ENTRE EL JUEGO Y EL AMOR

Por LadyLovelyMoon

Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Mizuki e Igarashi

Esta historia se desarrolla en la actualidad.

Capítulo 1

Una oportunidad

El reloj marcaba 7:30 de la mañana en Bridgeview (localidad situada en el condado de Cook, en Illinois, Estados Unidos) y los gritos se empezaban a escuchar en la casa de la Srta. Pony:

-Candy – gritó la Srta. Pony- Apúrate o llegarás tarde a la entrevista de trabajo!

-Ya voy, me quedé dormida pero ya estoy lista- Gritó Candy desde el segundo piso.

Candy corrió escaleras abajo para solo darle un beso en la frente a la Srta. Pony y salir disparada a la calle dispuesta a logar conseguir el trabajo que tanto anhelaba: ser la preparadora física del equipo de futbol soccer Chicago Fire. Y es que a pesar de que Candy solo contaba con 20 años, había logrado sacar la licenciatura y el máster en esa área.

Habían pasado casi nueve años desde que Candy había llegado a vivir con la Srta. Pony después de perder a sus padres en un trágico accidente de carro. Sin contar con ningún otro pariente en quien apoyarse, Candy enfrentó una de las pruebas más difíciles que la vida le había dado, ver por sí misma, buscar dónde vivir, un trabajo y continuar con los estudios.

Su padre le había enseñado el gusto por el Futbol Soccer, siempre se sentaban juntos a ver jugar a su equipo y compartían momentos increíbles cada vez que Candy acompañaba a su papá a los partidos en el estadio. Su padre era preparador físico retirado. Así que al ver el interés de su hija tenía decidió enseñarle en casa. Gracias a que Candy era una gran estudiante pudo sacar los estudios antes de lo normal.

Para suerte de Candy, llegó a su vida la Srita Pony, una mujer de edad avanzada pero que toda su vida se había dedicado ayudar a personas sin hogar, dándoles cariño y un lugar para vivir.

A las 8 en punto Candy se encontraba en las oficinas del Chicago Fire…

-¿Qué se le ofrece?- le preguntó la secretaria a Candy…

Candy: Buenos días vengo a….

Secretaria: de una vez te digo que aquí no podrás ver a ninguno de los jugadores, eso solo es en el estadio- le dijo de forma despectiva

Candy: pero si yo no he venido a eso, vengo por el puesto de preparador físico aquí está mi CV

La secretaria se quedó con la boca abierta para después empezar a reírse sobre lo que acababa de escuchar. Al ver esto Candy empezó a sentir como el coraje le iba subiendo por todo el cuerpo…

Secretaria: por favor no me salgas con esas ocurrencias, Tú? Intentas ser la preparadora física del equipo? Pero qué te pasa por la cabeza? Eres mujer, eres una niña, qué vas a saber tu sobre todo esto…. Jaja ay ahora sí que me hiciste reír.

Candy: Y usted acaso me conoce? Acaso sabe lo que puedo y no puedo hacer? Acaso por ser mujer solo puedo aspirar a un puesto de secretaria como el de usted?- Candy no pudo aguantarse y sin pensar le dijo todo eso a la mujer. No es que tuviera algo en contra de las secretarias pero esta mujer estaba tratando de hacerla sentir menos y eso Candy no lo iba a permitir.

Secretaria: Pequeña insolente, ni creas que después de esto dejaré siquiera que veas al entrenador… vete de una vez y no me quites más mi tiempo.

Candy: pues no me pienso mover hasta que llegue alguien que tome las decisiones aquí, y me queda claro que esa no es usted.

La secretaria estaba a punto de llamar a seguridad para que sacaran a la pobre Candy… sin embargo..

Entrenador Legan: ¿Qué está pasando aquí? Dijo al entrar al lugar.

Secretaria: Buenos días, Sr Legan, que gusto verlo… no pasa nada, esta niña ya se va, solo vino a quitarnos el tiempo, ya le pedí que se retire.

Candy estaba roja del coraje y no sabía ya ni que decir, estaba esperando ese momento de tener enfrente al entrenador pero con lo sucedido se le olvidó por completo como iba a presentarse.

Entrenador Legan: ¿Qué es lo que se le ofrece señorita?

Secretaria: No se moleste en hablar con ella, yo misma la acompañaré para que se retire. –Dijo acercándose y tomando a Candy del brazo para llevarla a la salida.

Entrenador Legan: Yo no te he pedido eso, así que regresa a tu lugar y ponte a realizar tus actividades.

La secretaria a regañadientes obedeció.

