempo y eso solo hacía que Susan se distanciara más de nosotros hasta que llego al punto de que tras la muerte de nuestros padres se había ido a América.
Mentiría si no admitiera, aunque fuera solo a mí, que la echaba de menos y la necesitaba. Siempre habíamos sido un equipo, cuidábamos a Edmund y a Lucy, había veces en que no estábamos de acuerdo pero aun así nos queríamos y nos apoyábamos.
A Susan le tenía un cariño especial, ella había sido la primera de mis hermanos a la que había tenido que cuidar, reí mentalmente, casi me sentía su padre.
Suspire. Quizás por eso me afectaba tanto darme cuenta que ya no era una niña si no una jovencita que resultaba muy atractiva al ojo masculino. Por esa razón siempre intentaba acompañarla a sus constantes bailes, pero siempre terminaba fastidiándome, sobre todo porque Susan no perdía oportunidad de presentarme a sus amigas con el fin de que encontrara una novia. Pero ninguna de sus amigas me gustaba. Eran muy hermosas, era cierto, pero también muy superficiales y cabezas huecas, en una palabra: tontas. Pero yo sabía que mi hermana no era ninguna tonta, al contrario era alguien muy inteligente, pero que había perdido su camino y ahora ella misma se encontraba perdida. Extrañaba a la vieja Susan pero cada vez perdía mas la esperanza.
La esperanza de que mi hermana volviera.
La esperanza de volver a Narnia.
De que Susan olvidara a Caspian.
De volver a sentirme completamente feliz.
Hasta la esperanza de enamorarme.
Volví a suspirar y note a Lucy y a Edmund que me veían atentamente.
-¿qué?- pregunto Peter desconcertado por mi mirada y la de Edmund
-nada- contestamos al unísono Edmund y yo.
Los tres volteamos a ver a Jill y a Eustance, Jill leía un libro atentamente sin prestarnos atención pero Eustance nos miraba atentamente enfurruñado por nuestra falta de contestaciones. Él sabía que había algo que le ocultábamos pero es que simplemente no nos correspondía a nosotros contárselo.
"algo ocultan los Pavensie" pensaba Eustance con enojo "y no me lo quieren contar".
Y el eso no lo entendía. Era cierto que siendo antes era muy fastidioso y desesperante pero ¡Por Aslan! El había cambiado. Su primera visita a Narnia le había cambiado la vida, lo había hecho abrir los ojos, y darse cuenta de su mala actitud.
Era por eso que no entendía el por qué no le podían contar el porqué de las reacciones de Caspian, Susan e incluso Rilian.
Jill decía que no me lo contaban por que quizás era algo privado entre Susan y Caspian pero ¿qué cosa seria tan grave para que no me la contaran? ¿Es que acaso ellos no se llevaban bien?
"pero entonces ¿por qué Rilian estaba enojado con Susan?" pensé desconcertado "vamos que Rilian y Susan ni siquiera se conocían"
Aun así si recordaba la reacción de Susan cuando les había dicho que Caspian tenía un hijo, ella parecía también enojada.
Algo se me estaba escapando, había algo que no veía.
"Haber, Eustance, piensa" comencé a recordar el pasado no tan lejano.
"-¿y cómo están los reyes de antaño?- preguntaba Caspian, se veía triste y cansado, sin duda por la situación que vivía
-extrañando Narnia- conteste con una sonrisa nostálgica, yo también había extrañado esta mágica tierra- Peter y Susan acaban de volver de América junto a sus padres por lo que ahora ya no viven con migo.
-me alegro- respondió Caspian con una sonrisa melancólica
-si están más felices que nunca- respondí recordando la felicidad de mis primos al poder al fin volver a vivir con sus padres como una familia
-y más guapos que nunca- suspiro Jill, rodé los ojos, ella vivía enamorada de mis primos, no la culpaba eran chicos mayores
-ignora a Jill, está enamorada de Peter y Edmund- Jill se sonrojo furiosamente hasta las orejas, Caspian rio algo divertido
-eso no es cierto, Lucy y Susan también están muy guapas- me rebatió enojada- sobre todo Susan, si no fuera así no tendría a tantos chicos tras de ella ni tantas citas con chicos guapos.
Rodé los ojos pero aun así pude notar que a Caspian se le borraba la sonrisa de los labios y lucia ahora más triste que antes."
