¡Hola! Les traigo esta nueva historia que acabo de comenzar, me surgió hace un tiempo la idea así que comencé a plasmarla. Sé que no debería comenzar una nueva historia cuando no he terminado mi otra historia, pero es que me he perdido por completo creí tener una idea muy clara de lo que quería pero de pronto se esfumo, aun así no la abandonare pero me será difícil sacarla adelante. En fin, espero que esta les guste mucho y la sigan, ya tengo varios capítulos por lo que tratare de no tardarme en actualizar.
Saludos y besos, ahora si a leer.
Antes de la guerra
Todos tienen miedo, nadie se siente seguro ni siquiera el ministerio, todos temen de "él" pues saben que está cerca, que pronto dará su próximo golpe y reclamara el mundo mágico como suyo. Muchos magos y brujas sangre sucias como son llamados, han huido lejos tratando de encontrar un lugar entre los muggles, pensando borrar pista de ellos y su familia y así poder evitar esta catástrofe que se avecina. Pero otros que no tienen el mismo problema de la sangre simplemente decidieron seguir con su vida cotidiana aunque no viviendo con menos miedo que los demás.
Y luego están estos otros magos y brujas que se hacen llamar fieles a su causa personas que se postran a los pies del inombrado, aquellos que comparten sus mismas creencias e ideales. Se están preparando en este momento de eso estoy segura, planean como nos someterán a todos aquellos que creen no aptos de portar una varita y sé que se regocijan de solo pensar cuan cerca están por lograr su objetivo. Pero también existe otra parte pequeña de la población mágica que estamos dispuestos a dar batalla, a luchar contra ellos, arruinar sus planes y evitar que traigan oscuridad al mundo mágico, no nos daremos por vencidos esta es una guerra y también nos estamos preparando.
…
Han pasado cinco largos años desde que el profesor Dumbledore fue asesinado, desde que invadieron el castillo de Hogwarts y desde que Voldemort se ha apoderado del mundo mágico. Aun es difícil asimilarlo después de todo este tiempo me cuesta trabajo creerlo aun cuando día a día vivo huyendo por preservar mi vida.
Ya no queda nada, solo recuerdos, la belleza de nuestro mundo se ha esfumado, parece como si todos los colores se fueran y ahora todo se viera en escala de grises. Tristeza, coraje, miedo, angustia, dolor, impotencia; eso es lo que siento a cada momento pero no puedo hacer nada para acabar con esto, la oportunidad se fue ya es demasiado tarde.
Hace cuatro años…
Vi a lo lejos como la luz verde daba justo en medio de su pecho, después su cuerpo inerte colapsando en el suelo y sus anteojos rebotando a lo lejos. Todo pareció detenerse, el ruido se esfumo y solo estaba parada ahí totalmente estática viendo como su cuerpo seguía ahí, definitivamente estaba en estado de shock no podía asimilar lo que ocurrió ante mis ojos.
- ¡HERMIONE!...¡HERMIONE!
De pronto sentí como era jalada por otra persona, pero apenas era tan perceptible su tacto, yo solo seguía viendo su cuerpo.
- ¡HERMIONE!... -de pronto la escena fue sustituida por un rostro, que no podía reconocer aun-¡HERMIONE! - entonces lo escuche y pude darme cuenta de cómo Ron me zarandeaba tratando de que recuperara la razón- ¡VAMOS TENEMOS QUE IRNOS DE AQUÍ!- su tono urgente logro despertarme por completo, tomo mi mano y me arrastro lejos de ahí.
Corrimos, corrimos, corrimos….. aun tomada de la mano de Ron seguíamos corriendo por el bosque prohibido, esquivando las ramas de los árboles y arbustos que se nos atravesaban, saltando las piedras y raíces de los arboles que salían del suelo, no se por cuánto tiempo estuvimos huyendo pero mis piernas se sentían débiles y me faltaba el aliento. De pronto pise mal el terreno por donde pasábamos y colapse en el suelo estrepitosamente trayendo conmigo a Ron, el golpe fue tan fuerte que me sofoco, golpee mi cabeza de frente con una roca y sentí de pronto un sabor salado en ella, me rompí la comisura del labio, la sangre comenzó a brotar y la escupí. Trate de levantarme utilizando mis brazos y piernas pero entonces me di cuenta de que no podía hacerlo, al mover mi pierna izquierda para impulsarme esta me causo un dolor muy agudo y grite escandalosamente.
- Hermione… -escuche su voz a lado de mi, estaba tirado bocabajo con su cabeza de lado parecía que se había abierto la frente pues pude ver un charco de sangre debajo de su cabeza, sus ojos estaban entreabiertos- ¿es..tas herida? -me pregunto incorporándose, lo cual le costó mucho trabajo.
- Es mi pierna, no puedo moverla….creo que está rota.
