Nota de la autora: Primeramente quiero agradecerles por entrar a leer este fic, que a decir verdad se me hizo muy fuerte siendo que yo lo escribi, espero haberlo escrito y descrito bien. Adoro a Marina, su personaje como tal, pero la verdad lo que quiero describir es que hay una realidad demasiado oculta en la sociedad referente al trafico de menores de edad. Lo narrado aqui supera con creces la realidad que viven estas niñas que por motivos caen en este infierno que al parecer no hay quienes la salven, Dios cuide y vele por ella.

Cabe aclarar que Marina y los demás personajes no me pertenecen si no a CLAMP y que este fic es de solo entretenimiento. Además quiero agregar que contiene contenido sexualmente explícito. Así es que si eres pequeñito te invito a que pases leer algún otro fic dado que este aun no es para tu edad XD, espero y comprendas… Gracias n.n …

Dark Soul

Capítulo 1 Mil veces el infierno

La música no paraba de sonar, Dark Soul es el sitio. Al entrar solo caballeros puedes encontrar, dispuestos a derrochar todo su dinero en este prestigiado lugar. Dark Soul se caracteriza por tener mujeres con una belleza muy peculiar. Preciosas hembras se observan, pechos voluminosos, estrecha cintura con prominentes caderas, cabellos entre rubios y rojizos combinados con una hermosa tez blanca con ojos de color desde cafés hasta verdes y azules pasando por varias matices y combinaciones… Cada una tan bien formada, que esa es la magia que solo Dark Soul tiene.

Sus cuerpos desnudos bailando sin parar al ritmo de aquella incitadora melodía. Muchas caras, demasiadas miradas… Calor, deseo, lujuria perfuma el ambiente, una mezcla perfecta que deleita a cada hombre. Hipnotizados al ver el armonioso movimiento de cadera y poder mirar mas de cerca cada parte intima que la muchacha postraba con cada pose incitante. Ese es su trabajo, entre mas seducción ofrecida a su presa, esta daba todo: Relojes, anillos, cadenas, esclavas… Con tal de poseer a la preciosidad que tiene enfrente. Ese el toque que solo Dark Soul podía ofrecer.

Además de brindar hermosas damas, también proporcionaba entre los mejores vinos y licores que en todo el mundo no se podían probar.

Luces neón, música seductora, mesas alrededor de un escenario el cual tiene un tubo en medio. Siempre ofreciendo un espectáculo al público que no estuviera entretenido con alguna muchacha bailándole totalmente en frente o de paso que se haya ido a poseerla al no poder contenerse. Demasiado humo de cigarro que apenas se distingue aquella enorme puerta al fondo a la parte izquierda del pequeño escenario, a la cual entraban señoritas semidesnudas acompañadas de un cliente y otras saliendo totalmente desnudas, suponiendo que el cliente ha pagado todo el servicio y abandonado el lugar saliendo antes que ellas.

En los últimos 3 años se ha observado muchos mas clientes que jamás había tenido Dark Soul, de lunes a domingo justo a las 12 en punto de la noche era su mayor espectáculo, dado que había en particular una muchachita notablemente más joven que las demás. De hermosos cabellos azules, de largo hasta sus redondas y bien formadas nalgas. Si mas de alguno la ha visto bien, tiene los mas hermosos ojos azules que ninguna tiene en comparación. Su cuerpo algo más menudo que el resto crea un hechizo totalmente distinto que las demás implantaban. Ella bailaba exclusivamente a esa hora, demasiados hombres enloquecidos al verla desprenderse de cada prenda, ella solamente quedaba semidesnuda, mostrando solamente sus medianos senos, erguidos totalmente que con algún movimiento de su armonioso cuerpo, ellos se meneaban siguiendo la pauta. Zafira solo era ofrecida al mejor postor.

Diez minutos antes de la hora había una ronda de quien daba más dinero por el cuerpo de Zafira, porque al final del baile ella se iba por la puerta de la izquierda del escenario para arreglarse, según a los gustos del hombre que pago por ella para tocarla y hacerle lo que sus instintos mas bajos le dictaban.

