Disclaimer:Obviamente, nada de lo que está escrito es mío, ni los personajes, ni la trama. Yo solo he aportado mi visión y mis locuras personales a la historia.
Este es mi primer fic, y después de tanto tiempo por fin he conseguido subirlo, así que no seáis demasiado duros...
ME QUEDAS TÚ 'INTRODUCCIÓN'
JAMES:
3-07-76
Hola, eh... creo que estas cosas se empiezan así... un saludo y me presento ¿no? Bien, hola, me llamo James Potter, y ahora mismo soy el mayor imbecil sobre la faz de la tierra. ¡Merlín! Parezco gilipollas... quien me mandaría a mi hacerle caso a Sirius...
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7-07-76
Bien, empecemos otra vez. Me llamo James Potter, eso ya lo sabes, y nací el 27 de Marzo de 1960. Vivo en el valle de Godric, un sitio enteramente mágico situado a las afueras de Londres. Sobre mí: mido 1'81 metros, tengo el pelo negro, los ojos marrones y uso gafas. Lo que más me gusta en esta vida es el Quiditch, las chicas, las bromas, el Quiditch, molestar a Snivellus, el Quiditch, las chicas, el Quiditch, y las chicas también. Mi sueño: gastarle una broma a Snape subido en una escoba en una de mis citas... ¡jeje!
No, ahora en serio, ¿alguien puede explicarme que coño hago escribiendo un diario? ¡Que sepas que no ha sido cosa mía! Todo ha sido una brillante idea de padfoot, es el apodo de mi mejor amigo Sirius, luego Remus es Moony, Peter es Wormtail y yo soy Prongs. Y todos juntos somos los increíbles, fantásticos, inigualables e insuperables...Merodeadores, el grupo más envidiado, deseado y codiciado de Howarts (se escuchan silbidos y aplausos...gracias, gracias...jeje). Bueno, el caso es que el estúpido de Pad no tuvo otra idea mejor que regalarme un diario cuando se mudó conmigo este verano. Si, no te lo pierdas, que se ha escapado de casa por que está harto de las ideas nazis de su familia sobre la pureza de la sangre y todas esas chorradas, y ahora vivo con él, y no digo que no sea genial, vale, me estoy divirtiendo más que nunca, pero lo tengo que aguantar las 24 horas del día, y eso es demasiado si quieres mantenerte cuerdo.
Bueno, el caso es que Sirius no tubo otra cosa que hacer que regalarnos a cada uno de nosotros un diario para que escribiéramos sobre, palabras textuales: "Todas las bromas que hagamos, las tías que nos tiremos y eso... para que cuando seamos unos viejos podamos demostrar que éramos los putos amos..jeje..aunque yo pienso seguir gastando bromas y tirándome a las tías tenga la edad que tenga... bla, bla, bla..." Bueno, ya ves (todo un poeta es el tío...). El caso es que Remus lo tiró en cuanto Padfoot se dio la vuelta, y Peter es demasiado vago como para escribir algo que no sea obligatorio, pero yo, aquí estoy como un auténtico imbecil escribiendo un estúpido diario (no te ofendas, pero esto no es lo mío).
Decidido, no voy a escribir más, no debo si quiero mantener la imagen de chico duro, (bueno, no es solo imagen, soy un chico duro... el más duro si hace falta).El caso es que mejor lo dejo. Si, decidido, esta será la ultima vez que nos veamos. Adiós y hasta nunca. Lo siento, lo nuestro nunca hubiese funcionado, somos demasiado diferentes, entiéndelo, no debes sufrir por mí. (ahora es cuando empiezo a delirar... al final Sirius va a conseguir volverme loco).
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20-07-76
Hola de nuevo.
Es verdad que la última vez me despedí para siempre, pero ya ves, aquí estoy. Y lo más gracioso es que aún cuando ya he asumido que estoy haciendo el tonto, sigo escribiendo. No lo puedo evitar, es pensar que no debo hacer algo, y lo hago automáticamente. Al final McGonagall va a tener razón cuando dice que tengo "una necesidad patológica de romper las normas, o unas ganas increíbles de tocarle las narices".