- ¡Diablos! -dijo observándola- te ayudare -me tomo en brazos y me recargo en un árbol que estaba a lado de la piedra donde se golpeo- deja revisarte -trato de tomar mi pie herido pero esto solo me causo más dolor.
- ¡AH! -grite apoyando mi cabeza en el árbol y cerrando los ojos.
- Lo siento -dijo preocupado-¡Diablos Hermione! ¿Qué vamos a hacer? -Me miro desesperado y desesperado- No se ningún hechizo para curarte y aunque lo supiera, no creo que exista alguno que lo sane tan rápidamente -bajo su cara y su voz cambio- necesitamos salir de aquí, nos encontrarán no tardaran en darse cuenta que escapamos, vendrán por nosotros ¡tenemos que huir! -vi como su cara se contraía y de sus ojos comenzaban a salir las lagrimas- ¡MORIREMOS! - grito de pronto causándome brincar me miro y en su mirada pude ver tanto dolor, sus palabras fueron un susurro- Moriremos como todos, moriremos….como Harry….
Harry
Mis ojos se llenaron de lágrimas en esos momentos, justo cuando menciono su nombre. No había podido asimilar antes esa información a pesar de que lo vi con mis propios ojos no había podido decir nada, ni llorar, ni gritar, no pude haber reaccionado de ninguna manera pero ahora, en este preciso momento es todo lo que podía hacer.
- ¿¡NO….PORQUE HARRY!? ¿PORQUE? -comencé a llorar descontroladamente, de inmediato Ron me envolvió en un abrazo tan fuerte que hasta me lastimo, pero estaba bien lo necesitaba. Yo agarre su camisa en puños, tirando de ella, preguntándome una y otra vez el porqué de tan injusta situación. Paso un largo tiempo tal vez veinte o treinta minutos que necesitamos para tranquilizarlos solo por el momento, porque nuestro dolor siempre seguiría ahí. Ron acariciaba mi espalda mientras que aun yo tenía espasmos y daba suspiros debido al llanto, se sentía bien después de lo que había pasado, ambos necesitábamos ese momento para sacar el dolor que llevábamos en ese momento pero sabíamos que estábamos en peligro y que teníamos que salir huyendo.
Seguimos un momento más así antes de que Ron se enderezara y comenzara a ver hacia todos lados, entonces voltio hacia la izquierda y sus ojos se agrandaron, supe que ya estaban cerca. Me miro y me indico que no hiciera ruido saco su varita y dijo- Hermione iré por él, neces..- lo interrumpí jalando su brazo muy asustada.
- Ron no, no puedes el podría.. -me calle porque de solo pensar que podría sucederle algo tan terrible yo... solo no podría imaginarlo.
El tomo mi mano- No te preocupes estaré bien, necesito hacerlo, aquí espérame -me dio un beso en la frente, se paro y camino hacia donde vio el mortífago.
Momentos después escuche a lo lejos la voz de Ron gritando un hechizo- ¡BOMBARDA! – la angustia se comenzó a instalar en mi pecho, mire hacia la dirección por donde se había ido pero no vi nada. Entonces escuche la respuesta por parte de un mortífago, se que Ron esquivó el hechizo porque escuche como un árbol estallaba y vi mucho polvo de repente, seguí escuchando como él le lanzaba mas hechizos, me puse más nerviosa por la batalla que ahora estaba librando temía por él, no quería que sufriera el mismo destino que Harry.
Entonces mi preocupación creció más cuando escuche- ¡CRUCIO! –seguido de un grito de Ron y las risas del mortífago- Vaya, vaya si que me diste una batalla dura mocoso pero es obvio que no estás a mi altura.
- No estés tan convencido maldito –el mortífago volvió a reír- ¡CRUCIO! – y él volvió a gritar.
- Mira mocoso no estás en condiciones para decir eso, cuando es obvio que ya te tengo en mi poder ¡CRUCIO! -no soportaba escuchar como lo torturaban, por dios tenía que hacer algo pero ¿Qué? En este estado no podía ser de mucha ayuda. Pero entonces el mortífago paro su tortura.
- Espera… que no eres tú el amiguito de Potter o mejor dicho ex amiguito ya que ese mocoso no está más en este mundo – le dijo riendo.
- ¡CAYATE MALDITO!- note en su voz el coraje y el sufrimiento.
- ¿Qué pasa niño? Si hasta deberías estar feliz, el señor tenebroso lo reunió con sus padres ¿que no era eso lo que quería el chico? -su voz seguía siendo de burla pero luego cambio estrepitosamente a una amenazante– alto ahí maldito, sabes ya me canse de ti mocoso te matare de una buena vez así puedes ir haciéndole compañía a Potter desde su tumba.
- ¡NO! –me di cuenta de que había gritado entonces tape mi boca con las dos manos.
- Espera… ¿tienes a una chica escondida contigo? –mi corazón latió más rápido, no… no que estúpida.
