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De antemano me disculpo por la locura en si que pueda ser este fic. Es un fic que escribí hace mucho, y en ese entonces, aparte de ser mucho más niña, apenas tenía experiencia y me había aficionado a los fanfics hacía poco.

Para quién lo lea espero que lo disfrute.

1. Jugando con fuego.

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En una oscura habitación de la mansión Uchiha, se encontraba un chico azabache observando por la ventana la calle. Su tez era pálida y sus ojos negros, su apariencia era simplemente atrayente para cualquier ser humano. Como cada noche Sasuke esperaba impaciente la llegada de su hermano, quién no volvía hasta muy entrada la noche.

Pudo divisar a lo lejos una sombra caminando con rapidez entre las casas próximas. Sin duda era él, quién sino, para Sasuke ahora no existía nadie más.

Se acostó en la cama y se echo la colcha por encima, si Itachi veía que aun estaba despierto a esas horas le regañaría como siempre. No tardo en escuchar como alguien entraba en la casa. Poco después los pasos subían las escaleras cada vez más cercanos hasta que la persona del otro lado estuvo delante de su cuarto. Se abrió la puerta y se acerco a su cama. Su aroma le envolvió por completo, sensual, masculino, embriagante y toda sensación que en ese momento pudiera describir, aun resultaría poca. Itachi destapo al menor observando que descansaba plácidamente o eso es lo que quería hacer ver.

-Ototo...-suspiro y acaricio cariñosamente sus cabellos morenos - Si supieras la de emociones que despiertas en mi.

El azabache seguía con los ojos cerrados, escuchando cada palabra que salía de esa boca, conteniendo la respiración que cada vez se volvía mas agitada con el tacto de las manos del mayor. El otro por su parte tan solo le regalaba dulces caricias, repasaba su cuerpo lentamente, como si quisiera que ese instante fuera eterno. Acerco sus labios al cuello de Sasuke, propinándole suaves besos y algún que otro mordisco. Le encantaba hacerlo, el amanecer le recordaría que le pertenecía, apareciendo marcas en forma de chupetones. Presionó sus muñecas contra la cama y en un repentino movimiento se echo encima de él, ante ese gesto el menor no atino a más que soltar un grave gemido y entreabrir sus ojos sonrojado.

-Niii-san...-no le había dado tiempo de reaccionar cuando se vio completamente a merced de su hermano, sintiendo la presión de su fuerte cuerpo encima del suyo. Su olor, su calor, sus orbes negras mirándole fijamente era demasiado para él.

-Déjate llevar- contesto Itachi al ver lo tenso que estaba. Cogió su mentón y apretó sus labios contra los de Sasuke con fuerza.

Para nada quería lastimarlo pero su auto control también tenia un limite, el que cada vez podía controlar menos al notar esa piel pálida, incitándole a rozarla, besarla y devorarla hasta no poder más. Poseyó su boca entrelazando su furiosa lengua entre la del Uchiha menor, intensificando el beso a pasos forzados. Tan solo se separo de él por falta de aire. El fuego le quemaba por dentro y en ese momento miles de perversiones le pasaron por la mente, cualquiera de ellas era buena al tratar de desahogar su calentón.

-Me pones muy cachondo Sasuke - declaro sin pudor alguno el mayor, quitándose la camiseta y tirándola al suelo - Demasiado...

Sasuke permanecía callado admirando la belleza que se filtraba en sus ojos, por mucho que quisiera resistirse la verdad es que desde siempre a él también le excitaba Itachi. Cierta parte de su cuerpo no tardo en reaccionar, empezando a dolerle, su corazón en cualquier momento explotaría de tanta agitación. Las manos de Itachi se colaron por debajo del pantalón del azabache, el cual enseguida vibro por esa reacción.

-Vamos hazlo, quiero que lo hagas- gruño el más pequeño. No controlaba su mente, Itachi se había encargado de envolverla de pura pasión.

-¿Hacer el qué?...-pregunto ingenuo, mientras jugueteaba su lengua por el ombligo de Sasuke, provocándole fuertes espasmos.

-Hazme tocar el cielo aniki...- contesto ahogando los jadeos que atinaban por salir - Una noche más...

Itachi sonrió de medio lado al oír esas placenteras palabras salir de los labios de su hermano. De sobras sabia lo orgulloso que era, al fin y al cabo los Uchihas llevaban dentro esa personalidad, pero él y solo él conseguía apartarla para dejar paso a un Sasuke vulnerable y deliciosamente apetecible.

-Quieres...-susurro despacio lanzando su aliento contra el miembro de Sasuke, que estaba ya del todo despierto a punto de estallar -¿Que te haga el amor?