El caso es que me da igual la imagen de chico duro (siempre que no se enteren mis amigos de esto, nunca y bajo ningún concepto... ni aunque te amenacen con contarte la vida de Snape segundo por segundo... ¿está claro?) Bien, ahora que hemos aclarado este punto, y cuando me haya asegurado de guardarte en algún lugar seguro, puedo seguir con lo mío.
El caso es que no me parece tan mala idea escribir un diario. No voy a contarte cursiladas, solo lo normal: las bromas que tengo preparadas para Snivellus, mis citas de la semana, un listado de excusas ocurrentes para librarse de un castigo...
He decidido que esto va a ser algo así como el diario del merodeador. Escribiré aquí todas las locuras que cometamos en Howarts, y en mi último día de séptimo, te esconderé en el lugar más esquivo de la escuela, hasta que alguien digno de ti te encuentre, y pueda descubrir los trucos del mejor grupo de bromistas que se haya visto nunca. Nosotros.
Es fantástico. No se porque no lo había pensado antes. Serás como un manual. "como gastar la mejor broma del siglo y no ser expulsado en el intento". Si señor, escribiré todas nuestras travesuras, las mejores excusas para librarte de un castigo, hechizos, incluso técnicas para ligar con las chicas (si el diario lo encuentra una mujer, tendrá que saltarse esta parte, a menos que le interese...eso ya es cosa suya).
El caso es que está decidido, serás el quinto merodeador.
Bueno, para empezar con esto tengo que hablarte de nosotros. Nuestro grupo como ya sabes, está formado por cuatro chicos. Sirius Black, alto, moreno de ojos grises, y según dicen bastante atractivo (aunque no me llega ni a la punta de los zapatos). Remus Lupin, rubio, con aspecto ligeramente enfermizo, y como dice Sirius "con un pequeño problema peludo". Peter Pettigrew, el más bajito de todos, pero no por ello menos importante .Y yo, James Potter ( mi descripción está en el día 7, si no me equivoco, así que no seas vago y vuélvelo a leer ¬¬). Vamos a la misma casa, Gryffindor (la de los valientes de corazón) y somos amigos desde que entramos al colegio. Todos tenemos nuestro apodo, pero la razón de ello te la daré más adelante.
Bien, ahora voy a explicarte cual es la función que desempeñamos cada uno. Empezaré por mí: Yo soy el de los planes, es decir el que piensa e inventa las bromas. Generalmente las ideas son mías, y luego las perfeccionamos entre todos. Remus es el serio, el que dice cuando nos estamos pasando o cuando deberíamos parar. Es prefecto de la casa Gryffindor ya que Dumbledore tubo la inocente idea de que así conseguiría llevarnos por el buen camino... ¡que iluso! Bueno, él da el planteamiento racional a nuestras alocadas teorías. Luego Peter, es el inocente niño bueno. Parece prescindible, es decir, no ayuda mucho en la acción porque le da miedo y tampoco le gusta meterse en líos, pero en realidad es necesario que esté con nosotros. Él es la campana, el que vigila mientras nosotros actuamos, o el que consigue el material, y es perfecto para eso porque como todos saben que odia los problemas, nunca desconfían de él. (no me malinterpretes, no está en el grupo únicamente por eso, es buen chico, amable, sincero, y un buen amigo). n.a: ¿quién es el iluso ahora? Y por último está Sirius, mi mejor amigo, mi hermano. Hijo desheredado de la ancestral familia de los Black. Él es el que nos saca de los líos, inventa las excusas más elaboradas en apenas dos segundos, y es capaz de engañar a la mismísima McGonagall, y créeme que no muchos son capaces de hacerlo. Todos juntos formamos la maquinaría perfecta de las travesuras, por eso aunque la hayamos liado más veces que en toda la historia de Howarts junta, nunca han podido expulsarnos (además, los profesores deben reconocer que en el fondo nos quieren, ¿qué harían sin nosotros? ¡Se aburrirían!