- De.. en.. paz –escuche que le decía con voz cansada y luego me gritaba- ¡HERMIONE HUYE! –después otra maldición de su parte- ¡CRUCIO! –pero el mortífago lo esquivo.
- ¡ESTUPIDO! ¿CREES QUE PODRAS SALVARLA? Te matare y luego a ella –de pronto escuche que de nuevo ambos se lanzaban hechizos. No podía más estar allí sentada esperando, tenía que ayudarlo de alguna manera. Tome la varita que estaba en mi chaqueta y realice en mi pierna un hechizo que aprendí en un libro de medicina que me ayudaría a eliminar cualquier dolor solo por un momento, no me serviría de mucho pero tal vez unos minutos seria todo lo que necesitara. Camine hacia donde escuchaba los gritos y entonces los visualice a lo lejos, Ron estaba escondido detrás de un árbol y el mortífago le apuntaba desde unos metros.
- ¡SAL DE AHÍ NIÑITO! –gritaba riéndose- vamos deja de posponer tu muerte.
- ¡AVADA KEDAVRA! –grite el mortífago cayo tieso en el suelo, no se había percatado de mi presencia por lo que no pudo esquivarlo. Ron salió detrás del árbol y me miro sorprendido, se veía agitado.
- Hermione ¿estás bien? –me dijo mirándome sorprendido.
- Si..
- ¿Ya curaste tu pierna?
- No Ron, solo es un hechizo temporal que no durara mucho. Vamos huyamos de aquí –el asintió y comenzó a caminar cuando de repente un rayo verde paso rozando mi cabeza. Giramos y vimos como Pansy Parkinson me apuntaba de nuevo con la varita, esquivé afortunadamente de nuevo el hechizo.
- ¡INCENDIO! –grito Ron rodeando a Pansy de fuego. Comenzamos a correr y la escuchamos gritar.
- ¡MALDITOS NO ESCAPARAN! –seguimos corriendo con ella detrás lanzando maldiciones. De pronto sentí como mi pierna volvía a doler, así que caí de nuevo.
- ¡AH!
- ¡HERMIONE! –Ron trato de levantarme pero lo detuve.
- No Ron vete, déjame aquí.
- ¿Qué?- me miro incrédulo- No hare eso.
- No tiene caso –ambos volteamos hacia atrás viendo como Pansy ya estaba cerca.
- Entonces yo la matare –iba a delegar pero no me dejo- Vamos, tu ya me salvaste yo hare ahora lo mismo por ti, escóndete si no regreso… vete.
- ¡Ron no! –no me escucho y salió corriendo hacia un encuentro con Pansy.
- Mira nada mas lo que tenemos aquí –gire hacia donde escuche la voz y vi a un par de carroñeros caminando hacia mi- ¿No es una chica bonita, Gabe? –el otro tipo sonrió.
- ¡Oh si! Muy bonita –levante mi varita y les apunte, ambos rieron ante mi hazaña.
- ¿De qué se ríen babosos? Aléjense de mí.
- ¡Uy! Tranquila princesa que ese carácter no te ayudara en nada mucho menos en esas condiciones –me dijo el tipo llamado Gabe viendo significativamente mi pierna.
- No importa aun así puedo defenderme –ambos rieron, entonces pararon al escuchar la batalla de Ron y Parkinson.
- Mira es una mortífago y ese chico….creo que he visto ese chico antes –se quedo pensando entonces me miro a mi y su mirada pareció iluminarse- ¿Qué no eres tu Hermione Granger la amiguita de ese niño Potter?
…
Esa fue la última vez que vi a Ron, nunca supe que paso con él. Aun sigo pidiendo al cielo que este bien y que haya sobrevivido al encuentro con Parkinson. Por mi parte los carroñeros me llevaron con ellos al parecer andaban buscando sangre sucias para vender como esclavas, al darse cuenta de quién era yo vieron su futuro asegurado. Me vendieron a una familia rica y sangre pura, hace un año me escape pero dure casi tres años encerrada en esa casa, viviendo humillaciones, maltrato físico y emocional. Me trataron de la peor manera como si fuera algo despreciable diferente e inferior a ellos, como si no fuera humana me reducían a nada escoria como solían llamarme. Pero aunque pareciera que fueron unos años terribles debo reconocer que no era tan grave vivir ahí, a veces incluso pienso en que fue un error escapar.
Antes aunque vivía en un lugar despreciable, tenía un techo, comida y ropa limpia. Pues ahora que estoy por mi cuenta, casi no duermo debido a que tengo miedo de que algún mortífago me encuentre y quiera hacerme su esclava teniendo un destino más terrible, tampoco tengo comida conseguirla me es muy difícil exactamente por el peligro que implica buscarla y bueno mi ropa, si no tengo tiempo para lo más necesario de mi vida para esto mucho menos.
Suspiro. Miro al cielo estrellado y las lágrimas comienzas a surgir.