Me enderece en el asiento. En ese momento creí que Caspian había dejado de reír por sentirse culpable por estarse divirtiendo cuando su hijo estaba en peligro, pero quizás no era así. Recordé otro momento.
"-Peter "El Magnífico", Susan "La Benévola" Edmund "El Justo" y Lucy "La Valiente"- repetía Jill después de que Caspian le diera una pequeña reseña del como mis primos habían llegado a Narnia y Aslan los había coronado reyes y reinas de Narnia.
-así es cada uno fue conocido por su gran manera de gobernar- agrego Caspian- aunque Susan en particular era conocida por su extraordinaria belleza.
Caspian sonreía como recordando algún buen momento.
-no me extraña, en nuestro mundo también es muy asediada por los hombres por su belleza- dijo Jill sonriendo contenta.
Mientras tanto yo miraba un cuadro de la reían Liliandil, difunta esposa de Caspian, y comente.
-tu esposa también era muy hermosa ¿verdad Caspian?- voltea a verlo al preguntar y note que Caspian nuevamente había perdido la alegría y ya no sonreía.
-sí, también era muy hermosa- contesto con tristeza."
Yo supuse que fue por el recuerdo de su esposa muerta pero ¿y si no fue así?
"Quizás..." pensé "Caspian y Susan se enamoraron cuando se conocieron y después tuvieron que separarse, Caspian se casó pero jamás amo a su esposa y Susan comenzó a salir con muchos chicos para olvidar a Caspian" sacudí la cabeza.
No, no podía ser, aunque...
Eso explicaría el porqué de la tristeza de Caspian.
El porqué de la actitud de Susan.
El porqué del enojo de Rilian ante la mención de mi prima.
Y el por qué mis primos no querían decirme nada y lo dicho por Jill.
Suspire, no sabía si mis conjeturas eran ciertas, pero si era así, compadecía a Susan. Ella siempre había sido, de mis primos, la que mejor me caía, hasta su drástico cambio.
Susan era muy madura para su edad desde pequeña y siempre era la voz de la razón, era por eso que yo no entendía el porqué de su cambio. El porqué de repente empezaba a ser tan superficial, digo, yo no soy quien para criticarla después de todo hubo una época de mi vida en la que yo era algo, muy, materialista, y para ser franco seguía siéndolo un poco, pero es que Susan no solo se convirtió en superficial sino en una chica tonta. Si tonta y eso que antes era una chica muy inteligente.
Volví a suspirar, ¿sería que mis pensamientos tenían algo de cierto? Dirigí una mirada sospechosa a mis primos, Peter miraba por la ventana con desaliento, Edmund también miraba por la ventana con gesto frustrado y suspirando con cansancio, rodé los ojos, seguro tenía hambre.
Y Lucy miraba un punto indefinido, totalmente pérdida en un lugar muy lejano, seguramente Narnia, pero no podía saberlo con exactitud, a decir verdad mi prima Lucy siempre había sido muy fantasiosa.
Seguidamente mire a Jill, leía concentrada un libro pero tras mirarla por bastante tiempo pude notar que no cambiaba el libro de página y que su mirada estaba algo desenfocada, como si estuviera mirando al vacío. Obviamente estaba perdida en sus pensamientos, la conocía tan bien que podía notar cundo se perdía dentro de su mente ¿que estaría pensando?
"definitivamente Eustance no debió decirles eso" pensaba Jill "ellos no tenían por que saber de las reacciones de Rilian"
Jill bufo con enfado. Eustance podía ser alguien brillante pero en cuestiones del corazón era un verdadero tarado, y es que solo un reverendo estúpido no podría notar que Caspian y Susan se querían o por lo menos se habían querido.
Suspire, era tan romántico, dos corazones separados por el destino. Pero a mí no me gustaban las novelas románticas con finales tristes. El amor siempre debía triunfar.
O por lo menos eso pensaba yo. Pero el amor entre Caspian y Susan no pudo ser, ni podría. Yo sabía que los hermanos Pavensie, o al menos 3 de ellos aun guardaban la esperanza de regresar a Narnia pero yo, aunque me escuchara pesimista, no creía eso posible. Aslan lo había dicho y no creía que hubiera mentido. Los hermanos Pavensie no volverían a Narnia pero aunque estaba segura de ello también comprendía sus esperanzas, yo me moriría si no volviera a Narnia, aunque sabía que llegaría el momento en que ya no podría volver, pues ya habría aprendido todo lo que podía de esa tierra mágica.