Bueno, ahora te voy a explicar nuestros problemillas. Uno de ellos, recientemente solucionado, era la familia de Sirius. Desde que entró a Gryffindor rompiendo la tradición de Slytherins, su familia lo renegó. Por eso, este año decidió no volver a su casa una vez finalizado el curso.
Luego está el "pequeño problema peludo" de Remus, la razón de nuestros motes y nuestras mejores aventuras. Remus Lupin, el chico más pacífico y tranquilo de Howarts, es un hombre lobo, sí, has oído bien. Nosotros nos enteramos en nuestro tercer año, y aunque el estúpido de él quiso separarse del grupo, no le dejamos, pero no fue hasta el año pasado que conseguimos ayudarle de verdad. El año pasado hicimos honor a nuestra tradición de romper las reglas, cuando nos convertimos en animagos ilegales. Todo por una buena causa, acompañar a Remus en sus transformaciones para hacerle más amena la situación. Yo me convierto en ciervo, de ahí viene el apodo Prongs, cornamenta. Sirius en un perro, por eso es Padfoot, canuto. Y Peter en rata, Wormtail o colagusano. Así, todas las noches de luna llena los merodeadores salimos a la casa de los gritos y al bosque prohibido, a disfrutar de los momentos de mayor libertad de nuestras vidas.
Y esta es nuestra historia, pero ahora estamos de vacaciones, dejando a los profesores disfrutar de unos días de paz hasta que regresemos al castillo. Y yo aquí estoy, un martes, preparándome para ir a trabajar, por que mis padres han decidido que si tengo que ganarme mi propio dinero, tal vez entienda algo mejor que es la responsabilidad, y ahora de lunes a viernes trabajo en un bar como camarero. Así que te dejo compañero, hasta que regrese para contarte una de nuestras nuevas aventuras.
"Travesura realizada".
LILY:
25-08-76
Querido diario... bueno en realidad tampoco sé si llamarte así, pero bueno...
Yo nunca he hecho estas cosas, ya sabes, lo de escribir diarios y eso, pero teniendo en cuenta que aquí a donde voy no tengo ningún amigo... necesito a alguien con quien hablar.
Me llamo Lily Evans. Te preguntaras, que hace un diario de por aquí como tú hablando con alguien como yo... pues si quieres la respuesta tendrás que preguntársela a mis padres, por que yo todavía estoy intentando comprenderla.
Desde siempre he vivido en Nueva York, Estados Unidos, y era genial. El sitio, la gente, los amigos... hasta que mis padres decidieron que irse a vivir a la otra punta del mundo era más divertido. Un día me soltaron la bomba, y al siguiente nos fuimos... ¡¿Te parece normal ?!
Yo no lo entiendo.
Y nunca lo entenderé.
Pero he decidido no llorar. Total no servirá de nada. Alguien dijo alguna vez que eso es lo que quieren nuestros enemigos, vernos caer, y yo no pienso permitirlo. (tal vez me puse demasiado melodramática...)
Bueno, en realidad se que mis padres no son mis enemigos, y que si viajamos es porque no tenemos otra opción, pero aún y todo... no consigo entender por que nos ha tenido que ocurrir todo esto. ¿Por que siempre pasa lo mismo? Mientras hay gente haciendo el gilipollas y jodiendo a los demás, nosotros que nunca hemos hecho nada malo tenemos que pagar. Es verdaderamente injusto.
Pero bueno, no hay otra opción. Verás, todo esto comenzó hace un mes más o menos:
Mi padre trabajaba en una empresa como abogado, no es que fuera gran cosa, pero le pagaban bien y estaba a gusto. Mi madre, en una oficina, pero no era lo suyo. No respetaban sus derechos, y cuando este verano se puso de huelga, pues bueno, tubo que despedirse del empleo. Al principio no era nada grave, había que dejar atrás algunos caprichos, pero tampoco era para tanto.
Luego la cosa se complicó. Resulta que la empresa de mi padre había organizado algunos chanchullos no del todo legales, los empleados no tenían nada que ver, pero en este mundo corrupto donde mandan los de arriba, ¿que esperas? Despidieron a todos y cerraron la empresa. Y no solo eso, el peso de la culpa cayó sobre los trabajadores, más aún sobre mi padre que era el abogado y llevaba muchas cuentas y negocios, así que, aunque no había tenido nada que ver, la estafa quedó marcada en su currículo. Entenderás que en esa situación, mi padre lo tenía imposible para encontrar trabajo.