Entrenador Legan: Venga señorita, entre, aquí podré atenderla sin que nos interrumpan.

Candy siguió de frente no sin antes voltear a ver a la secretaria para sacarle la lengua y dirigirle una mirada de "te lo dije".

-Tú debes de ser la que venía a tratar lo del nuevo patrocinio verdad- dijo el entrenador Legan mientras se acomodaba en su silla.

Candy: No señor, yo estoy aquí para solicitar el puesto de preparador físico del equipo. Sé que se han quedado sin uno, lo dicen todos los periódicos estos últimos días, así que me decidí y… perdón no me he presentado –dijo apenada mientras ella también tomaba asiento- Me llamo Candy White, mucho gusto en conocerlo y gracias por recibirme. He traído mi CV, tengo mucha preparación, saque siempre buenas notas aunque estudiaba en casa, tengo la licenciatura y acabo de sacar el máster, creo que me especializo más en cuanto a la nutrición y terapias, recuperación de las lesiones que puedan tener los jugadores, pero eso no quiere decir que no sepa sobre la evaluación y valoración de la condición física, el dopaje, la movilidad, velocidad, flexibilidad, fuerza que deben desarrollar con ejercicios especializados, también sobre psicología y las nuevas tecnologías que contamos para todo esto.

El entrenador Legan se quedó viendo a Candy con cara de asombro, no tanto por todo lo que sabía, si no porque no había parado de hablar un solo segundo. Presionando su conmutador dijo:

-Emma por favor traiga dos vasos con agua-

Candy: si verdad? Es que hace bastante calor, últimamente han estado los días insoportables con estas altas temperaturas y siempre es bueno y sano hidratarse.

Entrenador Legan: jajaja pero si a usted no le para la lengua Srta. White.

Candy se dio cuenta y no hizo más que agachar la cara para esconder lo apenada que se encontraba mientras Emma (la secretaria) entraba y dejaba los dos vasos con agua.

Entrenador Legan: Tome un poco de agua, debe de tener la boca seca después de todo lo que me ha contado.

-Sí, gracias- Dijo Candy aún apenada.

Entrenador Legan: ¿White? Acaso eres algo de Frank White?

-Sí, el era mi padre- Dijo Candy un poco melancólica por recordar a su padre –Usted lo conoció? Le preguntó

Entrenador Legan: Si, cuando yo jugaba el fue mi preparador físico. Era muy bueno, si no es que el mejor de todos. Siento mucho lo que pasó. Si tu eres su hija quiere decir que aprendiste de él o me equivoco?

Candy: Si, cuando se retiró volvió a ilusionarse cada vez que me enseñaba, fue como volver al trabajo para él. Eso me ayudo a que los estudios y la práctica se me fueran como agua y terminar la carrera antes.

Entrenador Legan: ya veo, cuántos años tienes Srta. White? Puedo hablarle de tú? y no es necesario que me hables de usted, por favor.

-20- le contestó Candy- y si, puede tutearme, no tengo problema con eso.

E. Legan: Has trabajado antes en algún otro equipo?

-No- dijo Candy

El entrenador Legan miraba a Candy preguntándose ¿Por qué una joven quería trabajar en un ambiente como lo era el de futbol soccer?, rodeada de puros hombres, y si realmente sería capaz de dar el ancho para el puesto.

Mira Candy –empezó a hablar el E. Legan- me gusta la iniciativa, y tú me la has demostrado al venir aquí sin solicitar cita pero…

-Si usted me da la oportunidad verá que no lo defraudaré –Dijo Candy

E. Legan: que paso con lo de hablarnos de "tu"? mira Candy seré sincero contigo, nunca he conocido a una mujer que se dedique a esto, no es un ambiente fácil, eres muy joven seguro que encontrarás trabajo en otro lado y te irá muy bien.

Candy: pero cómo quieren que encuentre trabajo si nadie me da la oportunidad, cómo quieren que tenga experiencia, si no puedo trabajar? –Un aire de tristeza empezó a verse en los ojos color esmeralda de la joven.

E. Legan: sería muy arriesgado dejar que una mujer entre, no habrá concentración alguna en los jugadores… lo siento Candy.

Candy luchaba por no ponerse a llorar en ese mismo instante, se acababa de cerrar la puerta que tanto había querido cruzar, trabajar en su equipo favorito, trabajar en lo que había sido el sueño de su padre, trabajar en lo que siempre había querido y esforzado. Sintió que un gran hueco se le hacía en su interior y solo alcanzo a decir:

-Muchas gracias por su tiempo Sr. Legan- mientras se levantaba rumbo a la puerta.