"Una noche mas, y yo sigo muerta" Ante aquel espejo de esa lujosa suite, la cual tiene una enorme cama con forma de circulo al centro y cubierta con sabanas de seda color vino tinto, rodeada de velas en su mayoría de color rojo siendo la única fuente de iluminación de esa habitación y el imponente espejo completamente de frente a la cama colgado de una pared y otro aun mas grande cubriendo totalmente lo que debería ser el techo de la suite.

Y ella sigue ahí observándose, su cara maquillada con un toque de blush rojizo en sus pómulos, sus ojos sombreados desde un color morado intenso de adentro hasta un lila claro por la parte superior del parpado y delineados por la parte inferior del ojo con un color negro, brillantitos se puso en casi toda su cara y su cuerpo, la cual a cierto ángulo reflejaba un poco de luz, sus labios pintados de un pronunciado rojo carmín. Su cabello totalmente rizado, perfumado con una fragancia olor a frambuesa.

"Esto no debió de ser así, esta que veo aquí sé que no soy yo", esta vestida con un babydoll de tela semitransparente color lila, resaltando sus medianos pechos, con detalles hechos con el mismo hilo del conjunto para aparentar una cintura mas estrecha y caderas mas grandes, totalmente descalza esperando a que entre el maldito animal que noche tras noche, distinto en cada ocasión, quita parte de su memoria, erosiona su esencia y le roba cada vez mas lo poco que aun le queda de inocencia.

- Mamá, Papá ¿En donde están?- Marina hace un llamado en la enorme mansión donde ella y su familia habitan.

- ¡Mamá! ¡Papá! – Vuelve a llamarlos pero tal como ella lanzo el grito uno viene de regreso de menor intensidad a sus oídos. "El eco... otra vez no están" Suspira y decide entrar a la casa resignada a que otra vez la tarde la pasará sola.

-Así que tú eres la famosa Zafira-

Marina ni si quiera noto en que momento se abrió la puerta, porque ella seguía viéndose en el espejo recordando lo ultimo sucedido antes de caer en la desgracia que parece que no tendrá final.

-¡Maldita perra!, ¡Te estoy hablando!- Aquel regordete señor, de cabello chino color negro, la cara llena de espinillas, ojos color café algo pequeños para poder hacer buena proporción. Usando un pantalón de mezclilla sumamente apretado que visiblemente da a notar su excitación, una camisa que se ve en exceso sudada de la parte de las axilas y totalmente apretujada que parece que es pura panza lo que tiene.

La ansiedad y la lujuria son visibles en esta otra bestia que ha gastado los ahorros de su vida para tener solo una noche con ella.

"Y la historia vuelve a empezar..." Marina trato de ignorar aquel último llamado, sabiendo lo que debe de hacer, ya que lleva más de tres años con la nociva rutina, que sería mil veces el infierno que esto.

Marina camina hacia el animal, que sin permiso alguno la empieza a tocar desenfrenadamente, pasando por sus nalgas, apretujando con demasiada fuerza sus senos lo cual provoca que Zafira suelte un fuerte gemido de dolor. El gorila totalmente desenfrenado con lo sucedido le arranca la poca ropa que cubre a Zafira; quedando desnuda ante la lujuriosa mirada.

El hombre extasiado con lo que hizo, se deshace de su camisa, dando a denotar un asqueroso pecho lleno totalmente de pelo y a través de él se pueden observar aun más espinillas. Una vez librándose de un estorbo, continua con el siguiente, en un movimiento logra quitar el botón de sus jeans para bajar el cierre y quitárselo totalmente junto con sus bóxer para aventarlos a no se que lugar de la habitación.

Ringg... Ringgg...

-Si ¿diga?-

-¿Marina Ryuuzaki?

-Si ella habla, ¿En que le puedo ayudar?-

-Hablamos del departamento forense del estado-

"No, no debe ser, no puede ser..." con la voz entre cortada –Si, diga, lo escucho-

-Sus padres, los señores Ryuuzaki han muerto, dado que no hay familiares conocidos hasta ahora para arreglar lo de la patria potestad porque aun es menor de edad, prepare una pequeña maleta con sus pertenencias, un carro del gobierno pasará en una hora por usted, lamento lo sucedido-

Marina ni siquiera tiene la capacidad de colgar el teléfono, cada palabra fue tan rápida... "¿Muertos?, ¿Mis papás?..." Lagrimas, demasiadas lágrimas salen de sus ojos.