No era una época sencilla, nadie llevaba dinero a casa, y mi hermana y yo solo generábamos más gastos. ¿Qué podíamos hacer?
Cuando todo parecía acabado, sucedió un milagro, literalmente hablando. Un tío de mi madre que vino aquí cuando era joven y logro su pequeña fortuna nos llamó, y le ofreció trabajo a mi padre en su empresa. Era lo que necesitábamos, pagaba muy bien, y nos dejaba su casa de las afueras (repito lo de su "pequeña" fortuna). Así que mis padres no se lo pesaron dos veces y nos trasladamos.
Y ahora aquí estoy en mi coche, la única propiedad que no hemos vendido por cierto, camino a mi nueva casa, y mi nueva vida, e intentando mentalizarme de que la semana que viene empiezo la clases en el internado.
¡Ah! Es cierto, que esto no te lo he comentado, como siempre he sido una persona que ha sacado buenas notas, mis padres han decidido meterme en un colegio pupilo. ¡Fiesta! Es más caro pero dicen que quieren que tenga lo mejor. Así que cinco días a la semana dormiré en el instituto, y, esto no te lo vas a creer, ¡tendré que llevar uniforme! Puff, creo que me va a dar algo, pero bueno, habrá que acostumbrarse ¿no?
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26-08-76
Hola. Aquí estoy de nuevo dispuesta a contarte mis penas. He decidido que te voy a poner nombre, ¿qué te parece algo así como "saco sin fondo de los horrores de una infeliz desgraciada"?. Un poco excesivo ¿no?. Mejor lo dejamos con el sumamente original "diario" (nótese la ironía). Bueno, me dispongo a contarte el poco tiempo que llevo en mi mueva vida:
Ayer a la noche empezó mi aventura. Pasamos el día con mi familia de aquí, mis tíos y mis primas para que me entiendas, a las que por cierto oficialmente odio. ¡Que tías más tontas y superficiales! ¡por favor! Casi me da algo solo con escucharlas "que si no se quién lleva un peinado horrible, que si el bolso no pega con los zapatos...". Verdaderamente son un insulto a la inteligencia humana.¡que horror! Bueno, pero dejándolas aparte, y volviendo a lo que te estaba contando, cuando nos marchamos de la Mansión Pijoteris, así es como la llamo, ya era de noche, y teníamos que encontrar nuestra casa. Obviamente, mi padre, todo un experto en la ciudad y las calles de un sitio en el que apenas había puesto un pie, no necesitaba recurrir al tan extraño y raro recurso de preguntar, ( nótese la ironía otra vez, ya veis que estoy que me salgo...) Bueno, pues después de dos horas dando vueltas y el señor asegurando que lo tenía todo bajo control, mi madre enojada mandó a mi hermana Petunia a salir a un bar a preguntar, pero claro, como la reina no quería entrar a "un antro horrible y sin gusto", ahí estaba Lily para cumplir los deseos de su majestad...
Y así yo, como la mandada que soy, salí a preguntar donde cojones nos había llevado mi padre y como coño podíamos salir de allí (como ves cuando me enfado soy todo un encanto de persona) el caso es que entré al bar y me acerque al camarero, y ¡joder que camarero! Tenia el pelo negro, completamente revuelto y enmarcando un rostro esculpido por dioses ( ahora se me cae la baba...) Además de unas gafas que le daban un toque misterioso, y una sonrisa que congelaría a cualquiera.
-Perdona,¿que deseas?
-Hummm...
-¿Qué si quieres tomar algo?
Mierda, estaba tan sumergida en mis pensamientos, ligeramente ( y solo ligeramente) pervertidos, que no me había dado cuenta de que me estaba hablando.