Pero esperaba que eso pasara en mucho tiempo ya que esperaba volver pronto a Narnia, aunque ya habían pasado más de 3 años de mi primera y última visita, junto a Eustance, a Narnia yo sabía que volvería ya que Aslan me lo había dicho y yo confiaba ciegamente en él.
Fue en esa visita en la que había conocido a el Rey Caspian "El Navegante" como le decían y posteriormente a su hijo el Príncipe Rilian, a quien intentamos rescatar ya que para eso fuimos llevados a Narnia para ayudar.
Para ayudar a Caspian.
Caspian había gobernado muy bien a Narnia por casi 20 años, y nunca habían enfrentado una amenaza que él no fuera capaz de vencer, hasta que nosotros fuimos llevados. Un año y medio antes de nuestra llegada una malvada bruja había atacado y matado a la esposa de Caspian, la reina Liliandil. El hijo de Caspian, el príncipe Rilian había buscado a la bruja para tomar venganza por la muerte de su madre, pero la bruja lo había secuestrado por más de un año, en su guarida bajo tierra, donde lo hechizo para hacerle creer que era feliz viviendo a su lado y solo una hora al día, Rilian recuperaba la razón, hora en la que la Bruja de la Saya Verde le hacía creer que perdía la razón.
Caspian estaba desesperado por no poder encontrarlo, así que Aslan nos había llevado a mí y a Eustance para ayudarlo, así que pronto Caspian, Eustance y yo partimos en busca del príncipe Rilian con ayuda de unas pistas que Aslan nos dio.
Fue difícil, pero lo logramos y así el Príncipe Rilian pudo volver al lado de su padre, y así con los problemas resueltos en Narnia, no tardamos en volver a nuestro mundo con la promesa de Aslan de que tanto Eustance como yo volveríamos.
-debemos estar por llegar- la voz de Eustance me saco de mis pensamientos, y viendo la hora en mi reloj me di cuenta que así era así que guarde el libro que había estado leyendo en mi pequeña mochila.
-¿quién dicen que estará esperándonos?- pregunto Jill sacándome de mis pensamientos.
-la ama de llaves del profesor Kirke- respondió Edmund tomando su maleta del compartimiento del vagón y yo lo imite.
-¿tienes todas tus cosas, Lucy?- me pregunto Peter, abrí la boca para responderle pero no pude.
De pronto un gran estruendo hizo temblar el tren y me hizo perder el equilibrio golpeando mi cabeza con el respaldo del asiento, mi vista se volvió borrosa. Pronto todo el tren se llenó de humo y de gritos aterrorizados, el calor se hizo insoportable. No podía respirar.
-Lucy- escuchaba a Peter llamarme a lo lejos -Lucy.
Trate de enfocar la vista y pude ver a mi hermano Peter frente a mí, se veía agitado y una nube de preocupación opacaba sus brillantes ojos azules.
Busque con la mirada a Edmund y lo encontré en el suelo del tren, su cabeza sangraba y estaba inconsciente en medio de un reguero de maletas.
Mire al frente y pude ver a Jill también desmayada y apoyada en el regazo de Eustance que intentaba despertarla con el rostro opacado por la angustia mientras tosía compulsivamente.
Entonces me di cuenta de mis propias dificultades para respirar y fui consciente del dolor en la parte posterior de mi cabeza pero no podía reaccionar.
-Lucy- volví a escuchar a mi hermano.
Mire de nuevo a Peter.
Sus ojos azules fueron lo último que vi, una fuerte explosión a lo lejos lo último que oí, un calor abrazador lo último que sentí y el humo lo último que olí.
El último pensamiento que tuve se lo dedique a Aslan y a mis hermanos.
Entonces caí en la inconciencia y la obscuridad me absorbió.
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Este es mi primer Fan Fiction de Las Crónicas de Narnia y como podrán ver hice unos cambios, para empezar aquí el libro de La Silla de Plata fue diferente, empezando por las edades, todo lo demás sucedió igual.
El Fic se tratara de Rilian/Lucy, Susan/Caspian (aunque para eso faltara un poquito, pero será muy mencionado) y de Peter y Edmund a quienes les daré unas parejas totalmente originales.
Espero les guste, déjenme un Review, plis.
El siguiente capítulo está terminado y lo subiré en cuanto considere necesario, así que pidan.
Fanny
