Este es mi primer fanfic así yaoi con todas su letras. Obviamente si no te gusta este género (yaoi/relación chico-chico) NO leas.

También este fanfic no es con fines de lucro y todos los personajes pertenecen a J.K Rowling

Espero que sea de su agrado y eso.

Bullets of Silver

Capítulo 1: Picnic sorpresa.

-Lunático, joder ¿Qué haces acá en un día tan lindo y soleado?-yendo rápidamente hacia la ventana e inspirando el fresco aire.

-Para tu información Señor Black-recalcando la última palabra- mañana están los exámenes T.I. y no hay tiempo para andar vagando por ahí como si nada-definitivamente Remus Lupin, un chico poseedor de hermosos ojos dorados estaba irritado y se veía muy cansado.

-Vamos Remus- cogiendo a Lupin del brazo, lo intenta a obligar a ir con él.

-¡Sirius!-soltándose del agarre del pelinegro-Ya te dije que…-se encontró con los profundos ojos grises.

-Lunático, todo esto te hace mal, mañana estarás más estresado aún, anda relájate un poco y después me lo agradecerás-sacándolo de la habitación y llevándolo a rastras por las escaleras.

-Ok-suspirando resignado, canuto tenía más fuerza que él, no podía hacer nada y le efecto de sus ojos que lo había dejado paralizado.

Sirius realmente sabe hechizar, de alguna manera lo sabe, sin ver hacia donde su querido amigo lo llevaba.

Los demás merodeadores y Lily Evans estaban ahí en una especie de picnic cerca del lago, era una escena maravillosa y muy linda para el joven Lupin.

-Pero si aquí están mis queridos amigos-ahí estaba James sonriendo con malicia, de seguro tramaba una nueva broma para los Slytherin o algo para conquistar a Lily, cosa que nunca resultaba.

-Remus mira chocolate de Honeydukes, tu favorito-apareciendo de la nada entre James y Remus; con la sonrisa característica de Lily Evans tierna, pero por dentro había un demonio que en cualquier momento golpearía a James Potter y a Sirius Black por andar molestando a Snape.

-¡Oh! Evans, no me digas que nos quieres quitar a nuestro amigo Remus-un tono burlo se apodero de James y fue a hacia el chico ojidorado.

-Cornamenta ¿Qué planeas ahora?-susurro Lupin para que apenas sólo oyera su amigo y compañero de travesuras.

-¿Yo?, absolutamente nada mi querido Lunático-pasando el brazo por el hombro de Remus.

-A veces no sé como soportas a este par-apuntando a Sirius y James- son peores que los niños de primer año-bufó Lily algo exasperada, cada vez que estaba con "el par", estos la hacían enojar- Y tú Potter, yo no les vengo a quitar nada, Remus ya es mi amigo de por sí- Lily fugazmente tomo la mano de Lupin y le dejo el chocolate, para luego salir hecha una furia de ahí.

-Cornamenta ¿Qué le hiciste ahora? Se fue más rápido que muchas otras veces-Generalmente Evans se iba enojada tras muchas bromas, demasiadas.

-Precalenté un poco con ella y te demoraste mucho Canuto-tomando a sus amigos y obligándolos a sentarse.

-Si es que no encontraba a Remus, pensé que estaba en la biblioteca o en el comedor, pero no fue así-mirando de reojo a Lupin.

-Oigan y a Peter ¿Qué le paso?-sin tomar en cuenta a Sirius y viendo a un chico bajito, gordito y de pelo algo enmarañado en suelo, parecía desmayado.

-¡Oh no! Maldita seas Peter, se comió lo que tenía para esas asquerosas serpientes-ágilmente Cornamenta tomó a Colagusano yendo camino a la enfermería.

-Parece que quedamos solos Lunático-mirando fijamente a su amigo, quien había confiado su más grande secreto a ellos, los merodeadores.

-Si, si quieres podemos suspender el picnic-sonriendo tiernamente mientras miraba el paquete de chocolate que la había obsequiado Lily.

-No, porque se seguro que volverás a los libros y piensa que tenemos un montón de comida solo para nosotros-tomando una cesta que estaba cerca y sacando pasteles, panes, chocolates, etc.

-Eres un glotón ¿Lo sabes?-viendo como el joven de ojos grises devoraba cada golosina que se ponía en su camino.

-Lugático es gue toro esga muy esguisiro-con comida en la boca, apenas se podía entender lo que quería decir.

-Creo que comeré algo antes que me dejes sin nada-cogiendo un par de pasteles y abriendo el paquete de chocolate de Honeydukes-Realmente…Todo esta exquisito-tras probar los pasteles y comerse su chocolate.

-Te lo dije ¿Por qué nunca me crees Remus?-realizando un semi-acto de un niño con puchero.

-Si te creo Sirius-fijando la mirada en el pelinegro- es sólo que…-de nuevo, ahí estaba ese color gris que lo petrificaba por completo.

-Es sólo… ¿Qué?-algo irritado porque había pasado mucho tiempo sin oír una respuesta.