-Lo siento- le conteste con mi más inocente sonrisa- no quiero beber nada, solo quería saber donde esta la calle Privet Drive, en Little Whinging n.a: no se si se escribe así
-Oh... está bastante lejos de aquí, y no es seguro que una chica tan guapa como tú ande sola a estas horas de la noche.- ¿estaba coqueteando conmigo? .- mejor espera a que acabe el turno y te acompaño, si quieres.
Si, definitivamente estaba coqueteando conmigo.
-Tranquilo, están mis padres y mi hermana esperándome fuera, acabamos de mudarnos y todavía no hemos estado en "nuestro nuevo hogar".- ( tal vez marcara más de lo debido las últimas palabras).
-Veo que no te hace mucha ilusión haberte mudado a "tu nuevo hogar", ¿no?.- ( igual las marqué demasiado...).- Pero esto te encantará, la ciudad es fantástica, hay muchos sitios donde divertirse, y desde que has llegado tú, la compañía ha mejorado muchísimo...- (¬¬ y vuelta con el ligoteo... este tío no se cansaba).
-Bueno, ¿me vas a decir como ir o no?.- Vale, tal vez fui un poco borde, pero es que si no, no había manera, además yo soy así, paciencia la justa y necesaria.
-De acuerdo, yo te digo como ir si tú me dices tu nombre.
-Muy bien.- Le extendí la mano y le sonreí de nuevo.- Encantada, soy Lillian Evans.
-Yo James Potter.- me estrechó la mano contento.-y es un placer conocerte Lily.
Bueno, al final me explicó como se iba a mi casa, y me despedí para salir al coche. Pero cuando creía que la noche no podía ser más rara, sentí como unas manos fuertes me giraban para luego notar unos suaves labios sobre los míos. Fueron solo unos segundos, pero , joder, que beso, todavía se me pone la piel de gallina al pensar en ello. Y no va el tío después de besarme y dice:
-Adiós preciosa, y por cierto, bonita camiseta.
Coge y se va, así como así. Y yo como una estúpida lo único que se me ocurre hacer es mirarme la camiseta, donde en letras rojas pone: kiss me. Si que se lo tomó al pie de la letra el chico, que si llega a poner otra cosa...
Y así me dirigí yo hacía el coche, después del momento más extraño de mi vida, para poner rumbo al lugar al que algún día tendré que llamar hogar.
Y hoy me he levantado en mi nueva casa. La verdad es que es impresionante, el doble, no, el triple que mi casa en Nueva York. Tiene dos pisos, y un gran ático, además de un sencillo jardín delantero, y un precioso jardín trasero con piscina, ¿te lo puedes creer? En realidad todas las casas en este barrio la tienen, pero para mí es impresionante, aún cuando no es muy grande. En el primer piso está la entrada, donde están las escaleras para subir al piso superior. A mano derecha se encuentra el salón, y de esté se accede al comedor, por donde se da paso a una cocina simple pero muy bonita, a la cual también se puede pasar desde la entrada. Y a mano izquierda están el baño y el "estudio-biblioteca-despacho", (todavía no he pensado como llamarle). En el piso de arriba están las habitaciones, la de Petunia es la más grande, como no, ¡Oremos a la reina Petunia! También están el cuarto de invitados, un baño, y la habitación y el aseo de mis padres.
Y te preguntarás, ¿donde leches duermo yo? Pues para variar, el último peón de la obra duerme en el ático. De acuerdo, no puedo quejarme, ya que es enorme y tiene las mejores vistas de la casa, pero es que apenas puedo ponerme de pie en la mayor parte del cuarto. Bueno, aún y todo es precioso, tiene una cama enorme, de estas sin patas que van a ras del suelo ( claro que si se levanta no cabe no...), pero es una cama de esas con dosel, con suaves telas naranjas, y con un edredón morado y naranja precioso. También tiene un pequeño sofá en una esquina, un equipo de música, y lo más increíble, un armario que ocupa gran parte de la habitación, vamos, que es como el cuarto de la ropa. Pero lo más bonito desde luego es el ventanal que hay en frente de mi cama, que da al patio trasero, y desde donde se puede ver el bonito y tranquilo barrio de Little Whinging. Aunque claro, ahora lo que hay que conseguir es quitar el aire hortera que tiene la casa gracias a la gran influencia de mi tía, claramente es de ella de donde han sacado mis primas el increíble y precioso gusto por la moda ( nótese otra vez la ironía, aunque creo que de ahora en adelante podrás notarla solito ¿no?). Bueno, que le tengo que dar mi toque personal a la casa. Mis posters, mis dibujos... ya me entiendes. Pero por lo demás, tengo que reconocer, aunque nunca lo haré en voz alta, que el sitio no está nada mal.