-Trata de comprender Candy – le dijo el entrenador Legan.

-Si no se preocupe, mucho gusto en conocerlo, hasta luego y gracias otra vez- dijo mientras salía del cubículo del entrenador.

Cuando apenas había terminado de cerrar la puerta Candy vio que alguien se le paró justamente enfrente y antes de poder ver quién era, la voz se lo dijo todo..

Secretaria: ¿Ves? Solo hiciste que perdiéramos el tiempo, da gracias que el entrenador Legan te regalo unos minutos para oír tu sueño loco de querer trabajar aquí.

Candy no tenía ánimos de contestarle algo a la secretaria, así que solo la hizo a un lado y salió del lugar.

Mientras se dirigía a casa, Candy iba muy pensativa, caminaba y cruzaba las calles por instinto pero sumergida en sus pensamientos preguntándose una y otra vez ¿por qué no lo había logrado?

Justo cuando cruzo la puerta de la casa de la Srta. Pony las lágrimas empezaron a salir y de pronto:

-S O R P R E S A- gritaron todos al ver entrar a Candy.

Todos los que vivían en la casa de la Srta. Pony habían organizado una sorpresa para Candy para celebrar su nuevo empleo. Ellos la conocían de años, sabían lo buena que era y habían dado por hecho que Candy hubiera conseguido el empleo que tanto había soñado. Decoraron la sala con globos en forma de estrellas de diferentes colores. En la mesa del centro estaba el pie de manzana que tanto le gustaba que le hiciera la Srta. Pony. Tom acababa de abrir un vino espumoso que empezó a servir en las copas de los demás. De la cocina iba saliendo Annie, su mejor amiga, con una charola llena de bocadillos recién hechos, y al verla se le acerco y le dijo:

-Caannndy pero ¿Por qué llo..?

-Annie no digas nada- le contesto mientras se secaba las lagrimas.

Annie: pero es que estas llorando

Candy: por favor no digas nada y ahora vamos a la sala

Candy no pensaba arruinar el mágico momento que ellos se habían esforzado en preparar para ella, así que hizo como si nada pasará. Camino hacia la sala para empezar a recibir las felicitaciones y abrazos de todos sus queridos amigos.

Tom: Atención por favor –decía esto mientras golpeaba con una cuchara su copa-Quiero brindar por que nuestra querida Candy ha alcanzado su sueño, siempre ha sido para nosotros un ejemplo de lucha y de cómo, a pesar de todo lo que se nos presente, podemos salir adelante si nos lo proponemos. Por Candy.

Todos: Por Candy- alzando sus copas.

Candy: Muchas gracias Tom, y a todos ustedes por esta maravillosa sorpresa. Son muy lindos conmigo.

Jimmy: Dinos Jefa, ya conociste a los jugadores? Cuándo será el siguiente partido? Verdad que nos conseguirás entradas? –le preguntó muy entusiasmado.

Annie: Jimmy, no seas desesperado, Candy apenas viene llegando deja que disfrute la sorpresa, ya tendremos tiempo para que nos cuente a detalle.

Candy suspiró, Annie la había salvado, la verdad es que no quería arruinar el momento y la ilusión de todos, en especial de Jimmy, que era un niño apenas y que quizás no entendería muy bien las cosas.

Cuando el festejo termino y todos se retiraron para realizar sus actividades normales de cada día, Candy se fue a su cuarto, quería estar sola, sentía que de alguna forma le había fallado a su padre y a ella misma. Se echo a la cama y comenzó a llorar de nuevo, pero esta vez el sentimiento era otro, sentía un coraje inmenso. Durante su carrera se había topado con el mismo problema, al contar su aspiración de trabajar en el Chicago Fire, sus compañeros siempre le decían que podría trabajar en otro lado, pero nunca en un equipo de futbol, que abriera un consultorio o algo parecido. Seguía sumergida en sus recuerdos hasta que oyó que alguien llamaba a su puerta.

-Candy puedo pasar- dijo Annie

-Si adelante-

Annie: pero Candy, qué ha pasado? Por qué lloras?

Candy: Annie no lo logré, no me dieron el empleo

Annie: pero por qué? –dijo sorprendida-

Candy: pues ahora que lo pienso la verdad es que no me dieron un motivo convincente sobre el por que no.

-Candy tu nunca has sido de las que se dan por vencida tan fácilmente- dijo la Srta. Pony que iba entrando al cuarto- Acaso no crees que te conozco lo suficiente para no haberme dado cuenta que algo te había pasado cuando llegaste?-

Candy: no quería echarles a perder la sorpresa tan linda que me organizaron –dijo apenada.

