Disclaimer: Shingeki no Kyojin ni sus personajes ni la imagen del fic me pertenecen, son propiedad de sus respectivos autores. Solo los tomé prestados para hacer esto.

Advertencias: Porno, crack, crack y más crack.

Sugerencias: Conseguir un psicólogo después de leer esto.


Eran ya las cinco y media de la tarde y me encontraba en el paradero para viajar de Sina, rumbo a Trost. Había estado aquí por visita familiar. Me aproximé a subir al bus cuando de pronto, alguien pasó por mi costado empujándome. No pude verlo bien, pero era alguien enano y malhumorado, que subió corriendo al vehículo.

No le tomé mucha importancia, tampoco iba a buscar pleitos, así que subí al bus.

Encontré mi asiento y pasé a recostarme, esperando la cena que brindaban en el bus. Pero había algo raro, sentía que alguien me miraba deseosamente, con alto libido. Miré a mi alrededor y me di con la sorpresa de que era el enano con cara de gato, los ojos se le veían como depravado a pesar de llevar unos lentes. Me sentí un poco incómodo, pero seguí cenando.

Después de unas horas comencé a sentirme mal, creo que la comida fue la culpable, así que inmediatamente me fui al baño a defecar. Abrí la puerta del pasadizo del bus y me dirigí al baño. Las chicas que atendían en el bus me miraron y se rieron, porque se dieron cuenta de que quería cagar. Entré y me sentí en el Olimpo, en mi mente decía: "Qué rico es cagar, carajo". Tan rica la sensación que me quedé dormido.

Solo sentí que alguien entró al baño. Era ese enano. No pude moverme, quedé tan asustado, hasta que me dijo: "Sé que me has estado viendo el bulto". Le quise responder que se equivocaba, pero… ¡SPLASH! Su pantalón se desgarró del centro y salió una tremenda anaconda. Era algo sobrehumano, treinta centímetros de nervio que inmediatamente entraron en mi boca. No pude contenerme, ya que en el fondo de mi ser quería ser suyo, así que me decidí a chupárselo con deseo. Él me dijo: "Eres un buen chico".

Luego de ello me levantó del inodoro, y así sin limpiarme el culo, me comenzó a taladrar. Fue tan fuerte y profundo que sentía que los ojos se me salían. Oh, mierda, no podía creer que mi primera vez fuera tan buena. Cada vez me sentía más débil y comencé a perder el conocimiento. Lo último que recuerdo es que el bus se detuvo, ya estábamos en el paradero de Trost y otro bus estaba saliendo a Sina.

El enano sacó su miembro de mi ano, rociándomelo de pura leche, a lo que me dijo: "Has sido bendecido por Higía". Rompió la ventana del baño, saltó y lo vi subir al bus que se iba a Sina. Yo casi no podía moverme, caí al piso entre sangre y semen de ese enano sensual. En ese momento las chicas del bus abrieron la puerta del baño, ya que habían escuchado el ruido de las ventanas que se rompieron. Solo recuerdo que entraron los paramédicos y de ahí mis ojos se cerraron.

En este momento, estoy en un avión hacia el exterior de las murallas, en donde espero que los médicos de allá puedan reconstruirme el ano. Ando postrado en una cama, anestesiado en mi parte inferior. Solo puedo comer por una sonda y tengo algo conectado en mi costado, que es por donde cago por ahora.

Pero a pesar de todo, no puedo sacar de mi mente ese miembro venoso que fue bendecido por Higía y espero recuperarme para hacer un viaje en bus de nuevo a Trost, para encontrármelo y que vuelva a partirme el ano.

Higía es amor, Higía es mi pastor. Semen.

Fin.