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27-08-76
Hay una cosa que me ronda la cabeza hoy, creo que todavía no me he presentado debidamente ¿no?. Si bueno, sabes que me llamo Lily Evans, y que tengo algún que otro problemita últimamente, pero todavía no sabes como soy, así que:
Hola, me llamo Lillian Evans y nací en Nueva York el 30 de enero de 1960, nueve meses después de que mis padres me concibieran en circunstancias en las cuales prefiero no pensar. Soy bastante alta, sí para que lo sepas mido 1'65 y eso es ser bastante alta ¿vale? Bueno, tengo el pelo largo y ondulado hasta media espalda, y de un color rojo fuego bastante peculiar. Pero lo que más me gusta de mí, y no es por ser creída, son mis ojos verde esmeralda. La verdad, no soy nada de otro mundo, he tenido algún novio, pero nadie especial, es decir, que todavía estoy buscando a mi Romeo. Jeje, no, no creo en esas tonterías románticas, pero si que creo que algún día conoceré a alguien que me guste de verdad.
Respecto a mi carácter, creo que queda claro que no soy precisamente una delicada florcilla, más bien puedo llegar a tener algunos prontos un tanto explosivos, rozando el límite del homicidio, pero tranquilo, eso solo pasa cuando me enfado de verdad y muy poca gente puede conseguirlo.
Hay muchas cosas que me gustan en esta vida, pero si tuviera que elegir una, sin duda sería la música. Me fascina, yo creo que es algo necesario para vivir, ¿no te pasa que cuando estas triste pones una canción alegre, y una parte de ti siente esa alegría? Es algo mágico, por eso aprendí a tocar el piano cuando solo era una niña., y ahora soy una artista no te creas ¡Que tiemble Mozart que Lily Evans se acerca WAHAHA!(risa malvada). Aunque a decir verdad, el instrumento que más me gusta es la guitarra. Cuando mi abuela me regaló una antes de morir, aprendí a tocar y ahora no puedo separarme de ella. Luego, entre tú y yo, me fascina cantar, creo que es la forma más bella de expresar lo que sentimos. Ya tengas la voz de un ángel, o la de un cerdo torturado, como es mi caso, catar es algo precioso. Pero que quede bien claro, que todo lo que te cuento es confidencial, y que si me lo preguntas en el futuro lo negaré rotundamente (cantar delante de la gente no es lo mío, ¿vale? Así que prefiero mantenerlo en secreto).
Por lo demás, creo que solo hay un pequeño detalle que se me ha olvidado comentarte, nada, una tontería insignificante (ahora llega cuando empiezas a marcar el número del manicomio) soy una bruja, sí, has oído bien, una bruja. Cuando tenía once años me enteré de mi condición, y a diferencia de mi familia muggle, gente no mágica, comencé mis estudios en la escuela de magia Salem. Allí es donde conocí a mis mejores amigos, y donde viví los momentos más increíbles de mi vida. Por mis notas y mi empeño, el año pasado me nombraron prefecta, y este año empezaría mi sexto curso en el colegio de no ser por que tuvimos que abandonar el país, bueno, y el continente también en realidad, para venir aquí, a Londres, donde dentro de tres días me dispongo a empezar mis clases en la "escuela de magia y hechicería Howarts" ( por cierto, nombre más largo no le podían poner...). Además, tengo que mentir a la hora de decir a donde voy, ya que solo mis padres y mi hermana saben que soy una bruja, hay que añadir que Petunia me odia desde que lo descubrimos. Y para colmo, la escuela Howarts, supuestamente la más respetada y envidiada del país, incluso de Europa entera, es una escuela pupila, me oyes ¡PUPILA! un jodido internado para que me entiendas, de la que solo podré salir los fines de semana y festivos, y con la autorización de mis padres o tutores legales bla bla bla... Como ves mi vida es una fiesta tras otra, sobre todo los días que me levanto tan sumamente optimista como hoy (la advertencia de la ironía ya la doy por conocida).