-Ahhh...sii ni-saan -jadeos hacían eco entre las paredes de la habitación, resonando a sus anchas - ¡Maldición...me duelee…!-grito entre suspiros -¡Metémela ya!

El mayor tapo su boca con una mano, callando de golpe su griterío, con la otra desabrocho su pantalón enseñándole a Sasuke su gran erección.

-Ves...Estúpido hermano menor -decía muy cerca de la cara del otro - Me tienes loco.

Bruscamente clavo sus dientes entre los hombros de Sasuke, mordiéndole de manera violenta. La sangre del azabache no tardo en aparecer bañando su pecho y la boca de Itachi, quien la lamió gustoso.

-Lo siento Sasuke, quizás la próxima vez -soltó repentinamente, levantándose de encima de el y alejándose hacia la salida.

-¿Qué?! -la rabia podía apreciarse en su cara, se aferró a las sabanas con enfado para luego incorporarse y pegarle un puñetazo a la almohada furioso - ¡Cabrón Espera!

El moreno se detuvo sin voltearse a mirarle, si lo hacia seria incapaz de dejarle allí sin acabar violando ese precioso cuerpo de piel nívea.

-¿Vas a dejarme así? -señalo su entrepierna - ¡No puedes! ¡Tú no! ¡Ni-san te odio...! -gritaba hasta que un fuerte portazo retumbo en toda la casa.

-Si tanto me deseas, puedes hacerte una paja pensando en mi- se escucho desde el pasillo y luego unos pasos que se alejaban hacia el baño.

Sasuke aún descolocado y enfurecido por como le había dejado su hermano estrujo sus nudillos tratando de retener su frustración. Seguramente Itachi se daría una buena ducha fría mientras se masturbaba pensando en a saber quién. Solo de imaginárselo le daban ganas de matarle, pero no, debía controlarse.

¿Qué el mal nacido de su hermano le dejaba con una potente erección entre sus piernas? ¡Pues a la mierda! ¡Uchiha Sasuke se encargaría personalmente de arreglar ese asunto!
Recordó que hacia unos días había visto un anuncio muy peculiar en la revista semanal que compraba siempre. La cogió de debajo del colchón, alejada de miradas curiosas y la abrió por la pagina que buscaba.

-¡Aquí esta!- Sonrió de medio lado al encontrar el anuncio.

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Marco con desesperó el número, sus manos le temblaban. Nunca había llamado a un sitio de esos pero ahora no era un buen momento para plantearse si era buena idea. Tenía que quitarse el calentón como fuera. Unos segundos esperando y se oyó una música sensual de fondo, incitando aún más a calentar el ambiente. Un minuto...dos...y seguía sin contestar nadie.

-¡Ahh mierda…!-maldijo por lo bajo- A este paso me acabaré corriendo antes de poder escuchar a nadie.

De pronto apareció la voz de un chico joven. No supo si era a causa de la gran excitación que llevaba encima o porque realmente era así, pero su voz le resulto terriblemente seductora.

-Fuck Me, Thrill me...-hablaban desde la otra línea -Estoy a su disposición señor, sus ordenes serán complacidas con gusto. Haré que sientas tanto placer como dolor...

-¿Esto es una línea sado-masoquista o qué? -corto el Uchiha algo extrañado, realmente era todo un novato en ese campo y no sabia como comportarse.

-¡Jaja! -se escucharon risas al otro lado del teléfono.

-¿Qué te hace tanta gracia dobe? -pregunto con enfado Sasuke.

-Es la primera vez que llamas, por lo que veo- su tono de voz antes algo forzado se relajo a uno más suave y relajado -¿Por qué has llamado?

-¡¿Acaso no es obvio?! -exclamo el azabache de mala gana -Estoy...

-Caliente -agrego el otro tranquilamente - Lo sé, se te nota algo eufórico y furioso también...¿Un mal polvo? -pregunto curioso.

-¡Qué te importa imbécil! -le recrimino Sasuke ante el atrevimiento- No debí llamar a esta mierda de anuncio - iba a cortar la llamada cuando el otro volvió a hablarle quitándole esa idea de la cabeza.

-Puedo darte lo que buscas y mucho más -pronuncio sonriendo para si al darse cuenta que esas palabras habían surtido el efecto esperado- Deja que sea yo el que te lleve...

Un flash paso delante de los ojos del chico de cabellos azulados, recordándole lo que había pasado minutos antes.

"Déjate llevar"

Si no fuera tan jodidamente atractivo y sexy, pensaba para sus adentros.

El sonido de la voz angelical al otro lado del teléfono le hizo reaccionar, volviendo a la realidad.

-¿Aceptas?

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