Srta. Pony: vamos Candy, nosotros somos tu familia y estamos para apoyarte siempre, con o sin festejos siempre te vamos apoyar en todo, pero vamos, anímate, cuantas veces discutimos cuando te decía que no y terminabas por desobedecer. Tú eres alguien que no se rinde tan fácil.

Annie: Es cierto Candy, hay mas equipos, sabemos lo que significaba para ti entrar a ese en particular pero hay más puertas que tocar.

-Tiene razón- dijo Candy mientras se secaba las lagrimas – No me rendiré tan fácil pero por hoy ya no quiero hablar de tema. Annie vamos, acompáñame vámonos de shopping.

Annie: Caaandy! Pero te vas a gastar tus ahorros?

-Vamos Annie, que no ves que estoy deprimida y no pienso atascarme de chocolate y helado esta vez, no pienso comprar todo el centro comercial, solo quiero despejarme y este es mi pretexto.

Las dos chicas salieron de la casa para dirigirse al centro comercial "Lakewood" que estaba justo en el centro de la ciudad.

Al llegar empezaron a recorrer tienda por tienda de la planta baja, probándose ropa pero sin llevarse nada al final. Y es que no eran pobres pero tampoco ricas, Annie ya trabaja y Candy tenía algunos ahorros de los empleos de medio tiempo que había hecho mientras estudiaba, pero sabían que no eran tiempos para despilfarrar, ya que casi siempre ayudaban a la Srta. Pony con los gastos de la casa, era lo menos que podían hacer después de todo lo que ella había hecho por ellas y los demás.

Cuando estaban por llegar al área conocida como Fast Food, Candy sin darse cuenta tropezó con una persona que acababa de salir justamente de una tienda al mismo tiempo que ella pasaba. Ambas cayeron al suelo junto con un montón de bolsas, de las cuales salieron ropa, zapatos, accesorios, etc.

-Mamá, estas bien?- gritó una joven mientras que Annie le preguntaba lo mismo a Candy.

Elisa: Mira lo que has hecho tonta, por qué no te fijas por dónde caminas?. –le gritó a Candy mientras ayudaba a su mamá a incorporarse.

Candy que aún continuaba en el suelo contestó: Lo siento mucho, pero esto fue un accidente.

De pronto se escuchó un grito de dolor, era la madre de Elisa que empezó a sentir un fuerte dolor en el tobillo de su pie izquierdo.

-Mamá, mamá, ¿qué pasa? ¿Qué te duele?

Sra. Legan: no soporto el dolor de mi tobillo

Candy inmediatamente se incorporo y se dirigió hacia el tobillo de la Sra. Legan para revisarlo.

-Quita tus asquerosas manos del tobillo de mi madre- gritó Elisa –esto es culpa tuya-

-Yo sé de estas cosas- dijo Candy mientras le quitaba el zapato a la Sra. Legan

Elisa que sujetaba a su madre se las arreglo para empujar a Candy haciendo que la joven cayera de nuevo al piso.

-He dicho que no te le acerques más, le harás daño- grito Elisa

Annie: pero que te pasa? Fue un accidente y Candy solo está tratando de ayudar ella es..

-A ti quién te preguntó metiche- le dijo Elisa eufórica

Sra. Legan: duele mucho, Elisa deja de estar peleando y haz algo

Candy: Sra. si me permite yo le puedo ayudar – dijo mientras se ponía nuevamente de pie- lleva a tu mamá a unas de las sillas del Fast Food, vamos yo te ayudo.

Elisa: estas pero si bien loca si crees que te haré caso- gritó

Sra. Legan: Elisa que me duele mucho haz algo, me quiero sentar por lo menos!

A Elisa no le quedó más remedio que hacer lo que su madre le pedía y la acerco a unas de las sillas para que se pudiera sentar.

Candy: Sra. por favor ponga su pie sobre mis piernas – le pidió mientras se sentaba en la silla de al lado.

Elisa mientras tanto buscaba desesperada algo en su bolsa –Le voy a marcar a mi papi para que venga inmediatamente, alguien llame a seguridad y de paso a una ambulancia, qué no ven que mi mami está muy mal- dijo dirigiéndose a todos los curiosos que se habían acercado.

-Annie, por favor pide en algún restaurant un poco de hielo- le dijo Candy mientras examinaba con cuidado el tobillo de la Sra.