El tipejo esta desnudo, Zafira también lo esta.

-Como he pagado demasiado, tengo entendido que accedes... Bueno aunque te resistas, tienes que hacer lo que yo diga-

Zafira, ni se inmuta, prefiere no responder y para evitar que el animal se enoje, responde un si con la cabeza en señal de afirmación, sin antes mirarlo con tanto odio.

-Bien, así es que ven, arrodíllate y chúpamelo, ¡Anda, vamos!- Señala su pequeño miembro, que parece no sobre pasar ni los 10 centímetros de largo.

Zafira, algo experta; aunque todo este tiempo ha sido más que obligada a aprender, introduce el miembro del hombre en su boca. Succionando desde la punta, hasta la base del pene. Movimientos firmes y controlados, separándose cada cuando para agarrarlo entre sus manos y seguir con el movimiento.

-Ahhhh, esooo, mmmm...- El animal empieza a emitir ciertos gemidos. Zafira continua con su labor, cada vez sube mas al ritmo y el choque que produce su boca con el pene hacen un extraño ruido.

Pasaron así como 5 minutos, Zafira hincada frente a este tipo chupando y succionando el pene, y el otro no parando de gemir como animal. Accidentalmente Zafira entre cerro su boca de más y lo mordió.

-¡Ahh! ¡Perra maldita!- Y le suelta una enorme cachetada que la tira al suelo del fuerte golpe. Zafira lo mira con demasiado recelo, no es le primero que le pega así y no es el primero que ella muerde a propósito.

-¡Ni te inmutas!, anda pídeme disculpas, híncate, bésalo y pídele perdón también a él-

Zafira no le responde, lentamente se para del suelo y estando de pie frente a él, vuelve a verlo aun con más odio.

-Así que no hablas, pues yo te haré hablar- El animal del coraje le pega aun mas fuerte en el cachete, Zafira cae con mas fuerza al suelo, tanto es su odio que ni si quiera puede llorar. Estando boca abajo totalmente tendida en el suelo, el hombre la agarra de una pierna y la voltea.

-¡Mírame!, anda ¡Mírame!- Zafira lo ve, pero su mirada ya es indescriptible.

El animal esboza una retorcida sonrisa, se hinca frente a ella abre sus piernas para dejar ver su sexo que tiene un poco de vello azul en el monte de Venus, sus labios mayores bien definidos que apenas se abren para dejar ver un poco su interior. El tipo se inclina más para estar frente a su vagina, con sus regordetes dedos abre un poco los labios mayores, introduce un poco su nariz para aspirar ese olor que solo una doncella como ella le podía ofrecer. Estando extasiado, continua su labor al empezar a mordisquear el clítoris, evidentemente lo hace demasiado fuerte porque Zafira se retuerce del dolor, intenta zafarse por todos lo medios, pero parece que el gorila es mas fuerte que ella, ya que la tiene bien prensada de las piernas, las cuales las ha apretado tan enérgicamente que se puede ver pequeñas partes coloradas por la acumulación de sangre.

Ya no resiste el dolor, es demasiado y por mas que ha intentado no llorar en todo este tiempo que ha estado, este animal la han logrado quebrantar, dando así paso a soltar un lastimero llanto, con unas cuantas lagrimas salidas de sus ojos azules.

El hombre suelta una fuerte carcajada -¿Qué tal perra?, ¿Verdad que duele?-

Zafira sigue tirada en el suelo con las piernas abiertas, el animal sigue hincado frente a ella, viendo que no hay respuesta de ningún tipo, salvo que ha dejado de emitir aquel llanto, se deja caer en el cuerpo de Zafira, casi le saca el aire dado que es demasiado peso del que puede soportar. Una lágrima sin poder evitarlo vuelve a caer, como el hombre quedo frente a su cara, con su asquerosa lengua le chupa la lágrima. Por un momento se detuvo a ver sus ojos azules, hermosos en verdad, pero al animal que le importaba verlos y a pesar de que aspiraba ese delicioso aroma que emanaba de la caballera de Zafira, no dejaba de tratarla de lo peor.

Espero que este primer capítulo haya sido de su agrado, lo sé Marina no merece ese trato pero ya veran.. no olviden dejar reviews xD...