Y así estoy en mi tercer día en Londres, intentando adaptarme a mi nueva casa e intentando conocer lo que de ahora en adelante será mi ciudad.
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31-08-76
Mañana es uno de Septiembre, ¿te das cuenta? Joder, mañana es uno de Septiembre, ¡empiezo el curso! FUFUFU... inhala, exhala, inhala, exhala...
Ya, ya estoy más tranquila, todo está bajo control, solo ha sido un lapsos momentáneo.
Bueno, a lo que iba, ya llevo siete días en esta casa, ¡una semana entera!, 168 horas, 10.080 minutos, 604.800 segundos... FUFUFU... respirar, tengo que respirar... Ya está, ¡relájate Lily! (como ves estoy ligeramente agobiada, nada que no se pase con una tila y bote y medio de tranquilizantes...) Pero a lo que iba, que ya llevo una semana en Londres, y hasta hoy, no he tenido mucho tiempo de escribir. Te voy a hacer un breve resumen de lo que he hecho estos días:
-El sábado 28, fui a Londres a comprar todos los libros y utensilios que necesito para mi nuevo curso escolar. Para eso, tal como me lo había aconsejado el director de Howarts, Albus Dumbledore (sí, has oído bien, , el gran Albus Dunbledore es mi director, el que venció a Gellert Grindelwald, ¿te lo puedes creer? es increíble, lo se) bueno, el caso es que cuando el anciano conversó con mis padres acerca de mi "peculiar situación", les ayudó en todo lo que pudo y les aconsejó un sitio en especial para comprarlo todo y ¡joder! menudo sitio. En todos mis años en Nueva York nunca había visto un lugar tan fascinante como ese, sencillamente maravilloso. Tenía de todo, desde varitas, libros de hechizos, cafeterías, tiendas de lechuzas, de escobas, heladerías... hasta el gran banco de los magos estaba allí. Repito, sencillamente increíble. Nos pasamos todo el día andando e investigando el Callejón Diagon (así se llamaba) e incluso mi hermana debe admitir que se divirtió, aunque le de rabia decirlo. El caso es que me compré de todo, todos mis libros de texto, un caldero muevo, ingredientes de pociones... y sabes que más, me compré un libro que se llama Historia de Howarts, así aunque no haya estado nunca allí, podré enterarme como es.
En fin, que fue un día increíble, pero todavía no te he dicho lo mejor, conocí a alguien, puedes creerlo, un alumno de Howarts de mi curso. Se llama Severus Snape, y aunque un poco tímido y callado, es un chico muy agradable. Lo conocí en una librería que había cerca de la tienda de túnicas. Mientras mis padres esperaban para recoger la túnica que habíamos encargado, yo me acerqué a la librería para preguntar acerca de un libro sobre pociones que quería comprarme hacía algún tiempo, y estaba agotado en Nueva York. Pero la dependienta me dijo que el último ejemplar se lo había llevado ese tal Severus, un chico alto y moreno, con el pelo un poco grasiento y nariz aguileña que estaba en el fondo de la tienda. Así que yo, echándole morro, me acerqué a él para preguntarle por el libro:
-Hola, es que veras, me han dicho que has comprado el nuevo ejemplar de pociones avanzadas, y bueno, pues quería saber si podías dejármelo un momento para verlo.
Le miré con la sonrisa más inocente y tierna que tengo, para ablandarle un poquito, y no va el tío y me dice:
-Ni hablar.- El muy grosero. Pero a mí nadie me deja con la palabra en la boca, no señor.
-Disculpa, pero tampoco te he pedido que me lo dediques, solo te he dicho que si podías dejármelo un segundo, para mirarlo. Ni que lo fuera a contaminar.
-Eh...lo siento.- bueno, parece que al final nos entendíamos.- Toma, pero ni se te ocurra joderlo...