-¿Papi?... ¿Dónde estás? te perdiste cuando entramos a comprar mi vestido, ven rápido, le han hecho algo terrible a mamá, estamos en el Fast Food.- Dijo Elisa

Annie regresó con un montón de hielo envuelto en un trapo que le había dando en un local cercano. Rápidamente Candy lo puso rápidamente sobre el tobillo lastimado.

Candy: Sra. no se preocupe es sólo una torcedura, no hubo fractura, con un poco de hielo bajara la hinchazón. Annie por favor ¿Ves aquella blusa azul que esta tirada alla? Necesito que la traigas y la cortes para poder vendarle el tobillo a la señora.

-Pero ¿qué estás loca?, esa blusa es carísima como para romperla- grito Elisa desesperada.

Sra. Legan: Elisa ya cállate, esta joven parece saber lo que está haciendo.

-Pero mamáaaa- grito Elisa

-He dicho que te calles, lo único que has hecho es dar de gritos en vez de ayudar- Volvió a gritarle.

Candy vendo con aquella blusa el tobillo de la señora, le recomendó tomar algún medicamento que llevara ibuprofeno para bajar la inflamación, que guardará reposo, mantuviera el pie en alto y aplicara hielo de vez en cuando.

-Siguiendo todas estas recomendaciones verá que muy pronto pasará la molestia y estará como nueva- Dijo Candy sonriéndole a la Sra.

-Será mejor llevarte a un hospital madre- Dijo Elisa- no nos podemos confiar de esta tonta que juga a ser doctor.

-Pues aunque lo dudes querida hija, esta señorita sabe muy bien lo que acaba de hacer, y no creo que tu madre necesite ir a un hospital, fue muy bien atendida por Candy- dijo el entrenador Legan que apareció detrás de algunos de los curiosos.

Candy se quedó con la boca abierta cuando vio llegar al entrenador Legan, luego sus ojos se pusieron como de plato al escuchar llamar hija a esa chica tan arrogante y casi sintió que se desvanecía de la silla cuando oyó todo lo que decía sobre el buen trabajo que había realizado.

-Acaso conoces a esta niña, querido- Le preguntó la Sra Legan

-Claro que si amor- le respondió mientras le daba un beso en la frente- se llama Candy White y será parte del equipo técnico del Chicago Fire.

Candy se llevó las dos manos a la boca para evitar gritar un ¿quéeeeeee? Mientras Annie corría a abrazarla sin entender mucho lo que acaba de pasar.

-Estas bromeando verdad papi, si es casi de mi edad, cómo va a ser la preparadora física del equipo- dijo Elisa mientras veía a Candy por debajo de su hombro como haciéndola menos.

-Lo que estás oyendo Elisa, esta mañana se presentó y acabo de ser testigo de lo que puede llegar hacer, es buena, de eso no tengo la menor duda. Y otra cosa hija mía, deberías poner más atención en tus clases y estudiar por las tardes en vez de venir a perder el tiempo aquí a comprar cosas que ni necesitas y ni te hacen falta- le dijo su papá mientras cargaba a su mamá para llevarla hacia el estacionamiento.

Elisa no podía dar crédito a todo lo que le había dicho su papá, la había dejado en ridículo enfrente de todos.

-No seas tan duro con Elisa- pidió la Sra. Legan

-No he dicho nada que no sea verdad, debería hacerlo, debería aprender de la Srta. White que a su edad ha terminado todos sus estudios y ahora trabajará en lo que le gusta- dijo mientras se dirigía hacia donde estaba Candy.

Entrenador Legan: Muchas gracias por ayudar a mi esposa, nos vemos mañana en el estadio a primera hora.

Candy que no salía del estado de shock solo alcanzó a preguntar

-No es muy arriesgado?

Entrenador Legan: Lo es, pero ya veremos qué pasa, además tu dijiste que no me ibas a defraudar no? De lo demás me encargo yo. Hasta mañana Srta. White.

-Hasta mañana- dijo Candy aún sin reaccionar al 100%

-Ni creas que te saldrás con la tuya, esta me las pagaras- le dijo Elisa que se apresuraba a levantar todas sus compras del suelo. Cuando terminó salió corriendo porque ya no aguantaba las miradas que le lanzaban los curiosos.

Annie: Candy lo lograste, me da mucho gusto.

Candy: pero es que hace apenas unas horas me había dicho que no

Annie: Ves como todo se pone a tu favor, ya conseguiste tu empleo. Vamos, regresemos a casa a celebrar ahora si como se debe!

Bueno aquí termina el primer capítulo de mi historia. Como estamos en pleno mundial pues me inspiré para poner a nuestros personajes favoritos en el mundo futbolero. Espero sus comentarios y gracias por leer!