-Vale... tranquilo...- y empecé a leer. Era increíble.- Estas pociones son fantásticas, mira, nunca había visto nada tan bien elaborado...
-¿Te gusta pociones?
-Si, es mi asignatura favorita.- le sonreí mientras le extendía la mano.- Encantada, Lily Evans.
Tengo que admitir que al principio se lo pensó un poco (ni que tuviera alguna enfermedad contagiosa o algo) pero finalmente la estrecho con un amago de sonrisa. Y así salimos de la tienda para ponernos a hablar en una heladería que había por allí.
- El domingo 29, fue todo lo contrario. Si el día anterior había sido total y enteramente mágico, este día lo pasamos o mejor dicho lo malgastamos para que Petunia hiciera el tonto. Fuimos a comprarle los libros para su último año en el instituto muggle. Pero cuando la señorita se aburrió, dijo que quería ir a ver uno de los estupendos y maravillosos centros comerciales que le habían aconsejado mis estupendas y maravillosas primas ( nótese, remárquese y subráyese si hace falta, la enorme ironía). Pero bueno, algo tenía que sacar yo de ese día, así que me compré la cosa más linda, preciosa y maravillosa que existe sobre la tierra... ¡ay que dulce por Dios! No me compre un helado de chocolate, si es lo que piensas...me compre un perrito. Mi sueño hecho realidad, como en esta casa tenemos jardín, y para que negarlo, mis padres quieren hacerme la pelota, pues me compraron una monada de husky, al que he llamado Joey, en honor a mi mejor amigo de Nueva York (ni se te ocurra contarle que le puesto su nombre a un perro ¬¬)
- El lunes 30 lo pasamos conociendo Londres. Visitamos los lugares de mayor interés cultural, aunque claro, eso depende mucho de quien decida en que se mide el interés ¿no? Pero bueno. El caso es que anduve más que en toda mi vida, ya que mi madre no se fiaba del maravilloso sentido de la orientación de mi papá, y decidimos, en el decidimos entran mi madre y mi hermana,( a mí que me zurzan) que era mejor no ir en coche.
Bueno el caso es que nos pegamos todo el día dando vueltas, y cuando llegué a la noche a casa, me dolía hasta respirar (no es que yo sea una gran atleta, vale, lo mío es la música y para eso no hace falta cansarse).
Y finalmente, hoy, martes 31, estoy preparando todas las cosas que tengo que llevar a la escuela, ya que, como el mismo termino lo dice, es un internado, inter-nado. Es decir que hay que estar dentro, siempre, todas las horas... FUFUFU... ya empezamos...
Bueno, que me tengo que preparar el baúl con toda mi ropa, mis libros... pero sabes lo que pasa, no se pueden llevar animales, salvo una lechuza un gato o un sapo. Eso es discriminación, ¡y los demás que! ¿que pasa con mi perrito? No, yo me tengo que llevar a la estúpida de Becky ( la plasta e insoportable de mi lechuza, a la que por cierto, no se si lo has notado, no soporto). Y lo peor, ¡no puedo llevar aparatos muggles! No puedo llevar mi reproductor de CD-s, ni mi MP3. Ni mi guitarra, lo entiendes, ¡MI GUITARRA! Creo que me voy a deprimir.
Además no podré volver hasta dentro de diez días por que mi madre me ha dicho que me quede el primer fin de semana para empezar a integrarme.
Vamos, que mi vida es una mierda.
Y ahora me voy a la cama que tengo que dormir, o por lo menos intentarlo. Y mañana será otro día, uno que recordaré el resto de mi vida...
Solo espero que Howarts sea tan fascinante como pone en los libros... sí, definitivamente, este curso va a ser interesante.
Bueno, ¿qué os ha parecido?
Se aceptan reviews de todo tipo, tanto buenos, como desastrosamente malos. Pero escribir, por favor, así sabré si tengo que subir el nuevo capítulo, que por cierto está casi terminado. Se titula: Llegada a Howarts. ¿No hace falta aclarar de que trata no?
Adiós:
Yo misma. G.W.P.
